tag:blogger.com,1999:blog-84552039557725243252024-03-13T09:29:55.371-07:00Noticias CarlistasNoticias Carlistashttp://www.blogger.com/profile/17158067576154888314noreply@blogger.comBlogger17125tag:blogger.com,1999:blog-8455203955772524325.post-13268892833687627222019-11-19T07:48:00.003-08:002020-04-17T14:42:45.123-07:00RECUERDOS CARLISTAS DEL GENERAL DON LEÓN MARTÍNEZ-FORTÚN Y ERLÉS, CONDE DE SAN LEÓN, Y SU FAMILIA<div class="MsoNormal">
RECUERDOS CARLISTAS DEL GENERAL DON LEÓN MARTÍNEZ-FORTÚN Y
ERLÉS, CONDE DE SAN LEÓN, Y SU FAMILIA</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Por Iñigo Pérez de Rada Cavanilles<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-1Sm-XPUkF2k/XdQrqDcmS0I/AAAAAAAAAPQ/LNiaycNwcHsLhUQnsVExGzvIdCdfpa7PACNcBGAsYHQ/s1600/A1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="494" data-original-width="358" height="640" src="https://1.bp.blogspot.com/-1Sm-XPUkF2k/XdQrqDcmS0I/AAAAAAAAAPQ/LNiaycNwcHsLhUQnsVExGzvIdCdfpa7PACNcBGAsYHQ/s640/A1.jpg" width="460" /></a></div>
</div>
<div class="MsoNormal">
Tras el reciente fallecimiento a la avanzada edad de noventa
y ocho años de doña Mª Josefa de Larrucea y Samaniego, baronesa de
Camporredondo y viuda del ministro de Franco don José Antonio Girón de Velasco,
ocurrido el pasado día 6 de mayo de 2019 en su finca pacense de Valdecaballeros
se cierra un capítulo en la saga de una familia de honda raigambre carlista
descendiente del general don León Martínez-Fortún y Erlés, nacido en Logroño el
23 de febrero de 1819 y muerto el 30 de julio 1904 en Valladolid. Este
pundonoroso militar legitimista durante la Tercera Guerra Carlista (1872-1876)
fue promovido al empleo de brigadier durante el sitio de Bilbao, ascendido a
mariscal de campo por su actuación en la batalla de Lácar, comandante general
de Álava; concluida la contienda fue nombrado preceptor del Príncipe Don Jaime
de Borbón, hijo de Carlos VII y recompensado por este último con el título de
Conde de San León el 4 de noviembre de 1876.</div>
<div class="MsoNormal">
Doña Mª Josefa de Larrucea además de ser bisnieta de
Martínez-Fortún era también sobrina carnal de don Antero Samaniego y
Mtnez-Fortún, leal secretario y gentilhombre que fue de Don Jaime III de Borbón en el palacio austriaco de Frohsdorf, e hija de don
José Larrucea y Lambarri, asesinado en Bilbao a bordo del buque prisión
<<Cabo Quilates>> el 31 de agosto de 1936 por criminales milicianos republicanos junto a sus hijos don Javier y don Carlos, hermanos a la sazón de la
extinta baronesa. Doña Mª Josefa guardó en su domicilio de la calle Almagro 26
de Madrid con devoción los objetos carlistas heredados de sus antepasados,
venerándolos como reliquias históricas y familiares. Lamentablemente sus cuatro
hijos no supieron valorar la importancia que entrañaba el conjunto atesorado
por su madre. Al poco de fallecer ésta deshicieron su casa y llamaron
a un anticuario que les libró del lastre por una cantidad económica pactada de
antemano.</div>
<div class="MsoNormal">
Enterado el que esto suscribe de la disponibilidad en el
mercado anticuario madrileño de los objetos que se ofertaban al mejor postor no
hubo dudas ni tiempo que perder. Me puse inmediatamente en contacto con el
comerciante que en ese momento había adquirido la mayor parte del lote después
de haber pasado por diversas casas de almoneda y tratantes de obras de arte.
Por fortuna conseguí rescatar dos piezas, el diente del Príncipe de Asturias
engarzado en un anillo de oro y el escritorio de campaña de Carlos VII<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>-a nuestro juicio las más interesantes- que volverán a
ser referenciadas en el listado, o inventario, redactado por la baronesa en dos
cuartillas escritas a máquina, la primera de ellas titulada “Relación de
Recuerdos Carlistas y su origen” y que a continuación transcribimos
literalmente respetando la ortografía y sintaxis original, aunque lo contenido
entre paréntesis lo hemos añadido nosotros para facilitar una mayor comprensión
global del asunto tratado.</div>
<div class="MsoNormal">
Esta crónica estaría incompleta sin hacer referencia a una
visita efectuada en septiembre de 2017 a la baronesa en su domicilio madrileño
por el joven pucelano don Ignacio Hernández García, incansable investigador de
temas carlistas, especialmente sobre la figura de Don Jaime de Borbón, Jaime
III. En el transcurso de su entrevista con la anciana dama -quien le recibió
postrada en la cama debido a un achaque de salud- le fueron mostrados algunas
de sus preciadas reliquias permitiéndosele además tomar una serie de
fotografías que amablemente nos ha cedido y que son las que ilustran algunas de
las piezas aquí referenciadas. La calidad de las mismas no es óptima pues
adolecen de falta de luz y espacio, además de la lógica premura con que se
realizaron. En caso de no figurar ninguna foto es porque no se realizó en su
momento por lo que hoy, dispersado ya el conjunto, resultará muy difícil
hacernos cabal idea de la imagen que ofrecerían.</div>
<div class="MsoNormal">
A continuación se presenta al lector la transcripción del
inventario y explicación del origen de los doce objetos redactado por la
baronesa de Camporredondo, pertenecientes a su familia, redactado en dos hojas
mecanografiadas a una cara:</div>
<div class="MsoNormal">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-gCU9hlpgI84/XdQSdzBrFUI/AAAAAAAAAO0/ja4caKK-dSoqOrKb4h9OJxX9MiJ9UrrqwCNcBGAsYHQ/s1600/A2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1269" data-original-width="1036" height="640" src="https://1.bp.blogspot.com/-gCU9hlpgI84/XdQSdzBrFUI/AAAAAAAAAO0/ja4caKK-dSoqOrKb4h9OJxX9MiJ9UrrqwCNcBGAsYHQ/s640/A2.jpg" width="521" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-atBmyVBHj20/XdQSnUk51iI/AAAAAAAAAO4/OZWDcxJi9akoRzQQu8Aao6sNsREbl8LWgCNcBGAsYHQ/s1600/A3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1343" data-original-width="1071" height="640" src="https://1.bp.blogspot.com/-atBmyVBHj20/XdQSnUk51iI/AAAAAAAAAO4/OZWDcxJi9akoRzQQu8Aao6sNsREbl8LWgCNcBGAsYHQ/s640/A3.jpg" width="510" /></a></div>
</div>
<div class="MsoNormal">
<br />
“1- PENDIENTES QUE FIGURAN UNA MARGARITA.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Pertenecieron a S.M. la Reina Dª Margarita de Borbón, esposa
de Carlos VII. Se los regalo (sic) a mi abuela Dª Mª de los Ángeles
Martínez-Fortún y Martínez de Talavera [quien contrajo matrimonio con Antero
Samaniego y Frías], cuando ésta estaba a su servicio como Dama de Honor, en
París durante la guerra Carlista.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
2- MEDALLÓN DE ORO LABRADO CON CUATRO DIAMANTES QUE
REPRESENTA A SANTIAGO APÓSTOL.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Regalo de Dª Margarita de Borbon (sic( a mi abuela, en
condiciones iguales que la anterior.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
3-ROSARIO DE ONIS (sic)</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Igual que los anteriores.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
4- MANTILLA DE ENCAGE (sic) BLANCA DE BLONDA EN SEDA
NATURAL.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-T9ZdIFweozQ/XdQKPnG-6RI/AAAAAAAAANc/wDWSxoaLsWIKevSPJwffzRQK9wpS4k5lgCEwYBhgL/s1600/A1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="531" data-original-width="391" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-T9ZdIFweozQ/XdQKPnG-6RI/AAAAAAAAANc/wDWSxoaLsWIKevSPJwffzRQK9wpS4k5lgCEwYBhgL/s400/A1.jpg" width="292" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="mso-fareast-language: ES-TRAD; mso-no-proof: yes;"></span></div>
<div class="MsoNormal">
[Mª de los Ángeles Martínez-Fortún y Martínez de Talavera,
hija del I Conde de San León, portando la mantilla con preciosa<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>labor de encaje en forma de margaritas, en
alusión a la reina carlista]</div>
<div class="MsoNormal">
Igual que los anteriores. Se la regaló cuando al terminar la
guerra Carlista mi abuela regresó a España.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
5- IMAGEN DE LA VIRGEN DE LOURDES.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-N1aZfixxVgM/XdQKbaEHo4I/AAAAAAAAANc/9XjxBj_3NaAMA8pbitEV8avAHRnuxjLmwCEwYBhgL/s1600/A2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1312" data-original-width="595" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-N1aZfixxVgM/XdQKbaEHo4I/AAAAAAAAANc/9XjxBj_3NaAMA8pbitEV8avAHRnuxjLmwCEwYBhgL/s400/A2.jpg" width="181" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="mso-fareast-language: ES-TRAD; mso-no-proof: yes;"></span></div>
<div class="MsoNormal">
Durante la guerra carlista y estando mi abuela como ya he
referido, de Dama de Honor de S.M. la Reina Dª Margarita de Borbon (sic) en
París, mi bisabuela [Josefa Martínez de Talavera y Pereira] estando su esposo
el General D. León Martínez-Fortún y Erles (sic), Conde de San León, en los
campos de batalla y de Ayudante de Campo de S.M. Carlos VII, ésta enfermó
gravemente. En París S.M. la Reina y mi abuela hicieron una novena a esta
imagen, y cuando mi bisabuela falleció la Reina se la regaló a mi abuela Dª Mª
de los Ángeles Martínez-Fortún.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
6- SORTIJA DE ORO, PORTADORA DE UN DIENTE.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-wVWwY8wKNnQ/XdQKgB5FQsI/AAAAAAAAANk/4-8V3oKUCk0-UYJJRUlngI0J7wXowLJwQCEwYBhgL/s1600/A3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="950" data-original-width="1266" height="480" src="https://1.bp.blogspot.com/-wVWwY8wKNnQ/XdQKgB5FQsI/AAAAAAAAANk/4-8V3oKUCk0-UYJJRUlngI0J7wXowLJwQCEwYBhgL/s640/A3.jpg" width="640" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="mso-fareast-language: ES-TRAD; mso-no-proof: yes;"></span></div>
<div class="MsoNormal">
Al terminar la guerra Carlista, el Rey D. Carlos VII se
llevó a París con él a mi bisabuelo el Con (sic) de San León, con la misión de
vivir el Palacio y actuar como Ayo-Preceptor de su hijo el Príncipe D. Jaime de
Borbon (sic) y Borbón, cargo que ejerció hasta que D. Jaime cumplió los siete
años en que ingreso (sic) interno en los Jesuitas de París. Por estas fechas al
Príncipe D. Jaime se le cayó su preimer (sic) diente y la Reina Dª Margarita,
su Madre, se lo regaló a mi Bisabuelo D. León M-Fortún y éste mandó hacer la
sortija [el estuche forrado de piel lleva en su interior estampadas en letras doradas el nombre de la casa de joyería parisina artífice del montaje de la pieza: COUTARD, 42 PALAIS ROYAL].</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-Y8qrmMRtNMc/XdQKkuV7x6I/AAAAAAAAANs/lUoOzYrpN7QNuwbgu747oX60hdo1bCVawCEwYBhgL/s1600/A4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="968" data-original-width="550" height="640" src="https://1.bp.blogspot.com/-Y8qrmMRtNMc/XdQKkuV7x6I/AAAAAAAAANs/lUoOzYrpN7QNuwbgu747oX60hdo1bCVawCEwYBhgL/s640/A4.jpg" width="362" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
[Diente de leche de Don Jaime de Borbón, Príncipe de
Asturias, junto a su retrato infantil realizado por Vicente Palmaroli. Ambas
piezas se encuentran hoy juntas y en perfecta sintonía en la residencia del
marqués de Jaureguizar, Madrid]</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
7- CHAPA REDONDA TRABAJO DE EIBAR.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-x8KqItGpKPQ/XdQKp9mKsVI/AAAAAAAAAN0/AXjS_C9LAdsMII6DQwo60052ztgq_ApzACEwYBhgL/s1600/A5.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="652" data-original-width="733" height="568" src="https://1.bp.blogspot.com/-x8KqItGpKPQ/XdQKp9mKsVI/AAAAAAAAAN0/AXjS_C9LAdsMII6DQwo60052ztgq_ApzACEwYBhgL/s640/A5.jpg" width="640" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="mso-fareast-language: ES-TRAD; mso-no-proof: yes;"></span></div>
<div class="MsoNormal">
Esta chapa con el anagrama de Carlos VII, fue la que llevaba
en la boina roja durante la guerra Carlista mi bisabuelo, D. Leon (sic)
Martínez-Fortún y Erles (sic), General Carlista, Ayudante de Campo de S.M. el
Rey D. Carlos VII, Gobernador General de Alava (sic), Ayo-Preceptor del
Príncipe D. Jaime de Borbon (sic) y Borbon (sic), hijo único [varón] de Carlos
VII.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
8- ARCA DE MADERA, CON LAS INICIALES EN MARQUETERÍA DEL
Gral. FORTUb (sic).</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-0K1qkhqr9X0/XdQKvGVPtJI/AAAAAAAAAN8/4Az5z6jyja08dHjgkhNCaYkLZTr2TLOeQCEwYBhgL/s1600/A6.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="763" data-original-width="1014" height="480" src="https://1.bp.blogspot.com/-0K1qkhqr9X0/XdQKvGVPtJI/AAAAAAAAAN8/4Az5z6jyja08dHjgkhNCaYkLZTr2TLOeQCEwYBhgL/s640/A6.jpg" width="640" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="mso-fareast-language: ES-TRAD; mso-no-proof: yes;"></span></div>
<div class="MsoNormal">
Este pequeño baúl fue el que llevo (sic) durante toda la
guerra carlista mi bisabuelo, el General D. Leon (sic) M-Fortun (sic).</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
9- BOTON (sic) GRIS DE SEDA.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-1_FGWS-6b68/XdQKzQVpAPI/AAAAAAAAAOA/Rx_ja9aw36gJiYyzSYGaNYwOe_hlbHh-ACEwYBhgL/s1600/A7.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="871" data-original-width="654" height="640" src="https://1.bp.blogspot.com/-1_FGWS-6b68/XdQKzQVpAPI/AAAAAAAAAOA/Rx_ja9aw36gJiYyzSYGaNYwOe_hlbHh-ACEwYBhgL/s640/A7.jpg" width="480" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-tcq5bno-0_M/XdQK3zfZHaI/AAAAAAAAAOI/nfqRv3saHJYZeO-dEVhbN-uHpn9eU1ZzQCEwYBhgL/s1600/A8.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="554" data-original-width="614" height="576" src="https://1.bp.blogspot.com/-tcq5bno-0_M/XdQK3zfZHaI/AAAAAAAAAOI/nfqRv3saHJYZeO-dEVhbN-uHpn9eU1ZzQCEwYBhgL/s640/A8.jpg" width="640" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="mso-fareast-language: ES-TRAD; mso-no-proof: yes;"></span></div>
<div class="MsoNormal">
Perteneció al uniforme de Coronel [realmente corresponde al
grado de capitán] del Regimiento de Usares (sic) de Grofno [Húsares de Grodno];
ruso al que pertenecio (sic) durante la guerra ruso japonesa [de 1904]. Al
finalizar la misma todas las insignias de su guerrera las repartió como
recuerdos entre los que nos encontrábamos en esos momentos con él en el
castillo de Frosdorf [Frohsdorf], en el que habitualmente habitaba D. Jaime de
Borbon (sic), y en el que yo estuve de gentil-hombre de Camara (sic) de
príncipe. (nota que se encontraba en el paquete de letra de tio Antero
[Samaniego y Martínez-Fortún, tío materno de la baronesa y secretario que fue
de don Jaime].</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
10- MONEDA DE COBRE</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Esta moneda de cobre tiene la efigie del Rey Carlos VII
(Carlista). Circuló por todo el territorio Navarro conquistado por el (sic)
durante la guerra.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
11- CAJA ESCRITORIO.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-GndORAa9-lM/XdQK-KZkMlI/AAAAAAAAAOY/6mcurpmlhCk-NROg_ZHSN3KCa9Xp9HguQCEwYBhgL/s1600/A9.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="647" data-original-width="863" height="478" src="https://1.bp.blogspot.com/-GndORAa9-lM/XdQK-KZkMlI/AAAAAAAAAOY/6mcurpmlhCk-NROg_ZHSN3KCa9Xp9HguQCEwYBhgL/s640/A9.jpg" width="640" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="mso-fareast-language: ES-TRAD; mso-no-proof: yes;"></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-TfF859QH3gQ/XdQLDTdU5TI/AAAAAAAAAOU/rtUzCQMcW0cWosmJOxotJTjhqYpDGvDQwCEwYBhgL/s1600/A10.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="561" data-original-width="906" height="396" src="https://1.bp.blogspot.com/-TfF859QH3gQ/XdQLDTdU5TI/AAAAAAAAAOU/rtUzCQMcW0cWosmJOxotJTjhqYpDGvDQwCEwYBhgL/s640/A10.jpg" width="640" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="mso-fareast-language: ES-TRAD; mso-no-proof: yes;"></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-Z4VLIZIWlV8/XdQLKjnGuZI/AAAAAAAAAOY/bfa5969JB3oU8lM94EL-7zDSQ780r6IxwCEwYBhgL/s1600/A11.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="344" data-original-width="1212" height="180" src="https://1.bp.blogspot.com/-Z4VLIZIWlV8/XdQLKjnGuZI/AAAAAAAAAOY/bfa5969JB3oU8lM94EL-7zDSQ780r6IxwCEwYBhgL/s640/A11.jpg" width="640" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="mso-fareast-language: ES-TRAD; mso-no-proof: yes;"></span></div>
<div class="MsoNormal">
[Nota manuscrita firmada por la baronesa de Camporredondo]</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-7tcuYQldA7k/XpoUHDDlSKI/AAAAAAAAAQM/jpjKcVwINL8t6D4_kh3tW3TRO1fgrlWzwCNcBGAsYHQ/s1600/uno1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="900" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-7tcuYQldA7k/XpoUHDDlSKI/AAAAAAAAAQM/jpjKcVwINL8t6D4_kh3tW3TRO1fgrlWzwCNcBGAsYHQ/s400/uno1.jpg" width="225" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-TLtqu-jN8aQ/XpoUX7HnkYI/AAAAAAAAAQU/HH_aqjDauM8ip7H93tX6HZ4EHxKLIEc6gCNcBGAsYHQ/s1600/uno2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1600" height="360" src="https://1.bp.blogspot.com/-TLtqu-jN8aQ/XpoUX7HnkYI/AAAAAAAAAQU/HH_aqjDauM8ip7H93tX6HZ4EHxKLIEc6gCNcBGAsYHQ/s640/uno2.jpg" width="640" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-Fy1EsB6o-tQ/XpoUsGOWHqI/AAAAAAAAAQc/wWRy8bGA_aAF--CiUZnO70XTFdO50QF_QCNcBGAsYHQ/s1600/uno3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1600" height="360" src="https://1.bp.blogspot.com/-Fy1EsB6o-tQ/XpoUsGOWHqI/AAAAAAAAAQc/wWRy8bGA_aAF--CiUZnO70XTFdO50QF_QCNcBGAsYHQ/s640/uno3.jpg" width="640" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-JBhqucCKeEY/XpoU-wpyW4I/AAAAAAAAAQk/ZELhun8TKNAfM0IDHe9Y5F-E-pxkA4miQCNcBGAsYHQ/s1600/uno4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="900" height="640" src="https://1.bp.blogspot.com/-JBhqucCKeEY/XpoU-wpyW4I/AAAAAAAAAQk/ZELhun8TKNAfM0IDHe9Y5F-E-pxkA4miQCNcBGAsYHQ/s640/uno4.jpg" width="360" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-TIdgcYFYubA/XpoVOildLoI/AAAAAAAAAQs/kdqtqDvwKAEns8hQG1OobFMw5kkSEuJNwCNcBGAsYHQ/s1600/uno5.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="900" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-TIdgcYFYubA/XpoVOildLoI/AAAAAAAAAQs/kdqtqDvwKAEns8hQG1OobFMw5kkSEuJNwCNcBGAsYHQ/s400/uno5.jpg" width="225" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-iV79VF4LKPY/XpoVepTdiCI/AAAAAAAAAQ0/uLnx8YuoX38YX1iZyGfWy0Nvg60We-PggCNcBGAsYHQ/s1600/uno6.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1600" height="360" src="https://1.bp.blogspot.com/-iV79VF4LKPY/XpoVepTdiCI/AAAAAAAAAQ0/uLnx8YuoX38YX1iZyGfWy0Nvg60We-PggCNcBGAsYHQ/s640/uno6.jpg" width="640" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-kkkK3xIN74g/XdQLd3t6MZI/AAAAAAAAAOo/8T0AxEn1Lho049t-bNH80JLuF6XVkLCSACEwYBhgL/s1600/A13.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="684" data-original-width="689" height="317" src="https://1.bp.blogspot.com/-ShroadpkfTI/XdQLS4b0FII/AAAAAAAAAOg/N6r5JzdfYlE9dWyxOnRLN7wcJwWCwGTewCEwYBhgL/s320/A12.jpg" width="320" /><img border="0" data-original-height="685" data-original-width="362" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-kkkK3xIN74g/XdQLd3t6MZI/AAAAAAAAAOo/8T0AxEn1Lho049t-bNH80JLuF6XVkLCSACEwYBhgL/s320/A13.jpg" width="169" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
[Detalles del escritorio y su excelente trabajo de damasquinado de Éibar realizado en acero y bronce. Tinteros en bronce dorado. El estado actual de su superficie acusa la fatiga por el uso dado en campaña durante la Tercera Guerra Carlista]</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-oHptQ6ANubM/XdQLjTH6DuI/AAAAAAAAAOs/JFLy83dO1yoW5Nf3ZvkhjO-gujkR_LpngCEwYBhgL/s1600/A14.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="594" data-original-width="1300" height="292" src="https://1.bp.blogspot.com/-oHptQ6ANubM/XdQLjTH6DuI/AAAAAAAAAOs/JFLy83dO1yoW5Nf3ZvkhjO-gujkR_LpngCEwYBhgL/s640/A14.jpg" width="640" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="mso-fareast-language: ES-TRAD; mso-no-proof: yes;"></span></div>
<div class="MsoNormal">
[Compartimientos secretos ocultos en el interior del
escritorio de campaña de Carlos VII que sólo se abren mediante un resorte
oculto situado en el lateral izquierdo]</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Esta caja escritorio con trabajo de Eibar, fue un regalo que
el pueblo de Eibar le hizo al Rey D. Carlos VII durante la campaña. Al finalizar
la misma el Rey se la regaló a mi bisabuelo que se encontraba de ayudante suyo.
Es muy baliosa (sic), pues en su interior tiene unos cajoncitos secretos, por
si caía en manos enemigas.</div>
<div class="MsoNormal">
En este vídeo se muestra como se abre el compartimento secreto:<br />
https://www.facebook.com/inigo.perezderadacavanilles.1/videos/154952305804381/<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
12- SABLE CON ADORNOS DE EIBAR.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Este sable se lo regaló el pueblo de Eibar a mi bisabuelo el
General D. Leon (sic) M-Fortún y Erles (sic), Conde de San Leon (sic), siendo
éste Gobernador Militar de la provincia de Alava (sic). Esta (sic) grabado con
su nombre y la fecha".</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
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Han sido adquiridas en un anticuario de París por Iñigo Pérez de Rada, que las va a depositar en el Museo de Tabar (Navarra), dos interesantes fotografías de la Reina Doña Margarita de Borbón-Parma (1847-1893), primera esposa de S. M. Don Carlos VII.<br />
<br />
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-u7Tz8jQeHoY/UUo_Qh0OoMI/AAAAAAAAAHQ/4InB6oQCwj8/s1600/foto9margarita.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="http://2.bp.blogspot.com/-u7Tz8jQeHoY/UUo_Qh0OoMI/AAAAAAAAAHQ/4InB6oQCwj8/s640/foto9margarita.jpg" width="376" /></a><br />
<br />
Aparte de la intrínseca belleza de este primer retrato que tan fielmente refleja la honda psicología de Doña Margarita resaltaremos que fue tomado en 1875 en la ciudad francesa de Pau, donde la Señora permanecía en expectante espera el desarrollo de la Tercera Guerra Carlista que su marido el Rey protagonizaba en España al frente de sus leales tropas.<br />
Añade aún más valor histórico a esta singular pieza el hecho que esté firmada por la retratada en la parte inferior "<i>Margarita</i>" en bella caligrafía y en el reverso dedicada "<i>Para el Sr. Don Joaquín Laharren</i>" escrito por la misma mano.<br />
El reverso también incluye en estampado litográfico azul el nombre y señas del autor de la fotografía: "<i>L. Subercaze / Artiste Peintre / 33, Rue Bayard / Haute Plante / Pau</i>". Mide 10,5 x 6,5 cm.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-lwA8eULxCK4/UU754WVqeSI/AAAAAAAAAHg/_zFEwHWP0Po/s1600/do%C3%B1a_margarita.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="http://2.bp.blogspot.com/-lwA8eULxCK4/UU754WVqeSI/AAAAAAAAAHg/_zFEwHWP0Po/s640/do%C3%B1a_margarita.jpg" width="392" /></a> </div>
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
La segunda instantánea muestra a una madura Doña Margarita. Creemos que pudo haber sido realizada hacia 1890 en Viareggio por un fotógrafo anónimo. Mide 14 x 8,5 cm.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
Muy probablemente ambas imagenes serán reproducidas en el libro "<i>Las Banderas del Palacio de Loredán. El legendario Museo que Carlos VII de Borbón formó en Venecia</i>" que I. Pérez de Rada tiene en preparación.</div>
<br />Noticias Carlistashttp://www.blogger.com/profile/17158067576154888314noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8455203955772524325.post-10374931857675694962013-03-19T05:13:00.002-07:002014-02-20T01:28:53.656-08:00La Partida de Palillos y su Estandarte, 1833-1840<h3 class="post-title entry-title" itemprop="name">
</h3>
<i>Por Iñigo Pérez de Rada</i><br />
<br />
<br />
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-SfOE4JZTfpc/Tz0YtNA3q5I/AAAAAAAAAwQ/9Zsa2ksLn7g/s1600/partida%2Bpalillos.jpg"><img alt="" border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/-SfOE4JZTfpc/Tz0YtNA3q5I/AAAAAAAAAwQ/9Zsa2ksLn7g/s640/partida%2Bpalillos.jpg" height="506" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5709747067442146194" width="640" /></a><br />
Estandarte de la Partida de Palillos<br />
(Pinche sobre la imagen para ampliarla)<br />
<br />
RESUMEN<br />
<br />
Cuando Don Fernando VII fallece en 1833 deja una España dividida en dos
amplias facciones, los defensores de su hermano el Infante Don Carlos
María Isidro, partidarios de una patria católica, tradicional y foral, y
los de su hija Doña Isabel, inclinados hacia una nación centralista que
emprendiese un aperturismo político-económico conocido como
“liberalismo” y que se estaba imponiendo en Europa. Esas dos formas
antagónicas de entender la sociedad iban muy pronto a entrar en
conflicto, que desembocaría en una virulenta y cruel guerra conocida
como Primera Guerra Carlista (1833-1840).<br />
Si bien el devenir, organización y acciones de los primeros, llamados
“Carlistas”, ha sido pormenorizadamente estudiada en sus zonas de
actuación del Norte –Navarra, Vascongadas, Cataluña y Maestrazgo- de
alguna manera ha sido silenciada u olvidada su influencia en otras
regiones de España donde tuvieron gran pujanza, como es el caso de
Castilla la Nueva.<br />
Y dentro del Carlismo manchego de la Primera Guerra, la Partida
levantada por los hermanos Rugero, más conocidos por su alias de
“Palillos”, destaca singularmente entre la pléyade de adalides de la
Tradición y defensores de los derechos dinásticos de Don Carlos.<br />
Con este trabajo queremos reivindicar la memoria de un grupo de
patriotas que si bien fueron encasillados por la historiografía de los
vencedores liberales como crueles y sanguinarios, no hicieron otra cosa
que defender la Causa que creyeron más justa, siempre en desventaja.
Muchos derramaron profusamente su sangre, arruinaron sus haciendas,
tomaron el camino del exilio o murieron luchando por ello.<br />
<br />
SUMMARY<br />
<br />
When the King Fernando VII died in 1833, he left a broken Spain, divided
into supporters of his brother Don Carlos –known as “Carlists”- and the
ones who fought for the pretended rights of Isabel, daughter of the
former. The two forces went into conflict breaking up into a cutthroat
war which was called “First Carlist War” or “Seven Years War”
(1833-1840).<br />
Although it is today well known the History of that particular conflict
in the North of Spain, regrettably remains gaps that are still not
filled nowadays, particularly in the case of regions as Castilla la
Nueva where Vicente Rugero and his brother Francisco –alias “Palillos”-
raised an armed men party or guerrilla warfare made up by more than five
hundred horsemen.<br />
At the end of the war, the Carlists were defeated. Many of them lost
their possessions or lives. Some had to go into exile, as the case of
Vicente Rugero, who had lost in the way his own mother –an elderly woman
of 81 who was executed by a liberal firing squad- his brother, a
son and many other relatives.<br />
<br />
<br />
LA "PARTIDA DE PALILLOS" Y SU ESTANDARTE<br />
<br />
La "Partida de Palillos" fue la más destacada unidad de voluntarios a
caballo de entre las que levantaron pendón en 1833 por la causa
legitimista de Don Carlos V de Borbón en Castilla la Nueva.<br />
Estaba dirigida por don Vicente Rugero y su hermano don Francisco,
naturales de Almagro, quienes “habían pertenecido al ejército en clase
de comandantes de caballería; pero clasificados como tenientes, se
retiraron á su casa de Almagro. En 1833 conspiraron, como muchos
descontentos, y reducidos a prisión se sustrajo de ella don Vicente y
levantó una partida” (1) (2). Fueron mejor conocidos con el alias de
“Palillos” (3), llegando a juntar para su Partida más de medio millar de
hombres.<br />
En cierta ocasión el conde de España, capitán general de Cataluña,
leyendo que el periódico liberal “Eco del Comercio” llamaba “tigre” a
Palillos, aquél exclamó sonriendo “Véase una usurpación, porque sólo soy
yo el tigre legítimo” (4). La fama de Palillos fue tal que traspasó
nuestras fronteras (5).<br />
No fue la Partida de los hermanos Rugero un dechado de caballerosidad en
lo que a forma de combatir se refiere, ya que lo hicieron
despiadadamente (6), pero en su descargo hemos de observar que sus
enemigos liberales los sobrepasaron siempre en crueldad -llegando al
extremo de fusilar a su anciana madre de 81 años-, por lo que se vieron
compelidos a batallar a sangre y fuego. Las partidas carlistas las
integraban voluntarios, en su inmensa mayoría civiles, con escasa
preparación militar, mientras que las fuerzas del Ejército regular
estaban compuestas por hombres disciplinados y hábiles en el manejo de
las armas. También los mandos castrenses gubernamentales a los que
concretamente tuvo que enfrentarse Palillos fueron de naturaleza
particularmente acerba: el coronel Flinter (7) -esclavista "de facto"-,
el general Narváez -quien declaró en su lecho de muerte que no podía
perdonar a sus enemigos "porque los había hecho fusilar a todos"-, el
general Nogueras -responsable de pasar por las armas a la madre de Ramón
Cabrera-, y el brigadier Balboa -el cual no dudó en llevar al patíbulo
en Fuente el Fresno a un niño de cuatro años cuando dispuso que se
diezmara por sorteo a los familiares de los carlistas, tocándole en
suerte al infante su fatídico destino-. (8)<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-5RcrH4cb5oc/UUhUqYbExNI/AAAAAAAAAHA/E9vN7Hkj4Tw/s1600/PALILLOS-20.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-5RcrH4cb5oc/UUhUqYbExNI/AAAAAAAAAHA/E9vN7Hkj4Tw/s640/PALILLOS-20.jpg" height="508" width="640" /></a></div>
<span style="font-size: x-small;">Lámina publicada en "Cabrera y su Ejército, Álbum de las Tropas Carlistas de Aragón", establecimiento tipográfico de Don Francisco de P. Mellado. Madrid, 1844. En ella se muestra el modo de vestir de los voluntarios carlistas manchegos que componían la Partida de Palillos</span><br />
<br />
El prusiano Wilhem von Rahden -que se había presentado voluntario en las filas de Don Carlos- tuvo ocasión de ver a Rugero y hablar con él. Estas son sus impresiones y el relato que hace de su encuentro:<br />
"Yo creí que encontraría en <<Palillos>> el arquetipo de la brutalidad y de la barbarie humana. Era un hombre de más de cincuenta años, curtido por el sol; su rostro, su porte y su vestimenta, recordando a los de un cosaco del Don; sus ojos negros, pequeños y amables; y con un rostro redondo de aspecto, en realidad, simple, aunque bonachón. Este mismo carácter mostraba también en su conversación, pues era muy modesto, abierto y, siasí pudiera decirse, honrado y afable. Lo encontré una tarde con Sanz. Nos contó en tono casual, sin que su rostro o sus manos manifestasen emoción alguna, cómo los cristins habían fusilado y estrangulado a todos sus familiares hasta el pariente más lejano, quemando y borrando de la faz de la tierra todas sus posesiones (él antes había sido muy rico).<br />
-Treinta y nueve de mis familiares han dejado su sangre. El último fue una mujer en las últimas semanas de su embarazo, mi nieta. A ella la maltrataron hasta la muerte, arrancándole luego de su cuerpo el niño que aún no había nacido, y como todavía daba señales de vida, lo fusilaron. ¡Muera todo lo vivo! -concluyó con frialdad, tomando educadamente la boina roja y dejándonos a solas con los espantosos sentimientos que habían despertado en nosotros su relato". (9)<br />
Pío Baroja, gran recopilador de datos relativos al carlismo, dejó
consignados en una de sus novelas datos de gran interés referentes a la
Partida y que a continuación transcribimos. “[…] Palillos ha sido muy
famoso. […] Palillos padre, don Vicente Rugero, era un viejo muy ladino.
Tenía una partida muy bien organizada y muy militar. Ya lo creo. Y no
piense usted que era fácil entrar en ella […] Para entrar en la partida
se necesitaban muchas condiciones. Había que tener menos de treinta
años, ser fuerte, buen caballista, estar acostumbrado a la vida del
campo y no tener parientes ni amigos entre los cristinos […] los jefes
podían ser más viejos. Al que entraba en la partida se le hacían muchas
preguntas, y luego se iba a comprobar lo que había dicho, y si algo no
resultaba cierto, no se le admitía […] Todos íbamos igual. Se llevaba
calañés alto, de pana o de terciopelo negro, adornado con algunas
carreras de botones, medallas, cintas rizadas y un plumerito negro. La
mayor parte usaba patillas. Se vestía marsellés corto, guarnecido de
cinco botonaduras de monedas de plata, pesetas o reales columnarios.
Algunos jefes lucían doblillas de oro, y en vez de calañés, boina blanca
o sombrero redondo con funda de hule. Se gastaba calzón corto, de pana o
terciopelo negro; ancha faja para el puñal y los cachorrillos; polainas
de cuero y zapatos de una pieza. En el arzón del caballo se ponían las
pistolas y el trabuco […] Cuando Palillos se proponía sacar
contribuciones en una comarca, dividía su caballería en partida de
treinta a cuarenta hombres; ocupaban todos los lugares en un espacio de
seis a ocho leguas cuadradas. Cada paisano debía suministrar todo lo
necesario para un jinete y un caballo. Los pueblos se veían obligados a
entregar a Palillos la misma contribución que pagaban al Gobierno de la
reina. Entrábamos nosotros en un lugar, y lo primero, para que nadie
tocase a rebato y diera señal de alarma, nos apoderábamos de la torre de
la iglesia y poníamos en el campanario un centinela. El centinela
observaba cuanto pasaba a larga distancia, y si veía algo tocaba la
campana, y, según las campanadas, nos entendíamos. Era como la línea del
telégrafo de señales del Gobierno. Así, don Vicente Rugero sabía con
rapidez si aparecía el enemigo y por dónde” (10).<br />
Tuvo la Partida su bautismo de fuego el 15 de noviembre de 1833 en
Alcolea, donde fue alcanzada y derrotada por los gubernamentales que
mandaba el coronel Tomás Yarto, “guareciéndose sus restos en los montes,
ese laberinto impenetrable, con mansiones subterráneas, con despejadas y
naturales atalayas, donde puede acampar un batallón en el mismo terreno
en que otro esté oculto con toda seguridad” (11).<br />
Cuando no combatían, se dedicaban a interrumpir las comunicaciones y
arruinar el tráfico, siempre bajo la atenta observancia del coronel
Jorge Flinter, creado comandante general de la línea de La Mancha, quien
no perdía ocasión para perseguirlos celosamente con el propósito de
darles combate, y así el 28 de octubre de 1835 “es derrotado Palillos
hacia Tomelloso con alguna pérdida, y el 4 de noviembre, contando ya
este partidario, tan temible después, con unos cuatrocientos caballos,
se vió acometido en Villanueva de la Fuente. Mas no da el rostro, sin
embargo de su fuerza; perseguido, se bate en retirada en Genave, en
Sierra de la Cumbre y en Rumblar, la parte más escabrosa de Sierra
Morena y en Fuente del Fresno, siendo tan tenaz y decidida la
persecución que corre veinte leguas, muriendo en ella veinticinco
carlistas, y apoderándose los contrarios de bastantes caballos […] Bien
pronto se indemnizaban aquellos partidarios, merced al brigandaje de su
sistema y á la libertad que todos disfrutaban, de tales pérdidas,
bastándoles á veces una excursión: así se ve á Palillos aumentando
considerablemente los suyos é infundiendo el terror inseparable de sus
punibles excesos” (12).<br />
El 10 de diciembre Palillos junto a los hombres de Sánchez y los Cuestas
presentan batalla en la llanura atacando a más de trescientos jinetes
pertenecientes a las columnas isabelinas en las cercanías de
Talarrubias, haciendo prisionero al jefe de estos últimos. “Este
quebranto, primero de su clase, porque fue a campo abierto el choque,
produjo un efecto terrible, porque demostraba que ya no podían ser
insignificantes ni pequeños los combates con Palillos; que las facciones
envalentonadas por su número y lo favorable del terreno, pues contaban
para el llano con caballos escogidos, y con los montes impenetrables é
inmensos de Toledo para la retirada, confiadas también en su espionaje,
tomando audazmente la ofensiva; que casi todos los pueblos no bien
guarnecidos quedaban á su disposición, y que podían ser aquellos el
núcleo de un ejército el día que surgiese un hombre valiente,
organizador y entendido á la vez” (13).<br />
En febrero de 1837 se reunió un nutrido grupo de caballería
perteneciente a la Partida en las cercanías de Granátula con el objeto
de tomar el pueblo natal del general Espartero, siendo rechazados y
sufriendo noventa muertos por las tropas del brigadier Mahy, quien hizo
además fusilar con urgencia a seis prisioneros sobre el mismo escenario
del combate. Posteriormente se decide atacar Bolaños, que sí caería
rendida. En esta última población, Palillos "atacó a los nacionales de
Bolaños, estrechándolos de tal manera, que conociendo ellos lo inútil de
su resistencia rindieron las armas confiando en la jenerosidad (sic) de
sus contrarios; pero Palillo, luego que los tuvo en su poder los
sacrificó, vengando en ellos el revés que había sufrido en los campos de
Granátula. Este acto de inhumanidad, del que también daban frecuentes
ejemplos los del bando opuesto, fué causa de que Palillo no se apoderase
de muchos pueblos, que se hubieran entregado facilmente, á no tener la
misma suerte que los nacionales de Bolaños; por esa razón los nacionales
se defendían desesperadamente y preferían morir con las armas en la
mano, más bien que entregarse á merced de sus enemigos" (14). Serían un
total de 25 los milicianos nacionales fusilados por Palillos en Bolaños,
incendiando los días siguientes el pueblo de Brazatortas y continuando
hacia Torremilanos donde venció a las fuerzas del capitán Estela,
pasando por las armas 20 prisioneros (15).<br />
Los manchegos sostuvieron a principios de julio de 1837 un combate en
Venta de Cárdenas contra la Infantería liberal que se saldó dejando más
de treinta cadáveres de estos últimos sobre el campo de batalla.<br />
Al frente de 700 hombres se presentó los primeros días de septiembre en
Puerto Lápice con el propósito de apoderarse de la población, pero al no
conseguirlo dada la resistencia que puso su guarnición, que resistió
los embates de los carlistas con determinación y firmeza, Palillos
ordenó prender fuego a las casas y edificaciones que se hallaban
extramuros del pueblo, al tiempo que enviaba un conminatorio mensaje
dirigido al "Sr. Comandante de las fuerzas rebeldes" con el objeto de
lograr su rendición: "Comandante General de la Mancha. Viva Carlos V. Si
en el preciso término de una hora no se entrega á discreción la fuerza
rebelde que se halla situada en la casa del fuerte, serán pasadas por
las armas, y se procederá al incendio y asalto de él; más si oyen mi
humana amonestación se les garantizará sus personas y bienes. Cuartel
General de Puerto Lapice, septiembre 5 de 1837-. El Brigadier Comandante
General Palillos". La airada respuesta que obtuvo de los sitiados fue
la siguiente, siendo esta vez el destinatario el "Sr. General de
ladrones y asesinos": "Comandancia de los fuertes de Puerto Lapiche. =
No se entregarán estos fuertes en ningún concepto, y antes preferiran
perecer entre sus ruinas que sucumbir á manos de tan vil canalla de
ladrones y asesinos. Viva Isabel II. Viva la Constitución. Viva la Reina
Gobernadora. Puerto Lapiche 5 de septiembre de 1837" (16). Palillos,
viendo lo obstinado de la defensa ordenó abandonar la plaza.<br />
Mientras tanto, el 12 de septiembre, la Expedición Real logra llegar
hasta las mismas tapias del Retiro madrileño, ocasión única que hubiese
acaso decidido el triunfo definitivo de las armas carlistas si Don
Carlos hubiera seguido el consejo del general Cabrera de penetrar ese
día en la capital de España. El Rey no dio la oportuna orden, por lo que
las tropas carlistas se retiraron de las inmediaciones de la Villa y
Corte. Días después, algunos partidarios carlistas, conscientes de la
magnífica ocasión desaprovechada, aún creyeron posible repetirla, como
el caso del coronel de Ingenieros Von Rahden quien consideró además
imprescindible para tal fin la fuerza de Palillos, que actuaría como
barrera de contención al sur de Madrid: "Palillos podía mantener la
alarma a las puertas de Madrid mientras nos poníamos de acuerdo con
Zaratiegui [que después del fiasco se había retirado hacia el norte
atravesando el Guadarrama] para una acción combinada" (17).<br />
En Venta Quesada, localidad próxima a Manzanares, el 11 de noviembre
asaltan el Correo cargado de correspondencia para La Mancha y Andalucía,
logrando interrumpir de este modo las comunicaciones postales de esas
provincias con Madrid.<br />
El líder almagreño había conseguido por esta época reunir bajo su mando
una enardecida masa de fogeados voluntarios y destacable poder
económico, que parece ser se reservaba para sí mismo sin compartirlo con
sus correligionarios, lo que provocó quejas por parte de algunos otros
jefes de partidas carlistas; el general Ramón Cabrera, amparándose en
este último pretexto decidió de algún modo limitar su poder: "el 1 de
diciembre de 1837, le era quitado el mando de las partidas al "tigre"
Juan Vicente Rugeros (a) "Palillos" en su cuartel general del Espíritu
Santo de Villarrubia. Posteriormente, el día 3, la noticia le era
confirmada por el general Cabrera [...] Las desavenencias surgidas
provenían de que algunos cabecillas carlistas, entre ellos Riego, "le
habían reclamado algunos maravedises y subsistencia, á lo que Palillos
contestó que le era imposible suministrar a tantos, por lo que les
aconsejó que se distribuyesen en pequeños grupos y se proveyéran de lo
necesario como pudieran" (18).<br />
Partió de Los Arcos, Navarra, el 28 de diciembre de 1837, una expedición
comandada por el general don Basilio Antonio García y Velasco quien al
frente de unos dos mil hombres encuadrados en cuatro batallones y dos
escuadrones pretendía “organizar la guerra en La Mancha y restantes
regiones de la España central, para lo que debía contar con el apoyo de
una división de Cabrera, a quien se le habían dado instrucciones en ese
sentido” (19). Tuvo que desistir García de su plan de contactar con
Cabrera debido al acoso al que se veía sometido por los cristinos,
dirigiéndose directamente a tierras manchegas donde sumó a sus efectivos
las fuerzas de Palillos. “Jara [José Jara, cabecilla carlista] y
Palillos, enfrascados en antiguas rencillas, trataban de manejar al
general [García] según sus designios. Finalmente se impuso el primero, y
Palillos, varias veces postergado, se separó completamente de la
expedición” (20).<br />
Antes de renunciar a la expedición participaron los de la Partida, a las
órdenes del general, en varios hechos de armas notables entre los que
destacan el ataque con éxito a un convoy liberal compuesto por varios
carros que desde Ruidera transportaba pólvora -"la escolta del convoy se
refugió en una casa y envió un emisario para decir que se rendirían a
los navarros y no a los carlistas manchegos, pero el mismo Palillos les
dio palabra de cuartel y les trató como a compañeros, rectificando así
conductas anteriores" (21)- o el apoyo prestado por los jinetes de la
Partida a los hombres del coronel Tallada que se retiraban de Baeza el 5
de febrero de 1838, perseguidos por el general Sanz, quien había tomado
el mando de la división Ulibarri, que desde Navarra venía persiguiendo a
la expedición de García. También cabe destacar en esta etapa la sonada
actuación de las tropas de Don Basilio en Calzada de Calatrava, donde
sus subordinados quemaron una iglesia en la que se habían refugiado
aquellos liberales que negaron su rendición -entre los que parece ser se
encontraban mujeres y niños-, y el descalabro sufrido en Valdepeñas por
los voluntarios carlistas, que perdieron a cuarenta de sus oficiales;
tras este revés los adversarios cristinos se vengaron ensañándose
particularmente en aquellos hombres que pertenecían a la Partida por
haberlos hecho responsables de la barbarie ocurrida en Calzada.<br />
Una vez desvinculados los Rugero de la expedición del general García
emprenden con nuevos bríos acciones guerrilleras, siendo la más
importante el ataque perpetrado sobre Ciudad Real en mayo de 1838, donde
logran arrebatar un cañón al enemigo: “al amanecer del [día] 28, los
disparos sobre la puerta de Santa María anunciaron su empeño de penetrar
en la ciudad. Acudieron veloces y valientes varios nacionales [miembros
de la Milicia Nacional] y paisanos á reforzar la poca tropa que
custodiaba aquel punto, y á los pocos momentos, los carlistas
convencidos de la inutilidad de sus esfuerzos, se retiraban de la
muralla, donde perdieron la vida algunos trabajadores que trajeron para
abrir la brecha. A esto debieron limitarse las disposiciones de la
autoridad militar que desempeñaba entonces don Luis Suero, comandante
del batallón franco de la Patria, que dio enseguida ocasión á Palillos
para que hiciera una horrible carnicería. Retirábase hácia el camino de
Miguelturra, cuando el comandante Suero envió en su persecución una de
las dos piezas de á cuatro que había en la capital, escoltada apenas por
unos ochenta hombres, entre ellos varios nacionales. Llegó el cañón
hasta la mitad del camino de Miguelturra, rodeado de tan heterogéneo
refuerzo, y al primer disparo hecho sobre los carlistas, sucedió lo que
era fácil haber previsto. Aguerrida y audaz la caballería de Palillos
dio una vigorosa carga á las fuerzas contrarias, y aquella escolta falta
de unidad, sin jefes propios, y aturdida con tan impetuoso é inesperado
ataque, cedió un momento al espanto y fue perdida. En vano el
desgraciado y bizarro teniente de Castilla, Lahera, quiso infundir su
valor á los fugitivos; empezó la fuga y allí encontraron una honrosa
muerte, no solo aquel valiente patriota, sino muchos otros que,
decididos á vender cara su vida, hicieron frente al enemigo.<br />
Muchos fueron acuchillados en el acto, y otros entre los que se
encontraba el valiente joven don Antonio Puebla, hijo de un comerciante
de la ciudad, fueron fusilados incontinenti, aunque pidió Puebla su
rescate á peso de plata.<br />
Palillos, después de haber sembrado el campo de cadáveres de aquellos
desgraciados, y perseguido hasta las puertas de la ciudad á los pocos
voluntarios nacionales que salieron á reforzar á sus compañeros de
armas, tomó la dirección de Miguelturra, llevándose con el mayor
entusiasmo el cañón, cuya inoportuna salida tantas desgracias había
causado, y que por ser arma inútil para aquellos carlistas [que eran de
caballería y una pieza de artillería les servía de estorbo], fue
enterrado, hasta que le sacaron en Agosto siguiente las tropas de
Narvaez.<br />
Este desgraciado acontecimiento abatió, más de lo que estaba, el
espíritu público liberal, y alentó el carlista; y sin la pronta llegada
de las tropas que componían el ejército de reserva, los defensores de
don Carlos hubieran dominado completamente el país, en el que tenían
adeptos, por más que se hiciera creer lo contrario en Madrid […] Casi al
mismo tiempo que Palillos sitiaba a Ciudad-Real, invadía Archidona, con
ciento veinte caballos, los pueblos de las inmediaciones de Roda,
robando y asaltando en los caminos las diligencias y fusilando á los
nacionales que las escoltaban” (22).<br />
El general Ramón María Narváez fue enviado a pacificar Castilla la Nueva
-mientras Espartero operaba en el Norte-, con el objeto de aplastar a
los carlistas de esta provincia. El “espadón de Loja” emprende una
persecución implacable sobre los voluntarios de Don Carlos al mando de
una considerable fuerza consistente “en un cuerpo de reserva en la
provincia de Jaén, cuya base serían los batallones de la Milicia
Nacional movilizados en las capitanías generales de Granada y Andalucía,
y los cuerpos francos estacionados en las mismas que no fueran
absolutamente indispensables para otros menesteres. Los quintos que aún
quedaran en los depósitos, y los desertores aprehendidos, constituirían
batallones provisionales, a los que se dotaría de los cuadros
necesarios, completándose esta fuerza con el cuadro del batallón de
marina de San Fernando. Estas tropas, puestas a las órdenes del
brigadier Narváez, debían acabar con las facciones de Castilla la Nueva,
y el 30 de octubre [de 1837] recibían una nueva organización, pues se
incorporaban a las mismas los regimientos provinciales de Murcia,
Sevilla, Ronda y Santiago, así como el tercer batallón de la brigada de
artillería nacional de marina, los cuadros de seis batallones regulares,
los cuartos escuadrones de la guardia real de caballería, y un par de
baterías. Dotado de la correspondiente plana mayor, este ejército se
subdividiría en 4 brigadas, 3 de infantería y una de caballería, cuyo
jefe estaría a las inmediatas órdenes del gobierno. A principios de
junio de 1838 comenzaron a llegar a La Mancha las primeras unidades,
haciendo Narváez su entrada en Ciudad Real el día 13” (23).<br />
El Ejército de Reserva de Narváez comenzó a operar a mediados de junio
de 1838. Palillos atacó en Ballesteros, con ciento cincuenta de sus
jinetes a la retaguardia de la segunda brigada de la división, siendo
finalmente rechazado por el escuadrón de coraceros leales a Isabel. El
día 29 cabalgó hasta Torrenueva, donde “quemó las eras y asesinó y
cometió horrorosos excesos, ya que, gracias á la resistencia de los
nacionales, no pudo enseñorearse del pueblo” (24).<br />
Debido al implacable hostigamiento que las fuerzas liberales ejercían
sobre las partidas carlistas en Castilla la Nueva y derrotados, huidos,
presos o muertos muchos de sus jefes (25) -entre ellos Francisco Rugero,
que fue fusilado por orden de Narváez (26) en Almagro el 27 de agosto
de 1838 a la edad de 50 años (27)-, la de Palillos se vio incrementada
por los hombres dispersos que permanecían fieles a la causa carlista,
escogiéndose los montes de Toledo como seguro refugio y tomando los
pueblos cercanos como teatro de operaciones. Mientras tanto, Narváez
recibe su nuevo nombramiento como capitán general de Castilla la Vieja
(28), pero antes de abandonar su puesto a su sucesor el general Agustín
Nogueras (29), resuelto a terminar con los carlistas en su jurisdicción
militar declara un amplio “indulto á todos los carlistas y sus jefes que
se presentasen, siempre que no tuviesen crímenes imperdonables” (30)
(31).<br />
A indulto se acogieron numerosos combatientes ya por cansancio, ya por
no ver futuro en la causa que defendían, pero Palillos permaneció
inquebrantable en su ideal en medio de un verdadero río de desafección y
apostasía legitimista, enarbolando su rojo estandarte y así el 12 de
noviembre, al mando de 200 jinetes, logró plantarlo en Ballesteros y dos
días después en Fernán Caballero. Fue por estas fechas cuando los de la
partida capturaron a un yerno del duque de Frías, ministro de Estado,
pidiendo la importante cantidad de diez mil duros a cambio de su rescate
(32).<br />
Aunque la espada del cabecilla Rugero seguía alzada imperturbable a los
adversos acontecimientos alrededor suyo, los mandos liberales ya seguros
en su cercano triunfo escribían: “tenemos cogidos y presentados a más
de mil facciosos. “Palillos” y su hijo errante por los montes, cogido su
secretario que era su entendimiento, y no hay día que no se presenten
lo menos 20 para arriba, que no se cojan 8 o 10 y tarde en que no se
fusilen” (33).<br />
Por ser ahora prácticamente la única partida leal a Don Carlos aún
activa en La Mancha, el jefe carlista establece un concierto con las
partidas aragonesas para prestarse ayudas mutuas de socorro y ataque. En
una de estas incursiones a Aragón el 28 de noviembre, diecisiete
jinetes fueron muertos entre las localidades de Perdernoso y Provencio. A
mediados de diciembre el hijo de Palillos junto a cien hombres “al
atravesar la provincia de Cuenca, acampó en un monte entre Enguidanos y
Paracuellos; atacado por los granaderos á caballo de la Guardia real que
mandaba el teniente Pozas, dejaron en poder de estos, caballos y
efectos” (34) (35).<br />
Los de Palillos ya sin su estandarte (36), aunque pudieron haber tenido
otros, “atravesaron las sierras del Burgo y de Guadarrama, y los ríos
Tajo, el Tietar y el Alberche, dejando la desolación en pos de su
extensa huella. Para atajarles en aquellas terribles y rápidas correrías
mandó nuevamente el capitán general de Castilla la Nueva inutilizar las
barcas del Tajo; entreteniéndose en tanto Palillos en apoderarse de
algunos destacamentos liberales, y desarmar a los que defendían los
pueblos de Quijozna, Perales, el Viso de Illescas y otros inmediatos a
la corte” (37). El 31 de diciembre atacaron Madrigalejo con 200 jinetes
pero "16 hombres de su valiente milicia nacional, no solo resistieron á
aquellos, sino que impidieron al enemigo el que pudiese dominar mas de
la tercera parte del pueblo, el cuál se vengó incendiando 26 casas y
saqueando otras en las que pudo entrar" (38).<br />
El 8 de febrero de 1839 fueron atacados en Almonacid de Zorita por el
teniente liberal Urrea Portillo, causándoles gran quebranto y dejando
veinticinco muertos carlistas entre los que se encontraba el hijo (39)
mayor de Palillos, Zacarías Rugero "después de una larga y constante
persecución logró darle alcance con 32 caballos en el pueblo de
Almonacid de Zorita, siendo el resultado quedar muertos en el campo el
mencionado Zacarías y 24 mas de los suyos, entre ellos algunos
oficiales, quedando en poder de los vencedores 12 prisioneros, todos
heridos, entre los que se contaba, y lo estaba mortalmente, el famoso
cura de Malagón" (40).<br />
Con el objeto de satisfacer su sed de venganza, Rugero, en los albores
del día 25 de febrero, envía 180 jinetes mandados por Rito Flores a
Orgaz, causando una verdadera sangría entre la población y los
milicianos nacionales destacados en la villa, a cuyo frente estaba el
capitán Ramón Perea. La historiografía liberal asegura que fueron un
total de cuarenta y siete personas, civiles y militares -entre los que
se encontraban veintitrés milicianos que fueron pasados a chuchillo-,
las que murieron a manos de los voluntarios de la Partida, once
individuos fueron retenidos y conducidos a Porzuna a cambio de canjes, y
hasta una mujer, dijeron, fue violada. “A una honrada mujer, cuyo
nombre no hace al caso, la violaron de la manera más horrible que
imaginarse puede. Mientras cuatro la sujetaban, los demás, que eran en
gran número, satisfacían su brutal apetito, dejándola exánime” (41).<br />
Enterado y alarmado Don Carlos por estos excesos y deseando imponer el
orden entre sus partidarios comisionó al general Cabrera acudir él mismo
u otro de su confianza a esta región para organizarla. “Cabrera recibió
en tanto una órden de don Carlos, en la que participándole el estado de
desorganización en que se hallaban las fuerzas de la Mancha, le
prevenía, por estar más en contacto con este país, que destinara un jefe
de celo é instrucción que usando de política granjease los ánimos de
los de aquellas partidas, las organizara é introdujera en ellas la
disciplina.<br />
Para darla cumplimiento hizo él mismo una atrevida excursión á estas
provincias, consiguiendo su sagacidad que Amor [Bartolomé Amor, que
interinamente sustituía al general Nogueras] no la evitara, á cuyo
efecto hizo correr la voz de que iba á atacar de nuevo Villafamés, Caspe
y Alcañiz: movió los aprestos de sitio, mandó recomponer los caminos, y
mientras los liberales estaban á la expectativa, adelantó Cabrera dos
jornadas. Cuando se reunían fuerzas para batirle, regresaba á Aragón con
el botín cogido en Castilla” (42).<br />
La llegada a tierras manchegas del general liberal don Trinidad Balboa
supuso un nuevo hito de brutalidad, instaurando entre la población un
auténtico régimen de terror, represión y guerra sin cuartel a todo lo
que pudiera estar relacionado con el carlismo “publicando en su
consecuencia el 25 de Agosto un bando riguroso, y por sus efectos
horrible, inhumano que llevó al patíbulo inocentes víctimas, mujeres
embarazadas, niños hasta de cuatro años; y tales horrores permitió
impasible, que se resisten á la narración. Origen fue de terribles
acontecimientos harto ruidosos, y bien amargos después para el mismo
Balboa, á quién se formó, y á otros jefes, las causas que obran en el
Archivo del Tribunal de Guerra y Marina" (43) (44).<br />
A tal extremo de persecución se vieron sometidos Rugero y sus hombres
por sus siempre arriesgadas acciones guerrilleras que los mandos
liberales, frustrados en sus vanos intentos de apresarlo aún pese a
tener la contienda decidida a su favor, se ensañaron con su anciana
madre quienes la emplearon como víctima propiciatoria (45). Máximo
García López (46) escribe: “El 11 de octubre del año 1839, en ese mismo
sitio -inmediaciones de la puerta de Granada, en Ciudad Real- fue
decapitada la inocente y anciana madre de "Palillos", a la edad de
ochenta y un años, siendo tan heroica y edificante su apostura en el
momento de ser fusilada que conmovió fuertemente a los espectadores y
las últimas palabras que salieron de sus labios fueron para pedir al
Redentor por sus verdugos». También fueron corrientes las represalias
tomadas contra carlistas que pese a haber depuesto voluntariamente las
armas se habían acogido a indulto, que no fue respetado, siendo
fusilados sumarísimamente prescindiendo de cualquier fórmula legal
“dando así comienzo a un régimen de terror, tanto contra los
guerrilleros como contra sus posibles colaboradores, que sirvió para que
buena parte de los carlistas se dispersaran” (47).<br />
Lo cierto es que el hartazgo de tantos años de guerra sumado a la feroz
amén de eficaz persecución del general Balboa y al convenio de Vergara
(48) hizo notable mella en el ánimo y resistencia de los carlistas
manchegos, inclusive en su “núcleo duro” representado por la Partida de
Palillos “antes de finalizar Octubre se habían presentado unos
setecientos hombres solamente en la provincia de Ciudad Real” (49).<br />
Balboa, a comienzos de noviembre de 1839, emite una alocución (50) en la
que relaja sus medidas represivas al considerar que los "facciosos"
habían sido finalmente sometidos:<br />
"Comandancia general de las provincias de Ciudad Real y Toledo.-
Manchegos y toledanos: cuando cesan las causas tienen que desaparecer
los efectos. Bajo de este principio y estando ya pulverizada la facción
del ladrón y asesino Palillos, y éste huyendo espantado de estas
provincias, os levanto la prohibición que os impuse en mi bando de 25 de
Agosto último de no poder pasar a los montes que en él se expresaban,
pues que mi fin era quitarle los inmensos recursos y auxilios que
recibía de sus paniaguados.- Ansiaba con todo mi corazón que llegase
este venturoso día para que pudieseis atender libremente a vuestras
comunes necesidades y cuidar de vuestros respectivos intereses, que era
el blanco de mi deber y de mi deseo: felizmente lo he conseguido.- Lo
que os prevengo, y de su cumplimiento encargo bajo su responsabilidad a
las autoridades civiles y militares, es que ninguno pueda transitar
fuera de una legua de su pueblo sin llevar un pase que el punto donde se
dirige, expresando la condición del viajero y el motivo de su salida,
conminando al que faltare, al pago de diez ducados de multa, y si por
ser pobre no pudiese, a un mes de prisión, y además a ser castigado
según la parte de culpa que le resultare. Igualmente prohíbo que
cualquier forastero pernocte en los pueblos, sin que el vecino que los
reciba en su casa dé con anticipación parte de su llegada a la autoridad
competente; y al que faltare se le pondrá en prisión, quedando a las
resultas del delito que aparecer pueda en el culpado.- Estas
restricciones son en beneficio de los vecinos honrados y de todo hombre
de bien, que no tiene la penosa necesidad de ocultar su cara y persona a
sus semejantes; solo el malvado, el delincuente no más es el que
procura sustraerse de esta justa y de ningún modo gravosa providencia.-
Hágase publicar y pregonar para inteligencia de todos."<br />
Balboa formó una partida de “Seguridad Pública” integrada por
excarlistas acogidos a indulto, cuya misión era la de combatir a sus
antiguos compañeros de armas. El día 10 de noviembre se levanta el
estado de sitio en las Provincias de Toledo y Ciudad Real, a excepción
de algunos enclaves, y al día siguiente se emite otra alocución
autocomplaciente “diciendo lo que [Balboa] había hecho y los buenos
resultados que había obtenido” (51).<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
Terminada la Primera Guerra Carlista tras el abrazo de Vergara, una
facción de la Partida continuó la práctica de operaciones guerrilleras
al mando de Rito Flores, condenados a vagar por entre los montes y
siendo perseguidos como a bandoleros. Don Vicente Rugero tomó el camino
de la emigración (52) a Francia para así evitar caer en poder de las
fuerzas liberales que inexorablemente lo hubiesen hecho fusilar. En Lyon
se daba la noticia de que varios coroneles, un brigadier y el "mariscal
de campo D. Vicente Rugeros más conocido bajo el nombre de Palillos,
ex-comandante general de la provincia de la Mancha, los cuales van
destinados al depósito de Bourges" (53).<br />
Fue cogido este estandarte por los liberales a finales de 1838, remitido
al Museo de Inválidos de Atocha por el Capitán General de Castilla la
Nueva, ingresando en ese lugar el 16 de enero de 1839 (54).<br />
El estandarte es de seda carmesí, terminado en dos farpas cuyas puntas y
vértice se han adornado con borlas doradas sumando tres, del mismo
color gualdo que los flecos que la engalanan. Su anverso presenta
bordado en oro, formando un rectángulo, el lema que rodeaba una imagen,
hoy desaparecida (55), de la Virgen de los Dolores (Generalísima de los
Reales Ejércitos de Don Carlos), que reza: “A D CARLOS V. DEFENSOR DE LA
RELIJION Y LA LEJITIMIDAD”, bajo el cual se encuentre las siglas
invertidas “A.L.V.D.L.M.” significando "A Los Voluntarios De La Mancha", todo bajo corona Real. Completa la pieza una borla de hilo
de oro para sujetarse a la vaina por medio de un cordón del mismo
material. Mide 82 x 80 cm. Acompaña a la enseña una tarjeta del antiguo
Museo de Recuerdos Históricos de Pamplona con el siguiente texto
manuscrito: “Bandera de Carlos V. "Defensa de la Religión y de la
Legitimidad" 1834” (56).<br />
<br />
<br />
NOTAS<br />
<br />
(1) Antonio Pirala Criado. “Historia de la Guerra Civil y de los
Partidos Liberal y Carlista”. 3ª edición corregida y aumentada con la
historia de la Regencia de Espartero. Ed. Felipe González Rojas. Madrid,
1889-1891. Tomo 1, pág. 206. También menciona A. Pirala, op. cit; tomo
3, pág. 289 a un “Zacarías Rujero”, tratándose de un hijo de Vicente,
que resultó muerto en febrero de 1839.<br />
(2) Don Vicente Rugero había previamente conspirado y levantado a favor
de los realistas durante el Trienio Constitucional (1820-1823),
sufriendo reclusión por ello en la prisión de Almagro.<br />
En 1823 combatió a los constitucionales en diversas acciones de guerra
por lo que fue recompensado con el "Escudo de Distinción de Fidelidad
Militar" y la "Flor de Lis": "la del 15 de mayo de 1823 en la garganta
del Moral; la del 19 del mismo mes en la toma de Toledo; en la del 7 de
junio, defendiendo Almagro contra los liberales revolucionarios mandados
por el brigadier Plasencia; en la del 29 del mismo mes en la acción de
Saceruela contra los nacionales del partido de Toledo; en las del 28, 29
y 30 de julio en la defensa de la villa de Infantes contra la columna
mandada por "el traidor chaleco"; el 14 de agosto en las inmediaciones
del río Mundo, donde logró batir y destrozar la división mandada por
Diego Aguirre; el 20 del mismo mes en la de El Bonillo, donde fue batida
y prisionera la columna de nacionales de caballería mandada por Téllez.
También se halló en la peligrosa retirada de Extremadura; igualmente,
en la expedición que hizo la división en septiembre sobre el puente de
Almaraz bajo las órdenes del general Vicente Quesada". Manuela Asensio
Rubio: "El Carlismo en Castilla-La Mancha (1833-1875)", pág. 81.<br />
También en 1826 estuvo implicado en la sublevación protagonizada por el
mariscal ultrarrealista Jorge Bessières, aunque finalmente resultó
exonerado.<br />
(3) También conocidos como los "Rugeros" o “Rujeros".<br />
(4) A. Pirala, op. cit; tomo 3, pág. 15.<br />
(5) George Borrow en su obra “The Bible in Spain” (1842), lo cita
recurrentemente y en términos oprobiosos; valga esta muestra: “The one I
liked least of all was one Palillos, who is a gloomy savage ruffian
whom I knew when he was a postillion. Many is the time that he has been
at my house of old; he is now captain of the Manchegan thieves, for
though he calls himself a royalist, he is neither more nor less than a
thief: it is a disgrace to the cause that such as he should be permitted
to mix with honourable and brave men; I hate that fellow, Don Jorge: it
is owing to him that I have so few customers. Travellers are, at
present, afraid to pass through La Mancha, lest they fall into his
hands. I wish he were hanged, Don Jorge, and whether by Christinos or
Royalists, I care not". "The Bible in Spain; or the Journeys,
Adventures, and Imprisonments of an Englishman in an Attempt to
Circulate the Scriptures in the Peninsula". 3 tomos. 3ª edición. London:
John Murray, Albemarle Street. 1843. Tomo 1º. Págs. 339-340.<br />
Otro visitante foráneo a la España de la época, esta vez francés,
Teofilo Gautier, también queda impresionado por lo que en Madrid se
cuenta de Palillos: "Balmaseda, Cabrera, Palillos y otros cabecillas más
o menos célebres se hallan constantemente sobre el tapete. Se dice de
ellos cosas que estremecen, crueldades tan terribles que hoy no pueden
considerarse ni siquiera aceptables por los caribes o los cherokas".
"Viaje por España". Ed. Mediterráneo, S.A. Madrid, 1944. Pág. 86.<br />
(6) Por su interés reproducimos el comentario que el historiador liberal
D. Antonio Pirala dedica a las partidas legitimistas de Castilla la
Nueva, indudablemente redactados desde la íntima aversión que el
narrador sentía por el combate de partidas –herederas en el arte de
guerrear de los guerrilleros que combatieron a los franceses durante la
Guerra de la Independencia dos décadas antes- y que han condicionado
adversamente el posterior juicio historiográfico sobre estos voluntarios
carlistas, op. cit; tomo 2, pág. 146. “La guerra continuaba en Castilla
con el mayor desorden, y el país se veía asolado, por las numerosas
partidas que vagaban indistintamente por montes y llanos. Sus
operaciones se reducían á invadir y sorprender pueblos pequeños, hacer
exorbitantes exacciones de todo género, y evadir, eso sí, el encuentro
de las columnas destinadas á su persecución. Aumentaban su gente con
desertores, quintos, criminales y jornaleros desocupados, y el que tenía
algún dinero ó mostraba más osadía, se erigía en jefe de un pelotón de
hombres que, por temor al castigo y vivir más a sus anchas, se titulaban
carlistas.<br />
El perdido, el desesperado, el que había satisfecho ó deseaba satisfacer
una venganza, el perseguido por la justicia, todos estos corrían á
engrosar estas partidas independientes a toda autoridad, que lo mismo
defendían á Carlos que lo hubieran hecho a Isabel, si en esta causa no
se hubieran de someter á la disciplina y pudieran tratar á los pueblos
invadidos como á país conquistado.<br />
Así se comprende aquella multitud de partidarios, sin que la muerte de
unos, arredre á otros á llenar el vacío que dejaban. Peco, Doroteo,
Jara, La Diosa, Revenga, Paulino, Zamarra, Chaleco, el Rubio, el
presentado, Tercero, Cipriano, Corulo, Herencia, Palillos, Orejita,
Parra, el Arcipreste, el Apañaso, Matalahuga, Escarpizo, Sánchez, Blas
Romo y otros no menos dignos, casi todos los alias, cuyos motes eran su
mejor apología, sostenían la guerra, si tal puede llamarse el sistema de
feroz vandalismo y depredaciones con aquel aluvión de partidas,
asolaban cual verdaderas plagas los territorios donde caían. Bermudez, y
algunos otros partidarios decentes obraban de distinto modo.<br />
Argués, Cuero, Algodor, Villamudas, Puebla Nueva y otros pueblos, son
elocuentes testigos de los crímenes atroces de aquellos bandoleros,
terror del pacífico habitante, del infeliz arriero, á quienes retenían,
como á los viajeros y ganados, y cuanto caía en sus garras, hasta
recibir el precio escandaloso á que ponían la vida y libertad de sus
presas, maltratando á los retenidos, y asesinando á muchos lentamente,
aun después de recibir su rescate. Bloqueados los pueblos, nadie se
atrevía a salir, ni salían las yuntas, ni los ganados, ni continuó el
tráfico, y arruinados en su aislamiento, era horrible su desesperación.<br />
Desastres sin cuento en la carretera de Andalucía y Valencia, obligaron,
á fin de reanudar el interrumpido tránsito, á darle una forma especial
haciéndole periódico para poder protegerle. Eran tantos los bandidos y
tan desalmados, que los convoyes exigían fuerzas considerables. Fuera
del momento de su tránsito, nadie se atrevía á pasar la primera de las
comunicaciones. ¡Desgraciado del que lo hacía! Y ni fueron respetados
los convoyes, ya que por el aliciente que ofrecían a los malvados, ya
por la extensa línea, que presentaban á sus rápidas correrías.<br />
Tan pronto estaban en Despeñaperros, como en Aranjuez, donde robaron en una ocasión la mayor parte de la real yeguada.<br />
La persecución de tantas y tan bien montadas partidas, era imposible con
el escaso número de tropas de que podía disponer el gobierno, y con el
auxilio que les ofrecían los celebrados montes de Toledo. Por esto la
mayor parte de los pueblos, sin elementos para defenderse, y no
conformándose, aleccionados por la triste suerte de otros, con el papel
de víctima, transigían con los carlistas y les servían, en cambio de su
seguridad”.<br />
Aún peor si cabe es el juicio sobre estas partidas carlistas emitido por
carta al Rey del general carlista Don Basilio García, bajo cuyas
órdenes participó Palillos en su expedición: “Las tropas de Aragón,
cobardes e insubordinadas, huyen a la vista del enemigo, atropellan y
roban cuanto encuentran. Las fuerzas de la Mancha son aún peores, sus
jefes, oficiales y soldados, no son más que unos facinerosos….Prefiero
la muerte a tener a mis órdenes semejantes forajidos que no conocen
religión ni rey; son ladrones y nada más”. La opinión de Pirala con
respecto a don Basilio también deja mucho que desear: “Mas para
desgracia de los carlistas, allí [en el campo carlista], como en los
demás partidos, prevalecían las opiniones más halagüeñamente
presentadas; lucíase el más lenguaraz y petulante, el que más blasonaba
de entendido y el que prometía ventajas y hazañas, que era incapaz de
conseguir. No importaba que los antecedentes y los hechos desmintiesen
las falsas promesas; hubiera en el cuartel real quien apoyase las
baladronadas, y esto era bastante. Parecía, pues, que desde el
fallecimiento de Zumalacarregui, los hombres que él había despreciado
más, eran los más aptos y que á ellos se confiaba la salvación de la
causa. Don Basilio Antonio García, á quien sus hechos habían
desprestigiado, que tenía fama de audáz en la intriga, de tímido al
frente del enemigo, de educación tosca, lenguaraz, estimaba en poco á
toda persona de educación y no tenía reparo en ajar públicamente á los
que sabía no podían contestarle” (A. Pirala, op. cit; tomo 2, pág. 954).<br />
Tan negativo juicio ha de ser forzosamente contrastados con otras
fuentes, y así Von Goeben narra: “Estas partidas fueron acusadas por
unos y otros de procedimientos poco humanos e impropios de su
calificación de carlistas, porque sacrificaban sin miramientos a los
enemigos que caían en sus manos. Pero en ello hacían bien. ¿Cómo podían
proceder de otra manera aquellos hombres que, porque eran los más
débiles, habían sido excluidos por los adversarios de los beneficios de
todo Tratado [convenios Elliot y el de Segura], que veían matar,
arrasar, aniquilar todo cuanto les pertenecía y les era allegado? He
referido antes con que crueldad intentaron aplastar los cristinos el
levantamiento en estas provincias; después de hechos tan horrorosos no
podían esperar indulgencia jamás. No, cuando aquellos hombres de las
partidas, que habían sido arrastrados a la desesperación, se vengaban de
los liberales pasándolos a sangre y fuego, los trataban con toda
justicia y cumplían su deber; pues en tal sazón la indulgencia y el
perdón se hubieran convertido en despreciable debilidad, que habría
llevado consigo inevitable ruina.<br />
Pero se deshonraron a sí mismos al extender su furia vengativa fuera de
los infames que la habían provocado. Los carlistas, esto es, los hombres
que luchaban honrosamente en los ejércitos regulares por el
sostenimiento de los derechos de su Rey, no querían, naturalmente,
conceder ese título a aquellas cuadrillas de la Mancha”.<br />
Más ecuánime a la hora de juzgar a Palillos nos parece la opinión de
Alfonso Bullón de Mendoza quien en su “La Primera Guerra Carlista”, pág.
448, desmonta la extendida opinión que Palillos eran meros bandidos:
“En opinión de Asensio Rubio [María Manuela Asensio Rubio, “El carlismo
en la provincia de Ciudad Real 1833-1876”, Diputación Provincial de
Ciudad Real, 1987], el carlismo en La Mancha cuenta con el apoyo de un
sector mayoritario de la población en el cual encontramos a miembros del
poder civil (jueces y alcaldes), al clero secular y regular, que se
levanta desde un primer momento tomando parte en las partidas y una
amplia base popular integrada por las clases sociales menos favorecidas,
destacando la presencia de "campesinos, carpinteros, herreros,
arrieros, carreteros, sastres; y con gran frecuencia también bandoleros y
asaltadores, de entre los cuales adquirieron gran notoriedad en la
época los llamados "Orejita" o los hermanos "Palillos". Sin embargo, y
aún prescindiendo de la consideración de bandoleros que se da a algunos
de los principales jefes carlistas, tomada sin duda de la historiografía
liberal, pero evidentemente falsa en el sentido de que ésta no había
sido su forma usual de vida durante la década anterior a 1833, la obra
carece de una base documental que acredite debidamente estas hipótesis, o
la conclusión final según la cual la guerra en la Mancha es la
respuesta dada por los grupos sociales más bajos y deprimidos, apoyados
por algunos sectores privilegiados, contra un orden social que los
marginaba y empobrecía”. Será precisamente Manuela Asensio Rubio, en su
trabajo publicado bajo el título "El Carlismo en Castilla La-Mancha"
quien pone de manifiesto que Vicente Rugero era en 1820 agrimensor y
hacendado, además de poseer una fábrica de vinos y aguardientes.<br />
(7) Flinter estuvo destinado en Puerto Rico donde pudo observar como la
forma de esclavitud de personas de raza negra en la América española
era, a su juicio, la más acertada -en las colonias británicas y
francesas se habían dado pasos para humanizar su situación-, y aunque se
autodeclara "contrario a la esclavitud" en su escrito, aboga por una
perpetuación de la forma aplicada por España, dilatando en el tiempo lo
máximo posible la emancipación de los negros. "Yo me hubiera abstenido
de publicar parte alguna de mis trabajos y opiniones, á no haber sido
por la espantosa tendencia de los últimos reglamentos promulgados en las
islas inglesas y francesas de la India Occidental para mejorar la
condición de la población de esclavos. El número de vidas y la cuantiosa
propiedad que se han sacrificado en Jamaica á causa de estas leyes
formadas en mi humilde juicio con demasiada precipitación, y decretadas
intempestivamente, la consternación y desaliento de los habitantes
blancos, y la peligrosa situación en que han sido puestas todas las
colonias de la India Occidental por estas destempladas medidas [...] Las
suaves leyes por que son gobernados en esta isla, y los efectos que el
humano tratamiento causa en la conducta moral de los esclavos africanos,
son objeto de una particular atención [...] Los habitantes blancos que
tengan la dicha de escapar de la venganza de los negros, tendrán razón
para maldecir la luz de aquella ciencia que guió al inmortal Colón por
la jamás hollada espalda de un océano desconocido al descubrimiento del
mundo occidental.<br />
Los que abogan por la inmediata é impropia emancipación de los esclavos,
sin prepararlos primero para ese cambio por medio de una educación
proporcionada y de prudentes y lentos progresos que los vayan sacando de
la vida salvaje hácia el trato social, no han leído o no se acuerdan de
la historia reciente de Santo Domingo". Jorge D. Flinter. "Exámen del
estado actual de los esclavos de la isla de Puerto Rico bajo el gobierno
español: En que se manifiesta la impolítica y peligro de la premura
emancipación de los esclavos de la India Occidental, con algunas
observaciones sobre la ruinosa tendencia de una reforma imprudente y de
los principios revolucionarios hácia la prosperidad de las Naciones y
Colonias. Nueva York, 1832.<br />
Jorge (George) Flinter nació en Irlanda, comenzando su carrera militar
sirviendo en el Ejército británico. Prestó destacados servicios a
Fernando VII en la lucha contra los independentistas americanos, pasando
a servir al Ejército español con el grado de teniente coronel.
Participó en la 1ª de las Guerras Carlistas a favor de la pequeña
Isabel. Capturado por Cabrera, éste se niega a fusilarlo por
considerarlo un valiente. Una vez fugado, es ascendido a brigadier en
1836. Flinter fue acusado de robar y saquear en Toledo, cargos a los que
prestó atención el ministro conde de Ofalia. Acabó este personaje con
su vida, cortándose él mismo el cuello con una navaja de afeitar.<br />
Datos extraídos de "Irlandeses en la Historia de España, de Francia, de
las Dos Sicilias, de Austria, de Rusia", de Eusebio Ballester y Sastre.
"Revista Hidalguía" nº 223, correspondiente a noviembre-diciembre de
1990. Instituto Salazar y Castro. Madrid, 1990. Págs. 883-884.<br />
(8) "Este niño llamado Francisco Martín, hijo de un carlista, fué preso
en represalias, y comprendido en el sorteo le tocó el número fatál.
Todos se interesaron por él en el pueblo de Fuente el Fresno, é
inútilmente, y el 4 de julio de 1840, fué conducido ál suplicio,
llevándole de la mano un soldado de los que formaban el piquete para
fusilarlo. Triscaba como inocente corderillo la tierna criatura creyendo
le llevaban á jugar ó á paseo y decía:<br />
-Me compraréis unas naranjas y tostones, y no me haréis pupa, ¿no soldaitos? ¿ni á mi padre ni madre tampoco?...<br />
Lloraba el militar que le conducía, los que formaban el cuadro no podían
contener la emoción y el piquete que había de hacer la descarga
temblaba á la vista de tan inocente é inhumano sacrificio. Afectados
todos, y sin quererse desprender el niño de su lado, que á todos hablaba
y con todos quería jugar, enternecido el mismo jefe, echó a rodar una
naranja y tostones, corrió aquel angel á coger el cebo de su muerte y le
hicieron una descarga cayendo á tierra á impulso de las balas que
traspasaron su vientre, saliendo de aquellas cruentas heridas parte de
las tripas y entrañas. Los espectadores horrorizados las vieron sostener
con sus inocentes manos al niño que exclamó:<br />
-No matar, no hacerme pupa... y se dirigía hacia los soldados que
obedeciendo los nuevos mandatos amenazantes del jefe que dirigía el
piquete, volvieron á descargar temblando las mortíferas armas, y al fin
le remataron". A. Pirala, op. cit; Tomo 3, pág. 290.<br />
(9) Wilhem von Rahden. "Cabrera. Recuerdos de la guerra civil española". Institución <<Fernando el Católico>>, Zaragoza, 2013. Págs. 465-466.<br />
(10) Pío Baroja. “La Nave de los Locos”. Ed. Caro Raggio. Madrid, 1980. Págs. 283-285.<br />
Por su parte el príncipe alemán Félix Lichnowsky -que ingresó voluntario en los Reales Ejércitos de Carlos V- escribió en sus Memorias sobre la Primera Guerra Carlista la siguiente descripción del atuendo de los jinetes integrantes de la Partida de Palillos, que tiene un gran valor por tratarse de una observación efectuada de primera mano:<br />
"<<Palillos>>, su hijo y sus lugartenientes Jara, <<Orejita>> y <<Padre Eterno>> me recordaban al <<Zampa>> y al <<Fra Diávolo>> de nuestros teatros.<br />
Su traje estaba de acuerdo con su papel. <br />
Un sombrero alto u puntiagudo de terciopelo negro, ornado de una infinidad de botones, de medallas y de madroños, con una pluma negra, cubría un rostro encuadrado en grandes patillas.<br />
Llevaba una chaqueta corta adornada con cinco hileras de <<pesetas>>; algunos jefes, para mayor adorno, en lugar de pesetas llevaban doblones.<br />
Un ancho cinturón negro contenía 40 cartuchos, un puñal y un par de pistolas (otro par iba en los bolsillos del pantalón).<br />
El pantalón, corto, era de terciopelo negro.<br />
Polainas de cuero pardo, botas con enormes espuelas, un ancho sable, otro par de pistolas en el arzón de la silla y uno o dos trabucos cargados con una docena de balas completaban el traje y equipo de estos señores partidarios manchegos.<br />
Casi todos montaban sobre fuertes caballos enteros, cuyos relinchos les traicionaban muchas veces en sus expediciones nocturnas".<br />
Príncipe Félix Lichnowsky. "Recuerdos de la Guerra Carlista (1837-1839)". Espasa-Calpe, S. A. Madrid, 1942. Pág. 133.<br />
(11) A. Pirala, op. cit; Tomo 1, pág. 206.<br />
(12) A. Pirala, op. cit; Tomo 2, pág. 150.<br />
(13) A. Pirala, op. cit; Tomo 2, págs. 150-151.<br />
(14) D. R. Sánchez. "Historia de Don Carlos y los principales sucesos de
la Guerra Civil de España. Imp. de Tomás Aguado y Compañía. Madrid,
1844. Tomo I. Pág. 313.<br />
(15) Javier de Burgos. "Anales del Reinado de Isabel II. Obra postuma".
Est. Tipográfico de Mellado. Madrid, 1851. Tomo IV. Pág. 99.<br />
(16) "Eco del Comercio", 11 de septiembre de 1837.<br />
(17) Barón Guillermo Von Rahden. "Andanzas de un veterano de la Guerra
de España (1833-1840)". Prólogo, traducción y notas José María Azcona y
Díaz de Rada. Institución Príncipe de Viana. Diputación Foral de
Navarra. Pamplona, 1965. Pág. 159.<br />
(18) Manuela Asensio Rubio. "El Carlismo en Castilla La-Mancha
(1833-1875). Biblioteca Añil. Editorial ALMUD. Ciudad Real, 2011. Pág.
87.<br />
(19) Alfonso Bullón de Mendoza. “La Primera Guerra Carlista”. Ed. Actas, Madrid, 1992, pág.313.<br />
(20) A. Bullón de Mendoza, op. cit; pág. 315.<br />
(21) Román Oyarzun. "Historia del Carlismo". Ed. facsímil. Editorial Maxtor. Valladolid, 2008. Pág. 111.<br />
(22) A. Pirala, op. cit; tomo 3, págs. 109-110.<br />
(23) A. Bullón de Mendoza, op. cit; pág. 335.<br />
(24) A. Pirala, op. cit; tomo 3, pág. 111.<br />
(25) Algunos destacados jefes de partidas carlistas a los que hacemos
aquí referencia fueron "Orejita", Calvente, Revenga, “el feo de
Buendía”, Juan Calderón, “Bailando”, Giner, González alias “Gil”,
“Cuentacuentos”, “Matalauva”, “el Apañado”, “Cuatrocuartos”, “el Bombi”,
“Sin Penas” o “Chaleco”.<br />
(26) "Historia General de España, la compuesta, enmendada y añadida por
el Padre Mariana, con la continuación de Minana completada con todos los
sucesos que comprenden el escrito clásico sobre el Reinado de Carlos
III, por el conde de Floridablanca, la historia de su levantamiento,
guerra y revolución, por el conde de Toreno, y la contemporánea hasta
nuestros días por Eduardo Chao". Biblioteca Ilustrada de Gaspar y Roig.
imprenta y librería de Gaspar y Roig, editores. Madrid, 1853. tomo III.
Pág. 412.<br />
(27) "Eco del Comercio", 4 de septiembre de 1838.<br />
(28) A. Bullón de Mendoza apunta que este nombramiento se debió a los
celos despertados en Espartero ante los éxitos cosechados por Narváez en
La Mancha.<br />
(29) En febrero de 1836 Nogueras había dado la orden de fusilamiento de
la madre de Cabrera, Dña. María Griñó, que se consumó el día 16 de
febrero, en Tortosa.<br />
(30) A. Pirala, op. cit; tomo 3, pág.118<br />
(31) Narváez llevó consigo a su ejército, haciéndolo desfilar frente al
Palacio Real de Madrid el 10 de octubre, y siendo recompensado con la
Cruz Laureada de San Fernando por la formación y organización del cuerpo
de reserva y la pacificación de la Mancha.<br />
(32) A. Pirala, op. cit; tomo 3, pág. 187.<br />
(33) A. Bullón de Mendoza, op. cit; pág. 384.<br />
(34) A. Pirala, op. cit; tomo 3. pág. 115.<br />
(35) Creemos no es demasiado arriesgada la hipótesis que el estandarte
aquí publicado fuera cogido por los liberales en esta acción, ya que un
mes después, el 16 de enero de 1839 fue remitida a la Real Basílica de
Atocha como destacado trofeo de guerra.<br />
(36) Como figura en su catalogación, el estandarte fue remitido a la
Real Basílica de Atocha por el capitán general de Castilla la Nueva con
fecha de 16 de enero de 1839.<br />
(37) A. Pirala, op. cit; tomo 3, pág.116.<br />
(38) Pascual Madoz. "Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de
España y sus posesiones en Ultramar". Imp. D. José Rojas. Madrid, 1848.
Tomo XI. Pág. 11.<br />
(39) Vicente Rugero tuvo siete hijos, de los que conocemos los nombres
de Zacarías, Luciano, Francisca y Dolores, por cierto éstas dos últimas
sufrieron prisión ordenada por las autoridades liberales como método
coercitivo contra su padre; la hija mayor contrajo matrimonio en la
cárcel con un mozo labrazor que también se encontraba recluso. Datos
obtenidos de la obra de Manuela Asensio Rubio.<br />
(40) "Panorama Español, Crónica contemporánea. Obra pintoresca", por
"Una reunión de amigos Colaboradores". Imprenta del Panorama Español.
Madrid, 1845. Tomo IV Pág. 145.<br />
(41) “Breve reseña que el Ayuntamiento de la Muy Noble, Leal y Antigua
Villa de Orgaz hace de las víctimas inmoladas por la facción Palillos el
día 25 de Febrero del año 1839”.- Toledo. Imprenta Escuela Tipográfica y
Encuadernación Colegio de María Cristina. 1906.<br />
(42) A. Pirala, op. cit; tomo 3, pág. 265.<br />
(43) A. Pirala, op. cit; tomo 3, pág. 290.<br />
(44) "El Labriego", en su nº 37, correspondiente al 15 de agosto de
1840, publica en su página 261 la noticia: "Se asegura que el jeneral
(sic) don Trinidad Balboa ha desaparecido de Madrid donde parece había
órden de prenderle á consecuencia de la causa formada por el tribunal de
guerra y marina, sobre su mando en la Mancha. A estas horas se le
supone ya en Gibraltar".<br />
El periódico político "El Labriego" fue fundado en 1840, dirigido por D.
José García de Villalta e impreso en Madrid por Francisco de P.
Mellado.<br />
(45) Tal y como ya había ocurrido antes con María Griñó, madre del
general Cabrera y la posterior represalia de éste sentenciando a la pena
capital a otras cuatro señoras en los tristemente recordados
fusilamientos de Valderrobles.<br />
(46) Máximo García López. "Diario de un médico, con los hechos más
notables ocurridos durante la última guerra civil en las provincias de
Toledo y Ciudad Real”, Madrid, Imp. T. Aguado, 1847, 2 volúmenes.<br />
(47) A. Bullón de Mendoza, op. cit; pág. 336.<br />
(48) Se firmó el convenio de Vergara el 31 de agosto de 1839.<br />
(49) A. Pirala, op. cit; tomo 3, pág. 291.<br />
(50) En contraposición al bando publicado el 25 de agosto en el que
prometía duras penas para los carlistas y para los que los apoyasen.<br />
(51) A. Pirala, op. cit; tomo 3. Pág. 292<br />
(52) Enrique Roldán. "Estado Mayor General Carlista en las Tres Guerras
del Siglo XIX". Actas Editorial. Colección Luis Hernando de Larramendi.
Madrid, 1998. Pág. 92.<br />
(53) Manuela Asensio Rubio, op. cit; pág. 91.<br />
(54) Manuel González Simancas. "Banderas y Estandartes del Museo de
Inválidos. Su Historia y Descripción". Sucesores de Rivadeneyra. Madrid,
1909. Pág. 146.<br />
Desapareció del Museo de Inválidos de Atocha, sin saberse cómo, entre
los años 1839 -cuando ingresa- y 1843 -el inventario realizado en ese
último año ya no lo menciona-. Reapareció en el Museo de Recuerdos
Históricos de Pamplona abierto en 1940, para pasar a formar parte de la
colección Baleztena al cierre de éste en 1965.<br />
El “Semanario Pintoresco Español”, en su número de 21 de abril de 1839,
da noticia de la reciente creación por del “Museo de Banderas” en
Atocha: “El antiguo y venerable templo de Nuestra Señora de Atocha
dignamente restaurado y enriquecido con sus preciosos altares y hermosos
cuadros, se halla de nuevo restituido al culto, y en su principal trono
está ya colocada la celebrada Imagen, objeto de veneración del pueblo
madrileño. Campean gallardamente dispuestas en los machones de la
fábrica las gloriosas banderas, trofeos de las antiguas glorias
nacionales; el pendón inmortal de don Juan de Austria, los de las
órdenes militares, los de los tercios flamencos, y los tenidos en otro
tiempo en la superficie de los mares. Allí como estímulo de gloria y de
virtud, como tributo de reconocimiento al Dios de los ejércitos, reposan
aquellas brillantes páginas de nuestra historia nacional, custodiadas
por los que con su propia sangre escribieron en ellas algunas líneas
más; y allí, en la casa del Altísimo, un pueblo entero presta el
homenaje de su adoración al que dispone las victorias y premia los altos
hechos de valor y patriotismo”.<br />
(55) Debido a que en su acta de ingreso en Atocha, fechada el 16 de
enero de 1839, se describe como "Estandarte dedicado á la Virgen de los
Dolores", es obvio que en el espacio central que está rodeado por la
leyenda “A D. CARLOS V. DEFENSOR DE LA RELIJION Y LA LEJITIMIDAD” -donde
se observa un cerco producido por puntadas de aguja que mide 27 x 19
cm-, iba cosida al paño una imagen de la Virgen de los Dolores. Lo que
desconocemos es su iconografía exacta, ya que a la Dolorosa se le ha
representado de múltiples maneras, y el tipo de soporte empleado.<br />
(56) Lleva el estandarte prendido en su tela una etiqueta del
desaparecido Museo de Recuerdos Históricos de Pamplona –donde estuvo
expuesto en la denominada “Sala de la Legitimidad” (Dolores Baleztena,
“Museo Histórico de Pamplona”, pág. 16)- con el texto manuscrito
“Bandera de Carlos V. "Defensa de la Religión y de la Legitimidad"
1834”, lo cual nos conduce irremediablemente a la conclusión que en ese
Museo no supieron catalogarlo correctamente, no vinculándolo con la
Partida de Palillos.<br />
Fue este vexilo estudiado por vez primera por Luis Sorando, quien
cotejando el estandarte y sus características con el libro-catálogo
"Banderas y Estandartes del Museo de Inválidos. Su Historia y
Descripción" (1909), descubrió que se trataba del estandarte de la
Partida de Palillos, y así fue publicado en un trabajo conjunto con
Ramón Guirao Larrañaga que llevaba por título "Banderas Carlistas de la
Primera Guerra (1833-1840)" en "Aportes. Revista de Historia
Contemporánea" en su nº 25, correspondiente a junio de 1994, en la que
estudiaban en forma somera este estandarte, incluyendo un dibujo del
mismo. Posteriormente fue incluido por Sorando en el catálogo editado
con motivo de la exposición comisariada por Alfonso Bullón de Mendoza,
"Las Guerras Carlistas", celebrada en el madrileño Museo de la Ciudad
(mayo-junio de 2004).
Noticias Carlistashttp://www.blogger.com/profile/17158067576154888314noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8455203955772524325.post-49302298752023758392013-03-13T06:15:00.000-07:002013-03-22T15:31:34.322-07:00Moneda carlista de 8 maravedís acuñada en la ceca de Segovia en 1837<br />
<br />
<br />
<img alt="" border="0" class="resize_img" height="320" src="http://i49.tinypic.com/5alykx.jpg" width="320" /> <img alt="" border="0" class="resize_img" height="315" src="http://i43.servimg.com/u/f43/13/73/85/77/2272.jpg" width="320" /><br />
<br />
Rarísima acuñación de Carlos V de Borbón con valor de 8 maravedís.<br />
El
dia 3 de agosto de 1837, las tropas carlistas de Zaratiegui, con 4.300
hombres y 310 caballos entraron por las puertas de la muralla de la ciudad de Segovia. La casa de la moneda cayó primero, pues
los asaltantes tenían gran interés por acuñar moneda a nombre de su Rey. Durante los diez dias que las tropas ocuparon la ciudad castellana,
se acuñaron de 8 a 10 mil reales en moneda de ocho maravedís con
troqueles del fallecido Fernando VII, a los cuales el grabador jubilado
de la Casa, y a instancias de las fuerzas carlistas, añadió un bigote y la
leyenda CAROLUS V. D. G. HISP. REX. 1837.<br />
Este ejemplar perteneció a la colección que el filántropo estadounidense Mr. Archer M. Huntington reunió en la Hispanic Society of America, en la ciudad de Nueva York, siendo posteriormente subastada por una conocida casa de numismática madrileña en junio de 2012 por la cantidad de 4.000 euros. La misma empresa adjudicó otra moneda igual por 3.700 euros cuatro meses después.Noticias Carlistashttp://www.blogger.com/profile/17158067576154888314noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8455203955772524325.post-10265890418418703952013-03-13T02:33:00.002-07:002013-03-13T03:14:56.475-07:00Bandera de Combate del Tercio de San Fermín, hacia 1937<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-XdxG9qikTJ8/UUBF6dex18I/AAAAAAAAAGg/6i9PA14ZbbI/s1600/REQUETES+CON+BANDERA+CAMPA%C3%91A.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="377" src="http://2.bp.blogspot.com/-XdxG9qikTJ8/UUBF6dex18I/AAAAAAAAAGg/6i9PA14ZbbI/s640/REQUETES+CON+BANDERA+CAMPA%C3%91A.JPG" width="640" /></a></div>
<br />
Hemos encontrado esta interesantísima fotografía del abanderado del Tercio de Requetés de San Fermín en plena campaña del Norte, en el transcurso la Guerra Civil Española, portando la bandera de combate de la unidad.<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-vmVnnFMXmgE/UUBGLjHwpGI/AAAAAAAAAGs/XPQ5jRGgxYk/s1600/bansanferminA+copia.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="312" src="http://3.bp.blogspot.com/-vmVnnFMXmgE/UUBGLjHwpGI/AAAAAAAAAGs/XPQ5jRGgxYk/s400/bansanferminA+copia.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/--cNilsShB0E/UUBGOpV9NfI/AAAAAAAAAG0/EaY8hHCeMEc/s1600/bansanferminR+copia.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="344" src="http://1.bp.blogspot.com/--cNilsShB0E/UUBGOpV9NfI/AAAAAAAAAG0/EaY8hHCeMEc/s400/bansanferminR+copia.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
El Tercio de San Fermín, 5º de Navarra, se formó con voluntarios requetés procedentes de las siguientes unidades: el Tercio de Lesaca -su 1ª Cia. la mandaba el capitán Pelegrí y la 2ª Ricardo Ruiz de Ojeda-, la Compañía del capitán Zaragoza de Viala -que salió de Pamplona el 9 de septiembre de 1936- y la Compañía del Requeté de Elizondo -a las ordenes del capitán Valenzuela-.<br />
Combatió en los frentes de Guipúzcoa y Vizcaya, para posteriormente también hacerlo en Santander y Asturias. Después de la campaña del Norte pasó a fusionarse en el glorioso Tercio de Lácar.<br />
Para saber más de este Tercio y de su bandera recomendamos el libro de Íñigo Pérez de Rada "<i>Navarra en Guerra</i>", publicado en 2004.Noticias Carlistashttp://www.blogger.com/profile/17158067576154888314noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8455203955772524325.post-18411456334677605892013-03-04T05:02:00.001-08:002013-03-05T14:24:26.806-08:00Se subasta en Madrid parte del mobiliario del Infante Don Sebastián Gabriel<br />
Una sala de subastas madrileña subastó el pasado 27 de febrero tres magníficas parejas de sillones que habían pertenecido al Infante Don Sebastián Gabriel de Borbón y Braganza (1811-1875), hijo que fue de la inolvidable Princesa de Beira -segunda esposa de S. M. Don Carlos V de Borbón- y del Infante Don Pedro Carlos de Borbón.<br />
Alcanzó las dignidades de Gran Prior de la Orden de San Juan de Malta,
Caballero del Toisón de Oro, Grandes Cruces de las Ordenes de Carlos III e Isabel la Católica y
Académico de Bellas Artes de San Fernando. <br />
El Infante Sebastián Gabriel combatió por los derechos de su primo Don Carlos en la Primera Guerra Carlista, obteniendo resonadas victorias como la lograda en Oriamendi (1837). Fue además destacadísimo coleccionista de obras de arte que le fueron confiscadas contra todo derecho por el Gobierno liberal dada su pertenencia al Ejército carlista.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-oJHwRQ6dMLE/UTUE1um7bfI/AAAAAAAAAGQ/tM4cPgrScHI/s1600/infante+d.+sebastian+gabriel+de+borbon.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="http://2.bp.blogspot.com/-oJHwRQ6dMLE/UTUE1um7bfI/AAAAAAAAAGQ/tM4cPgrScHI/s640/infante+d.+sebastian+gabriel+de+borbon.JPG" width="472" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"> El Infante Don Sebastián Gabriel de Borbón, General de los Reales Ejércitos Carlistas</span><br />
<span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;">"Santos González estampó/Ber<span style="font-size: x-small;">nardo B<span style="font-size: x-small;">lanco Li<span style="font-size: x-small;">t/Establecimiento lit. S. González, c/Santa Clara, Madrid"</span></span></span></span></span><br />
<span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;">Medidas: 68 x 50 cm.</span></span></span></span></span><br />
<span style="font-size: x-small;">Grabado propiedad de Iñigo Pérez de Rada </span></div>
<br />
Tras el fallecimiento en Trieste de Carlos V, a quien siempre profesó la más absoluta de las lealtades y siguió al exilio, se planteó regresar a España. Obtenida la correspondiente licencia abandonó el destierro y regresó a Madrid, donde se instaló, siéndole además devueltos sus bienes y honores por parte de la usurpación isabelina. Contrajo matrimonio con Doña Mª Cristina de Borbón y Borbón, hermana de Francisco de Asís. <br />
Cuando "la Gloriosa" arrojó en 1868 a Doña Isabel de su inestable trono, el Infante hubo de tomar de nuevo el duro camino del exilio, falleciendo en Francia.<br />
Los sillones ahora vendidos eran los restos de un numeroso conjunto que ya se liquidó en la misma sala hace unos años y que habían sido adquiridos por el conde de Leyva tras la dispersión de las colecciones del Infante.<br />
Así describe estos muebles el catálogo del comercio madrileño:<br />
<i>"Trabajo español, h. 1820-30. </i><br />
<i>
</i><i>Importante pareja de sillones
fernandinos en caoba y madera tallada y dorada. Estampillados "SG" en el
bastidor bajo corona ducal para el infante Sebastián Gabriel de Borbón y
Braganza.</i><br />
<i>
</i><i>Medidas: 95 x 50 x 55 cm.<br />
La calidad del trabajo y la importancia del dueño sugiere una atribución a los talleres reales.<br />
Procedencia: conde de Leyva<br />
S.A.R. El Infante Sebastián Gabriel de Borbón y Braganza (1811-1875),
adquirido por el Conde de Leyva durante el primer cuarto del S. XX</i>". <br />
Una pareja obtuvo un remate de 4.500 euros y otra de 4.000, impuestos y comisiones aparte. Un último lote quedo desierto por hallarse en regular estado, con faltas en la madera y habiéndosele desprendido parte de sus aplicaciones doradas. <br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<img height="485" id="il_fi" src="http://www.alcalasubastas.es/uploads/subastas/20130131131022.jpg" style="padding-bottom: 8px; padding-right: 8px; padding-top: 8px;" width="632" /></div>
Noticias Carlistashttp://www.blogger.com/profile/17158067576154888314noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8455203955772524325.post-47579372592836270942013-01-27T13:37:00.000-08:002013-03-16T13:10:27.684-07:00Ha fallecido el Marqués de Jaureguizar<span style="font-size: small;">Don Francisco Javier Pérez de Rada y Díaz-Rubín, Marqués de Jaureguizar, falleció en su casa de Madrid el jueves 17 de enero de 2013, a los ochenta y cuatro años de edad.</span><br />
<span style="font-size: small;">Sus restos mortales fueron amortajados con el hábito de Caballero de la
Soberana Orden Militar de Malta y trasladados hasta el Convento de las
Madres Concepcionistas de Ponferrada, León, donde se les dió cristiana
sepultura en el crucero de la Iglesia próximo al Altar.</span><br />
<br />
<br />
<img border="0" height="320" src="http://1.bp.blogspot.com/-lpk8rQ8QrsE/UPwZv-NLt_I/AAAAAAAAAp8/F-bkef2C3_A/s320/Jaureguizar.jpg" width="240" /><br />
<br />
<span style="font-size: small;">La Misa corpore insepulto fue concelebrada por tres sacerdotes, uno de
ellos el Rector de la Basílica de Nuestra Señora de La Encina y Prelado
de Honor de Su Santidad, Monseñor Antolín de
Cela.</span><br />
<span style="font-size: small;">El religioso destacó la figura del Marqués de Jaureguizar. «Era un
carlista muy religioso y conservador», declaró a los periodistas del <i>Diario de León</i>.</span><br />
<span style="font-size: small;">Según sus investigaciones<span style="font-size: small;"> los</span> Fundadores del <span style="font-size: small;">Convent<span style="font-size: small;">o,</span></span> Don Álvaro Pérez
Osorio<span style="font-size: small;"> y <span style="font-size: small;">su esposa Doña Brianda de Quirós, </span>Señores de Priaranza del <span style="font-size: small;">Bierzo y </span></span>familiares de los Marqueses de Astorga y Condes de Lemos<span style="font-size: small;">,</span> tenían una casa en la calle
del Rañadero de Ponferrada, próxima a lo que después, en 1524, sería la
ubicación del Convento de clausura de las Madres
Concepcionistas, en la calle del Reloj.</span><br />
<span style="font-size: small;">«El Marqués de Jaureguizar, como descendiente de los Osorios, ejercía
el patronato sobre las monjas de clausura, entregándoles donativos y
regalándoles incluso un retablo y alguna imagen», recalcó, ensalzando su
papel en la mejora del mantenimiento del Convento.</span><br />
<span style="font-size: small;">En cuanto al traslado de los restos al Convento ponferradino, Antolín
de Cela, explicó que han sido recibidos con sumo respeto por las
hermanas de la comunidad <span style="font-size: small;">de religiosas</span>: «para ellas son los descendientes
de los fundadores de su convento», explicó, «es una familia amiga».</span><br />
<span style="font-size: small;">«Fue uno de los conventos más primitivos construídos en el siglo
XVI», señaló Antolín de Cela, sobre el edificio situado en el casco
antiguo de la capital berciana, donde habita desde entonces una
congregación de la Inmaculada Concepción, de la Orden
fundada por la portuguesa Santa Beatriz de Silva.</span><br />
<span style="font-size: small;">La Misa funeral por el eterno descanso del Marqués de Jaureguizar se
celebrará, Dios mediante, el viernes 1 de febrero de 2013 a las 18:30,
en la Iglesia de San Jerónimo el Real de Madrid, calle de Moreto nº 4.</span><br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-SdEe1s3YSgY/UQUUtuIC6BI/AAAAAAAAAEo/EO3KIOelvSs/s1600/Diario+de+Navarra+1.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="251" src="http://4.bp.blogspot.com/-SdEe1s3YSgY/UQUUtuIC6BI/AAAAAAAAAEo/EO3KIOelvSs/s640/Diario+de+Navarra+1.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">"Diario de Navarra", 26/11/2013</span><br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-WHDTeE8q6ro/UQUUumE428I/AAAAAAAAAEw/NhSUih2i83Q/s1600/ABC.JPG" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="512" src="http://2.bp.blogspot.com/-WHDTeE8q6ro/UQUUumE428I/AAAAAAAAAEw/NhSUih2i83Q/s640/ABC.JPG" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">"ABC", 21/1/2013</span><br />
<br />
<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-9tT7VA2P-2k/UQVxxNrjNqI/AAAAAAAAAFQ/uRpPYeLNS_4/s1600/esquela+ABC.JPG" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="416" src="http://4.bp.blogspot.com/-9tT7VA2P-2k/UQVxxNrjNqI/AAAAAAAAAFQ/uRpPYeLNS_4/s640/esquela+ABC.JPG" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">"ABC", 26/1/2013</span><br />
<br />
<div style="text-align: left;">
<span style="font-size: small;">Han sido numerosos los medios de prensa y comunicación de toda España (Madrid, Navarra, Asturias, León, Levante, etc.) que han difundido la noticia de la muerte del Marqués de Jaureguizar, cumplido caballero de arraigadas creencias religiosas, esposo excelente y padre bondadoso. </span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="font-size: small;">Sin embargo, destacaremos ahora la desinteresada labor hecha por nuestros correligionarios de Agencia FARO y El Irrintzi por haber sido los primeros en hacerse eco del luctuoso suceso.</span><br />
<br />
<span style="font-size: small;">Carta recibida del Jefe Nacional del <span style="font-size: small;">Movimiento Catol<span style="font-size: small;">ico Español:</span></span></span><br />
<br />
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><i>Sr. D. Iñigo Pérez de Rada</i></span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><i> </i></span></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><i>Querido amigo:<br /><br />Hemos
estado en el solemne funeral de San Jerónimo el Real en sufragio por
vuestro respetado y querido padre, el Marqués de
Jaureguízar. Cuántas emociones, cuánta gente, cuántas caras conocidas
de antaño. El Himno Nacional, el Ave María, la Salve, las palabras del
Párroco, vuestra familia enlutada haciendo piña. Todo imborrable,
en el espléndido marco de los Jerónimos, abarrotados de gente de bien,
hasta permanecer de pie muchos en el fondo de la iglesia.<br />A causa de
las prisas no hemos podido acercarnos a daros el pésame en persona, dado
el gentío
que ha querido hacer lo mismo, muestra del mucho y bien merecido afecto
que os rodea, que sin duda os ayuda a sobrellevar este momento difícil,
pero lleno de esperanza y conformidad como cristianos.<br />Por eso me
dirijo a vosotros para haceros patente
nuestro cariño y cercanía en estos momentos, con la seguridad de que
esa inmensa familia que formamos cuantos amamos a Dios y a España, no
queda huérfana, sino que sigue velada por sus mejores desde los cielos.<br /><br />Un
fuerte abrazo en Cristo Rey.</i></span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
</div>
</div>
</td></tr>
</tbody></table>
</td></tr>
</tbody></table>
</td></tr>
</tbody></table>
Noticias Carlistashttp://www.blogger.com/profile/17158067576154888314noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8455203955772524325.post-13200508440151263302013-01-06T07:18:00.001-08:002018-06-19T09:09:10.797-07:00Proyectil "Whitworth" lanzado por los carlistas sobre San Sebastián en 1876<b>Proyectil "Whitworth" lanzado por la Artillería carlista sobre San Sebastián (Guipúzcoa) el 14 de enero de 1876, en el transcurso de la Tercera Guerra Carlista (1872-1876).</b><br />
<br />
<i>Por Iñigo Pérez de Rada</i><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-lVMaDeUCPKg/UOmIvDlMiXI/AAAAAAAAADg/bUJKJeBcOwY/s1600/pepino.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://4.bp.blogspot.com/-lVMaDeUCPKg/UOmIvDlMiXI/AAAAAAAAADg/bUJKJeBcOwY/s640/pepino.jpg" width="337" /></a></div>
<br />
Medidas: 28 x 8 cm (proyectil); 15 x 15 x 3,5 (base)<br />
Material: Hierro, acero, damasquinados en oro y plata.<br />
<br />
<br />
Se trata de un proyectil sistema "Whitworth" empleado en uno de los bombardeos que hizo la Artillería carlista sobre la ciudad de San Sebastián el día 14 de enero de 1876.<br />
Fue lanzado por la batería carlista de Arratzain (Mendizorrotz) cayendo sobre la capital guipuzcoana sin explotar, por lo que fue recogida la granada, y por encargo del oficial Teófilo Moriones [en diciembre de 1875 era teniente de Caballería y ayudante de campo de su padre el general Moriones] se procedió a retirar la espoleta y vaciar la carga de explosivo para convertir la carcasa en pieza inerme e inofensiva. A continuación se damasquinó su superficie en bello trabajo ejecutado por algún maestro eibarrés, con el objeto de servir como regalo a la duquesa de Santoña.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-aS0eBMxUAyY/UOoCmUTxhQI/AAAAAAAAAEA/v2MmFvtdPcM/s1600/proyectil.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="232" src="https://3.bp.blogspot.com/-aS0eBMxUAyY/UOoCmUTxhQI/AAAAAAAAAEA/v2MmFvtdPcM/s400/proyectil.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Detalle</td><td class="tr-caption" style="text-align: center;"></td><td class="tr-caption" style="text-align: center;"></td><td class="tr-caption" style="text-align: center;"></td></tr>
</tbody></table>
En la parte superior se lee la leyenda explicativa de su procedencia damasquinada en oro: "GRANADA TIRADA DE LA BATERIA DE ARRATSAIN, SOBRE SAN SEBASTIAN 14 ENERO DE 1876". En su cuerpo se encuentra la dedicatoria, también en oro: "RECUERDO DE TEOFILO MORIONES, A LA EXMA. Sª. DUQUESA DE SANTOÑA".<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-iCQDSthSpRY/UOmuGi6f8WI/AAAAAAAAADw/InpW8dzeaAI/s1600/BOMBA.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="124" src="https://2.bp.blogspot.com/-iCQDSthSpRY/UOmuGi6f8WI/AAAAAAAAADw/InpW8dzeaAI/s640/BOMBA.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Dedicatoria</td></tr>
</tbody></table>
Se le dotó de base montada sobre cuatro esferas flamígeras que representan otras tantas bombetas de Artillería, cada una de ellas damasquinada a propósito de distintos bombardeos efectuados por los carlistas sobre poblaciones Vascongadas: "BOMBº DE BILBAO 1874", "BOMBº DE IRUN 1874", "BOMBº DE HERNANI 1875" y por último "BOMBº DE GUETARIA 1876".<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-u3mwdug31cg/UOoEI-1uGoI/AAAAAAAAAEQ/4K27soWa9E8/s1600/proyectil2.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="200" src="https://1.bp.blogspot.com/-u3mwdug31cg/UOoEI-1uGoI/AAAAAAAAAEQ/4K27soWa9E8/s200/proyectil2.JPG" width="171" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Detalle de una bombeta de la base </td></tr>
</tbody></table>
Fue adaptado el conjunto para que sirviese como lámpara eléctrica, y esa función debió de desempeñar en el lujoso palacio que los duques de Santoña poseían en Madrid, situado entre las calles Huertas y Príncipe.<br />
Teófilo Moriones y Salvatierra, 2º marqués de Oroquieta, capitán de
Caballería, falleció en Valtierra (Navarra) el 3 de octubre de 1892. Era
hijo del teniente general Domingo Moriones y Murillo, creado marqués de
Oroquieta en diciembre de 1875 por la victoria lograda en esa acción contra los carlistas. Sin embargo el general Moriones fue derrotado por los carlistas cuando no pudo cumplir la orden a él encomendada de romper el cerco al que se veía sometido Bilbao por las tropas de Carlos VII; impotente, telegrafió al Gobierno en Madrid: "<i>Es urgentísimo vengan refuerzos y otro General a encargarse del mando...".</i><br />
La destinataria de la pieza era María del Carmen Hernández y Espinosa de los Monteros, duquesa consorte de Santoña. Fue esta dama muy conocida en la sociedad madrileña por sus obras de caridad y enorme fortuna, de la cual fue desposeída al final de su vida por la hija de su marido el duque, con el que había contraido segundas nupcias. Falleció esta señora en Madrid en 1894 a los 66 años.<br />
Los carlistas adquirieron numerosos cañones del sistema "Whitworth" en
Inglaterra. Tenían la ventaja de ser de retrocarga y también al estar dotados
de ánima poligonal y el proyectil ser ochavado, éste último adquiría una
rotación cuando era disparado que aumentaba considerablemente su
precisión. <br />
San Sebastián, que se había convertido en refugio de los liberales de la Provincia de Guipúzcoa durante la guerra, fue duramente bombardeada durante los años 1875 y comienzos del siguiente gracias a la ventaja estratégica que les confería a las fuerzas carlistas dominar los altos en su vertiente occidental.<br />
"<i>San sebastián era una ciudad sitiada y casi aislada. El 10 de octubre </i>[de 1875] <i>se reanudaba el correo por tierra a través de Irún, que hasta ese momento debía realizarse por vía marítima y dependiendo de las condiciones de la mar. El cañoneo se producía a cualquier hora del día, y a veces hasta entrada la noche, si bien a lo largo del asedio hubo algún intervalo largo sin actividad por parte de los carlistas. Aunque de modo bastante ocasional, los proyectiles carlistas producían bajas entre la población civil, y a pesar de su carácter no excesivamente dañino, debían crear un clima de desasosiego que redundaba en que se alimentasen sospechas acerca de la existencia de quintas columnistas introducidos en la población. Los carlistas bombardeaban la ciudad desde sus posiciones en Mendizorrotz, en concreto desde Arratsain</i>,<i> que era el punto débil de la defensa de San Sebastián, y los liberales contestaban desde sus baterías de Igueldo y los fuertes de Lugaritz y Hernández (Gudamendi). Para avisar a la población de los bombardeos había un turno de vigías en la torre de Santa María, que luego se amplió al castillo de La Mota, donde se instaló una campana que en cuanto divisaba el primer fogonazo tocaba a rebato para que las gentes buscaran refugio".</i><br />
(Miguel Artola, Ed. "Historia de Donostia San Sebastián. Ayuntamiento de San Sebastián y Editorial Nerea, S. A. San Sebastián, 2000. Pág. 314)<i> </i><br />
Las tropas liberales rompen el bloqueo al que se veía sometido San Sebastián el 28 de enero de 1876 atacando las posiciones carlistas que dominaban la ciudad y el 18 de febrero se ven obligados a abandonar su privilegiado emplazamiento de Arratzain. Diez días después Carlos VII abandona el territorio español alcanzando la frontera francesa por el paso de Valcarlos en Navarra. La Tercera Guerra Carlista había terminado.<br />
La publicación "El Estandarte Real" en su número 28 (julio de 1891) publica este interesante grabado, representando a artilleros carlistas sirviendo una pieza "Whitworth" y la sección de un proyectil, acompañado de su explicación correspondiente:<br />
<br />
<img alt="" src="http://www.albumsiglo19mendea.net/esp/g/001797.jpg" height="640" id="fancybox-img" width="492" /><br />
"<i>Gran número de las piezas que componían la artillería carlista en el Norte eran del sistema inglés Whitworth, inventado por el constructor así llamado á principios de 1860, antes, por consiguiente, de que se conociesen las mejoras y adelantos de los sistemas Krupp y Plasencia. La sección del ánima de este cañón figura un exágono, cuyo desarrollo longitudinal es hueco y espiral. Se carga por la recámara, es de sencilla construcción y se maneja muy fácilmente. Toda la pieza es rayada; la culata se cierra con un ajuste sólido que lleva un tornillo interior al cual se da movimiento con el torniquete que se ve en la figura. La forma de los proyectiles que se lanzan con este cañón varían según los efectos que se desean producir. Cuando, como en Santa Bárbara, sobre Puente la Reina, se quieren lanzar á muy larga distancia, tienen la forma de un cilindro apuntado pot dos conos chatos, por cuya figura los soldados del ejército liberal les dieron el nombre de <<pepinos>>.</i><br />
<i>Las figuras del dibujo señalan el proyectil.</i><br />
<i>Número 1, tapón contra el cual choca la pieza núm. 3, produciendo la explosión; dicha pieza núm. 2 lleva en su extremo superior un mixto, y va rellena de pólvora; se coloca en el número 2, introduciéndola por la parte superior, hasta que asomen por el lado opuesto las orejas núm. 4, las cuales se rompen en el momento del choque. Después del disparo, el cartucho queda dentro del cañón, y se saca al abrir el disco de ajuste.</i><br />
<i>Una pieza de á 12 se carga con 850 gramos de pólvora, y el proyectil puede recorrer un trayecto de siete á ocho hilómetros. La detonación no es muy fuerte; un hombre basta para el manejo de una pieza, y no hay que hacer uso del escobillón</i>".<br />
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<a href="http://2.bp.blogspot.com/-iCQDSthSpRY/UOmuGi6f8WI/AAAAAAAAADw/InpW8dzeaAI/s1600/BOMBA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><br /></a></div>
<br />
<br />Noticias Carlistashttp://www.blogger.com/profile/17158067576154888314noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8455203955772524325.post-63508741215228694502012-12-05T04:11:00.001-08:002012-12-05T12:00:24.328-08:00Cartel del Requeté, Guerra Civil Española (1936-1939)<br />
CARTEL ALISTAMIENTO DEL REQUETÉ, GUERRA CIVIL ESPAÑOLA<br />
<br />
<i>Por Iñigo Pérez de Rada</i><br />
<br />
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<a href="http://3.bp.blogspot.com/-KsaV4z-DC2A/UL8zWz4ZwSI/AAAAAAAAADI/lzjhSX59Hns/s1600/cartel+copia.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" nea="true" src="http://3.bp.blogspot.com/-KsaV4z-DC2A/UL8zWz4ZwSI/AAAAAAAAADI/lzjhSX59Hns/s400/cartel+copia.jpg" width="288" /></a></div>
<br />
Se trata de un muy escaso cartel impreso en el segundo semestre de 1936 llamando a alistarse en las filas del Requeté. Destaca el emblema de la Comunión Tradicionalista -águila bicéfala coronada cargando con el escudo donde campea la Cruz de Borgoña- sobre el cual se encuentra el lema impreso en rojo "EL REQUETÉ AL SERVICIO DE ESPAÑA" y debajo el trilema Carlista de "POR DIOS, POR LA PATRIA, POR EL REY"; en la parte inferior se lee el reclamo "¡ALISTAOS EN EL REQUETÉ!" subrayado en rojo.<br />
En la esquina inferior derecha se encuentra el nombre del responsable de la impresión: "Jerez Gráfico". Esta empresa de gran solera fundada en Jerez de la Frontera por Manuel Salido de la Cal estaba radicada a finales del año 1935 en la calle Antonio Vico nº 27.<br />
Mide 50 x 35,5 cm.<br />
Colección Fundación Jaureguizar.<br />
<br />
<br />
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Noticias Carlistashttp://www.blogger.com/profile/17158067576154888314noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8455203955772524325.post-74638435999246878552012-03-02T05:42:00.021-08:002012-12-05T04:15:53.046-08:00Bandera del Tercio de Montejurra<em>Por Iñigo Pérez de Rada</em><br />
<br />
Hace unos días revolviendo por entre las hemerotecas encontré varias informaciones aparecidas en los periódicos "ABC" y "La Vanguardia Española", relativos a la bandera que la villa vizcaína de Durango regaló al Tercio de Montejurra con motivo de su liberación del poder republicano y separatista.<br />
La primera de ellas aparece en el diario "ABC" de Sevilla en su número de 3 de mayo de 1938 donde se publicó una página entera conteniendo tres fotografías dedicadas a ilustrar el acto de entrega de la bandera acompañadas del siguiente texto -en la inferior y en su parte central se observa la bandera ofrecida-:<br />
"<i>DURANGO</i><br />
<i> Con motivo del aniversario de la liberación de Durango se celebraron en aquella ciudad diversos actos, que resultaron muy brillantes, asistiendo a ellos el ministro de Justicia, señor conde de Rodezno. Constituyó uno de los momentos más solemnes del aniversario que se celebraba, la entrega de una bandera al glorioso Tercio de Montejurra"</i><br />
<br />
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<a href="http://1.bp.blogspot.com/-RY4wg127wi8/T1n7_Vm2i7I/AAAAAAAAACg/iI1-FxTZwak/s1600/BANDERA+DURANGO.JPG" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="http://1.bp.blogspot.com/-RY4wg127wi8/T1n7_Vm2i7I/AAAAAAAAACg/iI1-FxTZwak/s640/BANDERA+DURANGO.JPG" width="468" /></a></div>
<br />
Por su parte "La Vanguardia Española" en su edición de 9 de marzo de 1939, daba la noticia de un solemne homenaje que se ofreció el día anterior en el Salón del Trono del Palacio de la Diputación de Navarra al Tercio de Montejurra y la posterior imposición de un fajín al general D. Rafael García Valiño, primer comandante del Tercio, dándose la circunstancia que ese fajín encarnado del generalato fue costeado por los propios voluntarios del Montejurra, siéndole impuesto por el comandante de la unidad de requetés en funciones D. Eduardo Carbajo.<br />
Luego, el Presidente de la Diputación Foral de Navarra hizo entrega de dos Corbatas de la Medalla Militar -el diario catalán menciona equivocadamente que fue sólo una- para serles colocadas a la bandera del Tercio de Montejurra en presencia de las más altas autoridades de Navarra: Gobernadores Civil y Militar, Obispo, Alcalde de Pamplona, su Ayuntamiento y el Ministro de Justicia. <br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-wcHeWxZBJDo/T1C4HH5dI1I/AAAAAAAAACI/GDj-Kf8Vspw/s1600/montejurra1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="448" src="http://1.bp.blogspot.com/-wcHeWxZBJDo/T1C4HH5dI1I/AAAAAAAAACI/GDj-Kf8Vspw/s640/montejurra1.jpg" width="640" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-fgOzKXnI6PM/T1C4Jg_iasI/AAAAAAAAACQ/P9596AElGb4/s1600/montejurra2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="443" src="http://2.bp.blogspot.com/-fgOzKXnI6PM/T1C4Jg_iasI/AAAAAAAAACQ/P9596AElGb4/s640/montejurra2.jpg" width="640" /></a></div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-eWrH6HcmqyU/T1C4XhpXQ5I/AAAAAAAAACY/BT5yEx8DZpQ/s1600/montejurra3.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="428" src="http://1.bp.blogspot.com/-eWrH6HcmqyU/T1C4XhpXQ5I/AAAAAAAAACY/BT5yEx8DZpQ/s640/montejurra3.JPG" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El comandante Carbajo reponiéndose de sus heridas en el "Hospital Alfonso Carlos" de Pamplona. En la pared está colocada la bandera del Tercio de Montejurra que regaló Durango con motivo de su liberación.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
A continuación extraémos la noticia publicada por "La Vanguardia Española" en la fecha antes señalada:<br />
"<i>Entrega de un fajín al general García Valiño. </i><br />
<i>-Homenaje al Tercio de Montejurra. </i><br />
<i>Pamplona, 8. —En el Salón del Trono, del Palacio de la Diputación, se celebró el acto de la entrega, al ilustre general García Valiño, del fajín que, como homenaje, le ha sido regalado por los requetés del Tercio de Montejurra, primera unidad que mandó, siendo comandante, al iniciarse el Movimiento Nacional. Concurrieron al acto el ministro de Justicia, conde de Rodezno; el subsecretario del Departamento, señor Arellano; los gobernadores civil, y militar; el presidente de la Diputación, el obispo de la Diócesis, el alcalde, el jefe provincial del Movimiento, el general García Valiño y el Ayuntamiento. Asistieron también el comandante jefe del Tercio de Montejurra, señor Carbajo, varios oficiales, un centenar de requetés, mutilados y heridos de guerra pertenecientes al mismo Tercio; la esposa del general García Valiño, una delegación de «Frentes y Hospitales» y un grupo numeroso de enfermeras del Hospital. </i><br />
<i>Minutos antes de las doce llegó al Palacio de la Diputación Provincial el ministro de Justicia, siendo recibido en el pórtico del edificio por la Diputación en pleno, y se dirigió al Salón del Trono, -en donde, en presencia do los requetés, el conde de Rodezno abrazó al general García Valiño. Seguidamente el comandante del Tercio de Montejurra, señor Carbajo, pronunció un vibrante discurso, ofreciendo el fajín como homenaje de cariño de los voluntarios de Navarra. Invocó loa días gloriosos en que el general García, Valiño, como comandante, llevó al triunfo a sus soldados. Recordó también aquellas horas dolorosas en que, al frente de sus requetés, cayó herido grave en San Marcial. </i><br />
<i>Acto seguido, el general García Valiñoo, muy emocionado, recibió el fajín que un mutilado le ofrendó en magnífico estuche. El propio comandante jefe de Montejurra le colocó el fajín en medio de una ovación cariñosa y de entusiastas aclamaciones.</i><br />
<i>El general García Valiño pronunció un discurso de agradecimiento al homenaje y recordó con emoción la salida de Pamplona en los primeros días del Movimiento, al mando del Tercio de Montejurra, para empezar en Oyarzun la reconquista de España, terminando, al frente de sus bravos soldados, victoriosamente en todos los frentes del Norte, de Aragón y de Cataluña. Dijo después que había convivido en la lucha con tantos navarros y que conocía el ejemplar espíritu de Navarra de tal forma que se consideraba como un navarro más. Terminó su discurso con vivas a la Nueva España y al Generalísimo Franco, quo fueron contestados con entusiasmo. </i><br />
<i>Seguidamente, el presidente de la Diputación hizo el ofrecimiento de una corbata para la bandera del Tercio de Montejurra, que debe ser colocada precisamente a la bandera que recientemente regaló a dicha unidad la villa de Durango en prueba de gratitud por haber sido estas fuerzas las que la liberaron del yugo rojo de los separatistas.</i><br />
<i>A continuación, se adhirieron al homenaje el obispo de la Diócesis y el gobernador militar; el. primero en nombre de la Iglesia, y el segundo en. nombre de la guarnición.</i><br />
<i>Antes de terminar el. acto, el ministro de Justicia, el general García Valiño y el presidente de la Diputación, impusieron la Medalla Militar a un grupo de cincuenta requetés que no la habían recibido todavía por hallarse hospitalizados. El jefe del Tercio entregó a los muchachos los despachos correspondientes. </i><br />
<i>Finalmente, el. ministro de Justicia cerró el acto con un patriótico discurso ensalzando el espíritu de sacrificio y las dotes de mando del general García Valiño, poniendo de relieve la justicia del homenaje que se le dedicaba, al que se sumaba con verdadero fervor. Dedicó un canto de sacrificio de nuestros combatientes, <br />del que son ejemplar exponente los bravos requetés del Tercio de Montejurra. Dijo que el sacrificio no puede ser ni será estéril, pues la Nueva España, conducida por el Generalísimo Franco, satisfará las ansias de todos los buenos patriotas. El conde de Rodezno fue aclamadísimo al terminar su discurso.</i><br />
<i>La Diputación obsequió a los voluntarlos y a las autoridades con un aperitivo.</i><br />
<i>A las cinco de.la tarde el ministro de Justicia ha obsequiado con una merienda en en Hostal del Rey el Noble a los requetés del Tercio de Montejurra, asistiendo también el general García Valiño</i>."<br />
"ABC", por su parte, también el 9 de marzo de 1939, se hizo eco de la misma noticia -aunque ahora especifica que fueron dos las Corbatas que ofreció la Diputación de Navarra a la bandera del Tercio- en los siguientes términos:<br />
"PAMPLONA - <i>Entrega de un fajín al general García Valiño.</i><br />
<i>Pamplona 8. En el salón del Trono del palacio Provincial se ha verificado el emocionante acto de la entrega del fajín que el Tercio de Montejurra regala a su primer jefe, hoy general García Valiño. el fajín le fué ofrecido al general García Valiño por el comandante Carbajal </i>[Carbajo],<i> jefe de dicho Tercio, que pronunció unas vibrantes y patrióticas palabras.</i><br />
<i>A continuación se procedió a la entrega de las de la Medalla Militar colectivaque el Tercio de Montejurra regala a unos cincuenta muchachos de dicha unidad, que, por hallarse hospitalizados en esta capital, no las poseían todavía. las insignias les fueron colocadas por el general garcía Valiño.</i><br />
<i>El ministro de Justicia, que ostentaba la representación del Gobierno, y el vicepresidente de la Diputación de Navarra, hicieron entrega al ilustre general García Valiño de dos magníficas corbatas que la Corporación regala al Tercio de Montejurra, para colocarlas en la bandera que la Villa de Durango le regaló a dicha unidad, como expresión de gratitud y cariño, por haber sido este valeroso y heroico Tercio quien liberó a dicha villa de las garras marxistas.</i><br />
<i>El general García Valiño agradeció vivamente emocionado el homenaje, teniendo los máximos elogios para los requetés navarros, a los cuales, dijo, he visto morir con las palabras de Dios y de España en los labios. Y consideraré toda mi vida -continuó- como una gran safisfacción el haber tenido la suerte de mandar hombres de tanto valor, de tanta lealtad y de tanto espíritu de sacrificio y de patriotismo. Por ello acepto orgulloso el nombre de general de los navarros, pues ya he mandado muchos Tercios, entre ellos el de Montejurra, Navarra, San Fermín, Mola, Virgen del Camino, y otros. El general García Valiño fue muy aplaudido.</i><br />
<i>A continuación hicieron uso de la palabra el ministro de Justicia, conde de Rodezno, que pronunció un elocuente discurso; el obispo y el gobernador militar. Todos fueron entusiásticamente aplaudidos.</i><br />
<i>El acto -emocionante y patriótico- terminó entonándose los himnos patrióticos </i>[el "Oriamendi"]<i> y el Nacional, que el público escuchó en pie </i>[...]<i>"</i>Noticias Carlistashttp://www.blogger.com/profile/17158067576154888314noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8455203955772524325.post-71293939316737945752012-02-25T05:58:00.005-08:002012-02-25T06:36:29.222-08:00Caballo de Don Carlos VII<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">"<i>Volador</i>", fue uno de los caballos que montó Don Carlos VII durante la 3ª Guerra Carlista, y quizá su predilecto.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Fue "Volador" uno de los numerosos equinos que poseyó Don Carlos a lo largo de su vida, entre los que destacaremos los pura sangre "Nisko", "Platero", "Cartucho", "Tiptop", "Lácar" y "Monreal", siendo este último legado a su muerte por el general don Nicolás Ollo al monarca. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">La imagen de la izquierda corresponde a una litografía firmada "<i>Colomo pintó. Lit. de la Vª de Fortuny. B. Revuelta litogº</i>". Se ignora fecha de impresión, pero un ejemplar idéntico a este que presentamos ya aparece con el Nº de Inventario "291-2" en el "<i>Catálogo de los Retratos de Personajes Españoles que se Conservan en la Sección de Estampas y de Bellas Artes de la Biblioteca Nacional</i>", de Angel M. de Barciá. Establecimiento tipográfico de la viuda e hijos de M. Tello. Madrid, 1901.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">La estampa de la derecha es una copia de la misma, e incluye un texto explicativo relativo al caballo "Volador", que perteneció a Su Majestad.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Ambas láminas pertenecen a los fondos del Museo de Tabar (Navarra.). </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-n7DksEYqUTg/T0joV3RTyJI/AAAAAAAAAB4/OP80PF7lXaw/s1600/carlos7%C2%BAlitografia.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://3.bp.blogspot.com/-n7DksEYqUTg/T0joV3RTyJI/AAAAAAAAAB4/OP80PF7lXaw/s320/carlos7%C2%BAlitografia.JPG" width="258" /></a></div> <a href="http://3.bp.blogspot.com/-4Rrkp-vacSI/T0jodC2D-HI/AAAAAAAAACA/mtpnzaa4sB4/s1600/caballo+volador.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://3.bp.blogspot.com/-4Rrkp-vacSI/T0jodC2D-HI/AAAAAAAAACA/mtpnzaa4sB4/s320/caballo+volador.jpg" width="186" /></a>Noticias Carlistashttp://www.blogger.com/profile/17158067576154888314noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8455203955772524325.post-56016186541391099712012-01-06T06:37:00.000-08:002012-09-23T23:44:21.961-07:00Bandera del Tercio de Requetés de Nuestra Señora de la VictoriaBandera del Tercio de Requetés de Ntra. Sra. de la Victoria, empleada durante la Guerra Civil Española.<br />
Por gentileza del vexilólogo e historiador aragonés D. Luis Sorando Muzás sabemos de la existencia de la bandera que ahora tenemos la honra en presentar, que se conserva en el Ayuntamiento de Málaga.<br />
El Tercio andaluz se formó en la capital malagueña una vez fue liberada la ciudad en febrero de 1937 y tuvo caracter autónomo hasta su fusión con los Tercios de San Rafael y Virgen del Rocío, con los que formó el denominado 3er. Batallón de Requetés del Ejército del Sur.<br />
Se distinguió la unidad de requetés andaluces mientras fue independiente en los frentes de Porcuna, Bujalance, pantano de Guadalmellato y Lopera.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-vjggY9Y4lDM/TwcEXIe4a4I/AAAAAAAAABI/T30SPuC8Ukc/s1600/VICTORIA1.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://2.bp.blogspot.com/-vjggY9Y4lDM/TwcEXIe4a4I/AAAAAAAAABI/T30SPuC8Ukc/s320/VICTORIA1.JPG" width="240" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-NGBHq3lUe_E/TwcEj5JPJjI/AAAAAAAAABQ/vzJhKAcIVe8/s1600/VICTORIA2.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://4.bp.blogspot.com/-NGBHq3lUe_E/TwcEj5JPJjI/AAAAAAAAABQ/vzJhKAcIVe8/s320/VICTORIA2.JPG" width="240" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-ezJXd1PvrmU/TwcEybL1QmI/AAAAAAAAABY/SDwqjedHwfM/s1600/VICTORIA3.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="http://4.bp.blogspot.com/-ezJXd1PvrmU/TwcEybL1QmI/AAAAAAAAABY/SDwqjedHwfM/s320/VICTORIA3.JPG" width="320" /></a></div>
Noticias Carlistashttp://www.blogger.com/profile/17158067576154888314noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8455203955772524325.post-12463619303228009792011-07-23T03:37:00.000-07:002013-02-26T15:25:04.275-08:00Sable para oficial Carlista. 3ª Guerra Carlista, 1872-1876<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="font-family: Times,"Times New Roman",serif;">Por Iñigo PÉREZ DE RADA</span></span> </span></i><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-DzctAyCOXTE/TiqjuFco1wI/AAAAAAAAAA4/2j7dbE1mO0I/s1600/ESPADA1.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="319" src="http://4.bp.blogspot.com/-DzctAyCOXTE/TiqjuFco1wI/AAAAAAAAAA4/2j7dbE1mO0I/s320/ESPADA1.JPG" width="320" /><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;"> </span></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<div style="font-family: Times,"Times New Roman",serif; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Este sable perteneció a un oficial carlista de la 3ª Guerra y a tenor de una bombeta que encontramos en el pomo podemos deducir que estaba destinado a la Artillería. </span><br />
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">La empuñadura -que conserva su fiador original realizado en hilo dorado-, consta de puño realizado en asta con gallones alambrado con torzal dorado, pomo "a la francesa", galluelo inclinado hacia la punta y guardamanos en latón con aro y dos gavilanes curvos que albergan en su centro la cifra Real cincelada de Don Carlos VII de Borbón: "C7" bajo corona Real hallándose ésta orlada por el legendario lema Carlista de "DIOS, PATRIA Y REY". </span><br />
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">La hoja es ligeramente curva, con lomo cuadrado al interior, filo corrido al exterior, estando dotada de vaceos en ambas caras; en su lomo presenta la siguiente inscripción, algo borrada, relativa al fabricante: "Coulaux & Cie Klingenthal". Presenta dos marcas ovales cerca de la guarda. </span><br />
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">La vaina es de cuero negro, con brocal dotado de botón para el tahalí y contera de latón. </span><br />
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Mide 78 Cm. </span><br />
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Puede contemplarse en el Museo de Tabar (Navarra).</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br style="mso-special-character: line-break;" /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-hXVwXwb1AV4/TiqkLlmW1TI/AAAAAAAAAA8/BWvg2GkadeM/s1600/ESPADA2.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="108" src="http://3.bp.blogspot.com/-hXVwXwb1AV4/TiqkLlmW1TI/AAAAAAAAAA8/BWvg2GkadeM/s640/ESPADA2.JPG" width="640" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;"></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; font-family: Arial,Helvetica,sans-serif; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Times,"Times New Roman",serif;">Otros ejemplares similares se encuentran en el Museo de San Telmo (San Sebastián), colección Sres. Baleztena (Navarra) y colección D. Manuel Patiño (Cataluña) -presentando este último un sello en su guarda con el nombre del distribuidor o fabricante: "V. Cournet - R. Lormand, 19 - Bayonne".</span> </span></div>
Noticias Carlistashttp://www.blogger.com/profile/17158067576154888314noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8455203955772524325.post-71729075122703393462011-06-16T07:51:00.012-07:002020-01-23T07:46:56.139-08:00La Partida del Cura Santa Cruz y su Bandera<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-X1Npny50QaI/TmYKWYB4bCI/AAAAAAAAABA/oJnA8BnetYw/s1600/1.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><br />
</a></div>
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-9CjU2hqiKOo/Thm01KxkayI/AAAAAAAAAA0/kbNF3SH0Qws/s1600/CSC.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://4.bp.blogspot.com/-9CjU2hqiKOo/Thm01KxkayI/AAAAAAAAAA0/kbNF3SH0Qws/s400/CSC.jpg" width="220" /></a><br />
<br />
"BERTSOS" DEDICADOS AL CURA SANTA CRUZ<br />
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-9CjU2hqiKOo/Thm01KxkayI/AAAAAAAAAA0/kbNF3SH0Qws/s1600/CSC.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><span style="font-style: italic;">Pello URQUIOLA CESTAU</span> (Leiza, Navarra), agosto de 2009 <span style="font-size: 85%; font-style: italic;"><br />
<br />
Apez burrukalari bateri yarritako bertsoak.</span><span style="font-size: 85%;"><br />
<br />
Bertso batzuk yarri nai dazkiot<br />
Manuel Ignazio Santa Cruz Apezari.<br />
<br />
Guipuzkoako Elduayen-nen yayoa<br />
Karlixte aundi bat zenari.<br />
<br />
Idatzi batzun bidez izautzen dot<br />
Ekusmiñe aundie diot berari.<br />
<br />
Irakurritakoz burrukalari aundie zen<br />
Irabazten zioana ia denari. </span><span style="font-size: 85%; font-style: italic;"><br />
<br />
Santa Cruz Apezari.</span><span style="font-size: 85%;"><br />
<br />
Zer pentsatzeko asko ematyen diezo<br />
Ezdakit zore aurka edo alde abestu.<br />
<br />
Eskutan beiñe ibilligabeko abere askori<br />
Yarri dazkiozo ainbat kaprestu.<br />
<br />
Zore aurka muitzenzien etsai guziri<br />
Lepotik artuz larri te estu.<br />
<br />
Gaur eun karlismoa aurrea eamatyeko<br />
Zu bezelako bat zori txarrez eztu. </span><span style="font-size: 85%; font-style: italic;"><br />
<br />
Santa Cruz Apezari</span><span style="font-size: 85%;">.<br />
<br />
Koartelik gabeko euneroko burruka artan<br />
Errezatzenziñion mendiko arkaitzeri.<br />
<br />
Etziñion iñongo bildurrik izaten<br />
Zore etsai eta neguko ekaitzeri.<br />
<br />
Bildur pixkoat bakarrik ziñion<br />
Jaungoiko guzialdunan itzeri.<br />
<br />
Gauz baten bere antza re baziñun<br />
Mezi zuna eman ziñion bakoitzeri. </span><span style="font-size: 85%; font-style: italic;"><br />
<br />
Santa Cruz Apezari.</span><span style="font-size: 85%;"><br />
<br />
Burrukarako arma gutxi erosten ziñuzen<br />
Etzen dirurik edo ez nai patzera.<br />
<br />
Etsaie menperatutekoan lortzen zienak<br />
Etziñuzen ez uzten galtzera.<br />
<br />
Aukerarik gutxina ekusten ziñunen<br />
Etziñun ityen atzera.<br />
<br />
Trenatatik azkar lapurtzen ziñuzen<br />
"Oesteko" pelikulatan antzera. </span><span style="font-size: 85%; font-style: italic;"><br />
<br />
Zore ikur Beltzari.</span><span style="font-size: 85%;"><br />
<br />
Ikur beltz bildurgarri bat baziñun<br />
Buru ezur batekin bixten.<br />
<br />
"Koartelik gabeko burruka" alde batetik eta<br />
"Irabazi edo ill" idatzikin kolore gorrixten.<br />
<br />
Aurrera alditan bildue eramatyen ziñuen<br />
Bakarrik zabaldute erritara irixten.<br />
<br />
Ikur orrek zenbat yende ekusi ote zun<br />
Betireko beren begik ixten. </span><span style="font-size: 85%; font-style: italic;"><br />
<br />
Santa Cruz Kolombian misionero.</span><span style="font-size: 85%;"><br />
<br />
Kolombian misionero iñ ziñuzen<br />
Zore azkeneko urtek eta eunek.<br />
<br />
Karlixten arteko odola sayestu ziñun<br />
On artutzen dizot gaur neonek.<br />
<br />
Zore ondoko karlixtek iruzur iñ zizuen<br />
Geienbat Lizarraga "general" Jaunek.<br />
<br />
1926ko aoztun 10en ill ziñenezkeroztik<br />
Elkarrekin bizizatea zerun karlixte launek.</span><br />
<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<div style="text-align: left;">
"EL CURA SANTA CRUZ" <span style="font-style: italic;"> </span><br />
<span style="font-style: italic;">Ignacio ROMERO RAIZÁBAL</span> </div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
</div>
<a href="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sxwcu6QTHhI/AAAAAAAAAcs/sf-SknUPZVo/s1600-h/verso_santa_cruz1.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5412232444429671954" src="https://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sxwcu6QTHhI/AAAAAAAAAcs/sf-SknUPZVo/s320/verso_santa_cruz1.jpg" style="cursor: pointer; height: 205px; width: 320px;" /></a><a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SxwdH5uoyNI/AAAAAAAAAc0/sukzlGjjXgE/s1600-h/verso_santa_cruz2.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5412232873785215186" src="https://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SxwdH5uoyNI/AAAAAAAAAc0/sukzlGjjXgE/s320/verso_santa_cruz2.jpg" style="cursor: pointer; height: 205px; width: 168px;" /></a><br />
<span style="font-size: x-small;">Ignacio Romero Raizábal, </span><span style="font-size: x-small;">"<span style="font-style: italic;">Cancionero Carlista</span>". Dibujos de J. Colongues Cabrero y X. Potipán. 2ª edición. Editorial Española. San Sebastián, 1938.</span><br />
<br />
<br />
<br />
"HOMENAJE AL CURA SANTA CRUZ Y A SUS VOLUNTARIOS"<br />
<i>Jaime del BURGO TORRES</i><br />
<br />
<i>Santa Cruz era un cura</i><br />
<i>de espíritu impaciente</i><br />
<i>que en su parroquia siente</i><br />
<i>deseos de luchar,</i><br />
<i>y forma una partida</i><br />
<i>de mocetones vascos,</i><br />
<i>fuertes como peñascos,</i><br />
<i>de bravo guerrear.</i><br />
<i>No quiere gente débil</i><br />
<i>ni cobardes admite</i><br />
<i>que en el primer envite</i><br />
<i>puedan retroceder.</i><br />
<i>Sus hombres son tan fieros</i><br />
<i>que no temen a la muerte,</i><br />
<i>y él, antes les advierte</i><br />
<i>que tienen que vencer.</i><br />
<i>Posee un aguerrido</i><br />
<i>conjunto de oficiales,</i><br />
<i>que llevan las señales</i><br />
<i>de su Estado Mayor,</i><br />
<i>mas, no son figurines,</i><br />
<i>ni son fules soldados,</i><br />
<i>que todos han sus grados</i><br />
<i>ganado con valor</i><br />
<i>en sangrienta pelea</i><br />
<i>que porfiada y dura,</i><br />
<i>resistió la armadura</i><br />
<i>de su entusiasta fe,</i><br />
<i>o bien cayendo heridos,</i><br />
<i>en gestas de leyenda</i><br />
<i>ganando su encomienda</i><br />
<i>de una muralla al pié.</i><br />
<i>Santa Cruz era un cura</i><br />
<i>guerrillero carlista</i><br />
<i>del entusiasmo artista</i><br />
<i>maestro en el luchar.</i><br />
<i>Y son sus voluntarios</i><br />
<i>diamantes de heroísmo,</i><br />
<i>soldados del Carlismo,</i><br />
<i>baluartes del altar".</i><br />
<i><br /></i>
<span style="font-size: x-small;">Jaime del Burgo. "Veteranos de la Causa". Editorial Española, S. A. San Sebastián, 1939.</span><br />
<br />
<br />
<br />
<span style="font-size: 100%;">PRÓLOGO</span><br />
<span style="font-style: italic;">Miguel AYUSO</span><span style="font-style: italic;"> TORRES</span><br />
<br />
Manuel Santa Cruz Loydi, sacerdote guipuzcoano, temible guerrillero carlista en la tercera guerra, finalmente misionero en las montañas novogranadinas de Pasto, se halla entre esos grandes caracteres que levantan adhesiones inquebrantables y odios africanos. Iñigo Pérez de Rada, de la estirpe de los marqueses de Jaureguízar, bien conocido por su generoso empeño de custodiar la tradición carlista en sus recuerdos a través del museo que ha levantado en Tabar, en estas páginas llenas también de recuerdos, reconstruye la discutida y apasionante peripecia del cura Santa Cruz. Que hasta el día de hoy sigue sin dejar indiferente. Su pugnacidad sin cuartel y su entrega generosa, en la guerra y en la paz, le hacen modelo de soldado y cristiano. Si en lo primero hubo exceso no es fácil juzgarlo. Desde luego que no sólo sus superiores, sino el propio Rey Don Carlos VII, así lo concluyeron. En todo caso parece que lo trascendió con la segunda.<br />
En febrero de 2005 tuve el honor de acompañar a S. A. R. Don Sixto Enrique de Borbón en su viaje a Pasto. Recuerdo la llegada a ese aeropuerto diríase que milagrosamente abierto entre montañas, como la aún más dificultosa salida. Recuerdo también la simpatía del nutrido grupo, con el presidente de la Fundación Manuel de Santa Cruz a la cabeza, que quiso agasajar al sucesor de aquel Abanderado de la Tradición a quien Santa Cruz sirvió siempre abnegada aunque en ocasiones indisciplinadamente. Recuerdo la catedral de la ciudad, donde se guarda memoria de Agustín Agualongo, el último y mestizo caudillo realista durante la guerra de secesión erróneamente llamada de independencia, y del santo obispo carlista Ezequiel Moreno. Pero, sobre todo, recuerdo la visita al poblado de San Ignacio, donde don Manuel Santa Cruz vivió los últimos años de su vida entregado a la evangelización de los pobres. Porque es difícil de olvidar el escarpado trayecto a través de valles montañosos que, aunque algo más abiertos que los guipuzcoanos, habían de evocar al clérigo los suyos natales. Como impresiona la presencia de don Manuel en todos los rincones y en todos los habitantes de la aldea. Precisamente con todos ellos reunidos, en la iglesia que él erigió, el padre José Ramón García Gallardo, de acrisolada lealtad carlista, que también acompañaba a Su Alteza, revestido de los ornamentos del cura Santa Cruz, celebró la Santa Misa en el rito de siempre, en el que ofreció todas y cada de una de sus Misas el cura Santa Cruz, y predicó desde el mismo púlpito. Las gentes, sencillas y dignas en su pobreza, saludaron con respeto al Duque de Aranjuez, pues eran conscientes de quién les visitaba, arremolinándose luego en su torno, y del padre José Ramón, para hacerse unas fotografías que no puedo mirar sin emoción. Aunque para emoción la de los últimos supervivientes que de niños conocieron a don Manuel, cuando en un pueblo cercano a San Ignacio recibieron también la visita de Don Sixto.<br />
Gracias a estas páginas de Iñigo Pérez de Rada la figura de Manuel Santa Cruz, desfigurada tanto por enemigos de toda laya como de diversos falsos amigos, vuelve a situarse donde debe. En la grande, belicosa y, a veces, piadosa familia del Carlismo.<br />
<br />
<br />
<br />
<span style="font-size: 180%;">La Partida del Cura Santa Cruz y su Bandera</span><br />
<span style="font-style: italic;">Iñigo PÉREZ DE RADA CAVANILLES</span> <span style="font-size: 100%;"><br />
<br />
RESUMEN</span> <span style="font-style: italic;"><br />
La Partida del cura Santa Cruz, levantada por el sacerdote guipuzcoano D. Manuel Santa Cruz y Loydi (1842-1926) fue una de las más afamadas unidades de guerrilleros que combatieron durante la 3ª guerra Carlista, desde su creación en mayo de 1872 hasta su disolución a mediados de diciembre del siguiente año, cuando su jefe toma el definitivo camino al exilio, perseguido por liberales y antiguos correligionarios carlistas.</span> <span style="font-style: italic;">Aquí se presentan los hechos acaecidos durante este periodo, así como la reproducción fotográfica inédita<span style="font-size: 100%;">*</span> de la Bandera negra utilizada por la Partida, que pertenece por derecho propio al acervo cultural vasco-navarro.</span><br />
(*)<span style="font-size: 85%;"> La Bandera fue reproducida en el folleto “Museo de Recuerdos Históricos de Pamplona”, de Dolores Baleztena -Temas Españoles nº 205, Ed. “Publicaciones Españolas". Madrid, 1955- y en la obra "Ikurriña: Cien años de historia", de Iñaki Egaña -Ed. Txalaparta. Tafalla, 1994, que publicaba una fotografía de la histórica enseña realizada en 1991 por Luis Sorando Muzás en el caserón pamplonés de la familia Baleztena-. En ambos casos únicamente se mostraba el anverso -o faz principal- permaneciendo inédito hasta ahora el reverso, en el que se encuentra la leyenda "VICTORIA Ó MUERTE", por haberse cosido sobre esa faz en época interdeminada un lienzo de color crudo con el objeto de proteger la enseña en su conjunto. Para realizar las fotos aquí mostradas se removió la tela protectora</span>.<br />
<br />
La figura señera del cura Santa Cruz (1) aúna su dimensión histórica con la literaria. Grandes autores de la Literatura española pertenecientes a la Generación del 98 se aproximaron al personaje incluyéndolo en algunas de sus obras: Ramón Mª del Valle-Inclán, Miguel de Unamuno y Pío Baroja fueron seducidos por el recuerdo del guerrillero guipuzcoano, aunque tratado de muy diferente suerte, en gran medida condicionados por el grado de simpatía o animadversión con que cada uno de los tres escritores percibía el carlismo. Mientras que Baroja (2), aborrecedor manifiesto de todo lo carlista, no iba a perder ocasión para tratar de deslustrar a su paisano, Valle-Inclán por medio de su alter ego el marqués de Bradomín se autoproclama carlista por estética, llegando a asegurar que "<span style="font-style: italic;">el carlismo tiene para mí el encanto solemne de las grandes catedrales</span>", y Unamuno, a pesar de su tendencia liberal, no disimula su dilección por un sacerdote ultramontano reconvertido en guerrillero que supo organizar y mandar una formidable Partida armada que mientras estuvo operativa puso en jaque al aparato militar gubernamental en Guipúzcoa y noroeste de Navarra.<br />
Así pues Valle-Inclán nos lo presenta como “<span style="font-style: italic;">fuerte de cuerpo y menos que mediano de estatura, con los ojos grises de aldeano desconfiado y la barba muy basta, toda rubia y encendida. Su atavío no era sacerdotal, ni guerrero. Boina azul muy pequeña, zamarra al hombro, calzón de lienzo y medias azules bajo las cuales se cubría el músculo de sus piernas. Aquel cabecilla sobrio, casto y fuerte, andaba prodigiosamente y vigilaba tanto, que era imposible sorprenderle. Los que iban con él contaban que dormía con un ojo abierto, como las liebres</span>” (3). El cabecilla vascongado, alejado de la concepción formal de la guerra con sus ejércitos regulares y aparato administrativo, no ambicionaba charreteras, títulos ni honores, sólo pretendía combatir a su manera sin rendir demasiadas cuentas a sus más inmediatos superiores jerárquicos, y que éstos le concedieran un razonable grado de independencia operativa. “<span style="font-style: italic;">Quería reunir bajo su mando todas las partidas guipuzcoanas, y realizar el sueño que tuvo una mañana inverniza, al salir con tres hombres de su iglesia de Hernialde. Iba a ser solo. Haría la guerra a sangre y fuego, con el bello sentimiento de su idea y el odio del enemigo. La guerra que hacen los pueblos cuando el labrador deja su siembra y su hato el pastor. La guerra santa que, está por encima de la ambición de los reyes, del arte militar y de los grandes capitanes</span>” (4).<br />
El Santa Cruz abordado por Unamuno es eminentemente literario, tratando al cabecilla como figura legendaria, mítica, fabulosa inclusive. Al menos así se le antojaba a "Ignacio", protagonista de "Paz en la guerra": "<span style="font-style: italic;">¡Aquí está el cura Santa Cruz!, oyó uno de aquellos días al entrar en Elorrio, y sintió al oírlo el anhelo de un niño que va a ver el oso blanco, porque el país entero resonaba con la fama del cura de Hernialde, guerrillero legendario ya, de quien se contaban hazañas estupendas, tan exaltado por unos como por otros denigrado. Su paso era el del terror, al sentirlo temblaban cuantos por algo se distinguían en el pueblo, mientras éste le aclamaba frenético. Corría de boca en oído y de oído en boca la vida de aquel gato montés; cómo el 70, cuando iban a prenderle al acabar la misa, huyó disfrazado de aldeano; cómo volvió a ser preso a raíz del convenio de Amorebieta, y de nuevo se fugó descolgándose por un balcón, y tras doce horas en un jaral, junto al río; y cómo el 2 de diciembre había repasado la frontera con cincuenta hombres, que creciendo cual bola de nieve, sembraban el terror por dondequiera, recorriendo valles y montañas, cruzando ríos en crecida, dejando surco de fusilamientos. Burlando al enemigo que pregonara su cabeza, hacía la guerra del terror por su cuenta, rebelde a toda disciplina, concitando odios de blancos y de negros, sumariado por el santurrón de Lizárraga, que le llamaba corazón de hiena y rebelde de sacristía.<br />
Oíase ¡viva la religión! ¡viva Santa Cruz!, mientras corría el pueblo a agolparse a su paso. Eran unos ochocientos hombres, en cuatro compañías, ágiles muchachos con sello de contrabandistas, sobre cuyas cabezas ondeaba al viento una bandera negra en que con letras blancas se leía sobre una calavera: -Guerra sin cuartel-, y otra roja con el lema -Antes morir que rendirse-<span style="font-size: 85%;"> </span></span><span style="font-size: 100%;">(5)</span><span style="font-style: italic;">; y otra más.<br />
Bajo aquella visión, y dándole alma, palpitaban en el espíritu de Ignacio forcejeando por subir a su conciencia, el lejano recuerdo de José María en Sierra Morena, y en la misma nube confusa de este recuerdo, con él enredados, los de Carlomagno acuchillando con sus doce pares turbantes, cotas y mallas de acero; el gigantazo Fierabrás, torre de huesos; Oliveros de Castilla, y Artús de Algarbe, el Cid Ruy Díaz, Ogrier, Brutamonte, Ferragús y Cabrera con su flotante capa blanca. Todo esto en pelotón, sin él darse de ello cuenta clara, llenándole el alma del rumor silencioso de un mundo en que viviera antes de haber nacido </span>[...]<span style="font-style: italic;"> Aquello era algo antiguo, algo genuinamente característico, algo que, en consonancia con el ámbito montesco, encarnaba el vago ideal del carlismo popular; aquella era una banda, no el embrión de un ejército imposible; aquellas fuerzas parecían brotar de los turbulentos tiempos de las guerras de bandería. <span style="font-style: italic;"><br />
¡Viva</span> Santa Cruz!, ¡viva el cura Santa Cruz!, ¡viva la religión!<br />
-¿Es el que va a caballo?- preguntó Ignacio. -No, ése es el secretario, es el de al lado, el del palo.<br />
Un hombre de frente estrecha, pelo castaño, barba rubia y taciturno continente. Pareciendo no oír las aclamaciones del pueblo, mirábale con indiferencia, conduciendo vigilante sus cachorros, apoyado en un palo largo y sin más armas que un revólver bajo su americana cenicienta. Los remangados calzones de hilo azul descubrían las piernas del infatigable andarín, calzado de alpargatas.<br />
Entre los ¡viva Santa Cruz! ¡viva la religión! ¡vivan los fueros!, oyóse un vergonzante ¡abajo Lizárraga!, mientras el cura, sin volver la cara velaba a su gente.<br />
Aquella tarde pudieron oír las hazañas del cura cabecilla de labios de sus voluntarios, para los cuales no había ni más listo, ni más valiente, ni más bueno, ni más respetuoso, ni más serio que aquel hombre de pocas palabras, que se paseaba solo horas enteras, y que cuando mandaba no había chico que se atreviese a mirar cara a cara aquellos ojos en el rostro lleno de barba, bajo la boina; hombre que con toda calma daba órdenes de fusilamiento. No, no se podía hacer la guerra como quería el santurrón de Lizárraga, con cataplasmas y novenas, había que ahorrar sangre propia, y no escatimar la ajena; ¡escarmiento! Si no fusilaban serían fusilados. Y el cura hacíalo con razón, y dando media hora al condenado para que se pusiese a bien con Dios. Solía explicar a los chicos la causa del castigo, arengándoles entonces; por éste habianse perdido tres chicos, por el parte de aquella habían sido apresados cuatro, por la traición del otro se perdieron tales y cuales, y los chicos, al preguntarles si estaban conformes con el fallo, contestaban -¡Si, señor!-. (¡Bay, jauná!).</span><span style="font-size: 100%;">[...]</span><span style="font-style: italic;"><span style="font-style: italic;"> </span>Era duro, sí, era duro con el que se lo merecía, con el enemigo, pero con los suyos, severo y bueno. Había hecho fusilar a uno por robo, y ¡ojo con propasarse con las mujeres!, en esto era inflexible. Jamás le conocieron flaquezas de tal calaña, ni las mujeres le ablandaban; llegó hasta hacer fusilar a una embarazada. Y no había peligro de sorpresa con aquel hombre siempre alerta, que dormía al aire libre, se pasaba las noches en el balcón de las casas de los curas en que se alojaba, y traía en pie a todos. Un jovencito recordaba que una noche, estando de centinela, y adormilado, le despertó como de una pesadilla, con una gran palpitación, una voz que le llamaba -¡Eusebio!-, y púsose a temblar ante el cura, que no le dijo sino: -¡Cuidado con otra!-. No volvió el sueño a atreverse con él.<br />
En los intentos del cabecilla nadie penetraba; recibía sólo a sus muchos confidentes, y daba orden de marcha sin que supiesen adónde, yéndose por montes y encañadas, alguna vez con la nieve hasta las rodillas, maldiciéndole, amenazándole tal vez, y él con su palo ¡ala, ala!, ¡adelante!, seguro de que al tirarse por un precipicio se tirarían tras de él los que le seguían murmurando. ¿Qué iban a hacer sin él? Y así cansaba al enemigo y a las cuatro columnas de miqueletes que perseguían su cabeza puesta a precio.<span style="font-size: 100%;"><br />
</span></span><span style="font-size: 100%;">[...]</span><span style="font-style: italic;"> Aquí la cosa es cansarles, molestarles, no dejarles vivir, y cuando se nos vienen encima, como el azogue, desparramarnos para juntarnos luego, y volver a no dejarles vivir. Así se cansarán. Lizárraga quiere quitar a don Manuel los chicos y entregarnos, quiere que le demos nuestro cañón... ¡Bastante tienen para fantasear con el que han cogido en Eraul!.<span style="font-size: 100%;"><br />
</span></span><span style="font-size: 100%;">[...]</span><span style="font-style: italic;"> Al poco vieron al cura. Una madre se lo enseñaba a su hijo, y una anciana se santiguó al verle. El pueblo todo seguía con ojos de cariño a aquel vaso de sus rencores, a aquel hijo del campo que sobrenutrido y en vida de ociosidad en la aldea, y apartado de todo trato carnal, dejó escapar por la fría crueldad el sobrante de su fuerza vital.<br />
Aquel hombre de otros tiempos, con su hueste medieval, le revolvió a Ignacio el fondo, también de otros tiempos, del alma, el fondo en que dormía el espíritu de los abuelos de sus abuelos" </span>(6).<br />
El retrato ofrecido por Pío Baroja de su conterráneo es más psicológico, procurando hacerlo odioso al lector: “<span style="font-style: italic;">Llevaba éste la boina negra inclinada sobre la frente, como si temiera que le mirasen a los ojos; gastaba barba ya ruda y crecida, el pelo corto, un pañuelo en el cuello, un chaquetón negro con todos los botones abrochados y un garrote entre las piernas. Aquel hombre tenía algo de esa personalidad enigmática de los seres sanguinarios, de los asesinos y de los verdugos; su fama de cruel y de bárbaro se extendía por toda España. El lo sabía y, probablemente, estaba orgulloso del terror que causaba su nombre. En el fondo era un pobre diablo histérico, enfermo, convencido de su misión providencial. Nacido, según se decía, en el arroyo, en Elduayen, había llegado a ordenarse y a tener un curato en un pueblecito próximo a Tolosa. Un día estaba celebrando misa, cuando fueron a prenderle. Pretextó el cura el ir a quitarse los hábitos, y se tiró por una ventana y huyó y empezó a organizar su partida</span>.” (7).<br />
Tampoco quiso Benito Pérez Galdós sustraerse a la tentación de referirse a nuestro personaje en uno de sus "Episodios Nacionales", aunque sea brevemente, acusándolo de "vendido", arbitraria e injusta percepción bastante generalizada que en ambos campos se tenía de algunos jefes carlistas (8): "<span style="font-style: italic;">Mi parecer es que el primer pez á quien hemos de echar el anzuelo es el cura Santa Cruz, poniéndole una buena carnada de diez ó quince mil duros.<br />
-Bastará con diez. Ya te diré yo cuál es el terreno en que opera ese forajido, allá entre Tolosa, Betelu y la parte de Vera.<br />
-Mi opinión...¿á ver qué te parece?...es ofrecerle á Santa Cruz los diez mil duros, dárselos, y en cuanto veamos que se los mete en el bolsillo, cogerle, fusilarle, y en seguida quitarle el dinero, que puede servirnos para otro.<br />
-¡Muy bien, Tito: qué talento el tuyo!- exclamó Chilivistra navegando por el piélago inmenso del desatino. -Pero fíjate, debemos ir primero contra los peces gordos. Si se consigue pescar á Dorregaray con cuarenta y cinco mil duretes, á Castor Andéchaga con veinticinco mil, y á otros tales, habremos hecho más que cogiendo en la red á los bicharracos de menor cuantía...¡Ah! Pero ahora caigo en que ante todo tenemos que avistarnos con el Administrador de Rentas de Vitoria para que nos entregue..." </span>(9).<br />
A estas semblanzas de Santa Cruz hemos de sumar otra más antigua, en la que se basan las primeras, realizada por Francisco Hernando, un oficial carlista que había acompañado al comandante militar de Guipúzcoa, general Lizárraga -que envidiaba tanto los éxitos como reprobaba la indisciplina y métodos expeditivos del cura- a la entrevista que sostuvieron el general y el sacerdote en Lecumberri el 8 de mayo de 1873: "<span style="font-style: italic;">Durante aquella escena yo, que tenía grandes deseos de conocer al héroe popular, al que la fama atribuía grandes prodigios, no quité la vista de Santa Cruz. Hallé que era este hombre de mediana estatura, más bien bajo que alto, de robusto cuerpo, facciones pronunciadas, frente estrecha, pelo castaño, barba rubia, desgarbado porte y maneras rudas y vulgares. Su mirada vaga y extraviada prestaba á su fisonomía un marcado tinte de desconfianza y recelo, y la expresión seca y dura de su semblante acababan de darle un carácter sombrío y nada simpático á primera vista. Santa Cruz vestía un traje que no era sacerdotal ni guerrero; componíase de boina azul oscura, muy pequeña, chaqueta de paño del mismo color, calzón corto y ancho, gruesas medias azules que cubrían sus robustas piernas, y alpargatas por todo calzado. Como de costumbre, no llevaba arma ni insignia alguna, sino un grueso palo en el que se apoyaba durante las marchas.</span> <span style="font-style: italic;"><br />
Aquél hombre robusto, fuerte, sombrío, andaba prodigiosamente; apenas dormía, y vigilaba tanto, que era imposible sorprenderle. Había entrado en campaña el primero; se había sostenido en los montes con una partida de 30 hombres, y esto porque él representaba el principio de la dureza en la guerra, había logrado gran popularidad entre cierta gente.</span> <span style="font-style: italic;"><br />
Santa Cruz, que no tenía más dotes militares que la actividad y cierta astucia hija de su desconfianza, no comprendía la benevolencia con los enemigos, sino el castigo y la dureza como sistema. Por esta senda le empujaban algunos de sus adláteres, diciéndole que era lo que más gustaba al pueblo; y como ni Carlos VII ni sus generales querían seguirla, Santa Cruz se propuso vivir solo, hacer la guerra á su modo, é imponer su sistema á todos. Más popularidad que él tenía Radica en Navarra y Goiriena en Vizcaya; pero estos jefes se sometieron desde el principio á la autoridad, y ayudaron con su influencia á Ollo y á Velasco.</span> <span style="font-style: italic;">Santa Cruz, por el contrario, se propuso mandar solo, creyendo, indudablemente de buena fe, que él hacía la guerra mejor que nadie; asi que, desde que se empezaron á levantar fuerzas en Guipúzcoa, todo su afan consistión en reunirlas bajo su mando.</span> <span style="font-style: italic;"><br />
Aunque el primero en levantarse en armas, no era Santa Cruz por su talento, por su posición, ni por su popularidad el primero de los jefes carlistas de Guipúzcoa</span>" (10).<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SuHLoiIgqMI/AAAAAAAAAXQ/6MkJ6XLdGoU/s1600-h/elduayen1.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5395817725784271042" src="https://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SuHLoiIgqMI/AAAAAAAAAXQ/6MkJ6XLdGoU/s320/elduayen1.jpg" style="height: 85px; width: 314px;" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Cartel de entrada a la población de Elduayen</span></td></tr>
</tbody></table>
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SieOdnlO6FI/AAAAAAAAAI4/o5p4ix5G4Zg/s1600-h/CASA.jpg" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5343396122390882386" src="https://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SieOdnlO6FI/AAAAAAAAAI4/o5p4ix5G4Zg/s320/CASA.jpg" style="height: 213px; width: 394px;" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Casa natal de Santa Cruz</span></td></tr>
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D. Manuel Ignacio Santa Cruz y Loydi vino al mundo el día 23 de marzo de 1842 a las cinco de la mañana en el caserío denominado “Samoa” o "Zamonea" sito en Elduayen, Guipúzcoa, siendo bautizado ese mísmo día en la iglesia parroquial de su pueblo natal. Era hijo de Francisco Antonio Santa Cruz Sarobe -natural de Elduayen- y de Juana Josefa Loydi Urrestarazu -nacida en Amezqueta-, quienes contrajeron matrimonio en Elduayen el 4 de mayo de 1824. Fruto de esta unión lo fue también Josefa Ignacia, alumbrada en 1836. El progenitor, nacido en 1784, tomó las armas por Don Carlos V en la 1ª Guerra Carlista y murió el 23 de julio a los cuatro meses de nacer Manuel. La viuda casó en segundas nupcias con Juan Ignacio Betelu Muñagorri (11) en 1846, falleciendo el 14 de noviembre de 1871 a los sesenta y ocho años de edad (12).<br />
La partida de bautismo del que llegaría a ser renombrado guerrillero carlista reza como sigue: "<span style="font-style: italic;">Día 23 de Marzo de 1842, yo el infraescrito Rector de la Parroquia de Santa Catalina de esta villa de Elduayen, bauticé en esta mi Parroquia un niño que dijeron haber nacido a las cinco de la mañana del mismo día, hijo legítimo y de legítimo matrimonio de Francisco Antonio de Santa Cruz, natural de esta villa de Elduayen, y de Juana Josefa Loidi, natural de la villa de Amézqueta, su mujer, mis feligreses; se le puso por nombre Manuel Ignacio. Abuelos paternos Pascual de Santa Cruz, ya difunto, natural de la villa de Andoáin, y de María Bautista de Sarove, ya difunta, natural de ésta, de Elduayen. Los maternos Miguel Ignacio Loidi, natural de la villa de Amézqueta y de María Ignacia de Urrestarazu, natural de la villa de Orendáin</span>" (13).<br />
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<a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SuHMnvOg5-I/AAAAAAAAAXg/cvDrWqYq4so/s1600-h/elduayen2.jpg"><img alt="" border="0" height="200" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5395818811630872546" src="https://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SuHMnvOg5-I/AAAAAAAAAXg/cvDrWqYq4so/s200/elduayen2.jpg" style="height: 242px; width: 170px;" width="140" /></a> <a href="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SuHNDwpQ4PI/AAAAAAAAAXo/s9_a4CZ9w6A/s1600-h/elduayen3.jpg"><img alt="" border="0" height="197" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5395819293047841010" src="https://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SuHNDwpQ4PI/AAAAAAAAAXo/s9_a4CZ9w6A/s200/elduayen3.jpg" style="height: 193px; width: 195px;" width="200" /></a> <a href="http://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SyF_xvkaD3I/AAAAAAAAAdE/RTsPwSnKYzs/s1600-h/SASIAIN.jpg"><img alt="" border="0" height="200" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5413748719635533682" src="https://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SyF_xvkaD3I/AAAAAAAAAdE/RTsPwSnKYzs/s200/SASIAIN.jpg" style="height: 234px; width: 120px;" width="102" /></a> <span style="font-size: 85%;"><br />
<span style="font-size: x-small;">Iglesia de Elduayen y la pila bautismal donde fue</span></span><span style="font-size: x-small;"> </span><span style="font-size: x-small;">cristianizado Manuel Santa Cruz; </span><span style="font-size: x-small;">Padre Sasiain</span>.<br />
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Su primo y mentor, el Padre D. Francisco Antonio Sasiain y Santa Cruz (14), deseando despertar en el joven Manuel la vocación sacerdotal, lo lleva a Tolosa con el objeto de instruirlo en humanidades, latín y retórica. Con 19 años (15) marcha a Vitoria a realizar sus estudios en el seminario. Una vez ordenado sacerdote en 1866 pasará primero como coadjutor y luego como párroco a ocuparse del curato guipuzcoano de Hernialde, en donde, a tenor de los acontecimientos políticos acaecidos en España en las postrimerías del reinado de Isabel de Borbón, caracterizado por la inmoralidad y la corrupción, y el advenimiento de la Revolución de 1868 “<span style="font-style: italic;">don Manuel se agitaba en su parroquia como un león enjaulado. Desde lo alto de las rocas de su valle, veía fraguarse la tormenta y en su espíritu repasaba todas las proezas de Zumalacárregui, el famoso caudillo de la primera guerra. Su genio militar se despertaba y con certero golpe de vista abarcaba todo el país con sus valles cerrados, sus puertos, sus gargantas, sus riscos inaccesibles, y lo veía como una inmensa ratonera cuajada de cepos para atrapar liberales. Todos los lineamientos de la guerra de partidas, de su guerra, se dibujaban en su cerebro con claridad meridiana.</span> <span style="font-style: italic;">Por lo demás, jamás creyó Santa Cruz que al desempeñar su papel hacía nada anormal, nada que se opusiese a su papel de sacerdote. En todo el territorio vasco, el clero formaba partidas; los ejemplos abundaban: don Manuel Galbino, cura de Oyarzun, fue un infatigable organizador de ellas. Muñagorri, don Pedro Leñara Lasarte, Macazaga, cura de Orio; Canaecheverría, Solio, Mekobalde, y en Vizcaya el ex jesuita Gorriena, sin mentar otros sacerdotes de Toledo, Astorga, Ávila y Cataluña, alistaban soldados y los llevaban al combate. La causa de don Carlos era para ellos la causa de Dios</span>” (16).<br />
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<a href="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Smjlrsio7dI/AAAAAAAAAOw/48T-E4x5IDg/s1600-h/hernialde_editado-1.jpg"><img alt="" border="0" height="112" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5361787895238159826" src="https://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Smjlrsio7dI/AAAAAAAAAOw/48T-E4x5IDg/s200/hernialde_editado-1.jpg" style="height: 212px; width: 376px;" width="200" /></a> <a href="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/S_56WDZuSPI/AAAAAAAAAkk/giEea0h_WFs/s1600/retablo.jpg"><img alt="" border="0" height="200" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5475948716218009842" src="https://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/S_56WDZuSPI/AAAAAAAAAkk/giEea0h_WFs/s200/retablo.jpg" style="height: 231px; width: 183px;" width="158" /></a> <span style="font-size: 85%;"><br />
<span style="font-size: x-small;">Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora de Hernialde y su artístico retablo ante el que Santa Cruz celebraba Misa.</span></span><br />
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</span><a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SuHRS5bHayI/AAAAAAAAAXw/3iU92ymrqBM/s1600-h/hernialde_placa.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5395823951148968738" src="https://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SuHRS5bHayI/AAAAAAAAAXw/3iU92ymrqBM/s320/hernialde_placa.jpg" style="cursor: pointer; height: 127px; width: 215px;" /></a> <span style="font-size: 85%;"><br />
<span style="font-size: x-small;">La plaza de Hernialde está dedicada al cura Santa Cruz (Santa Cruz Apaizaren Enparantza).</span></span><br />
<span style="font-size: 85%;"><br />
</span><a href="http://3.bp.blogspot.com/-PlA1wL5ZgmI/TXiw4LFcNEI/AAAAAAAAAto/NvkykQrwXuM/s1600/foto%2Bsanta%2Bcruz.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5582406217220502594" src="https://3.bp.blogspot.com/-PlA1wL5ZgmI/TXiw4LFcNEI/AAAAAAAAAto/NvkykQrwXuM/s320/foto%2Bsanta%2Bcruz.jpg" style="cursor: pointer; height: 237px; width: 140px;" /></a> <span style="font-size: x-small;">Don Manuel Santa Cruz en 1870</span> <a href="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SgHarU0YBlI/AAAAAAAAAAc/R21BltCsG9g/s1600-h/FOTO+SANTA+CRUZ.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5332783871640995410" src="https://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SgHarU0YBlI/AAAAAAAAAAc/R21BltCsG9g/s320/FOTO+SANTA+CRUZ.jpg" style="cursor: pointer; height: 233px; width: 184px;" /></a><br />
<span style="font-size: x-small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "times new roman";">"<span style="font-style: italic;">El 6 de Octubre de 1870, el cura Santa Cruz, párroco de la localidad guipuzcoana de Hernialde escapa en el momento de su detención y se refugia en Bayona durante 18 meses. Allí es donde el fotógrafo de procedencia parisina Ferdinad Bérillon, le retrata. La imagen distribuida entre sus partidarios, en forma de </span></span><span style="font-style: italic;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: "times new roman";">carte de visite</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: "times new roman";">, es la única que se conoce del clérigo sin barba. Esta misma fotografía, en forma de grabado, fue reproducida por la revista </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: "times new roman";">La Ilustración Española y Americana</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: "times new roman";"><span style="font-style: italic;"> del veinticuatro de abril de 1873</span>".</span> <span class="Apple-style-span" style="font-family: "times new roman";">Juantxo Egaña http://juantxoegana.blogspot.com.</span></span><br />
<br />
Tras la muerte de Fernando VII en 1833 se inició en la tradicionalmente católica España una concatenación de leyes y disposiciones de índole laicista, entre las cuales sobresalía por su importancia la llamada desamortización de Mendizábal. ¿Cómo iba el párroco de Hernialde abstraerse del aluvión de acontecimientos propiciados ahora por el Sexenio Revolucionario, que tanto perjudicaban a la Iglesia? Desde Madrid el Gobierno, entre otras medidas, suprimió la Compañía de Jesús; propició la libertad de culto y enseñanza; cerró aquellos conventos fundados a partir de 1837 incautándose de sus bienes, mientras redujo el número de los existentes hasta la mitad; frenó la posibilidad a las comunidades religiosas sobrevivientes de adquirir propiedades; clausuró las facultades de Teología; eliminó las subvenciones a los seminarios... A todo ello debemos añadir el reconocimiento oficial por parte de España al recién creado Reino de Italia, el cual privó a Su Santidad el Papa Pío IX de sus Estados Pontificios y la posterior elección hecha por las Cortes Constituyentes en la persona del hijo del monarca artífice de ese expolio como rey de España, "<span style="font-style: italic;">el hijo del que tiene prisionero al Papa</span>" (17), como por entonces se decía.<br />
Debido a que las autoridades liberales ya consideraban a Santa Cruz como un elemento peligroso desde tiempo antes de comenzar la 3ª Guerra Carlista por denunciar todos esos desafueros desde su púlpito, lo fue a detener una tropa militar el 6 de octubre de 1870 mientras celebraba Misa en su parroquia. Aprovechándose de cierta candidez de sus captores y disfrazándose de casero, logró burlar su detención, escapándose y dando así comienzo el legendario mito del cura guerrillero.<br />
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<a href="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SmpDM03jkqI/AAAAAAAAAPA/JAg5Koym9Ug/s1600-h/LA+FLACA+SANTA+CRUZ.JPG"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5362172193967149730" src="https://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SmpDM03jkqI/AAAAAAAAAPA/JAg5Koym9Ug/s320/LA+FLACA+SANTA+CRUZ.JPG" style="cursor: pointer; height: 218px; width: 320px;" /></a> <span style="font-size: 85%;"><br />
<span style="font-size: x-small;">Caricatura aparecida en la publicación republicana "</span><span style="font-size: x-small; font-style: italic;">La Flaca</span><span style="font-size: x-small;">" -10 de septiembre 1870- en la que se pretende ridiculizar a un ya combativo cura Santa Cruz.</span></span><br />
<br />
Permaneció dieciocho meses en Francia, pasados los cuales regresó a España convirtiéndose en capellán de la Partida levantada por Recondo (18), antiguo oficial de la Primera Guerra. Si bien el paso de Santa Cruz por esta primera salida suya podría calificarse como anodina, reforzó la idea que D. Manuel tenía de cómo había de hacerse la guerra. Este periplo se “<span style="font-style: italic;">redujo a recorrer los montes de Guipúzcoa, y parte de los de Navarra, pasando por Iturrioz, Oñate, Segura, Aya de Ataún, Corri, Lizarrosti, Baraibar, Leiza, Erasun, Beruete y Santesteban, sin más incidentes que un pequeño tiroteo, hasta que entregaron sus armas al Gobierno en el último de los pueblos citados</span>” (19). La partida Recondo se rindió el 10 de mayo de 1872 en Santesteban tras ser derrotadas las armas carlistas seis días antes en Oroquieta (20).<br />
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<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-IEokHvrsYYE/UiMeCyZWVQI/AAAAAAAAAIg/jpfT_tDDdTU/s1600/carta+cura+santa+cruz.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-IEokHvrsYYE/UiMeCyZWVQI/AAAAAAAAAIg/jpfT_tDDdTU/s400/carta+cura+santa+cruz.jpg" width="341" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br /></td></tr>
</tbody></table>
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<span style="font-size: x-small;">Carta conminatoria dirigida a alguna autoridad municipal de la comarca
del "Alto Bidasoa" firmada por Santa Cruz en Ezcurra el 10 de mayo de
1872: "<i>Bajo pena de la vida prevengo a Ud. me de parte en seguida a
la vuelta del dador de todas las fuerzas enemigas que hubiere en dos
leguas a la redonda, indicándome su número..."</i> </span><br />
<br />
Unos días después, desligándose de sus antiguos correligionarios para no acogerse al convenio de Amorebieta, Santa Cruz se interna nuevamente en Francia. A finales de mayo la abandona y ya al frente de su propia Partida, compuesta entonces por unos 16 voluntarios, se adentra en su patria por los montes de Oyarzun. “<span style="font-style: italic;">Esta segunda salida, así como también la primera, no fue sino como un ensayo para la siguiente. Las hazañas de esta época se reducen a correr de montaña en montaña, a tener provisiones de boca, a apoderarse de buenas armas, pues las suyas eran muy malas, y a verse libre de las manos de sus enemigos</span>” (21).<br />
Efectivamente, la recién creada Partida comandada por el cura en este primer periodo no iba a protagonizar grandes hechos de armas ni gloriosas intervenciones a no ser la captura del propio D. Manuel, seguida de su sonada fuga del edificio del Ayuntamiento de Aramayona (Álava), situado en su cabeza municipal de Ibarra. El 6 de agosto, al frente de dos docenas de voluntarios se propuso atacar un convoy liberal, compuesto por 21 soldados y 4 miqueletes mandados por un alférez del Batallón de Cazadores de Segorbe que transportaba armas desde Vergara a Mondragón. Efectuado el ataque con éxito donde se obtuvieron 41 fusiles y 3 cajas de pertrechos, se retiró y en un descanso de la tropa a un joven voluntario accidentalmente se le disparó un arma lesionándole la mano. El cura, abandonando su grupo, condujo al mozo a un sitio seguro donde el herido pudiese ser convenientemente atendido, y a su regreso fue capturado por una avanzada liberal al mando del teniente Julio Ortega, que maltratándolo lo condujo a Ibarra, donde fue encerrado en su casa consistorial. Esto acaeció el 10 de agosto de 1872. Tras dos días de cautiverio, en el que confesó con otro sacerdote convencido en su inminente fusilamiento, logró huir descolgándose por un balcón del edificio, burlando por segunda vez a sus aprehensores.<br />
<a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SrP5u4kpKEI/AAAAAAAAATU/N-c1X2Ub13E/s1600-h/ARAMAYONA.JPG"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5382920563493251138" src="https://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SrP5u4kpKEI/AAAAAAAAATU/N-c1X2Ub13E/s320/ARAMAYONA.JPG" style="cursor: pointer; height: 187px; width: 250px;" /></a> <a href="http://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SrP7MEnaiAI/AAAAAAAAATc/nOmQwJrG1-c/s1600-h/aramayona-balcon.JPG"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5382922164453935106" src="https://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SrP7MEnaiAI/AAAAAAAAATc/nOmQwJrG1-c/s320/aramayona-balcon.JPG" style="cursor: pointer; height: 187px; width: 249px;" /></a> <span style="font-size: 85%;"><br />
<span style="font-size: x-small;">Ayuntamiento del valle y municipio de Aramayona, sito en Ibarra: </span></span><span style="font-size: x-small;">Santa Cruz</span><span style="font-size: x-small;"> logró escapar saltando por el último balcón de la derecha; interior del mismo. </span><span style="font-size: x-small;"> </span><br />
<span style="font-size: x-small;">"<span style="font-style: italic;">No le asustaba la altura del balcón, unos cinco o seis metros, pero estaba ya tan débil que hasta tenía miedo de que no podría subir sobre la baranda. Al fin, mientras el centinela miraba a la puerta, haciendo un esfuerzo, se montó en la baranda, agarróse de la chaqueta, y en el momento en que ésta se deshacía por consecuencia del peso, haciendo un ruido característico, se veía en el suelo, aunque herido en los pies</span>". (Xabier Azurmendi, "<span style="font-style: italic;">El Cura Santa Cruz</span>".)</span><br />
<br />
<div style="text-align: left;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-f-R_OSsD5wI/TgnuVf-ySDI/AAAAAAAAAAs/NZotsFwa8-g/s1600/SANTA+CRUZ+RIO.JPG" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-f-R_OSsD5wI/TgnuVf-ySDI/AAAAAAAAAAs/NZotsFwa8-g/s320/SANTA+CRUZ+RIO.JPG" width="201" /></a></div>
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<span style="font-size: x-small;">Dibujo aparecido en la publicación "La Novela Vivida. El Cura Santa Cruz". Editado por Prensa Moderna, Madrid. Año I, Nº 22, 29-IX-1928.</span><br />
<span style="font-size: x-small;">"<i>Yo estaba allí, metido en el agua todo el cuerpo: solo dejaba fuera la boca para poder respirar. Si me hubiera sido posible, ni eso hubiera dejado fuera.</i></span><br />
<i><span style="font-size: x-small;">Así estuve desde las doce de la noche. A eso de las once de la mañana ya no podía resistir el frío y pensé en salir de allí. Me puse de pie y me dije: <<El primero que ahora vea, tiene que ser para mi el Angel de la Guarda>>.</span></i><br />
<i><span style="font-size: x-small;">En seguida ví entre los matorrales un campesino. Le hice señas con la mano para que se acercase. Debió pensar que yo era algún pescador, porque estaba desnudo de la cintura para arriba. Como el color blanco de la camisa podía resaltar en la oscuridad debajo del agua, me la quité, la tiré y me quedé desnudo. Cuando estuvo cerca el campesino le dije:</span></i><br />
<i><span style="font-size: x-small;">-<<Yo no se si eres carlista o liberal; eso me importa poco; lo que me importa es que me salves; que seas mi Angel de la Guarda>>.</span></i><br />
<i><span style="font-size: x-small;">En seguida me conoció y supo de qué se trataba y me dijo:</span></i><br />
<i><span style="font-size: x-small;">-<<No se mueva de ahí, porque si no, está perdido: ya está puesta a precio su cabeza, está todo lleno de guardias; todos los puntos están cogidos. Quédese ahí hasta que venga yo>>.</span></i><br />
<i><span style="font-size: x-small;">Allí me quedé esperando lo que dispusiese aquel buen hombre.</span></i><br />
<span style="font-size: x-small;"><i>Se fué a su casa, y para guardar mejor el secreto, cogió para mi alimento dos huevos crudos, -no quiso que lo supiera ni su esposa-; con esta ración y una elástica, vino, me dió lo que trajo y me dijo que siguiera allí, hasta el anochecer </i>[...]<i>". </i>(Juan de Olazabal y Ramery<i>, "El Cura Santa Cruz Guerrillero"</i>)<i>. </i></span><br />
<span style="font-size: x-small;"> </span> <br />
A pesar de dañarse un tobillo por efecto de la caída, logró evadirse del pueblo para ocultarse sumergido en un cercano río unas once horas, hasta que fue socorrido por lugareños simpatizantes con la causa que tan tenazmente defendía el cura; después de alimentarlo y atenderlo lo escondieron en una recóndita cueva situada en el monte Ipizte, enclavado a unos cuatro kilómetros escasos en línea recta al noroeste de Ibarra. “<span style="font-style: italic;">Allí un muchacho, que venía tocando la flauta como si fuera cuidando el rebaño, me traía la comida y se volvía. En esa cueva estuve tres días, y me fui derecho a Francia: en 24 horas hice 20 leguas hasta la frontera, sin entrar ni parar en ninguna parte</span>” (22).<br />
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<a href="http://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SrarINufFRI/AAAAAAAAAT8/5NWIXo84nb0/s1600-h/gruta1.jpg"><img alt="" border="0" height="149" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5383678562179945746" src="https://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SrarINufFRI/AAAAAAAAAT8/5NWIXo84nb0/s200/gruta1.jpg" style="height: 169px; width: 226px;" width="200" /></a> <a href="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SrardLquioI/AAAAAAAAAUE/FsntzNSjALA/s1600-h/gruta2.jpg"><img alt="" border="0" height="149" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5383678922404563586" src="https://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SrardLquioI/AAAAAAAAAUE/FsntzNSjALA/s200/gruta2.jpg" style="height: 169px; width: 226px;" width="200" /></a> <span style="font-size: 85%;"> </span><br />
<span style="font-size: x-small;">La cueva donde estuvo escondido Santa Cruz. En la entrada a la gruta existe una urna con varias fotos del cura y un rosario (fotos tomadas por Kepa Castro, "<span style="font-style: italic;">Diario de un Montañero Paparazzi</span>").</span><br />
<br />
Durante este su tercer exilio, segundo desde que comenzara la guerra, en Francia pudo D. Manuel observar como “<span style="font-style: italic;">Los mozos vagaban por las calles medio muertos de hambre, y sin que nadie se preocupara de ellos; los oficiales, por el contrario, vivían en los cafés, muy bien tratados y echando planes al por mayor; y entre los que tenían la alta dirección, no todos estaban dotados de aquella energía y talentos que son necesarios para tan altos puestos. En una palabra; se procuraba cubrir las apariencias; pero en realidad, la traición estaba tramada</span>” (23). Así las cosas, vino el nombramiento por parte de Carlos VII en la persona de Antonio Dorregaray como Comandante General de Navarra, Vascongadas y Logroño, circunstancia que llevó nuevos bríos a la Causa y trajo implícito que en diciembre de 1872 las armas carlistas resurgieran en estas provincias, ya que hasta entonces, desde verano, únicamente las defendía el general Francisco Savalls en Cataluña. Esta nueva designación en tan alta jefatura del Ejército llenó de ilusión a Santa Cruz, quien una vez regresado a Guipúzcoa se afanó en reunir a los mejores y más bravíos exponentes de la raza vascongada para su Partida. “<span style="font-style: italic;">Llevaba consigo segadores con la hoz y pastores con hondas, y boyeros con picas. Su alma se comunicaba en el silencio con el alma de todos, sabía cuáles eran los más fuertes, cuáles los que se consumían en una llama fervorosa, y los que peleaban ciegos, y los que tenían aquél don antiguo de la astucia. Para gobernarlos y valerse de ellos, los tenía en categorías: lobos, gatos, raposas, gamos. A uno solo le llamaba el ruiseñor, porque era un versolari. Jamás hubo capitán que más reuniese el alma colectiva de sus soldados en el alma suya. Era toda la sangre de su raza</span>” (24).<br />
<br />
<a href="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SgLEt8-rMXI/AAAAAAAAACs/QDlBouLR1kI/s1600-h/GUARDIA.jpg"><img alt="" border="0" height="533" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5333041202502250866" src="https://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SgLEt8-rMXI/AAAAAAAAACs/QDlBouLR1kI/s640/GUARDIA.jpg" width="640" /></a> <span style="font-size: 85%;"><br />
<span style="font-size: x-small;">“</span><span style="font-size: x-small; font-style: italic;">Ninguno de la partida tenía mal aspecto ni aire patibulario. La mayoría parecían campesinos del país; casi todos llevaban traje negro, boina azul pequeña y algunos, en vez de botas, calzaban abarcas con pieles de carnero, que les envolvían las piernas". (</span><span style="font-size: x-small;">Pío Baroja</span><span style="font-size: x-small; font-style: italic;">, “Zalacaín el aventurero</span><span style="font-size: x-small;">”). </span></span><span style="font-size: x-small;">El cura Santa Cruz, de pie en el centro con barba, junto a sus hombres. </span><span style="font-size: x-small; font-style: italic;">"¿Por qué luchan estos voluntarios? Todos tienen un fondo religioso, de amor a las libertades y fidelidad a Don Carlos. Pero aparte de esas condiciones existen unas peculiares, con referencia a la región de la que son nativos. Así por ejemplo los guipuzcoanos luchan por su odio a los liberales, que quemaron sus casas, pero no les interesa ir a defender Estella o sitiar Bilbao; son perfectos guerrilleros a los que les gusta luchar tras las rocas y en los desfiladeros, pero no en las batallas de grandes desarrollos y maniobras. El cura Santa Cruz es el prototipo más caracterizado". (</span><span style="font-size: x-small;">Opinión del periodista británico Mr. Mac-Graham vertida en el diario londinense</span><span style="font-size: x-small; font-style: italic;"> "The Evening Standard". </span><span style="font-size: x-small;">Enrique Roldán González, "<i>Un Corresponsal en España. 50 Crónicas de la Tercera Guerra Carlista</i>").</span><br />
<br />
<i><span style="font-size: xx-small;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; line-height: 115%;"> </span></span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 1pt; line-height: 115%;"><span style="font-size: xx-small;"><br />
</span></span></i><span style="font-size: 85%; font-style: italic;"><span style="font-size: 0pt;"><span style="font-size: 85%;">"Un Corresponsal en España. 50 Crónicas de la Tercera Guerra Carlista".</span></span></span><a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SriZE-9EYpI/AAAAAAAAAUw/TLQoyNwTepc/s1600-h/GUARDIA.jpg"><img alt="" border="0" height="429" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5384221665419092626" src="https://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SriZE-9EYpI/AAAAAAAAAUw/TLQoyNwTepc/s640/GUARDIA.jpg" width="640" /></a> <span style="font-size: 85%;"><br />
<span style="font-size: x-small;">Esta foto realizada por el polaco </span></span><span style="font-size: x-small;">L. Kornarzewski en un huerto de Vera de Bidasoa fue ampliamente difundida con el título "<span style="font-style: italic;">El cura Santa Cruz y su Guardia Negra</span>". </span><span style="font-size: x-small;">Fueron muchas las voces, la de Pío Baroja entre ellas, que acusaron a Santa Cruz de protegerse con una "Guardia Negra", especie de guardia de corps de élite cuya misión no era otra que la de proteger a su jefe. El propio cabecilla vascongado lo refuta en los términos siguientes: "<span style="font-style: italic;">Sin duda querrá el Sr. Baroja que durante la guerra estuviese yo tan tranquilo como entre mis feligreses de Hernialde o entre mis indios de San Ignacio. Eso es pedir peras al olmo. Pero no era por temor a los míos, a quienes siempre los he querido con toda mi alma como ellos me han querido; no, eso lleva consigo la guerra. Y ¿por qué no había de temer a los liberales? ¿No eran por ventura mis enemigos? Pero es falso que para defenderme de ellos tuviese yo la guardia negra, porque la tal no existió. Cuando tuve más centinelas que me vigilasen, no pasaron de tres o cuatro: ordinariamente me contentaba con uno o dos. Lo que tal vez ha dado lugar a esta creencia, es que tuve para mis combates una bandera negra, con el fin de persuadir a mis muchachos que no había que capitular si no vencer o morir. Quizás haya contribuido a lo mismo una fotografía mía donde aparezco en medio de nueve muchachos armados con su bayoneta</span>". ("Manuel Santa Cruz, "<span style="font-style: italic;">Réplica contra Pío Baroja</span>"; texto recogido en la obra de Xabier Azurmendi, "<span style="font-style: italic;">El Cura Santa Cruz</span>").</span><br />
<br />
<span style="font-size: 85%;"></span>Santa Cruz se puso al frente de cincuenta voluntarios a comienzos del mes de diciembre de 1872, estableciéndose en Arichulegui (25), monte próximo a Oyarzun, en lo más abrupto del parque natural de Peñas de Aya, lugar que habría de convertirse en un futuro en cuartel general y depósito de armas de la Partida.<br />
<br />
<a href="http://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SrKFr4bc7gI/AAAAAAAAATE/tZmnSMdO640/s1600-h/arichulegui.JPG"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5382511493589560834" src="https://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SrKFr4bc7gI/AAAAAAAAATE/tZmnSMdO640/s320/arichulegui.JPG" style="height: 190px; width: 253px;" /></a><span style="font-size: 85%;"> </span><a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SrP9qvTaPwI/AAAAAAAAATk/qQ9QyP1YUKE/s1600-h/arichulegui-placa.JPG"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5382924890332086018" src="https://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SrP9qvTaPwI/AAAAAAAAATk/qQ9QyP1YUKE/s320/arichulegui-placa.JPG" style="height: 189px; width: 252px;" /></a> <span style="font-size: 85%;"><br />
<span style="font-size: x-small;">Vista parcial de Arichulegui (Guipúzcoa) y placa colocada en la fachada de uno de sus caseríos. </span></span><span style="font-size: x-small;"> </span><br />
<span style="font-size: x-small;">"<span style="font-style: italic;">En una guerra como aquella, hacía falta, como centro de aprovisionamiento y lugar de repliegue, un grupo de caseríos escondidos en el corazón de la montaña, adonde sólo llegan los buitres. Así lo comprendió más tarde Santa Cruz, cuando eligió Arichulegui [...] Arichulegui no puede decirse que sea un pueblo. A unos ocho kilómetros</span> [de Oyarzun]<span style="font-style: italic;">, en los flancos de una abrupta montaña, hay un grupo de cavernas y de agujeros de mina abandonados, y al pie, unos cuantos caseríos esparcidos</span>". (Gaétan Bernoville, "<span style="font-style: italic;">La Cruz sangrienta. Historia del cura Santa Cruz</span>"). </span><br />
<br />
<a href="http://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/TJtl6akhSVI/AAAAAAAAAow/LbJsjeZ9STg/s1600/Amadeo.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5520117822511991122" src="https://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/TJtl6akhSVI/AAAAAAAAAow/LbJsjeZ9STg/s320/Amadeo.jpg" style="cursor: pointer; height: 190px; width: 526px;" /></a> <span style="font-size: 85%;"><br />
<span style="font-size: x-small;">Amadeo de Saboya renuncia a la Corona de España y proclamación de la 1ª República</span></span><br />
<br />
Esos cincuenta hombres pronto se multiplicarían hasta alcanzar los quinientos (26), número que habría de mantenerse relativamente estable durante el resto de la vida de la Partida. Ese incremento en los efectivos de Santa Cruz fue directamente proporcional al auge que experimentaron las armas carlistas por los sucesos que estaban aconteciendo en Madrid: la abdicación de Amadeo de Saboya el 11 de febrero de 1873 y el advenimiento de la 1ª República fueron los detonantes para que muchos patriotas quisiesen abrazar una causa que defendía el Altar y el Trono, engrosando así las filas de los partidarios de Don Carlos. El propio Saboya escribió en estos términos los motivos de su abdicación, en los cuales se encuentra en primer lugar la lucha sostenida por los carlistas que lo combatían al grito de "<span style="font-style: italic;">Religión y Fueros. Viva España y Abajo el Extranjero</span>" (27): “<span style="font-style: italic;">Dos años largos ha que ciño la corona de España, y la España vive en constante lucha, viendo cada día más lejana la era de paz y de ventura que tan ardientemente anhelo. Si fueran extranjeros los enemigos de su dicha, entonces, al frente de estos soldados tan valientes como sufridos, sería el primero en combatirlos; pero todos los que con la espada, con la pluma, con la palabra agravan y perpetúan los males de la nación son españoles; todos invocan el dulce nombre de la patria; todos pelean y se agitan por su bien, y entre el fragor del combate, entre el confuso, atronador y contradictorio clamor de los partidos, entre tantas y tan opuestas manifestaciones de la opinión pública, es imposible afirmar cuál es la verdadera, y más imposible todavía hallar remedio para tamaños males. Los he buscado ávidamente dentro de la ley y no lo he hallado. Fuera de la ley no ha de buscarlo quien ha prometido observarla</span>”.<br />
<br />
<br />
<a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SyLIexayWxI/AAAAAAAAAeE/TtLtS3KZzBw/s1600-h/BANDO1.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5414110133040077586" src="https://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SyLIexayWxI/AAAAAAAAAeE/TtLtS3KZzBw/s320/BANDO1.jpg" style="cursor: pointer; height: 255px; width: 160px;" /></a> <a href="http://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SyLIyt1lKRI/AAAAAAAAAeM/KRGX5jv06LY/s1600-h/BANDO2.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5414110475676100882" src="https://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SyLIyt1lKRI/AAAAAAAAAeM/KRGX5jv06LY/s320/BANDO2.jpg" style="cursor: pointer; height: 257px; width: 165px;" /></a><br />
<span style="font-size: x-small;">Bandos oficiales del Ayuntamiento de San Sebastián.</span><span style="font-size: x-small;"> En el primero, la autoridad liberal anuncia gozosa la inminente visita de Amadeo de Saboya, pidiendo a la ciudadanía recibirlo y saludarlo "<span style="font-style: italic;">con dignidad</span>" y "<span style="font-style: italic;">entusiasmo</span>", mientras que el segundo informa la proclamación de la I República Española. Entre ambas comunicaciones sólo median 6 meses. </span><br />
<br />
Lo cierto es que en ese año de 1873 la República mantendría tres frentes abiertos que la iba a debilitar grandemente: la guerra contra los carlistas, la cantonal y la de Cuba que persistía desde el "Grito de Yara" de 1868. Los primeros, conscientes de ello, pensaban que la coyuntura era favorable para sus intereses.<br />
A partir este momento iba el cabecilla al frente de su batallón a poner en práctica las ordenes dadas por su Rey hasta sus últimas consecuencias: "<span style="font-style: italic;">Mi grito de guerra es y será siempre ¡adelante! pero esta palabra no significa dar batallas</span> <span style="font-style: italic;">y empezar la lucha, como si tuviéramos los elementos necesarios; no; nuestro deber es organizarnos, fraccionar y esparcir las fuerzas, sin encuentros inútiles é inciertos; en una palabra, imitando a los valientes y entendidos catalanes, sostenernos siempre, é ir formándonos para el día en que la guerra pueda adquirir un carácter violento y empeñado </span>[...] <span style="font-style: italic;">Entre tanto, no debe descuidarse un punto el cortar los ferrocarriles é interrumpir los trenes, inutilizar las líneas y aparatos telegráficos, destruir la correspondencia oficial, apoderarse de los caudales y efectos públicos, poner, en fin, cuantas trabas y obstáculos se puedan á la acción del enemigo, cuidando muy particularmente de atraerse sus tropas</span>. <span style="font-style: italic;">Al mismo tiempo deben nuestros voluntarios á buscar recursos y contentarse con los que haya, animándolos con la entrada frecuente en pueblos amigos, y con las sorpresas y ventajas parciales. Resistir y luchar es nuestra divisa, según lo que más den de sí el país y los acontecimientos</span> [...] <span style="font-style: italic;">Quisiera y pido á Dios que el general <span style="font-size: 78%;"><<</span>No importa<span style="font-size: 78%;">>></span> presida nuestra empresa. Quisiera que todos los carlistas que van á entrar mañana, considerasen el Pirineo como una barrera de hierro inquebrantable, y olvidasen que hay un país que se llama Francia. Si sabemos quemar las naves y desplegar la tenacidaz heróica que distingue á España entre todas las naciones de nuestra raza, la victoria es segura</span>" (28). Estará por lo tanto muy equivocado quien acuse a Santa Cruz para desacreditarlo de
realizar la guerra de guerrillas en esta primera época de su vida militar. Se limitaba a cumplir órdenes superiores fielmente. <br />
Los oficiales de la Partida lo iban a ser los hombres de mayor confianza de D. Manuel. Así nombres como Sebastián Soroeta -que había levantado inicialmente su propia partida subordinándola después a la del cura-, Francisco Arbelaiz, Hilario de Zarauz, Cruz Ochoa, José Ignacio Ezcurrechea "Antuxe", José Ignacio Vicuña, Manuel Gabino Seín, José María Cincúnegui, Manuel Elola, Esteban Indart "el corneta de Lasala", Juan Egozcue, José María Iriarte, Miguel Antonio de Sein, Antón "estudiante de Lekuna", José Ramón Garmendia "estudiante de Lazcano", Francisco María Aramburu "Beltza", Hilario Berrondo, Albiztur de Oyarzun, "Caperochipi" de Zarauz y "Luxía" de Hernani serán recordados como los lugartenientes de Santa Cruz, así como su capellán, D. Valero Otegui, de Tolosa.<br />
<br />
<a href="http://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqecwXBR1hI/AAAAAAAAASE/EI4o5nfwAok/s1600-h/santacruzoleo.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5379440634544379410" src="https://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqecwXBR1hI/AAAAAAAAASE/EI4o5nfwAok/s320/santacruzoleo.jpg" style="cursor: pointer; height: 371px; width: 241px;" /></a> <span style="font-size: 85%;"><br />
<span style="font-size: x-small;">"</span><span style="font-size: x-small; font-style: italic;">El cura Santa Cruz</span><span style="font-size: x-small;">", lienzo de Elías Salaverría. Don Manuel jamás disparó ni hirió personalmente a nadie; su única arma era un largo y recio bastón con el que se ayudaba en sus largas marchas.</span> </span><br />
<br />
Durante este periodo se le asignó a Santa Cruz el cometido de “<span style="font-style: italic;">guardar la frontera desde Irún a Vera, y vigilar el camino de hierro del Norte de España hasta Beasáin: tuvo pues, con frecuencia que detener los trenes y levantar los raíles</span>” (29). Efectivamente, fue célebre el cura por sus sonados ataques a ferrocarriles, el primero de los cuales se produjo el 3 de diciembre a un convoy que creían transportaba oro que Amadeo sacaba del país. Frustradas sus ilusiones, permitieron por esta vez proseguir su camino al humilde mercancías.<br />
Se sucedieron escaramuzas más o menos sangrientas contra las fuerzas del comandante liberal Juan Arana en ese crudo invierno, y continuamente moviéndose entre Guipúzcoa y Navarra, Santa Cruz iba a protagonizar, de nuevo una memorable intervención que iba a contribuir a aumentar aún más su fama de guerrillero audaz: estando presa su hermana en Tolosa, y pesando sobre ella la amenaza de fusilamiento, el cura no dudó en bajar a la villa disfrazado de casero para capturar a un significado personaje liberal que tranquilamente descansaba en su casa. Una vez realizado el apresamiento fue realizado el canje de ambos con éxito (30).<br />
<br />
<a href="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SuzxFmJ6PJI/AAAAAAAAAZA/cBiUrvsjmEg/s1600-h/santa_cruz_foto.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5398955131754134674" src="https://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SuzxFmJ6PJI/AAAAAAAAAZA/cBiUrvsjmEg/s320/santa_cruz_foto.jpg" style="cursor: pointer; height: 306px; width: 187px;" /></a><a href="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SnORt4Lm8kI/AAAAAAAAAPI/-JdUtLbHdyA/s1600-h/LITOGRAFIA.jpg"> <img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5364791798489608770" src="https://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SnORt4Lm8kI/AAAAAAAAAPI/-JdUtLbHdyA/s320/LITOGRAFIA.jpg" style="cursor: pointer; height: 307px; width: 218px;" /></a><span style="font-size: 85%;"> </span><span style="font-size: 85%;"><br />
<span style="font-size: x-small;">Fotografía tomada por L. Kornarzewski y </span></span><span style="font-size: x-small;">litografía realizada por J. Cluzeau. </span><br />
<span style="font-size: x-small;">"</span><span style="font-size: x-small; font-style: italic;">Santa Cruz era el único que pudo haber dado a la campaña la violencia que convenía. Tenía temperamento, agudeza, personalidad de militar. Con sus mozos no pasó de ser un guerrillero temible; pero al frente de la tropa hubiera sido un excelente militar. Se miente mucho a cuenta de Santa Cruz. Se le imputan muchos crímenes que no cometió, y que si cometió pueden ser nombrados de otra manera: acciones de guerra. Ágil, agudo, buen conocedor del terreno que pisaba, con colaboradores en todos los caseríos, gracias a su prestigio, pudo salir con bien de la campaña. Era de ver el entusiasmo que sus andanzas nos comunicaba a todos. Lizárraga no podía jactarse de la mitad". </span><span style="font-size: x-small;">(Opinión sobre Santa Cruz del también cura don Marcelo, escrito por Julián Zugazagoitia</span><span style="font-size: x-small; font-style: italic;">, </span><span style="font-size: x-small;">"<span style="font-style: italic;">El Asalto</span>"). </span><br />
<br />
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-gh8uVh7D30Y/TXjKvwprAuI/AAAAAAAAAtw/yGwpoznsq4U/s1600/iturrioz.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5582434659988079330" src="https://1.bp.blogspot.com/-gh8uVh7D30Y/TXjKvwprAuI/AAAAAAAAAtw/yGwpoznsq4U/s320/iturrioz.jpg" style="cursor: pointer; height: 249px; width: 204px;" /></a><br />
<span style="font-size: x-small;">"<span style="font-style: italic;">Santa Cruz</span>", óleo debido a los pinceles de Gaspar Montes Iturrioz. </span><br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-ntdLDe8Yhgw/UWLlgHE_FdI/AAAAAAAAAH4/miLjxPRgDTA/s1600/baston_editado-1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="45" src="https://3.bp.blogspot.com/-ntdLDe8Yhgw/UWLlgHE_FdI/AAAAAAAAAH4/miLjxPRgDTA/s400/baston_editado-1.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Bastón de madera atribuido al cura Santa Cruz, propiedad hoy del Partido Carlista. </td></tr>
</tbody></table>
<br />
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<br />
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<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
El 12 de enero de 1873 se iba a producir un punto de inflexión en la carrera militar de Santa Cruz, granjeándose definitivamente la más severa enemistad por parte de los gubernamentales: “<span style="font-style: italic;">se presentó en Aizarna, término de Cestona, con 50 hombres no todos armados, exigiendo con amenazas 100 raciones de pan, carne y vino, y dinero; se las llevaron y otros varios efectos, y 2.000 reales en metálico, dirigiéndose hacia la parte de Itumeta, después á Anoeta, se apoderó del alcalde don Rafael Francisco Olamendi, lo sacaron maniatado fuera del pueblo, y sin auxilios espirituales lo fusilaron</span>” (31). El propio Santa Cruz justifica en estos términos el fusilamiento del alcalde Olamendi, alias “Jacas”: “<span style="font-style: italic;">¿Qué había de hacer yo con aquel espía, a quien llamaban Jacas, hombre astuto y que, como decían, valía por todo un regimiento? Le prendí en Anoeta, a media hora de Tolosa; allí, muy cerca, en Irura, había fuerzas liberales. Yo no tenía ánimo de fusilarle; pero él, con la intención de dar tiempo a que acudieran sus amigos, todo era exclamar en voz muy alta: "Santa Cruz!!! Santa Cruz!!! Por tres veces le intimé que se callara y que echara a andar; y las tres veces desobedeció mi orden; entonces mandé hacer fuego contra él. En cambio, los liberales acudieron enseguida ¿por qué habían de hacerlo prisionero y asesinarle a bayonetazos al párroco de Anoeta, que asistió a Jacas en sus últimos momentos?</span>” (32). En represalia, y como hemos visto, los liberales dieron cruel muerte al párroco de la localidad (33). Santa Cruz no tardó mucho en vengar la muerte del cura de Anoeta: capturó a dos milicianos nacionales que bebían en una taberna situada en las afueras de Tolosa, los desarmó y sacándolos fuera de la tasca dio orden de ejecutarlos. A consecuencia de estos acontecimientos el diputado liberal Manuel Aguirre ofreció dos días después la suma de 10.000 pesetas por la cabeza de Santa Cruz (34), cantidad que fue doblada el día 24 del mismo mes por el general carlista Antonio Lizárraga, a cambio de la de Aguirre, sin duda en agradecimiento por la victoria que el cura había obtenido el 19 sobre las fuerzas del coronel Osta en San Esteban de Ursúbil (35). Los santacrucistas habían de sumarse poco después otro éxito, esta vez al rechazar el ataque liberal de las tropas del general González sobre la población de Iturrioz. “<span style="font-style: italic;">La acción de Iturrioz aumentó el prestigio de Santa Cruz y favoreció mucho al partido. Era un orgullo para los carlistas, todavía resentidos por la derrota de Oroquieta, el que una sola de sus partidas pudiese sostener con ventaja un combate encarnizado contra poderosas fuerzas del ejército</span>” (36).<br />
<br />
<a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sieh0vwC9HI/AAAAAAAAAJA/ATaWTnPQqhw/s1600-h/GRABADOSANTACRUZ.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5343417410441639026" src="https://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sieh0vwC9HI/AAAAAAAAAJA/ATaWTnPQqhw/s320/GRABADOSANTACRUZ.jpg" style="cursor: pointer; height: 256px; width: 234px;" /></a> <span style="font-size: 85%;"><br />
<span style="font-size: x-small;">Don Manuel capitaneando a sus voluntarios. </span></span><br />
<span style="font-size: 85%;"><span style="font-size: x-small;">"</span><span style="font-size: x-small; font-style: italic;">Es indudable que tenía grandes defectos, pero en la guerra de la Independencia su nombre hubiera quedado indeleble al lado de los más famosos. Santa Cruz no hubiera servido tampoco para subordinado de Zumalacárregui, porque no sabía atemperarse a la vida militar. Pero ahora la guerra no era ya de guerrillas y sí de ejércitos organizados, uno de ellos el carlista con el Rey a su cabeza". </span><span style="font-size: x-small;">(Melchor Ferrer, "</span><span style="font-size: x-small; font-style: italic;">Historia del Tradicionalismo Español</span><span style="font-size: x-small;">").</span></span><br />
<span style="font-size: 85%;"><br />
</span><a href="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/TVJlLfHnpeI/AAAAAAAAAsI/Lw11B6vrDew/s1600/cura%2Bsanta%2Bcruz%2Ba%2Bcaballo.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5571626937017148898" src="https://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/TVJlLfHnpeI/AAAAAAAAAsI/Lw11B6vrDew/s320/cura%2Bsanta%2Bcruz%2Ba%2Bcaballo.jpg" style="cursor: pointer; height: 298px; width: 236px;" /></a> <span style="font-size: 85%;"><span style="font-style: italic;"><br />
<span style="font-size: x-small;">"Le curé Santa Cruz et un aide de camp à cheval"</span></span><span style="font-size: x-small;">, autor anónimo francés.</span></span><br />
<span style="font-size: x-small;">"<span style="font-style: italic;">Se publicó alguna que otra hagiografía en la cual el cura guerrillero era considerado como un paladín antiguo, extraviado en un siglo positivo, que en otros tiempos mejores hubiera combatido, ni más ni menos, al lado del Cid Campeador</span>. [...] <span style="font-style: italic;">El cura Santa Cruz fue indudablemente un personaje muy polémico. Terriblemente vilipendiado por unos, fue igualmente alabado por otros hasta tal punto que alguien no vaciló en calificarle de <<Quijote vasco>></span>". (Vicente Garmendia, "<span style="font-style: italic;">Memorias levemente apócrifas del cura Santa Cruz</span>").</span><br />
<br />
Se hallaba el cura-guerrillero el 29 de enero con su gente en Zarauz, acaparando dinero y avituallamiento, obtenidos los cuales, y tras ordenar apalear a algunos contrarios, abandonó la villa, perseguido por el general Primo de Rivera, en dirección a Aya, con el propósito de atacar los próximos días este municipio situado al suroeste de San Sebastián. “<span style="font-style: italic;">Quería Santa Cruz tener en este pueblo un punto seguro donde las partidas pudiesen descansar, recobrar las fuerzas perdidas, proveerse de víveres y municiones, y adiestrarse en el manejo de armas</span>” (37).<br />
Para el ataque de Aya había obtenido Santa Cruz la promesa de apoyo y colaboración del general Lizárraga (38). Al efectuarse finalmente el asalto a la población, la ayuda prometida jamás se materializó, dejándolo solo en su embestida so pretexto de carecer de municiones, y tomando Lizárraga camino contrario a Aya se alejó del frente abierto por el cura, abandonándolo a su suerte. El combate se saldó con un estrepitoso desastre: medio millar de voluntarios de la Partida fueron hechos prisioneros (39). Santa Cruz, consciente de la perfidia perpetrada por su superior más inmediato dio orden de retirada, replegándose e internándose de nuevo en su más seguro refugio: los montes guipuzcoanos. Este episodio tuvo un importante efecto para la historia de la Partida: hizo que su comandante recelase ulteriormente del alto mando carlista, considerándolos traidores a la causa encarnada por Don Carlos VII, confiando en lo sucesivo únicamente en sí mismo a la hora de acometer nuevas acciones. Esta actitud que se iba pronto a concretar en una nueva forma de combatir, por su cuenta y “sin cuartel” le iba a traer implícito el odio enquistado de Lizárraga quien, tras persuadir a Dorregaray y al marqués de Valdespina, no descansaría hasta obtener, en un futuro, la proscripción del cura por parte del monarca carlista. Mientras unos veían en el cabecilla a un inicuo fanático, Don Manuel estaba convencido de su misión providencial: se debía salvar ante todo a la Religión de su amenaza, que no era otra que el liberalismo, sectario patrocinador de la descristianización en lo político y hostil a los seculares fueros y tradiciones que hundían sus raíces en Vascongadas y Navarra. La guerra había de sostenerse con las acciones guerrilleras de gran agilidad proyectadas por comandantes conocedores del terreno. A juicio del cura, muchos de los generales de Don Carlos no valían sino para lucir sus fajines y bandas en salones y antecámaras cortesanas, pero estériles para hacer la guerra (40).<br />
<br />
<a href="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SrKJAHSMgPI/AAAAAAAAATM/QP4pWkbuK_M/s1600-h/DEVA.JPG"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5382515139709534450" src="https://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SrKJAHSMgPI/AAAAAAAAATM/QP4pWkbuK_M/s320/DEVA.JPG" style="cursor: pointer; height: 219px; width: 162px;" /></a> <span style="font-size: 85%;"><br />
<span style="font-size: x-small;">Iglesia de Deva. </span></span><br />
<span style="font-size: x-small;">"<span style="font-style: italic;">Las enormes cerraduras de las puertas de la iglesia, reforzadas con cadenas, impedían el acceso a la nave. Santa Cruz hizo traer enseguida unos barriles de petróleo y exclamó en alta voz: <<Entréguenme inmediatamente todas las armas y municiones. Si así lo hacen no haré daño a nadie y la guarnición quedará libre. En caso contrario, lo arrasaré todo a sangre y fuego. Tienen diez minutos de tiempo para decidir>>. Las amenazas de Santa Cruz jamás fueron letra muerta. Un conciliábulo tuvo lugar en el interior de la iglesia. Fue breve. De pronto se abrieron las puertas de la iglesia y la guarnición salió con las armas en bandolera. Santa Cruz los alineó en la plaza, y fue metódicamente despojándoles de su armamento</span>". (Gaétan Bernoville, "<span style="font-style: italic;">La Cruz sangrienta. Historia del cura Santa Cruz</span>"). </span><br />
<br />
Después del desastre de Aya, cuando todos creían derrotado a Santa Cruz, éste rehízo su batallón (41). Sorpresivamente ocupó Deva y tras desarmar a su guarnición que se había refugiado en la iglesia -la cual prometió incendiar con petróleo si no se rendían-, obtuvo “<span style="font-style: italic;">43 fusiles remingtons, correajes, trece cajones de cartuchos, una espada-sable, etc</span>” (42), dirigiéndose a continuación a Motrico, plaza que no pudo asaltar debido a la fuerte resistencia ofrecida por sus defensores. Embriagado del éxito obtenido en Deva se determinó a ocupar Oñate. Titulándose Santa Cruz como "<span style="font-style: italic;">Comandante del Batallón del distrito de Vergara</span>", firmó el 20 de febrero una carta articulada en nueve puntos al jefe de los Voluntarios de la Libertad de Oñate en la que exigía la rendición de la plaza para evitar así un inútil derramamiento de sangre:<br />
"<span style="font-style: italic;">Ejército Real del Norte.</span> <span style="font-style: italic;"><br />
Para el mejor servicio del Rey Nuestro Señor Don Carlos 7º (q.D.g.) he creido conveniente antes de pasar a vías de guerra y medidas de rigor, usar primero de benignidad para aquellos de nuestros hermanos que con demasiada ligereza y tal vez en contra de sus convicciones, han empuñado las armas para oponerse a una causa tres veces Santa, por lo que, facultado por quien puede he formulado el adjunto articulado, que le remito, concediendo perdón a todos los extraviados que llenen cumplidamente cuanto en él se previene, y espero de su sensatez que, dejando a un lado las soñadas ilusiones que jamás pueden realizarse, contribuir a evitar el inutil derramamiento de sangre, y hacer que las fuerzas de su mando y las demás destacadas en ese punto me entreguen las armas en el término indicado en el mismo, advirtiéndole que en caso de una resistencia que no la espero, me sobran recursos de toda clase para reducirle a la obediencia por medio de la fuerza, y entonces no respondo de lo que pudiera suceder.</span> <span style="font-style: italic;">Dios guarde a V. muchos años. Campo del Honor 20 de Febrero de 1873.</span><br />
<span style="font-style: italic;">El Comandante del Batallón del distrito de Vergara.</span> <span style="font-style: italic;">Señor Jefe de los Voluntarios de la Libertad de Oñate.</span><br />
<span style="font-style: italic;">Articulado.</span> <span style="font-style: italic;"><br />
D. Manuel Santa Cruz, Comandante del Batallón del distrito de Vergara, vengo a disponer lo siguiente:</span> <span style="font-style: italic;"><br />
Artº. 1º. Concedo indulto a todos los voluntarios de la libertad de este distrito, sin excepción de clases, que se presenten con las armas en la mano en el término de dos horas, contadas desde las diez horas de esta noche.</span> <span style="font-style: italic;"><br />
2º. Se extiende este mi indulto al cuerpo de Miqueletes, Guardia Civil y Carabineros, bajo las mismas condiciones, quedando en utilizar sus servicios si voluntariamente quisieran prestando en defensa del Rey Nuestro Señor D. Carlos 7º (q. D. g).</span> <span style="font-style: italic;"><br />
3º. Todo individuo de la clase de tropa recibirá su licencia absoluta en el caso de llenar las antedichas prescripciones, quedando a su arbitrio prestar o no servicios a S.M. y entonces recibirá una buena recompensa.</span> <span style="font-style: italic;"><br />
4º. Los individuos de guerra armada que, despreciando este perdón, hiciesen resistencia, seran pasados por las armas donde y como quiera que fuesen habidos, y además confiscados sus bienes.</span> <span style="font-style: italic;"><br />
5º. Se prohibe la circulación de toda clase de correspondencia y todo conductor, sea voluntario o forzoso que la dirija valiéndose de cualquier medio, será pasado por las armas, tan pronto como fuera probado el hecho.</span> <span style="font-style: italic;"><br />
6º. Esta misma pena se impone a todo espía o confidente del enemigo que fuere habido.</span> <span style="font-style: italic;"><br />
7º. Asimismo será pasado por las armas todo operario que trabaje en las obras de fortificación y defensa dentro del recinto del pueblo, aunque sea por mandato de la autoridad.</span> <span style="font-style: italic;"><br />
8º. Toda autoridad que cometa alguna coacción con personas que voluntariamente quieran servir a la Santa causa de Dios, Patria y Rey, sufrirá irremisiblemente la última pena y confiscación de todos sus bienes.</span> <span style="font-style: italic;"><br />
9º. Los alcaldes que, recibiendo el presente Bando lo pondrán en conocimiento de cada uno de los Señores Jefes de las fuerzas destacadas en su pueblo, los cuales, a su vez, enterarán a sus subordinados, bajo pena de la vida, siendo además obligación de los primeros colocarlo en los sitios públicos de costumbre.</span> <span style="font-style: italic;"><br />
Campo del Honor. Marzo de 1873 = Manuel Santa Cruz</span>" (43).<br />
La contestación del Jefe de los Voluntarios de la Libertad, Felipe Dugiols, no se hizo esperar y en un tono un tanto procaz le respondió lo siguiente, no sin antes extrañarse que la carta a él dirigida estuviese fechada en "marzo" cuando los hechos ocurrieron en febrero:<br />
"<span style="font-style: italic;">En vista de su oficio sin firma y articulado con fecha de Marzo, debo decirle que en lugar de ocuparse en la clase de vida poco honrosa que lleva desde hace tiempo, debía retirarse a ejercer lo que su institución le ordena. Si así lo hace, le agradeceríamos los ciudadanos de la España Republicana. Déjese pues de baladronadas, y sea lo que debe ser un hombre de su clase si es que alguna vez ha leído los Evangelios y quiere seguir el camino marcado por Jesús el de Nazaret.</span> <span style="font-style: italic;"><br />
Salud y República. Oñate 22 de Febrero de 1873 = Felipe Dugiols = Ciudadano Manuel Santa Cruz</span>" (43-a).<br />
En esta ocasión tampoco vería Santa Cruz coronada por el éxito su empresa debido a la firme determinación de los defensores oñatiarras de no ceder ante las amanazas del jefe carlista.<br />
<br />
<a href="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SgHb224AVHI/AAAAAAAAAAk/caD3gZBWnzQ/s1600-h/CARLOSREY.JPG"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5332785169273214066" src="https://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SgHb224AVHI/AAAAAAAAAAk/caD3gZBWnzQ/s320/CARLOSREY.JPG" style="cursor: pointer; height: 246px; width: 222px;" /></a> <span style="font-size: 85%;"></span><a href="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SsU3MD3BtII/AAAAAAAAAW4/Gm-TrX6wEZg/s1600-h/firmareal.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5387773209552729218" src="https://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SsU3MD3BtII/AAAAAAAAAW4/Gm-TrX6wEZg/s320/firmareal.jpg" style="height: 116px; width: 250px;" /></a><br />
<span style="font-size: x-small;">El Rey Don Carlos VII; su firma. </span><span style="font-size: 85%;"><span style="font-size: x-small;"><br />
"</span><span style="font-size: x-small; font-style: italic;">Tanto los carlistas como Santa Cruz, amaban a su Rey porque era partidario de la Religión y los Fueros. Don Carlos se valió de los vascos para intentar coronarse Rey y los vascos confiaron en él para conservar los Fueros; ambos quedaron defraudados. Don Carlos juró mantener los Fueros en Guernica y en Villafranca. Ningún otro Rey hizo lo propio en años ni en siglos. ¿No era ya motivo por ello de ponerse a su lado? Al principio el Rey obró buenamente, aunque luego mudó su quehacer, desde que siguió los consejos de personas de su confianza y no hizo nada adecuado. Entonces se desengañó Santa Cruz y los buenos carlistas también, pero siguieron con sus ideas. Santa Cruz, después de la guerra, desde América escribía que lloraba al pensar cuánta hermosura se ha perdido". </span><span style="font-size: x-small;">(Fermín Muñoz Echabeguren, "</span><span style="font-size: x-small; font-style: italic;">Anales de la Segunda Guerra Carlista en San Sebastián"</span><span style="font-size: x-small;">).</span> </span><br />
<br />
Como vimos antes, la proclamación de la 1ª República Española atrajo renovadas simpatías hacia el carlismo, al declararse íntimamente monárquico, que se materializaron en nuevas incorporaciones de voluntarios a sus filas. Por ello y temeroso el gobierno de Madrid del auge del movimiento, aumentó el número de delatores que informasen de lo que en territorio carlista aconteciese para así combatir con un mayor grado de eficacia a un enemigo en ocasiones, y el caso de Santa Cruz era paradigmático, sumamente escurridizo, máxime cuando la abrupta geografía de su teatro de operaciones tan eficazmente lo amparaba. “<span style="font-style: italic;">Nunca podían considerarse como seguros</span> [los liberales], <span style="font-style: italic;">ni por las noches, que el guerrillero las pasaba en vela, ni en los días de tempestad, que eran los preferidos para sus golpes de mano. La vida de los pobres carabineros era una desesperación; jamás tenían un momento de reposo; siempre era necesario estar con el arma al brazo y el oído atento. ¡Ah!, si fuese como Lizárraga o Dorregaray no les daría cuidado. A éstos se les veía venir, con sus avanzadas, sus gastadores, sus furgones y sus carros de aprovisionamiento. Pero con Santa Cruz y su gente era la cosa muy distinta. Cuando menos se les esperaba, caían encima, rápidos, flexibles e implacables. ¡Guerra extenuadora aquélla, en que la sorpresa era la ley!</span>" (44).<br />
<br />
<a href="http://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SteOd3tXIII/AAAAAAAAAXI/VTevDOH-nok/s1600-h/espia.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5392935722621018242" src="https://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SteOd3tXIII/AAAAAAAAAXI/VTevDOH-nok/s320/espia.jpg" style="cursor: pointer; height: 196px; width: 294px;" /></a> <span style="font-size: 85%;"><br />
<span style="font-size: x-small;">Carlistas combatiendo el espionaje. </span></span><br />
<br />
Santa Cruz era plenamente consciente del peligro que representaban los espías (45), por considerarlos aún más peligrosos que las tropas armadas del ejército regular, por lo cual, y sumado el importante premio ofrecido por Aguirre a cambio de su cabeza que podía atraer cazarrecompensas, dedicó grandes esfuerzos a combatirlos despiadadamente. El caso del alcalde “Jacas” no fue un hecho aislado ni mucho menos. Fueron numerosos los fusilados acusados de espionaje, los más renombrados fueron el de un personaje que presentándose en Arichulegui para conferenciar con Santa Cruz, se hizo pasar por sacerdote. El suspicaz Don Manuel le formuló varias preguntas en latín, a las que no supo contestar el fingido clérigo por no haberlas comprendido el desgraciado. También fue pasada por las armas una mujer en Arechavaleta que se dedicaba a pasar correos ocultos en hogazas de pan (46).<br />
Debido a la profunda desconfianza que el cura sentía por la jerarquía carlista, desde la acción de Aya, prosiguió sin aceptar órdenes superiores su peculiar forma de combatir en forma de golpes de guerrilla, que tan buenos frutos siempre le habían dado. Y para combatir era necesario disponer de recursos, por lo que el cabecilla guipuzcoano no tuvo ningún reparo a la hora de firmar notificaciones oficiales del ejército carlista (47) para recabar peculio y exacciones en las poblaciones civiles, prohibiendo la circulación de personas por toda Guipúzcoa sin un salvoconducto rubricado por él, y de apoderarse de todo correo que no llevase sello o franquicia de Carlos VII, privilegios todos ellos que le estaban vedados, exasperando nuevamente a la cúpula militar, hasta el extremo que el mismo Don Carlos, alarmado, escribiese a Dorregaray: “<span style="font-style: italic;">He leído en los periódicos un manifiesto de Santa Cruz prometiendo la absolución amplia y completa a todos los que acudan a alistarse en su partido. Ignoro si el hecho es cierto, y no sé las razones que han podido motivarlo. Pero en todo caso desapruebo completamente que un simple comandante de batallón dé manifiestos de esa importancia, que no pueden refrendarse sino por la competencia del general en jefe o del comandante general de la provincia, con la aprobación de aquél</span>” (48).<br />
Lizárraga firmó el 1 de marzo una orden dirigida al cura en la que le exoneraba del mando y enérgicamente le emplazaba a que prontamente se presentase ante una autoridad militar para ser arrestado. En caso de vulnerarse, la orden era taxativa: “<span style="font-style: italic;">ser oído en consejo verbal y justificada su desobediencia, sólo se les conceda dos horas de tiempo para que puedan morir cristianamente, pasados por las armas</span>” (49). Por descontado, el taimado sacerdote hizo caso omiso del imperativo mandato.<br />
<br />
<a href="http://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SgHc_Cqo0tI/AAAAAAAAAAs/7QVzSPXrCSs/s1600-h/LIZARRAGA.htm"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5332786409388954322" src="https://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SgHc_Cqo0tI/AAAAAAAAAAs/7QVzSPXrCSs/s320/LIZARRAGA.htm" style="cursor: pointer; height: 206px; width: 173px;" /></a> <span style="font-size: 85%;"></span><a href="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SsR6EobMwSI/AAAAAAAAAWY/WWYSDdUDdxQ/s1600-h/firmalizarraga.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5387565274231521570" src="https://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SsR6EobMwSI/AAAAAAAAAWY/WWYSDdUDdxQ/s320/firmalizarraga.jpg" style="height: 72px; width: 299px;" /></a><br />
<span style="font-size: x-small;">General Lizárraga; su firma. </span><span style="font-size: x-small; font-style: italic;"><br />
"Lizarraga y el cura no se entendían ni se avenían, a pesar de la piedad acendrada del nuevo General. Muchos decían que hubiera estado mejor el general de cura y el cura de general. Las relaciones entre ambos eran tan tirantes, que el cura jamás obedeció al general y obró siempre por su cuenta. Lizarraga quiso llegar a un acuerdo y se humilló hasta el extremo de ir a visitarle a su alojamiento en Lecumberri, pero no obtuvo resultado alguno, pues Santa Cruz puso tales condiciones para su sumisión, que el General no podía aceptarlas sin quedar desprestigiado. Entonces advino la ruptura definitiva". </span><span style="font-size: x-small;">(Román Oyarzun, "<span style="font-style: italic;">Historia del Carlismo</span>"). </span><br />
<br />
El sentimiento de mutuo aborrecimiento que sentían Lizárraga y Santa Cruz no iba sino que agrandarse día a día hasta convertirse en un grave asunto que comprometía el curso de la guerra en el Norte. Para solventar la cuestión, una persona que contaba con la confianza de ambos, el diputado general de Guipúzcoa Miguel Dorronsoro intentó reconciliarlos, sin éxito alguno, granjeándose a la larga la animadversión del cura, quién movido por rencor llegaría a atacar en un futuro la fábrica de municiones de Peñaplata, levantada por el bienintencionado diputado (50).<br />
Mientras tanto Santa Cruz, indiferente a las amenazas efectuadas por su superior, prosiguió en su particular manera de guerrear, atacando e inutilizando las vías férreas (51), arrancando los raíles (52), descarrilando trenes, continuamente hostigando y golpeando a los liberales, siempre al frente de los voluntarios que integraban su ya proscrita Partida. Enfrente tenía a las fuerzas del general Loma (53) y las del coronel Fontela (54) que le seguían a la zaga. Este último, al frente del Batallón de la Constitución castigó a las fuerzas santacrucistas entre Lesaca y Arechulegui, causando la muerte del lugarteniente de la Partida, Sebastián Soroeta (55).<br />
<br />
<a href="http://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SviWHedo95I/AAAAAAAAAZw/9fUbjAvpgEY/s1600-h/documento.gif"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5402232808211543954" src="https://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SviWHedo95I/AAAAAAAAAZw/9fUbjAvpgEY/s320/documento.gif" style="cursor: pointer; height: 247px; width: 161px;" /></a> <span style="font-size: 85%;"><br />
<span style="font-size: x-small;">Exposición del Ayuntamiento de Vitoria -5 de marzo de 1873-, al Presidente del Poder Ejecutívo de la 1ª República Española, Estanislao Figueras, donde se denuncian los excesos perpetrados por Santa Cruz mientras se solicita "justicia" para combatirlo. </span></span><span style="font-size: x-small;">"<span style="font-style: italic;">Para satisfacción del público, el Ayuntamiento ha acordado imprimir y circular la exposición, que por conducto de los Sres. Senadores y Diputados á Córtes de la Provincia ha elevado al Exmo. Sr. Presidente del Gobierno de la República, y dice así</span>: [...]<span style="font-style: italic;"> indignado ante el espectáculo de sangre y horrores</span>, <span style="font-style: italic;">que ofrecen los hechos inauditos que acaba de perpetrar el cabecilla Santa Cruz en la hermana provincia de Guipúzcoa, fusilando sin piedad, en medio de una población consternada, madres de familia </span>[hace referencia a la mujer espía fusilada en Arechavaleta]<span style="font-style: italic;">, sin consideración al llanto conmovedor de sus pobres é infelices huérfanos, y dictando bandos, cuya ferocidad espantára y aterraría en los tiempos de Atila, cuanto más en esta época de tolerancia y cultura, en la que aparecen como en un anacronismo inexplicable</span> [...]<span style="font-style: italic;"> Si á esto se agregan los incendios de las estaciones del ferro-carril consumados últimamente en las de la via de Tudela a Bilbao el cuadro no puede ser mas desgarrador, sublevando los mas dormidos sentimientos de honradez y humanidad</span> [...]</span><span style="font-size: x-small; font-style: italic;"> que llevando á los criminales al convencimiento de que el castigo de la ley ha de cumplirse inexorablemente, sin esperanza de indultos imposibles en una situacion, que reconoce como base esencial la inviolabilidad y la supremacía de aquella sobre todos los hombres y sobre todas las cosas; restituyan la tranquilidad á los buenos, que son los más y afiancen el órden y la seguridad en este pobre país, teatro de luchas bastardas, que son su verdadero suicidio. Justicia, Excmo. Señor, Justicia es la última y única garantía de todos los leales y honrados </span><span style="font-size: x-small;">[...]</span><span style="font-size: x-small; font-style: italic;">"</span><br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-fOyEze4HuM0/Xim_Yg9ugoI/AAAAAAAAAPk/v_vVnBofl584T9QT7WykBtrsZu6NnrqEgCNcBGAsYHQ/s1600/CURA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="428" data-original-width="272" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-fOyEze4HuM0/Xim_Yg9ugoI/AAAAAAAAAPk/v_vVnBofl584T9QT7WykBtrsZu6NnrqEgCNcBGAsYHQ/s400/CURA.jpg" width="253" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Cromo impreso en una caja de cerillas de la época</td></tr>
</tbody></table>
<br />
El 7 de marzo tuvo lugar un desfavorable encontronazo con la fuerza liberal formada por 500 hombres -entre los que se encontraban efectivos de Caballería del Regimiento Numancia-, en Peña de Aya, que desalojaron a los carlistas causándoles cuatro muertos, varios heridos, capturando además nueve armas, municiones y otros efectos de guerra (56). En Berástegui ordenó el cura dar una buena ración de palos a los concejales de su Ayuntamiento, acusándoles de traición, y a su teniente de alcalde, Andrés Alducín lo hizo fusilar en el cercano paraje de Beibatari (57).<br />
<br />
<a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Su4Q_ycCcqI/AAAAAAAAAZI/chuAcd8GfO0/s1600-h/alduncin.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5399271691320980130" src="https://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Su4Q_ycCcqI/AAAAAAAAAZI/chuAcd8GfO0/s320/alduncin.jpg" style="cursor: pointer; height: 201px; width: 128px;" /></a><br />
<span style="font-size: x-small;">Cenotafio dedicado a D. Andrés Alducín en el lugar donde fue fusilado, en cuya base puede leerse: "<span style="font-style: italic;">AQUI MURIO ANDRES ALDUCIN DIA 12 DE MARZO DE 1873 Q.E.P.D. LO IZO SU ERMANA ANA</span>". (Foto de Xabier Xabezón, www.leitzaran.net). </span><br />
<br />
No pasaría mucho tiempo hasta que también por mandato suyo diese orden de pasar por las armas a uno de sus propios oficiales, Juan Egozcue, alias “el Jabonero” por idéntico motivo (58). Muguerza, un querido amigo del cura fue asesinado por los liberales; decidido a vengar su muerte, Santa Cruz penetró junto a tres de sus hombres en Tolosa, y allí en plena población dio orden de disparar sobre dos nacionales que hacían guardia en el puente, resultando ambos muertos.<br />
<br />
<a href="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Src2tqenjMI/AAAAAAAAAUM/3kRmLp_qLnQ/s1600-h/TOLOSA.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5383832037669440706" src="https://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Src2tqenjMI/AAAAAAAAAUM/3kRmLp_qLnQ/s320/TOLOSA.jpg" style="cursor: pointer; height: 168px; width: 227px;" /></a> <span style="font-size: 85%;"><br />
<span style="font-size: x-small;">Tolosa: puente sobre el río Oria, en cuya cabecera fueron ejecutados dos milicianos nacionales por los hombres de la Partida, estando presente Santa Cruz. </span></span><span style="font-size: x-small;"> </span><br />
<span style="font-size: x-small;">"<span style="font-style: italic;">Él</span> [Santa Cruz]<span style="font-style: italic;"> con sus tres compañeros</span> ["Erretaittxiki", "Xabalo" y uno de Zarauz] <span style="font-style: italic;">salieron del paseo, y al dirigirse a la calle, en el otro extremo del puente vieron dos nacionales. El uno se hallaba de guardia y el otro conversaba con él tranquilamente, apoyado en la garita. </span><span style="font-style: italic;"><<</span><span style="font-style: italic;">Ahí teneis>> -dijo con naturalidad Santa Cruz- </span><span style="font-style: italic;"><<</span><span style="font-style: italic;">los nacionales que deben pagar la muerte de Muguerza</span><span style="font-style: italic;">>></span>". (Gaétan Bernoville, "<span style="font-style: italic;">La Cruz sangrienta. Historia del cura Santa Cruz</span>"). </span><br />
<br />
Por su parte los liberales como represalia capturaron a unos familiares y amigos del cura: su hermana Josefa Ignacia Santa Cruz (59), Francisco Antonio de Senosiain y Joaquín Elósegui. No se hizo esperar la respuesta del cura, con el apresamiento en Elduayen de cinco rehenes con los que presionar a las autoridades para obtener la libertad de sus deudos. Cuatro de estos lograron huir en una coyuntura favorable, pero el regidor de Elduayen fue fusilado sin contemplaciones. A continuación serían igualmente pasados por las armas Mateo Urtizberea "<span style="font-style: italic;">que dejó siete hijos</span>" y un pastor. También por estas fechas serían despojados de sus bienes dos sacerdotes de Astigarraga, incrementando de este modo los haberes de la Partida en nueve mil reales y dos relojes (60).<br />
A pesar de las tormentosas relaciones que el cura mantenía con el alto mando, esto es con Lizárraga, Dorregaray -recién victorioso de la batalla de Eraul-, marqués de Valdespina y aún con el ministro de la Guerra, Joaquín de Elío, el propio Don Carlos VII, máxima e inapelable autoridad en el campo carlista, no se decidía a declararlo rebelde ni apartarle del mando de su Partida. Esta circunstancia, unida al favorable rumbo bélico que el cura supo imprimir siempre a su carrera, a sus inquebrantables adhesiones y el pavor y espanto que producía en todo el territorio sometido o dominado por él (61), no se veía su batallón reducido por deserciones, sino todo lo contrario: eran muchos los que aspiraban a ingresar en la Partida de la bandera negra, como así lo prueba la incorporación del respetado abogado navarro y ex-diputado a Cortes Cruz Ochoa (62).<br />
<br />
<a href="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SgLDAHwcnjI/AAAAAAAAACk/NAgtTf7ENrc/s1600-h/ENDARLAZA.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5333039315609755186" src="https://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SgLDAHwcnjI/AAAAAAAAACk/NAgtTf7ENrc/s320/ENDARLAZA.jpg" style="cursor: pointer; height: 243px; width: 181px;" /></a> <span style="font-size: 85%;"></span><a href="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sq1dLcBEfnI/AAAAAAAAASM/ijY79Bxbpxw/s1600-h/ENDERLAZA.JPG"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5381059580858236530" src="https://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sq1dLcBEfnI/AAAAAAAAASM/ijY79Bxbpxw/s320/ENDERLAZA.JPG" style="height: 242px; width: 203px;" /></a><br />
<span style="font-size: x-small;">Cuartel de Endarlaza y </span><span style="font-size: x-small;">Monumento a los caídos</span><br />
<span style="font-size: 85%;"><br />
</span>El nombre de Manuel Santa Cruz pertenece por derecho propio a la leyenda, aunque sea ésta cruenta. Fue amado por unos y denostado por otros que le acusan de cruel y sanguinario.<br />
En Endarlaza, sin duda, iba a dar pábulo a estos últimos. Allí, a los pies del río Bidasoa, teniendo enfrente a Francia, existía un cuartel de carabineros, dedicados a perseguir mayormente el contrabando, y del cual Santa Cruz, acompañado de unos doscientos voluntarios, decidió apoderarse el día 4 de junio de 1873. Para ello, y después de conminar a la guarnición compuesta por 39 hombres a rendirse y éstos negarse, emplazó su cañón “<span style="font-style: italic;">mediomundo</span>” (63) que comenzó a vomitar su fuego contra el muro frontal del edificio, causando importantes estragos: "<i>En Endarlaza, el herrero que manejaba el cañón hizo blanco al 3er. disparo; y habiendo retirado la pieza y desmontándola del macho, acertó esta 2ª vez al 17 disparo" </i>(64). Los defensores del cuartel al comprobar que la pared estaba a punto de ceder por efectos de la metralla, izaron una bandera blanca, que según el cura no era otra cosa que un “<span style="font-style: italic;">mantel lleno de manchas de vino</span>”. Aun así, Santa Cruz al verla ordenó un alto el fuego mientras mandaba a su lugarteniente Félix Caperochipi y algunos de sus muchachos acercarse hasta los sitiados para parlamentar y ofrecerles honrosa rendición. Estos al ver aproximarse a los santacrucistas, tan confiados, a unos 15 metros decidieron tirotearlos a traición, causando varias bajas entre los carlistas, entre los que se encontraba el popular "Chango" (65), un voluntario muy querido por todos en la Partida, lo que encendió la ira del cura.<br />
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-family: inherit;">Martín Azurmendi, miembro de la Partida y testigo
presencial de los hechos relata que “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">enardecidos
por su villanía, arreciamos el ataque y otra vez volvieron a pedir parlamento.
Entonces Santa Cruz gritó: <<No
hay que traerme delante ningún traidor>>. Y sacó la bandera negra.</i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 115%;"> Yo no sé por qué, pero ocurría siempre; en
cuanto el enemigo divisaba nuestra bandera, la desmoralización cundía por todas
partes. Lo mismo les sucedió a los carabineros; en cuanto la vieron ondear,
saltaron por las ventanas y se arrojaron al río”</span></i> </span>(66).</span> Conscientes del criminal engaño decidieron proseguir el cañoneo y “<span style="font-style: italic;">tomar a la fuerza la posición. Algunos carabineros se arrojaron al agua por las ventanas del lado de Francia, de los que tres se salvaron gracias a que se hallaban en la orilla francesa, y los otros dos fueron ultimados en el mismo río. Cayeron en poder de Santa Cruz unos 34 con el teniente, y fueron fusilados</span>” (67). Un testigo relata así la captura del grueso de los carabineros, aquellos que no se arrojaron previamente por las ventanas alcanzando el Bidasoa: “<span style="font-style: italic;">Presenciamos perfectamente como salieron por la puerta, 13 de ellos por debajo de un nogal, al cascajo del río, para atravesar en calzoncillos y a nado Francia; 18 restantes fueron detenidos a tiros y cogidos al salir del fuerte</span>” (68). Este relato estaría incompleto sin la narración que nos ofrece Pirala: "<span style="font-style: italic;">Había en el puente de Endarlaza, sobre el Bidasoa, una casa aspillerada guarnecida con 36 carabineros y el teniente García, que resistieron valientes algunas embestidas. El 4 de junio les atacó Santa Cruz con su cañón, y cuando después de defenderse seis horas los carabineros tenían seis muertos y casi agotadas las municiones, se les ofreció perdonarles la vida si se rendían; lo consultó el oficial con sus soldados, quienes al ver la inutilidad de prolongar la resistencia y sin esperanza de socorro, acordaron la rendición, no sin inspeccionar antes si se podría salvar la distancia que hay entre la casa hasta un punto vadeable del río; pero volvió diciendo que á menos de 100 metros estaban más de 500 carlistas, que matarían seguramente a cuantos intentaran correr aquella distancia. Algunos que intentaron salvarla, fueron víctima excepto unos cuatro ó cinco que corrieron bien. El teniente y 23 carabineros quedaron prisioneros y fueron poco á poco inhumanamente fusilados sin recibir los auxilios espirituales" </span>(69)<span style="font-style: italic;">. </span><br />
Una vez hechos prisioneros y previendo el fin que les aguardaba, el teniente y máxima autoridad de los carabineros Valentín García “<span style="font-style: italic;">se arrodilló a los pies de Santa Cruz y abrazándole las piernas le pedía piedad. El Cura por toda respuesta, mandó le mostraran la bandera que llevaba dibujados una calavera y el letrero de Guerra sin cuartel, a cuya vista desfalleció terriblemente el pobre</span>” (70) (71).<br />
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<br />
<br />
<a href="http://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Srtdlq1gJAI/AAAAAAAAAVI/C4WIWh2vSn0/s1600-h/comic1.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5385000681186796546" src="https://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Srtdlq1gJAI/AAAAAAAAAVI/C4WIWh2vSn0/s320/comic1.jpg" style="cursor: pointer; height: 170px; width: 196px;" /></a> <a href="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Srtd9tLJZYI/AAAAAAAAAVQ/swORet61_yE/s1600-h/comic2.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5385001094131312002" src="https://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Srtd9tLJZYI/AAAAAAAAAVQ/swORet61_yE/s320/comic2.jpg" style="cursor: pointer; height: 173px; width: 236px;" /></a> <span style="font-size: 85%;"><br />
<span style="font-size: x-small;">Episodio ocurrido en Endarlaza, visto en cómic. </span></span><span style="font-size: x-small;">"<span style="font-style: italic;">Gabai. La Historia de Nuestro Pueblo. El Cura santa Cruz</span>". </span><span style="font-size: x-small;">Guión Rafael Castellano </span><span style="font-size: x-small;">y dibujos por Stesó. Lur Argitaletxea S. A. </span><br />
<br />
Quiso Santa Cruz castigar severamente a los carabineros, no por su obstinada resistencia que sin duda valoraba, pero por su traicionero tiroteo cuando sacaron bandera blanca y que antes mencionamos. De no haber sido por esta perfidia es muy probable que hubiesen sido desalojados los defensores del fuerte con honores militares.<br />
Enseguida mandó el cura alinear a los reos en la carretera que conducía a Vera para ajusticiarlos, cuando por allí apareció el párroco de la cercana población francesa de Biriatou dispuesto a confesarlos lo cual le fue denegado por la premura de tiempo ya que debido al fragor del combate estarían sin duda advertidos los liberales y no tardarían en enviar una columna, y así dio orden de ejecutarlos sin ningún tipo de asistencia espiritual. Tanto Pirala como los testimonio anteriores no coinciden a la hora de enumerar los muertos, pero en su momento se encargó un pormenorizado informe oficial al comandante de Carabineros en el que los computa detallando las circunstancias exactas en las que encontraron la muerte: "<span style="font-style: italic;">El Comandante de Carabineros de Guipúzcoa en la 2ª Compañía, envía relación nominal de los individuos de esta Compañía que fueron muertos en el puente de Endarlaza el día 4 de Junio, en la forma que se expresa: 28 fusilados después de prisioneros.<br />
2 muertos en la lucha fuera del reducto.<br />
3 ahogados al pasar el río.<br />
1 muerto en la lucha dentro del fuerte.<br />
1 quemado en el fuerte después de herido.<br />
En total 35: 1 teniente, 2 sargentos, 2 cabos, un corneta y tropa. El Ayuntamiento de San Sebastián, para aliviar la situación de las familias de los 35 carabineros asesinados por los carlistas en Endarlaza, el día 4, abre una suscripción popular el día 11, encabezada por el Ayuntamiento" </span>(72)<span style="font-style: italic;">. </span><br />
Si la guarnición la componían 39 hombres y 35 oficialmente fallecieron, concluiremos que 4 fueron los sobrevivientes a la masacre que lograron huír arrojándose al Bidasoa. Como botín de guerra obtuvo la Partida entre otros pertrechos, 27 fusiles Remington y dos cajas de municiones. Existe hoy día un monumento en el lugar donde sucedieron los hechos, erigido en 1913, para honrar la memoria de los carabineros caídos, en el que figuran tanto sus nombres como empleos dentro del Cuerpo (73).<br />
<br />
<a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Smo0yBh5V1I/AAAAAAAAAO4/FjWuyNCfM6I/s1600-h/LA+FLACA_editado-1.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5362156340346705746" src="https://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Smo0yBh5V1I/AAAAAAAAAO4/FjWuyNCfM6I/s320/LA+FLACA_editado-1.jpg" style="cursor: pointer; height: 218px; width: 320px;" /></a><span style="font-size: 85%;"><br />
</span><span style="font-size: x-small;">"<span style="font-style: italic;">La Flaca</span>" - en su edición correspondiente al 18 de junio de 1873-, dedica a raíz de lo sucedido en Endarlaza la presente sátira en la que aparecen Santa Cruz y Dorregaray entreteniéndose jugando en el Norte a la "gallinita ciega" con el general liberal Nouvillas, mientras Savalls, Doña Mª de las Nieves y su marido el Infante Don Alfonso Carlos de Borbón hacen lo propio en Cataluña con el general García Velarde. </span><br />
<br />
El general liberal Nouvillas publicó como respuesta a este ataque una airada comunicación, en la que hacía directamente responsable a Elío de la barbarie: “<span style="font-style: italic;">Ejército de operaciones del Norte.=E.M.G.=Orden general del día 7 de junio de 1873, en Echarri-Aranaz.=El destacamento del puente de Endárlaza, compuesto de 39 carabineros, se ha dejado sorprender el día 30 del corriente. El oficial y 26 carabineros, rendidas las armas y prisioneros de guerra, han sido bárbaramente maltratados, y con aleve villanía pasados por las armas. Después de que ha tomado el mando de los bandidos de D. Carlos, su pretendido Ministro de la Guerra, titulado general D. Joaquín Elío, de esta manera inaugura su campaña. El desastroso fin de nuestros compañeros es el que os espera, si cometeis la torpeza de dejaros sorprender, con la cobardía de rendir las armas que la República os ha confiado para la defensa de la libertad. Han inaugurado la guerra a muerte; así lo quieren, así sea; ojo por ojo, diente por diente. La sangre de vuestros hermanos reclama más energía y más actividad que nunca, para acabar de una vez con esos vándalos. Que en nombre del altar y del trono llevan el pillaje y el exterminio, como enseña de sus propósitos de feroces instintos. Soldados: ya que vuestros enemigos huyen siempre de vuestras bayonetas, necesario es que redoblemos hoy nuestras marchas, para que no les quede ni aun el recurso de la fuga; nuevos esfuerzos espera, y no duda ni un momento los haréis con entusiasmo, al grito de ¡Viva la República!</span>" (74).<br />
<br />
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-yFJvmwOYX8Q/TWe-oKiPKMI/AAAAAAAAAtg/QymiNBOo1ZI/s1600/cura%2Bsanta%2Bcruz%2Bgato.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5577636260753647810" src="https://1.bp.blogspot.com/-yFJvmwOYX8Q/TWe-oKiPKMI/AAAAAAAAAtg/QymiNBOo1ZI/s320/cura%2Bsanta%2Bcruz%2Bgato.jpg" style="cursor: pointer; height: 208px; width: 275px;" /></a> <span style="font-size: 85%;"><br />
<span style="font-size: x-small;">Exagerada caricatura en la que representa a un Santa Cruz "</span><span style="font-size: x-small; font-style: italic;">bípedo de la raza felina, de la clase de los carniceros</span><span style="font-size: x-small;">"</span>. </span><br />
<br />
En cuanto Lizárraga tuvo noticias de lo de Endarlaza no pudo menos que exclamar que “<span style="font-style: italic;">era trabajar a favor del infierno</span>” eso de fusilar a prisioneros sin confesión, y su indignación aumentó aún más al informarse que Santa Cruz había ordenado en Echalar propinar 150 palos al teniente coronel carlista Juan José Amilibia (75), muy respetado por Lizárraga, acusándolo de “ojalatero” (76) y traidor por haber rendido sus fuerzas cuando el convenio de Amorebieta. También por esas fechas dispuso el cura que las prostitutas que se hallaren bajo su jurisdicción militar debían ser expulsadas de España, y si reincidieren, pasadas por las armas, y publicó un bando en el que a sí mismo se arrogaba de amplios poderes en cuestión de salvoconductos, circulación de mercancías, registros de aduanas y correspondencia postal.<br />
<br />
<a href="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SrJ4SBWAmuI/AAAAAAAAASU/wu54ZkBb69M/s1600-h/sello1.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5382496755654892258" src="https://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SrJ4SBWAmuI/AAAAAAAAASU/wu54ZkBb69M/s320/sello1.jpg" style="cursor: pointer; height: 122px; width: 97px;" /></a> <a href="http://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SrJ4Zwk4phI/AAAAAAAAASc/ZpdsPR7VU7g/s1600-h/sello2.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5382496888592836114" src="https://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SrJ4Zwk4phI/AAAAAAAAASc/ZpdsPR7VU7g/s320/sello2.jpg" style="cursor: pointer; height: 122px; width: 120px;" /></a> <a href="http://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SrJ447ewSPI/AAAAAAAAAS8/uOWH3Hfz38M/s1600-h/sello5.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5382497424095856882" src="https://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SrJ447ewSPI/AAAAAAAAAS8/uOWH3Hfz38M/s320/sello5.jpg" style="cursor: pointer; height: 122px; width: 115px;" /></a> <a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SrJ4xmnX0iI/AAAAAAAAAS0/y6x9i6DY6SU/s1600-h/sello4-5.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5382497298235773474" src="https://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SrJ4xmnX0iI/AAAAAAAAAS0/y6x9i6DY6SU/s320/sello4-5.jpg" style="cursor: pointer; height: 122px; width: 108px;" /></a> <a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SrJ4ramse6I/AAAAAAAAASs/y4oOx_wRNEo/s1600-h/sello4.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5382497191932492706" src="https://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SrJ4ramse6I/AAAAAAAAASs/y4oOx_wRNEo/s320/sello4.jpg" style="cursor: pointer; height: 121px; width: 104px;" /></a> <a href="http://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SrJ4hA-nn0I/AAAAAAAAASk/g3FaBDBOwok/s1600-h/sello3.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5382497013254823746" src="https://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SrJ4hA-nn0I/AAAAAAAAASk/g3FaBDBOwok/s320/sello3.jpg" style="cursor: pointer; height: 121px; width: 95px;" /></a> <span style="font-size: 85%;"><br />
<span style="font-size: x-small;">Sellos postales carlistas con la efigie de Don Carlos VII. </span></span><br />
<br />
Lizárraga, ya muy exacerbado y consciente que la prensa liberal se hacía eco y aún exageraba las acciones de Santa Cruz con el consiguiente descrédito para las armas carlistas a nivel incluso internacional (77), firmó el 8 de junio una proclama dirigida a los guipuzcoanos en la que le acusa de ser funesto para la causa y les exhorta a abandonarle: “<span style="font-style: italic;">Guipuzcoanos: ¿A qué habeis salido á campaña? ¿No habéis salido á defender la causa de la religión, de la patria y del rey legítimo, que es la de nuestros fueros?</span><span style="font-style: italic;"><br />
Pues mirad lo que hacéis sirviendo á las órdenes de don Manuel Santa Cruz, y os convencereis de que no defendéis tan sagrados objetos. </span><span style="font-size: 0pt;">[...]</span><span style="font-style: italic;"> Santa Cruz se atreve á proclamar en su bandera la guerra sin cuartel, y practica fusilando á los prisioneros que caen en sus manos.<span style="font-size: 100%;"><br />
</span></span><span style="font-size: 0pt;"><span style="font-size: 100%;">[...]</span> </span><span style="font-style: italic;">¡Guipuzcoanos! Habéis salido á campaña para defender algo más grande que los caprichos de Santa Cruz. Abandonadle, y al hacerlo estad seguros que ni os faltaran jefes valerosos y entendidos que os dirijan al combate, ni ocasiones de mostrar decisión por la santa causa. ¡Guipuzcoanos! Santa Cruz será vuestra perdición. Abandonadle, abandonadle cuanto antes si queréis evitar al rey y á Guipúzcoa días de amargura y de desolación, que no tardarán en traer las locuras de este hombre funesto</span>” (78).<br />
Otro tanto hizo el diputado Dorronsoro el 12 de junio, en carta dirigida a un diputado en la que manifestaba que Santa Cruz “<span style="font-style: italic;">había olvidado los deberes de sacerdote católico, apaleando sin piedad á amigos y enemigos, y matando sin confesión á los vencidos, habiendo escarnecido nuestros principios políticos, negando de palabra y de hecho la obediencia debida á los superiores legítimos y al Rey […] Es llegada la hora de hablar. Diga usted a sus amigos que Santa Cruz es en el campo carlista un faccioso, un rebelde á toda autoridad, la deshonra de nuestra hermosa bandera: dígales que vean en las crueldades de Santa Cruz el sistema que ha adoptado para llegar, imponiéndose por el terror adonde nunca pudieron aspirar la oscuridad de su nombre y la escasez de sus dotes […] preferiría, y lo mismo mis compañeros, caer en manos de una columna republicana que en las de Santa Cruz; que Santa Cruz es hoy el peor enemigo de la causa, y que si el estado del alzamiento en Guipúzcoa es hoy más fatal que el primer día, nadie más que Santa Cruz tiene la culpa y la responsabilidad; que Santa Cruz no tiene la travesura del guerrillero ni el valor personal del cabecilla, como estoy de ello convencido y se lo demostraré á usted con nuevas pruebas… que Santa Cruz es, en fin, un miembro podrido de la comunión católico-monárquica</span>” (79).<br />
Haciendo oídos sordos al clamor de sus jefes, Santa Cruz continuó impertérrito al frente de sus huestes “<span style="font-style: italic;">aquellos primarios, aquellos hombres sencillos, no vacilaban un momento. Sólo el cura representaba para ellos el interés supremo de la causa y las probabilidades de la victoria. Y, sobre todo, no querían otro jefe, no concebían poderse batir sino bajo sus órdenes. Se acordaban de Aya, y en su corazón leal se despertaba un desprecio profundo para los grandes jefes del carlismo</span>” (80). Penetró en Alegría con 200 hombres para partir a las pocas horas; prosiguió sus arremetidas contra el ferrocarril en Beasain, incendiando vagones, incautándose de correspondencia, bienes y equipajes, causando daños por valor de 5.000.000 de reales (81). Atacó por sorpresa, aunque infructuosamente, la fábrica de municiones carlista de Peñaplata, obra predilecta de Dorrosoro; y batió con su cañón el Ayuntamiento de Oyarzun donde se había refugiado la guarnición liberal.<br />
<br />
<a href="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SgIakHlIcxI/AAAAAAAAABs/KsjXA-7uymo/s1600-h/TREN_editado-1.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5332854116572492562" src="https://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SgIakHlIcxI/AAAAAAAAABs/KsjXA-7uymo/s320/TREN_editado-1.jpg" style="cursor: pointer; height: 151px; width: 292px;" /></a> <a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Srn62QOtpmI/AAAAAAAAAVA/qr4fZZyDLqE/s1600-h/TREN.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5384610639474697826" src="https://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Srn62QOtpmI/AAAAAAAAAVA/qr4fZZyDLqE/s320/TREN.jpg" style="height: 151px; width: 213px;" /></a><span style="font-size: 85%;"> </span><br />
<span style="font-size: x-small;">Ataques a la vía férrea. </span><br />
<span style="font-size: 85%;"><span style="font-size: x-small;">"</span><span style="font-size: x-small; font-style: italic;">Se presentó </span><span style="font-size: x-small;">[en Beasain]</span><span style="font-size: x-small; font-style: italic;"> Santa Cruz con unos 80 hombres, yendo con cuatro de vanguardia Luchia el de Hernani. Empezaron estos á destruir el fuerte y la estación, incendiándola, usando de paja rociada con petróleo, sin permitir se libraran ni los libros de la administración del ferro-carril, maltratando al jefe y al factor, que quedaron arrestados para ser conducidos á Ataun. A seguida mandó Santa Cruz al alcalde y al jefe de la estación señor Echevarria, quien en cumplimiento celoso de su deber no quiso abandonar los intereses que le estaban confiados, aun sacrificando su vida, sacaran las barricas que había en el muelle; acercóse el cura al edificio que ardía, le contempló, se dirigió al muelle de mercancías, abrió por sí mismo tres puertas de un coche de segunda clase, mandó poner paja y rociarla con petróleo y se prendiera fuego, propagándose éste al próximo almacén de mercancías, donde había 152 barricas de vino de los señores Goullipe, de París, otros efectos y medio wagón de equipajes para Francia, que la presencia de Santa Cruz impidió que aquella misma tarde se enviasen en carros á la frontera. Apoderándose los carlistas de los equipajes, y consumado el incendio marchó Santa Cruz á Ataun. Al día siguiente, no satisfecho sin duda de su hazaña, se presentó de nuevo en Beasain con 200 hombres; detuvo los coches de la carretera, quemó toda la correspondencia de uno de ellos, robaron relojes, exigieron cantidades de rescate, y al anochecer se retiró á Ataun</span><span style="font-size: x-small;">". (Antonio Pirala, "</span><span style="font-size: x-small; font-style: italic;">Historia Contemporanea. Anales de la Guerra Civi</span><span style="font-size: x-small;">l").</span> </span><br />
<br />
<a href="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SvtYNMO5sjI/AAAAAAAAAZ4/Ul_weHBbL9w/s1600-h/BEASAIN.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5403009161606312498" src="https://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SvtYNMO5sjI/AAAAAAAAAZ4/Ul_weHBbL9w/s320/BEASAIN.jpg" style="cursor: pointer; height: 208px; width: 119px;" /></a><span style="font-size: 85%;"><br />
<span style="font-size: x-small;">Incendio a la estación de Beasain. "</span><span style="font-size: x-small; font-style: italic;">Historia de España", e</span><span style="font-size: x-small;">ditor: Manuel Alonso García; documentación y textos: Jorge Alonso García; equipo dibujantes: Francisco Agrás, Alberto Solé, Luis Collado, Félix Carrión. Editorial Genil, S.A. Granada, 1986. </span></span><span style="font-size: 85%;"><span style="font-size: x-small;"> </span></span><br />
<span style="font-size: 85%;"><span style="font-size: x-small;">"</span><span style="font-size: x-small; font-style: italic;">El incendio de la estación aquella había sido muy hermoso, y mucho más hermosa ver la máquina suelta a todo vapor hacerse añicos. Los trenes eran la mejor ayuda de los negros; los trenes, invención de Lucifer, impedían el desarrollo de la guerra, eran el enemigo, y un potente motor de liberación. ¡Grande encanto el de destruir aquellos artefactos, verlos hechos trizas! ¡Que hicieran nuevos! </span><span style="font-size: x-small;">(Miguel de Unamuno, </span><span style="font-size: x-small; font-style: italic;">"Paz en la guerra</span><span style="font-size: x-small;">").</span><br />
<br />
<span style="font-style: italic;"></span></span><a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SrQAjZ82MnI/AAAAAAAAATs/K9uhVltxwBc/s1600-h/OYARZUN.JPG"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5382928062876103282" src="https://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SrQAjZ82MnI/AAAAAAAAATs/K9uhVltxwBc/s320/OYARZUN.JPG" style="cursor: pointer; height: 177px; width: 236px;" /></a> <span style="font-size: 85%;"><br />
<span style="font-size: x-small;">Ayuntamiento de Oyarzun. </span></span><span style="font-size: x-small;"> </span><br />
<span style="font-size: x-small;">"<span style="font-style: italic;">Quince disparos sucesivos apenas si consiguieron desconchar la magnífica fachada de sillería. Sólo el herraje del balcón sufrió algunos embates. Confirmada por Santa Cruz la ineficacia del tiro, hizo aproximar el cañón hasta la plaza, mientras los santacrucistas, desde las casas vecinas al Ayuntamiento, con bombas de mano trataban de descubrir en aquel edificio algún material inflamable, para hacerlo pasto de las llamas. ¡Inútil empeño! Los liberales, encerrados en aquella fortaleza improvisada, dirigían contra ellos por todas las aberturas un fuego eficaz. Usando una treta conocida, los santacrucistas asomaban por las ventanas de las casas un palo o un muñeco con boina encarnada para provocar los disparos y hacer que se agotasen las municiones</span>". (Gaétan Bernoville, "<span style="font-style: italic;">La Cruz sangrienta. Historia del cura Santa Cruz</span>"). </span><br />
<br />
El 6 de julio se hallaba Santa Cruz con tres de sus compañías en Vera, población navarra a la que acudió el marqués de Valdespina con mayores fuerzas, más de mil hombres, con el propósito de reducir definitivamente al indomable cabecilla. En la primera entrevista que mantuvieron ambos, Valdespina le ordenó destruir u ocultar definitivamente su bandera negra: “<span style="font-style: italic;">Lo primero que le he exigido hoy es que desaparezca la bandera negra; me lo ha prometido. Veremos</span>” (82). Además de lo de la bandera, también le conminaba a firmar un escrito de sumisión al Rey y otro a Lizárraga. Santa Cruz, disconforme con la última de las exigencias pidió meditarlo y consultarlo con personas de su confianza que habían de venir procedentes de San Juan de Luz. “<span style="font-style: italic;">Pretendía sólo ganar tiempo, esperando salir de aquella encerrona para reunirse con los suyos y poder pactar en condiciones más ventajosas</span>” (83).<br />
<br />
<a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SgHdu4pXjSI/AAAAAAAAAA0/MYsO2H8jtYk/s1600-h/VALDESPINA.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5332787231332994338" src="https://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SgHdu4pXjSI/AAAAAAAAAA0/MYsO2H8jtYk/s320/VALDESPINA.jpg" style="cursor: pointer; height: 167px; width: 222px;" /></a> <span style="font-size: 85%;"><br />
<span style="font-size: x-small;">Marqués de Valdespina.</span> </span><br />
<br />
Al irresoluto cura se le añadió el día siguiente una nueva condición a las anteriores: la entrega de su cuartel en Arichulegui. Santa Cruz, quizá coaccionado ante la superioridad numérica de efectivos con los que contaba el marqués, o quizá hastiado de tanta incomprensión de los que se suponía eran sus correligionarios, lo cierto es que contestó que firmaría un documento sometiéndose al Rey, hacer entrega de sus fuerzas y del fuerte de Arichulegui, prometiendo no marchar hasta verificar las entregas. El acuerdo lo firmó el día 9 de julio de 1873, recibiendo a cambió un salvoconducto que le facultaba viajar al extranjero. Aprovechando que los ánimos de Valdespina estaban apaciguados en virtud al acuerdo refrendado y a la oscuridad de la noche, Santa Cruz junto a uno de los suyos huyó a Francia sin cumplir el pacto, al no haber trasferido personalmente la entrega de Arichulegui con la artillería, hombres y pertrechos que contenía. A la mañana siguiente se personó el mismísimo Lizárraga en Vera (84), sin duda para prenderlo y fusilarlo, pero el indómito sacerdote ya estaba a salvo en Francia. El cura no reconoció su huída como tal, y en carta dirigida a Don Carlos el 18 de julio -dos días después de que este último penetrase en España por segunda vez- expone sus motivos para su inopinada evasión de Vera: “<span style="font-style: italic;">Yo no quiero hablar de lo que pasó en Vera en los días 7, 8 y 9. Pudo haber faltas de mi parte, lo confieso, y pido a V.M. que considerando mi difícil posición y atendiendo sólo a los impulsos de su noble corazón, me las perdone.</span> <span style="font-style: italic;"><br />
Con objeto de pedírselo </span><span style="font-size: 100%;">[el perdón]</span><span style="font-style: italic;"> a V.M. de rodillas, pasé la frontera el día 10, y mientras tomaba mis disposiciones para acercarme a V.M., burlando la vigilancia de la gendarmería francesa que corría toda ella la frontera para prenderme, V.M. se dirigía por la parte de Sara a España para ponerse al frente de sus leales y valientes voluntarios</span>” (85).<br />
El solicitado perdón real no llegaría, bien al contrario, Carlos VII había firmado el día 15 una Real Orden en la que declaraba rebelde a Santa Cruz, exigiendo se le tratara como tal si regresaba al campo carlista para ponerse al frente de su Partida (86). El brigadier González Boet llegó a afirmar, infundadamente, que el propio Rey carlista estaba celoso de la gran popularidad del sacerdote y por eso lo quiso apartar de su Ejército:<br />
"<i>Pero la reputación del cura y el entusiasmo de las poblaciones por él fue creciendo de tal modo, que el rey, que es un miserable envidioso, se cargó de oir tanto bombo; y aprovechando un choque que hubo entre algunos generales y el guerrillero, se deshizo de él, desterrándolo de sus estados" </i>(87)<i>.</i><br />
<br />
<a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SgLBZ9BGEoI/AAAAAAAAACc/mN7v1e9QM0g/s1600-h/FISCAL.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5333037560380134018" src="https://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SgLBZ9BGEoI/AAAAAAAAACc/mN7v1e9QM0g/s320/FISCAL.jpg" style="cursor: pointer; height: 200px; width: 121px;" /></a> <span style="font-size: 85%;"><br />
<span style="font-size: x-small;">El fiscal Alday.</span></span><span style="font-size: 78%;"> </span><br />
<br />
También se había incoado proceso en contra suya, pero el <span style="font-size: x-small;">fiscal</span> encargado del caso, el abogado del cuerpo jurídico militar carlista, Roque Alday, arrojó la carpeta conteniendo la causa por un abrupto barranco en una retirada de Lizárraga, quizá atemorizado por una posible represalia o bien por simpatizar con el encausado.<br />
<br />
<a href="http://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SgfiLbvtujI/AAAAAAAAAD0/2eNKqF09xDo/s1600-h/TAMPON_editado-1.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5334480969697966642" src="https://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SgfiLbvtujI/AAAAAAAAAD0/2eNKqF09xDo/s320/TAMPON_editado-1.jpg" style="height: 189px; width: 191px;" /></a><br />
<span style="font-size: x-small;">Sello de la Partida.</span><br />
<br />
<img border="0" height="137" src="https://2.bp.blogspot.com/-MA1QONN0DMM/Tfc9rxCKCZI/AAAAAAAAAAU/_Ck4Xe-iNUE/s200/stacruz1.jpg" width="200" /><span style="font-size: 85%;"> </span><br />
<span style="font-size: x-small;">Caja del cura Santa Cruz, conservada en el Museo de San Telmo, de la ciudad de San Sebastián.</span><br />
<br />
Iba a estar <span style="font-size: small;">desterrado</span> en Francia cinco meses, esto es desde julio hasta diciembre, periodo durante el cual la mayoría de los integrantes de la Partida no desafectaron pese a la ausencia de su comandante, ni abandonaron la lucha, sino bien al contrario, la prosiguieron “<span style="font-style: italic;">deseando servir al Rey hasta la muerte, deseos que siempre existieron pujantes en los corazones de aquellos valientes</span>” (88). Mientras tanto, Santa Cruz desplegaba en Francia una agitada actividad con el objeto de remediar la que él consideraba una gran injusticia perpetrada por el que el cura creía un nuevo Maroto, un renovado traidor a la causa, esto es Lizárraga. En septiembre habían sido hechos prisioneros y fusilados por los mismos carlistas dos hombres de su más entera confianza: Francisco Arbeláiz y Esteban Indart, cuando transportaban los haberes de la Partida, 20.000 reales en oro.<br />
La noche del 6 al 7 de diciembre de 1873 repasó la frontera presentándose en Berrobi, cuya guarnición enseguida se puso a sus órdenes. En días sucesivos se le iban a sumar un total de 18 compañías de voluntarios, "<span style="font-style: italic;">cuando éstos defendían la línea de Andoain contra Moriones y Loma, durante la batalla de Belavieta</span>" (89), a los que condujo hasta el pueblo de Asteazu, donde se encontraba Lizárraga al frente de reducidas fuerzas. El cura rodeó el pueblo, ordenó al capitán Pedro Antonio de Ezcurrechea, alias “Antuxe” penetrar en la población con cuatro de sus compañías en busca de Lizárraga con el objeto de parlamentar y lograr así “<span style="font-style: italic;">a que le tratase de igual a igual, a fin de llevar la lucha de común acuerdo</span>” (90). Pese a que el general se hallara en desventaja, logró desarmar al capitán santacrucista y a sus hombres. El cura, que como sabemos aguardaba en las afueras del pueblo, una vez comprobada la insidia de la que era objeto sus voluntarios por parte de Lizárraga, en lugar de ordenar un ataque contra su viejo enemigo en el que podría haberlo hecho prisionero si así lo hubiese deseado, con el corazón transido de dolor, para evitar lo que sin duda produciría una auténtica guerra civil en las filas carlistas, resolvió ordenar la retirada, abandonando a la fracción de sus hombres cautivos en Asteazu (91). El cabecilla explica su proceder en una carta dirigida a Don Carlos VII: “[…] <span style="font-style: italic;">efectivamente me presenté el día 7 de Diciembre último en Asteasu al frente de las fuerzas que por aquella parte existían. Pero bien pronto un conjunto de circunstancias imprevistas y la fatal coincidencia de dirigirse entonces mismo hacia aquel lado Moriones con fuerzas respetables, me hicieron comprender que lejos de favorecer a los intereses del partido, iba por el camino que había emprendido a perjudicarle en gran manera. Por eso tomé inmediatamente la resolución de retirarme para no dar lugar a una lucha entre hermanos y que el enemigo no se aproveche, contra mi voluntad, de nuestras divisiones, como lo verifiqué saliendo aquel mismo día de Asteazu y entrando poco después en Francia</span>” (92). Sería este hecho de armas el último en la vida de Santa Cruz. Ordenó a las compañías que mandaba marchar en diferentes direcciones, reservándose unas docenas de hombres a los que condujo hasta una borda abandonada. Todos se retiraron a dormir, menos el cura, quien valiéndose de la oscuridad de la noche y del descanso de sus fieles guerreros tomó el camino con objeto de alcanzar la confinidad de la frontera con Francia. Quiso jugar una última baza escribiendo a Dorronsoro solicitándole una entrevista, la cual le fue negada por el diputado que le aconsejó en cambio atravesar la raya francesa. Una vez rebasada no regresaría jamás. El grueso de la Partida santacrucista, ya sin su cabeza, decidió presentarse en Oñate a indulto, el cual no amparaba a la oficialidad.<br />
<br />
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-X1Npny50QaI/TmYKWYB4bCI/AAAAAAAAABA/oJnA8BnetYw/s1600/1.JPG" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-X1Npny50QaI/TmYKWYB4bCI/AAAAAAAAABA/oJnA8BnetYw/s320/1.JPG" width="250" /></a><br />
<span style="font-size: x-small;">Detalle de la caricatura publicada por "La Madeja Política" el 30 de mayo de 1874 y que lleva por título "<i>Corpus Carlisti. La procesión va por fuera</i>". Entre los muchos personajes que aparecen en la composición -Carlos VII, Dña. Margarita, Obispo Caixal, Savalls, Dorregaray, Miret, el infante Don Alfonso Carlos, Dña. María de las Nieves, Valde-Espina, etc- destaca el cura Santa Cruz.</span><br />
<br />
Al final, en cruel paradoja, los carlistas se ensañarían con la figura de Santa Cruz, mientras los propios liberales reconocieron que su labor al frente de su Partida había sido cuando menos efectiva: "<span style="font-style: italic;">Si en Guipúzcoa no hubiera empleado este cabecilla su terrible y bárbaro sistema, acaso la insurrección no hubiese pasado de ser insignificante, y se comprende que así sucediera en una provincia, que siendo la más pequeña de España en extensión territorial, tenía tan levantado espíritu liberal, que contaba con gran número de voluntarios que formaban parte de las guarniciones de 38 pueblos"</span> (93).<br />
<br />
<a href="http://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SgYPkH4bGQI/AAAAAAAAADE/UNxkdK7Cizc/s1600-h/SEGLAR.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5333967921932343554" src="https://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SgYPkH4bGQI/AAAAAAAAADE/UNxkdK7Cizc/s320/SEGLAR.jpg" style="cursor: pointer; height: 274px; width: 195px;" /></a> <span style="font-size: 85%;"><br />
<span style="font-size: x-small;">D. Manuel, desterrado en Francia;</span></span><span style="font-size: x-small;"> no volvería a pisar suelo español. </span><span style="font-size: x-small;"> </span><br />
<span style="font-size: x-small;">"<span style="font-style: italic;">El más destacado de los jefes de partida aparecidos en Guipúzcoa aspiró a que la guerra se hiciese en aquellas montañas bajo su mando y no con tropas regulares. Pero si la guerrilla fué imprescindible al principio, cuando prestó grandes servicios Santa Cruz, cuya mágica nombradía arrastró a la juventud guipuzcoana, luego, forzosamente habían de cambiar las cosas. Y el Cura, que tenía todas las virtudes del guerrillero, tuvo todos sus defectos también, y al tropezar con Lizárraga, que si sabía batirse no sabía mandar, no supo obedecerle Santa Cruz. Tirantes las relaciones entre ambos, intervinieron Valdespina, Dorronsoro y algunas otras personas y terminó la cuestión marchando el Cura a Francia. Sus mozos fueron incorporados a los batallones, y Santa Cruz, figura verdaderamente popular, siguió vagando en espíritu por los caseríos más remotos y por la fragosidad de Arichulegui. Las preocupaciones creadas por estos incidentes ni amenguaron los ánimos ni disminuyeron la velocidad con que la máquina guerrera del Carlismo marchaba. El creciente estruendo ahogaba toda otra voz. Y millares de brazos solicitaban fusiles, millares de cabezas pedían con urgencia boinas, y ante la opresión, los desafueros y agravios que sobre España pesaban un torbellino de multitudes llamó con imperioso ademán a Carlos VII. </span>(Juan José Peña e Ibáñez, "<span style="font-style: italic;">Las Guerras Carlistas. Antecedente del Alzamiento Nacional de 1936</span>"). </span><span style="font-size: 100%;"><br />
<br />
Temeroso el Cuartel Real carlista que Santa Cruz deseara regresar a España para proseguir el combate -aún gravitando sobre él apercibimiento de muerte si lo hacía-, y con el objeto de alejarlo de la frontera se realizaron gestiones, en las que intervino la Reina Doña Margarita, para lograr sus detención por parte de las autoridades galas siendo apresado por los gendarmes en marzo de 1874, mientras se hospedaba en la localidad francesa de Ciboure en casa propiedad de la dama legitimista Madame Dupont-Delport, ahuyentando así los carlistas una amenaza que consideraban perjudicial para la causa en la escena internacional, máxime en esas fechas que creían iban a tomar Bilbao: "<span style="font-style: italic;">Francia, donde se está tratando de obtener el reconocimiento de los carlistas como beligerantes. Las historias y crueldades del cabecilla Santa Cruz perjudicaban mucho a la Causa e incluso enfriaban a los legitimistas franceses. La propia Reina se ve obligada a tomar cartas en el asunto, ya que cada día los periódicos franceses, deseosos de sensacionalismos, publicaban sus andanzas, ampliadas o imaginadas por los liberales, como un nuevo serial terrorífico"</span></span><span style="font-size: 100%; font-style: italic;"> </span><span style="font-size: 100%;">(94)</span><span style="font-size: 100%; font-style: italic;">.</span><br />
De la villa costera lo llevaron a Bayona, en cuya cárcel lo retuvieron unos días, para ser finalmente conducido a la Prefectura de París, de donde salió libre con destino a Lille (Francia).<br />
Santa Cruz sufrió el más amargo destierro por más de media centuria.<br />
Al principio del mismo fue objeto de calumnias que le acusaban de cabrerista (95) y desafecto a don Carlos VII (96), ya que algunos de sus voluntarios habían cambiado de bando a raíz de haber tomado su jefe el camino del exilio. Como ya no le era posible demostrar su fidelidad al Rey en el campo legitimista al frente de sus hombres (97), optó por escribir desde Lille el día 31 de marzo de 1875 un manifiesto en español y vascuence dirigido a sus "<span style="font-style: italic;">amigos de la frontera</span>" en la que dejaba bien clara su posición actual, de forma rotunda e inequívoca: "<span style="font-style: italic;">Mi indignación y dolor son grandes al saber que mis amigos y compañeros de armas han sido engañados y arrastrados a seguir al niño revolucionario Alfonso, valiéndose de medios bajos y viles, jugando con mi nombre. Ingrato sería a la benevolencia y amistad que hasta hoy me han dispensado tantos católicos; miserable sería si tal cosa hiciera. No. Por nada del mundo, no quiero manchar mi honor de católico.<br />
Prevengo a todos mis amigos de España y de la frontera que no den lugar a los traidores, que no manchen su honor siguiendo a los ambiciosos. Bien les pesaría. Les engañan, les engañan. Todo cuanto les digan de mí, es falso. ¡Pasar a combatir al lado de los enemigos! Por nada del mundo.<br />
Espero que todos mis amigos me escucharán; pero si, lo que no es de esperar, obedeciendo a la pasión de la venganza, reniegan de la Bandera que con tanto valor y fidelidad defendieron conmigo, desde este momento dejan de ser católicos, dejan de ser buenos vascongados y por consiguiente dejan de ser mis amigos.<br />
Sepan que renuncié por completo a la política, y estoy preparándome para celebrar el Santo Sacrificio de la Misa.<br />
Al suponerme bajo las órdenes de Alfonso y Cabrera, me han hecho una grande injuria, han atacado mis principios; y por mi honor y por el de todos mis amigos españoles y franceses, debo aclarar que siempre he defendido la bandera de Dios, Patria y Rey; que jamás me he separado de ella; que jamás he tenido la menor parte con los enemigos de nuestra santa Causa, representada por Don Carlos VII"</span> (98)<span style="font-style: italic;">.</span><br />
<span style="font-style: italic;"><br />
</span><a href="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sui50fMPQLI/AAAAAAAAAYw/I92Mgn80qzI/s1600-h/santa_cruz_31marzo1875.JPG"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5397768464780705970" src="https://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sui50fMPQLI/AAAAAAAAAYw/I92Mgn80qzI/s320/santa_cruz_31marzo1875.JPG" style="cursor: pointer; height: 200px; width: 140px;" /></a> <span style="font-size: 85%;"><br />
<span style="font-size: x-small;">Manifiesto a "</span><span style="font-size: x-small; font-style: italic;">mis amigos de la frontera</span><span style="font-size: x-small;">" -"</span><span style="font-size: x-small; font-style: italic;">nere adisquide Francia-mugan daudenai</span><span style="font-size: x-small;">"-, en vascuence (archivo Víctor Sierra-Sesumaga). </span></span><br />
<br />
Acude al colegio de jesuitas de Lille, el San Mauro, donde se prepara de nuevo para el sacerdocio obteniendo de Roma, por intermediación del cardenal Reignier, la remisión de todas sus irregularidades canónicas. Será precisamente en el país galo donde le sorprende la noticia que Don Carlos había definitivamente abandonado España el 28 de febrero de 1876 dándose por perdida la guerra.<br />
Marcha posteriormente a Londres donde se entrevista, ya exiliados ambos, con el propio Don Carlos VII. Este encuentro fortuito no pasaría de mera anécdota de no ser porque fue esta la única ocasión en la que personalmente se vieron Rey y guerrillero en vida, siendo aprovechada por ellos para limar asperezas hasta el punto de confesarle Don Carlos: "<span style="font-style: italic;">Ya sé que no he tenido súbdito más fiel que usted</span>" (99), por lo que nos detendremos en dos testimonios que refieren el hecho. Julio de Urquijo lo relata en estos términos: "<span style="font-style: italic;">De la famosa entrevista de Londres me habló repetidas veces Don Carlos</span>. <span style="font-style: italic;">La refería en la siguiente forma</span>: -<span style="font-style: italic;">Un día asistí a misa en Londres en unión de tres Pepes: Pepe Orbe, Marqués de Valde-Espina, Pepe Suelves, Marqués de Tamarit, y Pepe Ponce de León, Marqués de Casa León. De pronto, uno de ellos me dijo: -Señor, el sacerdote que dice la misa es Santa Cruz-. Terminada ésta, encargué a uno de mis acompañantes fuera a la sacristía y, sin decir que iba enviado por mí, hablara de que yo me hallaba en Londres. Santa Cruz preguntó, como consecuencia de esa conversación, si yo le recibiría, y yo le recibí. Lo primero que le dije fué: -Santa Cruz, tengo que decirle que si hubiera encontrado a usted en el campo de batalla, me hubiera creído en el ineludible deber de mandarle fusilar, pero ahora somos dos españoles desterrados y todo queda olvidado-.<br />
Don Carlos convidó después a almorzar a Santa Cruz y tuvo con él una larga conferencia, de la que nunca quiso hablar, pero de sus conversaciones se deducía que, si bien había perdonado al cura guerrillero, nunca aprobó su conducta durante la guerra.<br />
Don Carlos era demasiado noble y veraz para no haber rectificado, si hubiera creído haber cometido una injusticia" </span>(100)<span style="font-style: italic;">. </span><br />
El conde de Melgar -quien destina un capítulo entero de su libro de "<span style="font-style: italic;">memorias</span>" para ajar la fama de Santa Cruz - por su parte ofrece una versión chusca y a nuestro juicio nada verosímil del encuentro, pero la traemos dado que aporta algún detalle de interés que se le escapa a Urquijo, como la iglesia londinense donde el sacerdote oficiaba Misa -otros autores como Azurmendi sostienen que la Eucaristía se había celebrado en la Residencia de los Padres de la Compañía de Jesús, de Londres-: "<span style="font-style: italic;">Atravesando </span>[Don Carlos] <span style="font-style: italic;">Londres un domingo, entró para oír misa en la iglesia de los capuchinos de Kensington. Uno de sus criados, llamado Lorenzo Arburu, que había hecho la guerra en la partida del cura de Santa Cruz, reconoció con asombro a su antiguo jefe en la persona del sacerdote que oficiaba, lo cual le conmovió mucho, pues, como todos los que habían servido a sus órdenes, sentía hacia él verdadera admiración. Comunicó su descubrimiento a don Carlos, quien al principio no le dió crédito.<br />
-Lorenzo- le dijo-, te engañan tus ojos y tus deseos. Pero finalmente, cediendo a las apremiantes instancias de su criado, le permitió entrar en la sacristía para cerciorarse del hecho.<br />
-Si es el mismo- añadió don Carlos-, tráemelo al hotel y dile que almorzará conmigo.<br />
En efecto, era él. Con la emoción que se puede imaginar siguió al criado, y cuando se vió en presencia del Rey -a quien nunca había visto-, cayó de rodillas y prorrumpió en lágrimas. Golpeando el suelo con la frente, repatía sin cesar:<br />
-Perdón, Señor; perdón por todos mis crímenes; perdón por el descrédito que han podido atraer sobre nuestra santa Causa mis crueldades. Estaba loco, señor, de una locura patriótica, es verdad; pero que, como todas las locuras, me privaba de la razón. Dios me ha abierto, al fin, los ojos, y desde hoy, profundamente arrepentido, quiero consagrar el resto de mi vida a lavarme de mis faltas, practicando la caridad que tanto he desconocido.<br />
Aquella fué la primera y la única entrevista entre don Carlos y su fogoso partidario </span>(101)<span style="font-style: italic;">.</span><br />
<span style="font-style: italic;"><br />
</span><a href="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SijV5vGOWEI/AAAAAAAAAJg/Hvb0A_cIfLY/s1600-h/MISIONERO.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5343756145746925634" src="https://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SijV5vGOWEI/AAAAAAAAAJg/Hvb0A_cIfLY/s320/MISIONERO.jpg" style="cursor: pointer; height: 320px; width: 202px;" /></a> <span style="font-size: 85%;"></span><a href="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sr_0CeIaIwI/AAAAAAAAAVo/PKX_R7tw2SY/s1600-h/tumba.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5386292002643649282" src="https://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sr_0CeIaIwI/AAAAAAAAAVo/PKX_R7tw2SY/s320/tumba.jpg" style="height: 247px; width: 167px;" /></a><br />
<span style="font-size: x-small;">Santa Cruz misionero en Colombia y su sepultura. </span><span style="font-size: x-small;"><br />
"<span style="font-style: italic;">En la evangelización de los indios puso el mismo ardor que en la montaña guipuzcoana, y cuando los congregaba para misionarlos, los llamaba con una corneta, que al extender por los campos sus sones guerreros, llevaría a su alma melancólica nostalgia de la alejada juventud. El padre Loidi, al decir de los que le vieron en América o con él mantuvieron relación, no se consideró nunca un convertido, ni siquiera un arrepentido: <<Yo quizá haya obrado mal al lanzarme a los horrores de la guerra, revestido de mi carácter sacerdotal; pero mis intenciones fueron siempre rectas>>. Así escribía en cierta ocasión. Santa Cruz, lo mismo al frente de sus muchachos, para quienes tocar a una mujer imponía pena de la vida, que al frente de los indios evangelizados, a quienes conducía militarmente, creyó siempre servir la causa de Dios. Fué un brote retrasado del siglo XVI español</span>". </span><span style="font-size: x-small;">(Conde de Rodezno, "<span style="font-style: italic;">Carlos VII. Duque de Madrid</span>"). "<span style="font-style: italic;">Sin duda era un ardiente e impaciente espíritu, que al abandonar las luchas guerreras, se consagró con la misma vehemencia, calor y brío a la divina tarea de convertir infieles</span>". (Román Oyarzun, "<span style="font-style: italic;">Historia del Carlismo</span>").</span><br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SsR6fqojG1I/AAAAAAAAAWg/NkRRyzeJBe4/s1600-h/firmasantacruz.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5387565738680851282" src="https://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SsR6fqojG1I/AAAAAAAAAWg/NkRRyzeJBe4/s320/firmasantacruz.jpg" style="height: 84px; width: 320px;" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Firma de D. Manuel Santa Cruz</td></tr>
</tbody></table>
<span style="font-size: 85%;"></span><br />
<span style="font-size: 85%;"> </span> <span style="font-size: 85%;"></span><br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-v09jfIR2XRA/TftMhFi68UI/AAAAAAAAAAk/uQFv2xDYTkg/s1600/plumilla+sta+cruz.jpg" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="200" src="https://3.bp.blogspot.com/-v09jfIR2XRA/TftMhFi68UI/AAAAAAAAAAk/uQFv2xDYTkg/s200/plumilla+sta+cruz.jpg" width="130" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Plumilla representando a Don Manuel</td><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br /></td><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br /></td></tr>
</tbody></table>
<span style="font-size: 85%;"><br />
<span style="font-size: x-small;"><br />
</span></span><br />
<br />
<span style="font-size: 85%;"> </span><br />
<br />
<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-fCPMmclv6sk/TfoahI1flLI/AAAAAAAAAAg/HO1yGBgajh8/s1600/LOYDI.jpg" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="89" src="https://1.bp.blogspot.com/-fCPMmclv6sk/TfoahI1flLI/AAAAAAAAAAg/HO1yGBgajh8/s320/LOYDI.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Firma del Padre Loydi</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
<br />
<span style="font-size: x-small;"></span><br />
<span style="font-size: x-small;"> </span><span style="font-size: x-small;"></span><br />
<br />
<br />
<br />
De la capital<span style="font-size: small;"> británica</span> zarpa en octubre de 1876 hacia el continente americano, tierra en la que iba a ejercer un seráfico apostolado misionero entre los más desfavorecidos, consagrando el resto de su vida a su sagrada vocación sacerdotal. Así, para romper de alguna manera con su turbulento pasado quiso renunciar a su primer apellido, sustituyendo éste por el materno, pasando en lo sucesivo a firmar como Padre Loydi.<br />
Recaló primero en Jamaica en 1876, luego en Belize, para trasladarse de nuevo a Jamaica hasta finales de 1891 cuando toma su rumbo para Colombia, país del que hizo su postrero y definitivo hogar. Allí, entre las abruptas montañas del Sur del país andino, "[...] <i>en el caserío de Buesaco, departamento de Nariño, República de Colombia, en cuyos parajes naturales se encuentra la aldea de San Ignacio" </i>(102) halló el cura errante semejanzas geográficas y de carácter de los nativos con las de su Guipúzcoa natal, lo que sin duda le serviría de gran consuelo. Intervino a instancias de su superior el Obispo de Pasto Monseñor Ezequiel Moreno -canonizado por Juan Pablo II-, en calidad de asesor del ejército conservador colombiano durante la Guerra de los Mil Días. Ingresó en la Compañía de Jesús el día de San Ignacio de 1922. <br />
Falleció el 10 de agosto de 1926 rodeado de santidad -hasta el extremo que algunos reconocen en la veneración a Santa Cruz propiedades milagrosas en la lucha contra el cáncer (103) (104)-, entregando su alma a Dios en su querida misión de San Ignacio de Pasto, Colombia, donde fue inhumado.<br />
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<br />
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</xml><![endif]--><span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> Copiamos a continuación un fragmento de la interesante
entrevista concedida en julio de 1887 por Carlos VII al diario “El
Independiente” de Chile, titulada “El Duque de Madrid y su política” (105), con
ocasión de su viaje emprendido por la república hispanoamericana, en la que es
preguntado por Santa Cruz. Don Carlos contesta a las preguntas
formuladas al tiempo que enfatiza la escasa relación, por no decir nula, que mantuvo con el sacerdote-guerrillero
durante la guerra, queriéndose así desvincular de cualquier responsabilidad en las
atrocidades perpetradas por el cura, muchas veces exageradas pero profusamente aireadas por la prensa liberal.
Hoy sabemos que es cierto lo que Don Carlos cuenta al periódico, aunque
tampoco deja de serlo que el Rey sabía desde el principio y estaba puntualmente
informado de las acciones de Santa Cruz, dejándole<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>hacer, hasta que en un punto dado, abrumado
por las acusaciones de sus consejeros y generales -mayormente formuladas por
Lizárraga-, decidió apartarlo de su ejército dando además la orden de ser perseguido y fusilado si volvía al campo carlista.</span><br />
<span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">“<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nosotros- Mucha
ignorancia hay en el extranjero sobre la guerra del 72.</i></span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> </span></i><br />
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Don
Carlos- Es natural. Sobre el lomo del caballo no teníamos tiempo nosotros para
preocuparnos sino de las operaciones militares. Concluída la campaña se ha
escrito sin embargo algo, y hoy se han aclarado muchos puntos. Los mismos
enemigos han publicado escritos relativamente imparciales.</span></i><br />
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">N.-
En América el juicio público continúa tan extraviado como cuando recibíamos las
correspondencias de sus enemigos. He leído en estos días que Santa Cruz fue por
su causa lo que Zumalacárregui para su antecesor.</span></i><br />
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">D.
C.- Pero eso es demasiado. No se dice tanto en Europa.</span></i><br />
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">N.-
¿Llegó Santa Cruz siquiera á ser general suyo?</span></i><br />
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">D.
C.- No estuvo jamás á mis órdenes, ni formó parte de mi ejército. Le diré más:
no he conocido á Santa Cruz en España. La única vez que le he visto fue en
Londres algún tiempo después de la guerra.</span></i><br />
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">N.-
Me sorprende lo que oigo. ¿Y qué papel hizo Santa Cruz en la guerra?</span></i><br />
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">D.
C.- Santa Cruz estaba una mañana en la parroquia de que era Cura, diciendo misa,
cuando llegó una partida de soldados á prenderle como sospechoso de conspirador
carlista. La partida esperó el término de la misa para notificarle la orden de
arresto. Impuesto de ella Santa Cruz pidió le permitieran tomar algunos objetos
antes de marchar, pero apenas se vió en el interior de la parroquia escaló
murallas, y en lugar de ir á la prisión fue á Francia. Aquí ofrecióse á la
Junta, que preparaba la guerra, para introducir en España pertrechos y armas,
pues conocía muy bien el país. Se le dieron al principio pequeñas cantidades
que llevó con éxito á su destino, y fue así haciéndose necesario. Armó más
tarde alguna gente para defender los convoyes que conducía, y tuvo combates y
expediciones felices que le dieron gran prestigio. Esa es la historia militar
de Santa Cruz bajo las órdenes de mis generales. Después el hombre se
independizó por completo, se negó á seguir las órdenes de Lizárraga, que inició
las operaciones en Guipúzcoa, y con la buena intención de creer que nadie podía
hacer ni comprender mejor la guerra que él, se rebeló contra mis fuerzas.
Seguía él gritando ¡viva Carlos VII! Pero no atendía ni á las órdenes ni á las
amonestaciones que yo le enviaba. Como era natural, duró esto sólo unos cuantos
meses. La manera de hacer la guerra Santa Cruz no podía yo aceptarla, ni por
sus procedimientos para con mi ejército, ni por los que usaba con el enemigo.
Le condené a muerte y ordené perseguirle. Santa Cruz se encontró entonces en
una extraña condición: perseguido por los nuestros y por los enemigos. A los
nuestros les evitó siempre el combate. Por fin huyó á Francia.</span></i><br />
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">N.-
He escuchado con interés su narración, no sólo por el interés histórico que
tiene, sino porque ella me manifiesta la ninguna responsabilidad que le afecta
por los excesos de Santa Cruz.</span></i><br />
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">D.
C.- Antes que yo entrara en España, ya Santa Cruz era perseguido por mi orden.</span></i><br />
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">N.-
Sin embargo, sus enemigos procuran hacerle responsable de sus actos.</span></i><br />
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">D.
C.- ¡Ah! Mis enemigos no excusan armas para combatirme; pero estoy tan
acostumbrado que ya ni las más torpes calumnias me las tomo en cuenta.</span></i><br />
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">N.-
Me había dicho que en Londres vió por primera vez á Santa Cruz.</span></i><br />
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">D.
C.- Sí. Oyendo misa en una ocasión, un criado que me acompañaba me dijo que el
sacerdote que celebraba era Santa Cruz. Yo creí que era imaginación de mi
criado que veía á Santa Cruz en todas partes. Como aquél insistiera, le mandé
cerciorarse yendo á la sacristía, y resultó la verdad. Le envié entonces á
llamar. Vino y me pidió mil perdones por sus actos de rebelión; pero aún
mantenía la convicción de que su manera de hacer la guerra había sido la única
posible para lograr el triunfo. Creo por eso que es un hombre extraviado en su
criterio, pero sin preconcebida mala intención.</span></i><br />
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">N.-
¿Y no le recordó su persecución? <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span> </span></i><br />
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">D.
C.- Sí, hablamos de ella, y yo le manifesté que me alegraba no le hubieran
cogido mis soldados, porque á ello debía el verle vivo en Londres.</span></i><br />
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">N. ¿Y
no ha vuelto á encontrarle?</span></i><br />
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">D.
C.- Nunca. En este viaje, á mi paso por Jamaica, supe que se encontraba allí,
pero no le ví"</span></i><span style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">.</span></span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br /></span></i></div>
<br />
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<br />
<a href="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SgHgP55kivI/AAAAAAAAABE/cD33DkoMAp8/s1600-h/ANVERSO_editado-1.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5332789997628328690" src="https://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SgHgP55kivI/AAAAAAAAABE/cD33DkoMAp8/s320/ANVERSO_editado-1.jpg" style="cursor: pointer; height: 485px; width: 340px;" /> </a><a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SgHgz5RTNLI/AAAAAAAAABM/G2RivrRplz4/s1600-h/REVERSO.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5332790615934710962" src="https://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SgHgz5RTNLI/AAAAAAAAABM/G2RivrRplz4/s320/REVERSO.jpg" style="cursor: pointer; height: 491px; width: 334px;" /></a> <span style="font-size: 85%;"><span style="font-style: italic;"><br />
<span style="font-size: x-small;">"Tuve para mis combates una bandera negra, con el fin de persuadir a mis muchachos que no había que capitular si no vencer o morir</span></span></span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-style: italic;">". </span>(Manuel Santa Cruz)<span style="font-style: italic;">.</span></span><br />
<span style="font-size: x-small;"><span style="font-style: italic;"><br />
"Al contemplar dominando a aquella </span><span style="font-style: italic;">turba guerrera a la dulce Virgen y a su mansísimo esposo </span>[se refiere el autor a la bandera del 1er. Batallón de Navarra que llevaba bordada en una de sus caras la<span style="font-style: italic;"> </span>imagen de la Purísima y en la otra la de San José]<span style="font-style: italic;">, recordó Ignacio la calavera del estandarte negro de Santa Cruz. Y sin poderlo evitarlo, parecíale lo del cura guerrillero más genuino, más adecuado, más viril". </span>(Miguel de Unamuno, "<span style="font-style: italic;">Paz en la guerra</span>").</span><br />
<br />
La bandera es de seda, negra, en forma de pendón. Su anverso lleva en su parte inferior cosidas una calavera blanca sobre dos huesos cruzados del mismo color y sobre éstos la leyenda en rojo: “<span style="font-style: italic;">GUERRA SIN CUARTEL</span>”. El reverso lleva el lema también en rojo: “<span style="font-style: italic;">VICTORIA Ó MUERTE</span>”, y en su parte superior una serie de trabillas del mismo tejido que la enseña, quizá añadidas con el fin de servir de soporte a un asta. Todo el perímetro de la pieza esta rematado por un galón dorado, exceptuando su borde superior, y en su farpa izquierda conserva un resto de lo que debió ser otrora un gallardo lazo negro a modo de ornamentación. Según un antiguo integrante de la Partida, Nicolás Itxatxo, la enseña fue vista por vez primera en Aránzazu, creyendo que fue confeccionada en su Santuario, pero debemos el dato definitivo de su origen a otro voluntario carlista llamado Prudencio Iturrino quien aseguró en su día que "<i>la bandera negra, con la calavera y los huesos, había sido bordada por las monjas de Elorrio y estrenada aquí mismo</i>" (106). Mide 146 x 97 cm.<br />
¿Por qué eligió Santa Cruz una bandera negra para su Partida? (107). La respuesta nos la ofrece el propio cura: “<span style="font-style: italic;">tuve para mis combates una bandera negra, con el fin de persuadir a mis muchachos que no había que capitular si no vencer o morir</span>” (108).<br />
Llevaba la bandera en campaña Martolo “el tuerto”, de Aya, llevándose plegada durante los avances y extendida cuando pasaba la Partida por alguna localidad (109), a los sones de los txistus y tambores tocados por los músicos "Toloxa" y "Xabalo" que hacían sonar los acordes del "Oriamendi".<br />
Fue precisamente el abanderado Martolo el que en cierta ocasión se sirvió del asta de la bandera para golpear al alcalde de Cegama por negarse éste a suministrar raciones y alpargatas para los hombres de la Partida (110).<br />
Después de varias vicisitudes (111) pasó al Museo de Recuerdos Históricos de Pamplona (112), donde fue colocada y expuesta en lugar de honor en la denominada “Sala del cura Santa Cruz” (113) hasta su cierre definitivo en 1965, siendo esta singular pieza una de las más admiradas del mismo (114).<br />
<br />
<a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SgH83fBdrNI/AAAAAAAAABk/RMQ5AmJp94E/s1600-h/RECUERDOS.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5332821463934020818" src="https://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SgH83fBdrNI/AAAAAAAAABk/RMQ5AmJp94E/s320/RECUERDOS.jpg" style="cursor: pointer; height: 201px; width: 294px;" /></a><br />
<span style="font-size: x-small;">La Bandera del cura Santa Cruz en el Museo de Recuerdos Históricos de Pamplona, h. 1950. </span><br />
<br />
Además de esta bandera negra existieron una segunda, esta vez roja y con una calavera en su centro para advertir a los espías del peligro que corrían, en su 2ª Compañía, aunque “<span style="font-style: italic;">Santa Cruz, apenas se enteró de la ocurrencia de Hilario</span> [el capitán de la 2ª Cía. que la ordenó confeccionar], <span style="font-style: italic;">la mandó ocultar</span>" (115) y hasta una tercera enseña que ostentaba los colores nacionales, esto es rojigualda (116). Como curiosidad acerca de las banderas de la Partida, los hombres encargados de su porte no llevaban más armamento que una pistola con correaje (117).<br />
Es pertinente traer hasta estas líneas el relato que hace Julio de Urquijo, visitante del Palacio de Loredán (118), entonces propiedad de Don Carlos VII, quien nos refiere que “<span style="font-style: italic;">la primera vez fui de estancia al Loredán, Don Carlos me dijo, poco más o menos, estas palabras: <span style="font-size: 78%;"><<</span></span><span style="font-style: italic;">Voy a enseñarte, en detalle, el Cuarto de Banderas; no sólo porque esto te interesará, sino porque así podrás mostrárselo a los muchos españoles y extranjeros que vienen a verme<span style="font-size: 78%;">>></span>.<br />
Después de una explicación minuciosa de la procedencia de los trofeos y objetos que allí se guardaban, añadió: <span style="font-size: 78%;"><<</span></span><span style="font-style: italic;">Ahora verás algo que no quiero que enseñes a nadie, porque aunque lo tengo aquí, porque en este cuarto conservo todos los recuerdos de la guerra, no lo he aprobado nunca<span style="font-size: 78%;">>></span>. Y descorriendo él mismo unas banderas, puso al descubierto un paño negro con una calavera, dos tibias y esta inscripción: CUERRA SIN CUARTEL ¡Era el estandarte de Santa Cruz!"</span> (119).<br />
Efectivamente, la bandera del cura Santa Cruz estuvo oculta en Loredán -adivinándose únicamente parte de su porción inferior- entre las siguientes banderas, según las contemplaba el espectador: al frente la del 1er. Batallón del Maestrazgo, a la derecha la correspondiente al 1er. Batallón de Lérida y en la izquierda el estandarte del Regimiento de Caballería "Borbón", de la División de Navarra. ¿Cómo llegó la enseña a poder de Don Carlos? La respuesta es que fue incautada por Valdespina en Vera de Bidasoa en julio de 1873, cuando copó a Santa Cruz, entregándosela posteriormente a su Rey (120).<br />
Don Carlos tenía a su servicio en su palacio de Loredán a un antiguo
voluntario guipuzcoano llamado Lorenzo Arburu (121) que había combatido en la Partida. Sería digno de verse que cara pondría el fiel
criado cada vez que pasaba por delante de la bandera, condenada a
permanecer semioculta en el "Cuarto de Banderas" de su Señor. <br />
<br />
<a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SsP_YVTrOeI/AAAAAAAAAWQ/VTH8eTR2Zus/s1600-h/palacio+lored%C3%83%C2%A1n.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5387430372766857698" src="https://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SsP_YVTrOeI/AAAAAAAAAWQ/VTH8eTR2Zus/s320/palacio+lored%C3%A1n.jpg" style="cursor: pointer; height: 209px; width: 223px;" /></a> <span style="font-size: 85%;"></span><a href="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SjoQ9I0WcSI/AAAAAAAAAKg/wkoJ9hCXy64/s1600-h/LOREDAN+DIBUJO.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5348606149981008162" src="https://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SjoQ9I0WcSI/AAAAAAAAAKg/wkoJ9hCXy64/s320/LOREDAN+DIBUJO.jpg" style="height: 190px; width: 259px;" /></a><br />
<span style="font-size: x-small;">Palacio de Loredán (Venecia).</span><br />
<br />
<a href="http://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SuHZ3QrbLbI/AAAAAAAAAX4/1__x8CHmcGg/s1600-h/sala_banderas_loredan.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5395833371959700914" src="https://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SuHZ3QrbLbI/AAAAAAAAAX4/1__x8CHmcGg/s320/sala_banderas_loredan.jpg" style="cursor: pointer; height: 221px; width: 294px;" /></a> <span style="font-size: 85%;"><span style="font-style: italic;"><br />
<span style="font-size: x-small;">"</span></span><span style="font-size: x-small;">Cuarto de Banderas", del Palacio de Loredán. </span></span><span style="font-size: 85%; font-style: italic;"><br />
<span style="font-size: x-small;">"A mi hijo entrego el estandarte real de mi abuelo Carlos V y las banderas gloriosas que salvé yo mismo, llevándolas á tierra extranjera, para que un día, triunfantes y hermosas, ondeen de nuevo bajo el viento de mi estimada patria. Estas reliquias no se las doy como trofeos de guerras, sino como símbolo de mi inquebrantable fidelidad y abnegación y como testimonio de nuestro brillante pasado y de nuestro hermoso porvenir... Mando á mi hijo que, después de muerta mi estimada esposa, doña María Berta, y sola guardadora de estas banderas mientras viva, se posesione de ellas y las considere el tesoro más grande de su herencia". </span></span><span style="font-size: x-small;">(Texto extraído del testamento vital de Carlos VII, otorgado en su Palacio de Loredán, Venecia, el 27 de abril de 1906).</span><br />
<span style="font-size: 85%; font-style: italic;"><br />
</span><a href="http://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SgHilxy5TgI/AAAAAAAAABc/vbz6dsB5Usk/s1600-h/LAMINA+GASPARINI.JPG"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5332792572433223170" src="https://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SgHilxy5TgI/AAAAAAAAABc/vbz6dsB5Usk/s320/LAMINA+GASPARINI.JPG" style="cursor: pointer; height: 286px; width: 210px;" /></a><span style="font-size: 78%;"> </span><a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Suq_bnwTdBI/AAAAAAAAAY4/9Xv40YgQyk8/s1600-h/LOREDAN_BANDERAS.JPG"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5398337584605918226" src="https://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Suq_bnwTdBI/AAAAAAAAAY4/9Xv40YgQyk8/s320/LOREDAN_BANDERAS.JPG" style="cursor: pointer; height: 214px; width: 312px;" /></a><br />
<span style="font-size: x-small;">Bandera de Santa Cruz oculta entre otras. </span><span style="font-size: x-small;">"</span><span style="font-size: x-small; font-style: italic;">En el centro, entre las dos puertas, bandera del 1er.Batallón del Maestrazgo; debajo, asomando y tapada por la anterior, la bandera negra de D. Manuel Santa Cruz, que le fue quitada por las fuerzas Reales al mando del Marqués de Valde-Espina, al declarársele rebelde</span><span style="font-size: x-small;">”. </span><span style="font-size: x-small;">("El Estandarte Real: Revista político-militar ilustrada", mayo 1891). </span><br />
<br />
Esta enseña ha tenido siempre un alto valor simbólico, no solamente durante el intervalo de tiempo en el cual fue portada y desplegada en campaña por los santacrucistas en sus avances y por el hecho de haberla conservado y exhibido Don Carlos en su destierro, pero también porque mucho tiempo después, en los prolegómenos de la Guerra Civil Española, sería empleada como evocador vestigio por las masas legitimistas formadas por aquellos hijos, nietos y descendientes de esforzados paladines de antaño, enarbolado su testimonio como axiomático recordatorio que los ideales tan tenazmente defendidos por varias generaciones de carlistas son firmes, inexorables e irreducibles, como atestiguan ambas leyendas portadas entre sus pliegues:<br />
"<span style="font-style: italic;">A principios de 1934, los estudiantes tradicionalistas de Pamplona publican su valiente periódico A.E.T., que dirige Jaime del Burgo, quien, además, los organiza militarmente hasta que es detenido. Por eso los requetés, hombres de todas las clases sociales, en su mayor parte gentes humildes de la ciudad y del campo decían ya en el año 1934:</span><span style="font-style: italic;"><span style="font-size: 100%;"><span style="font-size: 78%;"><<</span>Cuando el marxismo gima bajo la suela</span> militar de nuestros zapatos, apretemos bien para que no vuelva a proyectar su funesta sombra en el mundo. Es hora de mantener el Carlismo con intransigencia, y de desplegar, si es preciso, la bandera negra de Santa Cruz</span><span style="font-size: 78%;"><span style="font-style: italic;">>></span></span><span style="font-style: italic;">.</span> <span style="font-style: italic;"><br />
Esta bandera que llevaba la famosa partida del cura Santa Cruz, se encuentra hoy en el Museo de Recuerdos Históricos de Pamplona. Es negra, lleva una calavera y las dos tibias, y una leyenda en rojo que dice: </span><span style="font-size: 78%;"><span style="font-style: italic;"><<</span></span><span style="font-style: italic;">Victoria o muerte</span><span style="font-size: 78%;"><span style="font-style: italic;">>></span></span><span style="font-style: italic;">.</span> <span style="font-style: italic;"><br />
Esto es ya, como puede comprenderse, una declaración de guerra civil</span>" (122).<br />
<br />
<div style="text-align: right;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-kmqZCuPwfKM/TfdDykDrtMI/AAAAAAAAAAc/cT3dhdh4DHc/s1600/BANDERA+CURA+SANTA+CRUZ+RESTAURACION+REAL+FABRICA+TAPICES.JPG" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://4.bp.blogspot.com/-kmqZCuPwfKM/TfdDykDrtMI/AAAAAAAAAAc/cT3dhdh4DHc/s320/BANDERA+CURA+SANTA+CRUZ+RESTAURACION+REAL+FABRICA+TAPICES.JPG" width="320" /></a></div>
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<span style="font-size: x-small;">En 2009 se restauró la bandera de Santa Cruz por la prestigiosa Fundación Real Fábrica de Tapices, de Madrid.<br />
En la imágen dos trabajadoras de la institución se afanan en su labor bajo la atenta supervisión de su jefa la restauradora Ana Schoebel y de Iñigo Pérez de Rada.</span><br />
<span style="font-size: x-small;"><br />
</span> <br />
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-Jdrj3Sj9GL0/TfdANitlZXI/AAAAAAAAAAY/NOh76tHjm14/s1600/MUSEOCARLISMO8.JPG" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://2.bp.blogspot.com/-Jdrj3Sj9GL0/TfdANitlZXI/AAAAAAAAAAY/NOh76tHjm14/s320/MUSEOCARLISMO8.JPG" width="320" /></a><br />
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<span style="font-size: x-small;">La bandera de la Partida estuvo expuesta al público en el Museo del Carlismo, de Estella, desde su inauguración en marzo de 2010 a diciembre de 2011, junto a la bandera de los Voluntarios de Roa -1ª Guerra Carlista- y el anverso de la enseña perteneciente al Real Cuerpo de Guías del Rey -3ª Guerra Carlista-. Exposición temporal <i>"Una Historia por descubrir: Materiales para el estudio del Carlismo</i>" (12<span style="font-size: x-small;">3</span>).</span><br />
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<a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/TPZhSdhMmcI/AAAAAAAAAqQ/nPfTVcY7Qjo/s1600/stacruz1.JPG"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5545726960942750146" src="https://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/TPZhSdhMmcI/AAAAAAAAAqQ/nPfTVcY7Qjo/s320/stacruz1.JPG" style="cursor: pointer; height: 188px; width: 223px;" /></a><a href="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/TPZhh4mdXpI/AAAAAAAAAqY/Ur47uSa8-Hk/s1600/stacruz2.JPG"> <img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5545727225910615698" src="https://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/TPZhh4mdXpI/AAAAAAAAAqY/Ur47uSa8-Hk/s320/stacruz2.JPG" style="cursor: pointer; height: 188px; width: 215px;" /></a> <span style="font-size: 85%;"><br />
<span style="font-size: x-small;">Figura en plomo representando al abanderado de la Partida (12<span style="font-size: x-small;">4</span>).</span></span><br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-NFgf30Fx_vc/Ucv2Y75lU9I/AAAAAAAAAIQ/M_3m3qQ1m2w/s1600/FIGURA+CURA+SANTA+CRUZ.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="https://4.bp.blogspot.com/-NFgf30Fx_vc/Ucv2Y75lU9I/AAAAAAAAAIQ/M_3m3qQ1m2w/s320/FIGURA+CURA+SANTA+CRUZ.JPG" width="185" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Santa Cruz junto a su Bandera</td><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br /></td></tr>
</tbody></table>
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Como colofón a este trabajo presentamos dos fotogramas que pretenden recrear la Bandera del cura Santa Cruz, por haberse carecido de imágenes fidedignas de la original en su momento. Se llevó dos veces al cine, aunque en ambas ocasiones fue interpretada erróneamente: la primera en un film, hoy lamentablemente perdido, titulado "<span style="font-style: italic;">Zalacaín el aventurero</span>", de Francisco Camacho -estrenado en 1929-, en el que el propio Baroja encarnaba al lugarteniente del cura, Juan Egozcue "el Jabonero", y la otra, dirigida por José María Tuduri "<span style="font-style: italic;">Santa Cruz, el cura guerrillero</span>"(rodada en el verano de 1990), en la que se observa que es copia fiel de la primera a no ser que en la previa se adivina la leyenda "<span style="font-style: italic;">CUARTEL</span>" y en la más moderna "<span style="font-style: italic;">MUERTE</span>".<br />
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<a href="http://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SgoCL93kD8I/AAAAAAAAAEc/JU5yLI09oeU/s1600-h/PIOBAROJA.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5335079113183203266" src="https://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SgoCL93kD8I/AAAAAAAAAEc/JU5yLI09oeU/s320/PIOBAROJA.jpg" style="cursor: pointer; height: 181px; width: 227px;" /></a><br />
<span style="font-size: x-small;">Film "<span style="font-style: italic;">Zalacaín el aventurero</span>".<br />
Pío Baroja,</span><span style="font-size: x-small;"> en el papel de Egozcue.</span><span style="font-size: x-small;">"<span style="font-style: italic;">La única vez que Pío Baroja hizo voluntariamente de actor fue en la película </span><span style="font-style: italic;"><<Zalacaín el aventurero>></span><span style="font-style: italic;"> de 1928, perdida al día de hoy, pero de la que queda un fotograma en el que se ve a Baroja caracterizado para la ocasión, con su zamarrón y boina. Encarna a Egozcue, el Jabonero, uno de los legendarios componentes de la partida del cura Santa Cruz, a quien le dedica uno de sus excursos eruditos:</span><span style="font-style: italic;"> <<el cura Santa Cruz y su partida>></span><span style="font-style: italic;"> (1918), donde relata cómo el cura asesinó a Egozcue. Don Pío aparece con la célebre bandera negra del cura a la espalda, la de la calavera y el <<Guerra sin cuartel>>, que veíamos de niños con asombro y temor en el Museo de Armas Carlistas de Pamplona</span>". (Miguel Sánchez-Ostiz, "<span style="font-style: italic;">Derrotero de Pío Baroja</span>"</span><span style="font-size: x-small;">).</span><br />
<span style="font-size: 85%;"><br />
</span><a href="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SgoC3HhykDI/AAAAAAAAAEk/t9ND6p8LF78/s1600-h/FOTOGRAMA.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5335079854510608434" src="https://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SgoC3HhykDI/AAAAAAAAAEk/t9ND6p8LF78/s320/FOTOGRAMA.jpg" style="cursor: pointer; height: 173px; width: 225px;" /></a> <a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Su7CfLjdTVI/AAAAAAAAAZY/bH6byhsmnRs/s1600-h/cartel.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5399466844197047634" src="https://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Su7CfLjdTVI/AAAAAAAAAZY/bH6byhsmnRs/s320/cartel.jpg" style="cursor: pointer; height: 173px; width: 142px;" /></a><br />
<span style="font-size: x-small;">Film "<span style="font-style: italic;">Santa Cruz, el cura guerrillero</span>" y cartel del mismo. </span><br />
<span style="font-size: 85%;"><br />
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<span style="font-size: 85%;"><br />
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NOTAS<br />
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(1) Es fundamental para comprender al personaje y las circunstancias que lo rodearon leer detenidamente el texto autobiográfico escrito por D. Manuel Santa Cruz en Pasto, Colombia, firmado el 16 de julio de 1916, que a continuación transcribimos, extraído del libro de Xabier Azurmendi, “El Cura Santa Cruz”. Idatz Ekintza, S.A. Bilbao, 1986 (biografía iniciada por el Padre D. Ignacio Ariztimuño Olaso):<br />
“<span style="font-style: italic;">Dios me ha hecho la gracia de vivir siempre con los Padres de la Compañía de Jesús, desde que me retiré de la guerra. Por esa razón se me ha pedido ahora que diera algunos datos sobre los ministerios en que me he ocupado, con el fin de reunirlos en un volumen y darlos a la publicidad.</span> <span style="font-style: italic;"><br />
Pero como mi vida anterior, en los que no la saben sino de oídas y por referencias falsas o exageradas, tiene que arrojar cierta sombra maléfica sobre todas mis cosas, he creído oportuno declarar brevemente los motivos que me impulsaron a lanzarme a una vida, tan ajena a mi profesión.</span> <span style="font-style: italic;"><br />
Para esto es necesario, ante todo, trasladarse a aquella época y conocer el ambiente que entonces se respiraba en las Provincias Vascongadas. La fe y la religiosidad han sido siempre proverbiales en aquella bendita tierra; y la creencia de que el triunfo de las armas carlistas era también el triunfo de la religión, venía a ser por entonces una persuasión íntima y general; y de estos dos sentimientos brotaba en aquellos corazones valientes y generosos un deseo irresistible de cooperar con sus fatigas y su sangre a la victoria final. Por lo que a mí me toca, sólo diré que estaba tan imbuído y penetrado de estas ideas, que me sucedió muchas veces pasar desvelado la noche pensando en ellas.</span> <span style="font-style: italic;"><br />
Mi vida de campaña comprende dos periodos: el primero, desde el primer levantamiento, a principios del año 72, hasta que caí prisionero en Aramayona; el segundo, desde el Adviento del mismo año hasta el mes de julio del 73.</span><br />
<span style="font-style: italic;">En el primer periodo, yo no hice más que seguir a la compañía que capitaneaba Recondo: duró pocos días, y los soldados, por orden superior, fueron obligados a rendir las armas en Santesteban (Navarra). Entonces me puse yo a la cabeza de una partida: pero sólo con el fin de ensayar por mi mismo lo que en aquellas circunstancias se podría hacer.</span> <span style="font-style: italic;">Caí prisionero: pero me fugué de la prisión el 12 de agosto del 72, y fui a Francia, donde permanecí hasta el mes de diciembre. Aquí fue donde yo me di cuenta exacta de la situación de las cosas. Comparaba lo que tenía delante de los ojos con lo que sucedió en la primera guerra, y veía que lo uno no era más que una repetición de lo otro.</span><br />
<span style="font-style: italic;">Mientras el alto mando estaba en manos de Zumalacárregui, todo iba bien; se hacía guerra sin cuartel, porque así lo exigía la conducta del adversario: por lo mismo las tropas carlistas eran aguerridas, bien disciplinadas, y peleaban con aquella voluntad que sólo inspira el prestigio de los jefes, y no se conocía entonces aquella libertad de dejar las armas y retirarse cada uno a su casa, cuando le daba la gana. Pero le sucede Maroto, y luego se notan en él las señales de un traidor. Don Carlos, aconsejado por el sr. Obispo de León, da orden de fusilar a Maroto, pero luego la retracta: y el buen Obispo logra apenas escapar con vida y refugiarse en Francia. Y viene en seguida lo que era de esperar: la Marotada.</span> <span style="font-style: italic;"><br />
Este mismo era el aspecto de la cosas cuando yo estaba en Francia. Los mozos vagaban por las calles medio muertos de hambre, y sin que nadie se preocupara de ellos; los oficiales, por el contrario, vivían en los cafés, muy bien tratados y echando planes al por mayor; y entre los que tenían la alta dirección, no todos estaban dotados de aquella energía y talentos que son necesarios para tan altos puestos. En una palabra; se procuraba cubrir las apariencias; pero en realidad, la traición estaba tramada.</span> <span style="font-style: italic;"><br />
Y aquí me pregunto yo: ¿Con que título podían licenciar las tropas carlistas? Cuando los mozos se alistan en cumplimiento de alguna ley, tienen obligación de retirarse cuando el Gobierno lo ordene; pero los carlistas no tomaban las armas obligados por ninguna ley, sino voluntariamente y movidos solamente por la excelencia y la justicia de la causa que defendían, y por la confianza que abrigaban de conseguir su fin. Y así, mientras subsistiesen estas dos razones, nadie podía obligarles a desistir de su intento. Y ¿Quién puede decir que, al tiempo del convenio de Vergara o de la entrega de Amorebieta, faltaran gentes o medios de continuar la guerra con probabilidades de buen éxito? ¿No acudían en tropel los mozos, cuando veían aparecer en el campo algún hombre, que estuviese animado de sanas intenciones y de voluntad de vencer? ¿No sucedió esto con el cura Sierra? ¿Qué no hubiera conseguido éste, si, desoyendo órdenes inicuas, hubiera continuado en la lucha? ¿Qué hubiera sido de los liberales, si se hubieran puesto al frente de los carlistas muchos hombres de este temple?</span><br />
<span style="font-style: italic;">He aquí, expuestas brevemente, las ideas que a mí me impulsaron a lanzarme por fin al campo.</span> <span style="font-style: italic;"><br />
Reuní, pues, mis muchachos; y lo primero que exigí de ellos fue un compromiso serio de no abandonar las filas a su capricho, como sucedía con lamentable frecuencia; lo segundo, una conducta ejemplar, la que convenía a los intereses sagrados que defendían. Gracias a Dios, solo a uno de ellos tuve que despachar por borracho y a otro, por haber correspondido con groserías a una pobre mujer que le dio hospedaje; y solo una vez tuve que cortar una mala conversación que entablaron en mi presencia mis oficiales.</span> <span style="font-style: italic;"><br />
Contra los espías tuve que proceder al principio con mucho rigor para imponer espanto; de lo contrario, me hubiera sido imposible dar un paso por ninguna parte. De otros rigores que empleé, no soy yo el que tengo la culpa, sino aquellos que me dieron causa justísima para ello.</span> <span style="font-style: italic;">¿Qué había de hacer yo con aquel espía, a quien llamaban Jacas, hombre astuto y que, como decían, valía por todo un regimiento? Le prendí en Anoeta, a media hora de Tolosa; allí, muy cerca, en Irura, había fuerzas liberales. Yo no tenía ánimo de fusilarle; pero él, con la intención de dar tiempo a que acudieran sus amigos, todo era exclamar en voz muy alta: "Santa Cruz!!! Santa Cruz!!! Por tres veces le intimé que se callara y que echara a andar; y las tres veces desobedeció mi orden; entonces mandé hacer fuego contra él. En cambio, los liberales acudieron enseguida ¿por qué habían de hacerlo prisionero y asesinarle a bayonetazos al párroco de Anoeta, que asistió a Jacas en sus últimos momentos?</span> <span style="font-style: italic;"><br />
Innumerables fueron los atropellos que cometieron los liberales con mis amigos. A mi hermana la metieron en la cárcel de Tolosa y la amenazaban con fusilarla. Para librarla, me adelanté con 20 muchachos hacia el camino de Tolosa, prendí a un coronel con cinco oficiales y los llevé atados a Irura, donde tenía mi gente. -Soltad enseguida a mi hermana, y no molestéis a mis amigos, porque me obligaréis a hacer lo mismo con los vuestros*.</span><span style="font-size: 85%;"> [* ver nota nº 30]</span> <span style="font-style: italic;"><br />
A un padre y a su hijo asesinaron en Aya, solo por ser amigos míos. Por la misma razón dieron muerte a Muguerza, hombre honradísimo y muy querido en toda la provincia. Si en Endarlaza cayeron más de 30 carabineros, ellos tuvieron la culpa. Cuando yo me acerqué allí con mi gente, ellos levantaron bandera blanca; pero al acercarse algunos muchachos míos, les hicieron fuego a bocajarro y echaron a huir; entonces ordené a los míos hacer fuego; y solo tres escaparon con vida.</span> <span style="font-style: italic;">De mí no se diga nada; varias veces estuve en peligro de muerte; y en cierta ocasión introdujeron fraudulentamente a dos mozos liberales, que se vendían por amigos míos, pero que después resultó que venían armados secretamente, y dispuesto a asesinarme.</span><br />
<span style="font-style: italic;">Pero lo que yo cuidé más que la misma vida, fue la honra. Atento siempre a no crear dificultades que me estorbasen los propósitos que tenía para más adelante, nunca quise estar solo, sino que siempre me acompañase un oficial; así pudo decir en cierta ocasión una honrada mujer: -De don Manuel dicen muchas cosas, pero ninguno le ha tachado de inmoralidad.</span> <span style="font-style: italic;"><br />
Por lo demás, estaba tan lejos de mi ánimo estos rigores, que me acuerdo bien de lo que me sucedió la primera vez que tuve que apelar a un paisano que faltó de su puesto al hacer la centinela; que tuve que volver la cara al otro lado para disimular las lágrimas.</span> <span style="font-style: italic;"><br />
Poco más de medio año llevaba de esta vida tan azarosa, cuando al fin me persuadí de que la causa estaba perdida. Aunque me cueste trabajo el decirlo, no daba don Carlos pruebas de ser muy conocedor de las personas, al rodearse de consejeros tan poco aptos y fieles a su señor.</span> <span style="font-style: italic;">Una vez que me decidí a retirarme, di noticia de ello a mis muchachos, con una pena que verdaderamente me arrancaba el alma. Nadie puede figurarse el amor que les cobré, precisamente por la fidelidad que siempre tuvieron. Si muchos supieran el amor que les tenía, no se extrañarían tanto del rigor con que castigaba a los que cometían alguna tropelía con ellos, como sucedió muchas veces.</span> <span style="font-style: italic;"><br />
Me retiré a Lila; hice enseguida Ejercicios; y desde allí mandé el dinero que aún tenía a don Luciano Mendizábal para que lo devolviese a las personas que yo le señalé, sin que yo me quedase con un céntimo.</span> <span style="font-style: italic;">No faltaron personas que, con el fin de alejarme, me hicieran insinuaciones de venirme a América, prometiéndome muy buenas recomendaciones y esperanzas de medrar y enriquecerme; pero a todas ellas contesté yo, que si iba a América, sería únicamente con el fin de hacer vida de misionero y consagrar todas mis fuerzas en provecho de las almas.</span> <span style="font-style: italic;"><br />
El Señor me ha cumplido estos deseos, y me ha dado a manos llenas trabajos con que santificar mi alma, y fruto abundantísimo, sobre todo en muchísimos indiecitos, a quienes Dios ha querido colmar de gracias por mi medio.</span> <span style="font-style: italic;"><br />
Sea todo para mayor gloria de Dios y de su Santísima Madre.</span><br />
<span style="font-style: italic;">Manuel Ignacio Santa Cruz </span>”.<br />
(2) La profunda aversión que Baroja sentía por Santa Cruz lleva al escritor a describirlo arbitrariamente de forma parcial y poco verídica en estos términos, en los que incurre en contradicciones: “<span style="font-style: italic;">Unicamente se distinguió por su crueldad y su fanatismo; mandó emplumar y apalear a mujeres; fusiló a una mujer embarazada en Arechavaleta; apaleó a oficiales carlistas, como el comandante Amilivia</span> (sic); <span style="font-style: italic;">mató a tenientes suyos, de quien estaba celoso; fusiló a veintitrés carabineros y a su teniente en Endarlaza, a pesar de haberles ofrecido cuartel, y quemó y robó la estación de Beasaín</span> […] <span style="font-style: italic;">A pesar de que los rasgos de su cara son correctos, tiene indicios de animalidad: los pómulos son muy anchos; los maxilares, fuertes; la frente, estrecha; la barba, negra, cerrada; las orejas, un tanto separadas del cráneo; hay algo de prognatismo de la mandíbula inferior. Tiene un rasgo que todos los que le conocieron lo recuerdan: es la mirada baja. Quizá es el hábito de hipocresía adquirido en el Seminario. Sea por lo que sea, este rasgo le caracteriza. En su vida de cabecilla tampoco mira de frente. Antes que nada es cura</span> […] <span style="font-style: italic;">Por las fotografías, a mí me recuerda esos hombres que andaban antes por los pueblos comprando galones y oro viejo; tipos siniestros, muchas veces cómplices de crímenes</span> […] <span style="font-style: italic;">Santa Cruz es un perturbado, tiene algo de santón. A pesar de su fuerza y de su cuerpo robusto, ha echado sangre por la boca. Está siempre inquieto y su miedo no le deja dormir. Teme hasta su sombra. Santa Cruz es un cabecilla de sacristía; constantemente está rezando el rosario y haciéndolo rezar a sus soldados. Santa Cruz nunca se lanza a primera línea, ni coge un arma; no tiene la embriaguez de la lucha, no le gustan las batallas. Su mando es sacristanesco; no tiene corneta de órdenes y sus disposiciones las da con un pañuelo</span> […] <span style="font-style: italic;">Santa Cruz no es un estratégico, le falta el genio. Llega a tener cañones, pero no le sirven de nada. Llega a reunir diez y ocho compañías a sus órdenes, y no sabe qué hacer con ellas. En pequeño, el cura se parece al conde de España; tiene como él, sus taras de loco, y de loco sádico</span> […] <span style="font-style: italic;">Como el cura no tiene simpatía, ni condiciones para arrastrar gente, le es necesario pactar con sus capitanes. Al mismo tiempo está celoso de ellos. Un momento, Soroeta se levanta sobre todos; el cura le prepara una celada para acabar con él. El general Loma encuentra a la partida de Soroeta y la ataca. Soroeta espera la ayuda del Cura, pero Santa Cruz no le ayuda, y Soroeta queda muerto en los montes, entre Lesaca y Oyarzun</span>”.<br />
Texto extraído de “Divagaciones Apasionadas”, de Pio Baroja. Ed. Caro Raggio. Madrid, 1985. Págs. 113-128.<br />
A tal extremo llega la inconsistencia de Baroja a la hora de prejuzgar y vilipendiar a Santa Cruz que en su escrito anterior, fechado en 1918, ya daba por muerto al cura, anticipando su muerte nada menos que en ocho años.<br />
Mucho más inaceptable aún es la afirmación demencial del sobrino del novelista, Julio Caro Baroja que se refirió a la organización criminal E.T.A como "<span style="font-style: italic;">un híbrido entre Mao y el cura Santa Cruz</span>". Koldo San Sebastián, "Enderezando el bucle. Crónica del antinacionalismo vasco y memoria incompleta de una transición inconclusa". Alberdania, S.L. Irún, 2002. Pág. 111. <br />
(3) Ramón Mª del Valle-Inclán. “Gerifaltes de antaño”. Biblioteca Valle-Inclán dirigida por Alonso Zamora Vicente. Círculo de lectores, S.A. Valencia, 1991. Pág. 48.<br />
(4) Ramón Mª del Valle-Inclán, op. cit., pág. 75.<br />
(5) Aunque es cierto que había una segunda bandera roja utilizada en la Partida, creemos que Unamuno confunde estas "dos" banderas con la única que aparece en este trabajo, a tenor del lema "<span style="font-style: italic;">Antes morir que rendirse</span>" por él plasmado en su novela, que realmente es "<span style="font-style: italic;">Victoria ó Muerte</span>"; tampoco las letras son blancas, sino rojas.<br />
(6) Miguel de Unamuno. "Paz en la guerra". Biblioteca Unamuno. Alianza Editorial. Madrid, 2003. Págs. 129-133.<br />
(7) Pío Baroja. “Zalacaín el aventurero. Historia de las Buenas Andanzas y Fortunas de Martín Zalacaín de Urbía”. Alianza Editorial. Biblioteca Baroja. Madrid 2004. Pág. 90.<br />
(8) Recuérdense las coplas: "<span style="font-style: italic;">Elío vendió Bilbao / y Mendiri el Carrascal / Calderón el Montejurra / y Pérula lo demás</span>".<br />
(9) Benito Pérez Galdós. "De Cartago á Sagunto". Episodios Nacionales. Librería de Perlado, Páez y Compañía. Madrid, 1911. Pág. 158.<br />
(10) Francisco Hernando. "La Campaña Carlista (1872 á 1876)". Jouby y Roger Editores. A. Roger y Chernoviz, Sucesores. París, 1877. Pág. 51. <br />
(11) Juan Ignacio Betelu Muñagorri, padrastro de Santa Cruz, nació en Berrobi en 1795. Casó en primeras nupcias 1821 con Dña. María Sebastiana Lopetedi Ernandosoro. Después de enviudar contrajo matrimonio con la madre de D. Manuel. Murió en Berrobi el año de 1861. <br />
(12) Datos extraídos del formulario de búsqueda de registros sacramentales del Archivo Histórico Diocesano del Obispado de San Sebastián.<br />
(13) Juan de Olazabal y Ramery. "El Cura Santa Cruz Guerrillero" (2 tomos). HORDAGO, S.A. Editorial Lur. San Sebastián, 1979. Pág. 71.<br />
(14) El sacerdote D. Francisco Antonio Sasiain y Santa Cruz (1812- 1898) era primo carnal de D. Manuel Santa Cruz, ya que el padre de éste fue hermano de la madre del primero, Manuela Santa Cruz Sarobe. Varios autores creyeron a Sasiain tío de Santa Cruz debido a la gran disparidad de edades entre ambos, que se llevaban 30 años de diferencia.<br />
(15) Gaétan Bernoville. “La Cruz Sangrienta. Historia del Cura Santa Cruz”. Traducción de F. Seminario. Librería Internacional de San Sebastián. Aldus, S.A. de Artes Gráficas. Santander, 1929 (?). Pág. 28.<br />
(16) Gaétan Bernoville, op. cit., pág. 45-46.<br />
(17) Amadeo de Saboya (Turín, 1845 - Turín, 1890) reinó en España desde 1870 a 1873. Era hijo de Víctor Manuel II de Italia, que anexionó a su recién creado reino los Estados Vaticanos, por lo que fue excomulgado por el Beato Pío IX. <br />
(18) José María de Recondo y Aguirre (1816-1893) sirvió a Don Carlos V de Borbón en la 1ª Guerra Carlista donde obtuvo el grado de capitán, y tras la cual se acogió al Convenio de Vergara. Creado en 1872 Comandante General de Guipúzcoa, emigró tras el desastre de Oroquieta y el subsiguiente Convenio de Amorebieta.<br />
(19) Xabier Azurmendi. “El Cura Santa Cruz”. Idatz Ekintza, S.A. Bilbao, 1986. Pág. 42.<br />
(20) La derrota carlista en Oroquieta provocó que Carlos VII -quien había entrado en España por Navarra el día 2 de mayo- se viese obligado a regresar a Francia, el convenio de Amorebieta ratificado entre el general Serrano y la Diputación de Vizcaya, y la caída en desgracia del general Díaz de Rada. El convenio de Amorebieta disponía: <span style="font-size: 85%;">«</span><span style="font-style: italic;">EJÉRCITO DE OPERACIONES DEL NORTE.-E. M. G.</span> <span style="font-style: italic;">{El general liberal Francisco Serrano, Duque de la Torre,} » Habiendo conferenciando con los señores don Fausto de Urquizu y don Juan E. de Orúe, que lo hacían también en nombre del señor don Antonio de Arguinzóniz, miembros de la Diputación á guerra del Señorío de Vizcaya, acerca de los medios más honrosos de volver la paz á este país, victima hoy de la más desastrosa guerra civil, y ateniéndome á la proclama publicada al tomar el mando de este ejército de operaciones, bandos posteriores y haciendo uso de las facultades extraordinarias de que me hallo investido, vengo en conceder:</span> <span style="font-style: italic;">1º- Indulto de toda pena á los que levantados en armas en Vizcaya las entreguen, los que podrán volver á sus casas exentos de toda responsabilidad, y recibirán de los Alcaldes respectivos, debidamente autorizados por este Cuartel general, las correspondientes certificaciones de indulto.</span> <span style="font-style: italic;">2º- Quedan comprendidos en el indulto expresado, los miembros de la Diputación a guerra, sus empleados y dependientes y cualesquiera otras personas que hayan ejercido autoridad, cargo ó funciones, ó hubiesen intervenido ó contribuido directa o indirectamente al alzamiento, aunque hayan entrado en España procedentes de la emigración, y lo mismo los que hubieran abandonado su puesto ó destino.</span> <span style="font-style: italic;">Los que quieran pasar á pais extranjero, serán garantizados en sus personas hasta la frontera.</span><span style="font-style: italic;"> 3º- Respecto á las exacciones de fondos públicos que pertenezcan ó se relacionen con el Señorío, las juntas generales de Guernica, que se reunirán con arreglo á fuero, uso y costumbre, resolverán lo que proceda.</span> <span style="font-style: italic;">4º- Indultados todos los que tienen las armas en la mano y las entreguen, lo serán igualmente los jefes, oficiales, si los hubiere, y las clases de tropa que se hayan unido á las partidas, aunque procedan de la emigración. Los jefes y oficiales podrán volver á las filas del ejército en los empleos que disfrutaban antes de unirse al levantamiento. Las clases de tropa quedan á disposición del Gobierno, libres de las penas á que se hayan hecho acreedores.</span> <span style="font-style: italic;">5º- Los efectos de estas disposiciones se entenderán aplicados desde el momento que se entreguen las armas en los puntos que se marquen por mi autoridad, de acuerdo con la Diputación á guerra.</span> <span style="font-style: italic;">6º- Se comprometen los señores de la Diputación á guerra y demás representantes a evitar para lo sucesivo, en cuanto de ellos dependa, nuevos disturbios, insurrecciones ó levantamientos, que alteren la paz pública de la Provincia.</span> <span class="highlightedSearchTerm" style="font-style: italic;">Amorebieta</span><span style="font-style: italic;"> 24 de Mayo de 1872.- Francisco Serrano</span>. <span style="font-style: italic;">Conformes con este acuerdo, fecha ut supra: -y lo firman-Fausto de Urquizu.-Juan E. de Orúe</span>". <br />
(21) Xabier Azurmendi, op. cit., pág. 49.<br />
(22) Xabier Azurmendi, op. cit., pág. 60.<br />
(23) Xabier Azurmendi, op. cit., pág. 8.<br />
(24) Ramón del Valle-Inclán, op. cit., pág. 76.<br />
(25) Tras la fracasada intentona de tomar Aya los últimos días de enero de 1873, se convirtió Arichulegui en cuartel de las fuerzas santacrucistas. Gaétan Bernoville (“La Cruz Sangrienta. Historia del Cura Santa Cruz”. Pág. 239) describe Arichulegui en los siguientes términos: “<span style="font-style: italic;">Arrichulegui no puede decirse que sea un pueblo. A unos ocho kilómetros, en los flancos de una abrupta montaña, hay un grupo de cavernas y de agujeros de mina abandonados, y al pie unos cuantos caseríos esparcidos</span>”.<br />
(26) En momentos puntuales llegaría a los ochocientos hombres.<br />
(27) Román Oyarzun. "Historia del Carlismo". Ed. facsímil. Editorial Maxtor. Valladolid, 2008. Pág. 292. "El extranjero" era Amadeo de Saboya. <br />
(28) El Cuerpo de Estado Mayor del Ejército. “Narración Militar de la Guerra Carlista de 1869 á 1876”. Imprenta y Litografía del Depósito de la Guerra. Madrid, 1884. Tomo II, pág. 220. Carta dirigida al general Dorregaray por Don Carlos de Borbón, con fecha de 14 de diciembre de 1872.<br />
(29) Xabier Azurmendi, op. cit., pág. 95<br />
(30) Antes de este hecho, había detenido Santa Cruz un lujoso coche que transportaba entre otros al coronel de los Voluntarios de la Libertad y a su anciano padre. El cura les ofreció inmediatamente la libertad a cambio de la de su hermana, bajo palabra de honor, pero esta fue incumplida. A raíz de este suceso, Santa Cruz se vio obligado al golpe de mano perpetrado en Tolosa.<br />
(31) Antonio Pirala. “Historia Contemporanea. Segunda Parte de la Guerra Civil. Anales desde 1843 hasta el fallecimiento de Don Alfonso XII". Ed. Felipe González Rojas. Madrid, 1891-1895. Tomo II, pág. 643.<br />
(32) Xabier Azurmendi, op. cit., pág. 9.<br />
(33) Según Azurmendi, el párroco de Anoeta, Don José Ramón Gaiztarro, fue conducido a Tolosa y allí asesinado por la Milicia Nacional “a bayonetazos”. Por el contrario, Pirala sostiene que el presbítero fue linchado hasta morir por el furioso gentío, que desbordó la protección que los milicianos le proporcionaron y tras cuyo homicidio fue incoado sumario.<br />
(34) El cura Santa Cruz enterado de la recompensa ofrecida por Aguirre a su cabeza llego a exclamar: “<span style="font-style: italic;">Mucho me alegro que valga tanto mi cabeza. Mi hermana en Tolosa paga catorce reales, siendo grande dieciocho, por la cabeza del cerdo. Más que esto no puedo ofrecer por la cabeza del gobernador de San Sebastián</span>."<br />
(35) Luis Osta, coronel del Regimiento de Luchana, falleció a resultas del fuego carlista recibido en la acción de Ursúbil. Su hermanastro, graduado de subteniente, en venganza acuchilló a tres paisanos de Hernialde por el simple hecho de ser amigos de Santa Cruz. Algún tiempo después el joven Osta fue hecho prisionero, y Santa Cruz al informarse de quien se trataba, dio orden de fusilarlo en revancha.<br />
(36) Gaétan Bernoville, op. cit., pág. 132-133.<br />
(37) Xabier Azurmendi, op. cit., pág. 134.<br />
(38) El general Antonio Lizárraga (Pamplona, 22-1-1817 – Roma, 7-XII-1877) participó como voluntario carlista durante la I Guerra, alcanzando el grado de oficial y al concluir esta se adhirió al convenio de Vergara. En 1872 es nombrado por Carlos VII comandante general de la Rioja y tras el convenio de Amorebieta, comandante general de Guipúzcoa. Entró en dicha provincia a principios de 1873 con siete hombres, logrando al poco reunir sesenta. Gaétan de Bernoville lo describe como “<span style="font-style: italic;">un jefe preciso, metódico y concienzudo, pero atormentado por un escrúpulo religioso que mezclaba constantemente en sus deliberaciones militares un elemento de turbación y ansiedad. Era el caso de conciencia hecho hombre. Don Carlos se reía a menudo de esta austeridad, que a él no le preocupaba. El estado de alma timorato y tibio de Lizárraga, se prestaba apenas al ejercicio de un mando militar y a las decisiones de una guerra como aquella, cuyo carácter fue especialmente atroz. Lizárraga conocía su oficio, pero temía ejercerlo. Para evitar los conflictos con su deber de estado, se entregaba a la oración</span>”. No es de extrañar que pronto entrasen las personalidades de Lizárraga y Santa Cruz en conflicto, al ser uno excesivamente pacato y el otro pura energía. Lizárraga acompañó a don Carlos al exilio, muriendo en él. Estaba extendida en el campo carlista la broma: "<span style="font-style: italic;">El cura Santa Cruz debería ser general, y el general Lizárraga, cura</span>".<br />
(39) Gaétan Bernoville, op. cit., pág. 140.<br />
(40) Valle-Inclán pone en boca de Santa Cruz la frase: “<span style="font-style: italic;">La guerra se perderá por los generales</span>”; Ramón Mª del Valle-Inclán, op. cit., pág. 143. También Unamuno compartía la misma opinión: "<span style="font-style: italic;">Generalitos memos, uno chocho de puro viejo </span>[Castor Andéchaga]<span style="font-style: italic;">, otro de puro beato </span>[Antonio Lizárraga]<span style="font-style: italic;">, otro un fantasmón</span> [Antonio Dorregaray]<span style="font-style: italic;">, y allí mismo, en Loyola, chinchorrerías de etiqueta, que si me toca este sitio, que si aquél... Aquí quien hace falta es Santa Cruz..."; </span>Miguel de Unamuno, op. cit., pág. 156.<br />
(41) Pirala cifra, en el ataque a Deva, que la Partida de Santa Cruz estaba formada por unos 800 hombres.<br />
(42) Xabier Azurmendi, op. cit., pág. 149.<br />
(43) Biblioteca Digital de la Diputación Foral de Guipúzcoa. http://hdl.handle.net/10690/3187. (43-a) Biblioteca Digital de la Diputación Foral de Guipúzcoa. http://hdl.handle.net/10690/3187.<br />
(44) Gaétan Bernoville, op. cit., pág. 207.<br />
(45) Los espías llegaban a cobrar hasta 25 pesetas.<br />
(46) Este famoso caso de la mujer fusilada por espía fue ampliamente divulgado por los liberales para acusar Santa Cruz de despiadado asesino, máxime cuando hicieron circular la noticia que Ana Josefa Garmendia, que así se llamaba la mujer, se hallaba embarazada. Santa Cruz posteriormente reconocería que ordenó su fusilamiento, ya que era espía reincidente, pero aseguró ignorar las circunstancias de su gravidez.<br />
(47) A tal extremo se extralimitó Santa Cruz en sus manifiestos que llegó a firmar el 1 de julio de 1873 un manifiesto en el que anulaba “<span style="font-style: italic;">los poderes de los Ayuntamientos, que iban a celebrar, como de costumbre, sus asambleas anuales, y les amenazó con una multa de dos mil duros a todos los que asistiesen inculcando sus órdenes</span>”. Gaétan Bernoville, op. cit., 237. También con fecha de 15 de marzo concibió un sello con la imagen de Carlos VII, que no fue admitido, proyectado en los siguientes términos: "<span style="font-style: italic;">efigie de Don Carlos algo terciada, mirando a la derecha, vistiendo de paisano sobre fondo circular de líneas horizontales. Una inscripción arqueada <span style="font-size: 78%;"><<</span>FRANQUEO<span style="font-size: 78%;">>></span> en la parte superior en letras de color sobre fondo blanco y otra en la inferior <span style="font-size: 78%;"><<</span>ESPAÑA<span style="font-size: 78%;">>></span> en letras blancas sobre fondo de color. En los ángulos interiores y dentro de cartelas <span style="font-size: 78%;"><<</span>1 rl<span style="font-size: 78%;">>></span></span>". El 8 de junio emitió una orden que prohibía a partir del 1 de julio toda correspondencia sin sellos que reprodujesen la efigie de Don Carlos. "Revista Tradición". Nº 3, Septiembre de 1959. Barcelona. Apdo de Correos 5450. Depósito legal B. 10535-1959. Artículo "Filatelia carlista" firmado por Filos.<br />
(48) Gaétan Bernoville, op. cit., pág. 182-183.<br />
(49) Xabier Azurmendi, op. cit., pág. 180.<br />
(50) No tuvo fortuna en su ataque Santa Cruz, pero logró aprisionar al capitán Montserrat, que se había distinguido en la defensa de la fábrica de Peñaplata, estando a punto de fusilarlo.<br />
(51) Se dividieron las fuerzas de la Partida el 5 de febrero en Azcárate, yendo Santa Cruz hacia Oñate y Soroeta tomando el camino a Azcoitia.<br />
(52) Enrique Roldán González. "Un Corresponsal en España. 50 Crónicas de la Tercera Guerra Carlista". Actas Editorial, Colección Luis Hernando de Larramendi. Madrid, 2009, pág. 52.<br />
(53) José Loma y Arguelles. En 1874 ascendió a teniente general. Alfonso XII le concedió el marquesado del Oria. Datos extraídos de la obra de Melchor Ferrer, “Historia del Tradicionalismo Español”, Tomo XXV, Ed. Católica Española, S.A. Sevilla, 1958, pág. 65<br />
(54) Faustino Fontela y Olay, nacido en Oviedo el 31 de marzo de 1826, falleció en Madrid el 10 de diciembre de 1913. Tuvo una relevante actuación en las guerras de África, en el Norte contra los carlistas y en Filipinas. Datos extraídos de la obra del marqués de Jaureguizar, “Relación de los poseedores del Castro y Palacio de Priaranza del Bierzo, de alguno de sus allegados y descendencia de ellos”, Ed. Fundación Jaureguizar, Madrid 1999, pág. 422. Fontela tenía a su cargo las guarniciones guipuzcoanas de Deva, Elgoibar, Elgueta y Salinas, dotadas cada una de ellas con 1 compañía del Batallón de Luchana y 16 miqueletes; su columna de persecución estaba compuesta por 6 compañías del Batallón de la Constitución, 2 piezas de montaña, 10 caballos y 6 guardias civiles. A. Pirala, op. cit., tomo II, págs. 658-659.<br />
(55) Sebastián Soroeta. “<span style="font-style: italic;">Hombre muy simpático, vestía capa larga y llevaba sable; era el único jefe bien equipado que teníamos, porque los demás vestían de paisano; estimado de todos por su trato llano y servicial; su muerte fue muy sentida y constituyó una gran pérdida para la causa</span>”. Extraído de la obra de Xabier Azurmendi, op. cit., pág. 206.<br />
(56) Varios autores. "El regimiento Numancia por sus campañas. 300 aniversario del Regimiento de Dragones de Numancia, 1707-2007". Ministerio de Defensa. Madrid, 2007. Pág. 173.<br />
(57) El alcalde de Berástegui, Sr. Gorostidi, simpatizante liberal, había previamente huido de la localidad.<br />
(58) Ramón Mª del Valle-Inclán en su “Gerifaltes de antaño” afirma que Santa Cruz dio orden de fusilar a Egozcue con el objeto de eliminar a un cabecilla que le podía hacer sombra, poniendo en boca del cura la frase siguiente: “<span style="font-style: italic;">Y para fin de traiciones, tienen que acabarse tantos cabecillas, y no quedar más que uno</span>”. Op. cit, pág. 79.<br />
(59) Antonio Pirala, op. cit., tomo II, pág. 761. Pirala nombra erróneamente a la hermana del cura como "Juana Josefa", aunque no cite que se tratase de su hermana. También nos surge la pregunta si el tal "D. Francisco Antonio de Senosiain" citado por el historiador no se trate realmente del primo y mentor de Santa Cruz, el sacerdote D. Francisco Antonio Sasiain.<br />
(60) Modesto Lafuente y Juan Valera. "Historia General de España desde los Tiempos Primitivos hasta la muerte de Fernando VII por Don Modesto Lafuente continuada desde dicha Época hasta nuestros Días por Don Juan Valera". Montaner y Simón Editores. Barcelona, 1890. Tomo XXIV. Pág. 218.<br />
(61) Se llegó a asociar en Vascongadas el nombre de Santa Cruz como sinónimo de terror. "<span style="font-size: 78%;"><<</span><span style="font-style: italic;">Que viene el cura Santa Cruz<span style="font-size: 78%;">>></span></span> <span style="font-style: italic;">es otra expresión que se pudo oír en el País Vasco. Todavía al comienzo del siglo XX, parece ser que en el País Vasco la evocación del terrible cabecilla carlista guipuzcoano Manuel Santa Cruz Loidi era suficiente para amedrentar a los niños espantados por este nuevo coco</span>". Vicente Garmendia. "Algunos apellidos vascos en locuciones y refranes españoles". Sancho el Sabio: Revista de cultura e investigación vasca, Nº 29, 2008. pág. 235.<br />
(62) Cruz Ochoa ingresó en la Partida el día 11 de mayo de 1873 como oficial de la misma. Pocos días después escribió un manifiesto publico titulado “A Mi Madre” en el que expone las razones que le impulsaron a incorporarse a las filas santacrucistas, ensalzando a su jefe. Fue célebre Ochoa por haber sido el primer diputado que gritase ¡Viva Don Carlos! en las Cortes, donde fue diputado por la Minoría Tradicionalista en la legislatura de 1871. Después de la guerra tomaría la carrera eclesiástica, llegando a ser canónigo de la Catedral de Toledo, ciudad en la que falleció en el año 1911.<br />
(63) El cañón, que no pesaba más de 100 libras y disparaba granadas de 5 o 6 libras, fue regalado al cura por su amigo Isidro Ortiz de Urruela . Fue bautizado “<span style="font-style: italic;">mediomundo</span>” por un soldado de la Partida que en cierta ocasión al cargárselo sobre sus espaldas para transportarlo afirmó “<span style="font-style: italic;">con este cañón venceremos a medio mundo</span>”.<br />
Encontramos otra referencia al cañón en la revista francesa "L'Illustration" en un artículo firmado por Gaetan Bernoville y recogido en el libro de Isidoro Medina Patiño, op. cit., pág. 42: "[...] <i>Por toda artillería utilizaban </i>[los de la Partida del cura Santa Cruz] <i>una pequeña pieza fundida con un cañón de la guerra francoprusiana, obsequiado por mi abuelo </i>[Isidro Ortiz de Urruela] <i>carlista ferviente como él </i>[Santa Cruz]".<br />
(64) Francisco Apalategui Igarzabal. <span style="font-size: 100%;">"Karlisten eta liberalen gerra-kontaerak. Relatos de guerra de carlistas y liberales". 2 tomos. AUSPOA Argitaletxea. Diputación Foral de Guipúzcoa. San Sebastián, 2005.</span>. Tomo I. Pág. 234. <br />
(65) El soldado Arandia, alias “Chango” era natural de Rentería, amén de ser el chistu y tamboril de la Partida.<br />
(66) Jaime del Burgo. "Veteranos de la Causa". Editorial Española, S. A. San Sebastián, 1939. Pág. 149.<br />
(67) Xabier Azurmendi, op. cit., pág. 283.<br />
(68) Testimonio de José Domingo Aizpuru, recogido en el libro de Xabier Azurmendi, op. cit., pág. 285.<br />
(69) Antonio Pírala, op. cit., tomo II, pág. 853.<br />
(70) Xabier Azurmendi, op. cit., pág. 287.<br />
(71) Parece ser que el teniente no fue fusilado junto a sus subordinados, sino que tras la masacre se le trasladó a Vera de Bidasoa siendo allí ejecutado en su plaza mayor, después de haber tenido oportunidad de confesar ante un sacerdote. Así al menos lo relata un santacrucista llamado Severiano Azpeitia al periodista Antolín Cavada, quien firma para la revista dominical "<i>Crónica</i>" en su número de 9 de marzo de 1930 una entrevista con el antiguo carlista:<br />
"[...] <i>Era preciso que el escarmiento sonara trágicamente. Y así ordenó el guerrillero que le trasladáramos a Vera de Bidasoa. Reunióse el pueblo en la plaza principal y dijo Santa Cruz al condenado á muerte:</i><br />
<i>-Por tu culpa hemos matado á tus veinticuatro hombres, no por la mía... Prepárate a bien morir, que vas á comparecer ante Dios á dar cuenta de tu traición.</i><br />
<i>Y allí mismo confesóle el capellán de los guerrilleros, don Baldomero. y allí mismo, momentos después, una descarga de los carlistas tronchó sangrientamente su vida". </i><br />
<i>"</i>Crónica"<i>.</i> Revista de la semana. Prensa Gráfica. Hermosilla, 57. Madrid.<i></i><br />
(72) Fermín Muñoz Echabeguren. "Anales de la Segunda Guerra Carlista en San Sebastián. Cómo se vivió la guerra en la ciudad". Instituto Dr. Camino de Historia Donostiarra. Fundación Kutxa. Col. "Temas Donostiarras", nº 31. San Sebastián, 2002. Pág. 45. <br />
(73) El monumento dedicado a los miembros del Cuerpo de Carabineros caídos en el ataque santacrucista a su cuartel de Enderlaza, levantado en 1913, fue derribado por las fuerzas del Requeté en el verano de 1936, ya comenzada la Guerra Civil. Ha sido recientemente restaurado. Contiene una una placa de mármol en la cual figuran los nombres y empleos de los carabineros caídos en acto de servicio. Estos se transcriben a continuación: "<span style="font-style: italic;">Teniente D. Valentín García / Sargento D. Juan Martín / Sargento D. Ignacio García / Cabo 1º Manuel Mendez / Cabo 2º Francisco Alvarez / Juan Jareño / Antonio de la Iglesia / Pablo Alonso / Francisco Pérez / Joaquin Castellanos / Pedro Cerviño / Perfecto Fernández / Doroteo Gutiérrez / Manuel Suárez / Antonio Alonso / Gabino Fernández / Juan Pazos / Ruperto Sáenz / Vicente Suraez / Ciriaco López / Antonio Valencia / José Santalices / Beningno Peginante / José Olaizola / Manuel Anteña / Antonio Romero / Antonio Pérez / Joaquín Breguez / Aniceto Alonso / Gabriel Romero / Pedro Muñoz / Francisco Cristóbal / josé Lara / Mariano del Barrio / Leoncio Calvo".</span><br />
(74) El Cuerpo de Estado Mayor del Ejército, op. cit., tomo III, pág.12-13.<br />
(75) Juan José Amilibia, teniente coronel del Éjercito carlista, es incluído por Pirala en su obra histórica entre los más destacados conspiradores carlistas, desde la Revolución "Gloriosa" de 1868 hasta el alzamiento legitimista de 1872, en la provincia de Guipúzcoa. Desarmó a sus hombres tras la firma del convenio de Amorebieta (24-V-1872), consecuencia del desastre de Oroquieta (4-V-1872). Eso motivó el violento castigo impartido por el cura, que lo justifica de esta forma: "<span style="font-style: italic;">Verdad es que mandé azotar al coronel Amilibia, cerca de Francia, en Navarra, donde creía él que yo no lo alcanzaría. Pero ¿por qué lo azoté? Pues porque en el primer movimiento que hubo de guerra en Abril del 72, entregó su gente en Amorebieta. Por eso le di paliza. ¿Se entrega a la gente de aquella manera? ¿Pero y cuánto al modo</span>? <span style="font-style: italic;">Para dar paliza a uno, hay que cogerle y después darle un poco duro donde duela y no haga daño. A Amilibia había que darle y se le dio. Se le puso en el suelo y se le azotó en el hemisferio y no en la espalda, no fuera que se le rompiera algún hueso".</span> Xabier Azurmendi, Op. cit., págs. 299-300.<span style="font-style: italic;"> </span>En el momento del apaleamiento contaba Amilibia con setenta años.<br />
(76) “Ojalatero” era el término con el cual los carlistas designaban a aquellos individuos, presumiblemente carlistas, que simplemente se limitaban a exclamar, de cuando en cuando “ojalá gane nuestro partido”, sin hacer nada más.<br />
(77) Ramón Mª del Valle-Inclán en “Gerifaltes de antaño” pone en boca de uno de sus personajes liberales las frases “<span style="font-style: italic;">La República necesita que haga una degollina Santa Cruz. Los carlistas trabajan en las cortes europeas para obtener beligerancia</span> […] <span style="font-style: italic;">Hace falta una degollina para presentar a los carlistas como hordas de bandoleros. Entonces Castelar alzará los brazos al cielo, jurando por la sangre de tantos mártires, y pasará una nota a todos los embajadores. Ahora la suprema diplomacia es ayudar al Cura</span>”. Op. cit, págs. 55-56. La extensión de la veracidad de la sospecha que Valle-inclán realiza a la hora de acusar a los liberales de apoyar encubiertamente los desmanes de Santa Cruz no se podrá probar, pero es cosa acreditada que el alto mando carlista quiso por todos los medios apartar al cabecilla del caudillaje de su Partida. Por su parte, el diplomático y escritor D. Juan Valera escribe a su hermana con fecha de 31 de mayo de 1873: "<span style="font-style: italic;">No deseo, como tú, que triunfe en España Don Carlos. Todavía ni los francos, ni los rojos, ni los internacionalistas han hecho en parte alguna la décima parte de las atrocidades que está haciendo el cura Santa Cruz. Si esta fiera triunfase, tendríamos que salir a escape de España". </span>Juan Valera, "Correspondencia". Volumen II (1862-1875). Editorial Castalia. Madrid, 2003. Pág. 539.<br />
(78) Antonio Pirala, op. cit., tomo II, pág. 1011.<br />
(79) Antonio Pirala, op. cit., tomo II, pág. 854-855.<br />
(80) Gaétan Bernoville, op. cit., pág. 230.<br />
(81) "La Ilustración Española y Americana". Año XVII-Nº XXV. Madrid, 1 de julio de 1873. Pág. 395.<br />
(82) Julio de Urquijo. “La Cruz de Sangre. El Cura Santa Cruz. Pequeña rectificación histórica”. Imp. “Nueva Editorial”. San Sebastián, 1928. Pág. 39.<br />
(83) Gaétan Bernoville, op. cit., pág. 252.<br />
(84) Xabier Azurmendi, op. cit., pág. 342.<br />
(85) Xabier azurmendi, op. cit., pág. 353.<br />
(86) Gaétan Bernoville, op. cit., pág. 258.<br />
(87) Debemos aclarar que cuando Boet escribe esto le había ya apartado de su
lado Don Carlos por motivo del robo en Italia de un valiosísimo Toisón
de Oro cuajado de diamantes, que había heredado de su tío el Duque de
Módena.<br />
Luis Carreras. "El Rey de los Carlistas. Revelaciones del General Boet sobre la guerra Civil y la Emigración. Cartas escritas a El Diluvio de Barcelona". Imprenta El Principado. Barcelona, 1880. Pág. 28. <br />
(88) Xabier Azurmendi, op. cit., pág. 346.<br />
(89) Román Oyarzun, op. cit., pág. 303.<br />
(90) Gaétan Bernoville, op. cit., pág. 276.<br />
(91) Ezcurrechea sería fusilado posteriormente por orden de Lizárraga, hacia el 10 de diciembre en Vidania.<br />
(92) Xabier Azurmendi, op. cit., pág. 399-400.<br />
(93) El Cuerpo de Estado Mayor del Ejército, op. cit., tomo III, pág. 20.<br />
(94)<span style="font-size: 100%;"> Ana de Sagrera. "La Duquesa de Madrid, (última Reina de los carlistas)". Impreso en los Talleres Mossén Alcover. Palma de Mallorca, 1969. Pág. 336.</span> <br />
(95) Cabrerista: seguidor de Cabrera, traidor a Carlos VII. Ramón Cabrera y Griñó (Tortosa, 1806 - Inglaterra, 1877), combatió en la primera y segunda guerras carlistas, llegando a alcanzar el grado de teniente general y siendo recompensado por Carlos V de Borbón con el título de conde de Morella y por Carlos VI con el marquesado del Ter. Casó en el exilio con una hacendada dama británica de religión protestante; el transcurso del tiempo y las adversidades políticas hicieron que paulatinamente fueran enfriándose sus convicciones carlistas. Carlos VII le ofreció liderar su causa, pero Cabrera se negó a ello, reconociendo a la sazón a Alfonso de Borbón como rey de España, el cual le convalidó todos los títulos, grados y honores obtenidos en el campo carlista. Carlos VII escribió sobre él en sus "<span style="font-style: italic;">Memorias y Diario</span>": "<span style="font-style: italic;">Cabrera: un indio, una fiera, receloso, malo, falso, valiente, gran golpe de vista, ninguna instrucción, penetración, no sabe explicarse; pero yo creo que lo hace con toda malicia; se contradice, y a mí me odia porque me teme, y es masón". </span>"Memorias y Diario de Carlos VII". Prólogo, Notas, Biografías y Apéndice de Bruno Ramos Martínez. Imp. Europa. Madrid, 1957. Pág. 310. Reproducimos a continuación el manifiesto redactado por Cabrera en el que se somete al rey constitucional.<br />
<a href="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SrlXDhR5spI/AAAAAAAAAU4/If57R5pZfKQ/s1600-h/cabrera.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5384430547482817170" src="https://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SrlXDhR5spI/AAAAAAAAAU4/If57R5pZfKQ/s320/cabrera.jpg" style="cursor: pointer; height: 196px; width: 140px;" /></a><br />
(96) Don Carlos VII en carta autógrafa dirigida al comandante general de Guipúzcoa, Hermenegildo Cevallos, expuso su firme rechazo a Santa Cruz, dando total crédito a las acusaciones vertidas contra el cabecilla: "<span style="font-style: italic;">Mi querido Cevallos: Debo prevenirte para tu gobierno, y para que lo hagas saber á los voluntarios y á la provincia de Guipúzcoa, que considero como traidores á todos los que ayudan al cura Santa Cruz en sus inícuas maquinaciones; que si la vez anterior fuí clemente, no lo seré en adelante con los que desoigan mi voz. -Dios te guarde, y cuenta siempre con el cariño de tu afectísimo Carlos. -Cuartel Real de las Cruces 28 de febrero de 1874</span>". A. Pirala, op. cit., tomo III, pág. 145.<br />
(97) Las autoridades carlistas temían un regreso a España de Santa Cruz. Sospechando que éste, no estando conforme con el ostracismo del que era objeto, estaba preparando una fuerza de 300 hombres para volver a España, el comandante general de Guipúzcoa, Hermenegildo Cevallos escribió la alocución siguiente a modo de advertencia: "<span style="font-style: italic;">¡Voluntarios! ¡Habitantes de la provincia de Guipúzcoa! Un hombre nacido entre vosotros, revestido del sagrado carácter sacerdotal, que ha peleado durante algún tiempo por nuestra bandera, pretende osado introducir la perturbación y la desconfianza entre vosotros, calumniando á los leales y fingiendo ser el único representante del Rey N.S. y de los intereses de Guipúzcoa. No hace mucho tiempo habéis visto al presbítero don Manuel Santa Cruz implorar la clemencia de nuestro soberano, compremeter su palabra de honor de no volver á perturbar el país, y faltar después a ella, teniendo que huir á Francia ante las bayonetas de nuestros bravos voluntarios; y ahora se propone de nuevo probar fortuna, engañando á incautos carlistas, exponiéndolos á la deshonra y á una muerte segura. Instrumento ciego de pasiones bastardas y demás conciábulos tenebrosos, no titubea en aumentar los horrores de la guerra civil en la hermosa provincia donde nació. ¡Guipuzcoanos! Vosotros que al mágico grito de Religión, Patria, Rey y Fueros, habéis sabido hacer heróicos sacrificios de sangre y de dinero por hacer triunfar tan sagrados objetos, sabréis también mirar con desprecio la falacia de nuestros enemigos. Pero esto no basta. Es necesario que reunidos todos, armados y desarmados, jóvenes y viejos, contribuyamos á desbaratar los inicuos planes de nuestros adversarios: es menester que el que no pueda oponerse á su tránsito, prevenga á la fuerza más inmediata para su captura y exterminio. En una época no lejana pretendió el presbítero Santa Cruz dar la victoria á nuestros enemigos, consiguiendo abrirles paso por el punto que ocupaba una fuerza guipuzcoana; y ahora que nuestros hermanos tienen empeñada una lucha suprema cerca de Bilbao, vuelve de nuevo á ensayar su traidor intento. <span style="font-size: 100%;">¡Guipuzcoanos! Las autoridades que el Rey N.S. y la misma provincia han puesto á vuestro frente, velan por vosotros, y la Divina Providencia nos protege: tened confianza. Por mi parte, para prevenir á los incautos y para que nadie pueda alegar ignorancia, en virtud de las facultades que el Rey N.S. me tiene conferidas, dispongo lo siguiente: </span><span style="font-size: 100%;">El artículo 26 del tratado 8º, título 10 de las reales ordenanzas dice: </span></span><span style="font-size: 100%;"><span style="font-style: italic;"><<</span></span><span style="font-size: 100%; font-style: italic;">Los que emprendieren cualquier sedición, conspiración o motín, ó induzcan á cometer estos delitos contra mi real servicio, seguridad de mis plazas y países de mis dominios, contra la tropa, su comandante ó sus oficiales, serán pasados por las armas en cualquier número que sean; y los que hubieren tenido noticia y no lo delaten luego que puedan, sufrirán la misma pena>>. En su consecuencia, el presbítero don Manuel Santa Cruz y los que le acompañen serán pasados por las armas después de haber recibido los auxsilios espirituales. Cuartel general de Azpeitia 27 de febrero de 1874".</span><span style="font-size: 100%;"> A. Pirala, op. cit., tomo III, pág.144. </span><span style="font-size: 100%;"><br />
(98) Xabier Azurmendi, op. cit., pág. 420-421.<br />
(99) Xabier Azurmendi, op. cit., pág. 427.<br />
(100) Julio de Urquijo. "La Cruz de Sangre. El Cura Santa Cruz, pequeña rectificación histórica". Imp. Nueva Editorial, S.A. San Sebastián, 1928. Págs. 61-62.<br />
(101) Conde de Melgar. "Veinte Años con Don Carlos. Memorias de su Secretario el Conde de Melgar". Espasa-Calpe, S.A. Madrid, 1940. Pág. 83.</span><br />
<span style="font-size: 100%;">(102) Isidoro Medina Patiño. "Don Manuel. El temible cura guerrillero". Edita Fundación Manuel Ignacio Santa Cruz Loydi. Impresión: Visión Creativa (Pasto, Colombia). 2ª edición, mayo de 2005. Pág. 234.<br />
(103)</span><span style="font-size: 100%;"> Vicente Garmendia. "Memorias levemente apócrifas del cura Santa Cruz". Hiria liburuak. San Sebastián, 2007. Pág. 151.</span><br />
(104) Deseando ahondar en este aspecto, nos pusimos en contacto con Isidoro Medina Patiño, de Colombia -historiador experto en la figura de Santa Cruz y autor del libro "Don Manuel, el temible cura Guerrillero"-, quien con suma amabilidad nos facilitó la respuesta siguiente, con fecha de 25 de febrero de 2011: "<span style="font-style: italic;">El Departamento de Nariño en el Sur de Colombia que antes de la Independencia era una Nación Española autónoma llamada "San Juan de Pasto" y que despúes de muchas guerras desaparecio para siempre desde el 2 de enero de 1829 es una Región que hasta nuestros días siente gran admiración por España y sus habitantes son fanáticos religiosos y creyentes de Dios y la Virgen. En Pasto hay una iglesia en cada manzana y cabe destacar la antigua Catedral de San Juan donde reposan los restos de todos los Españoles conquistadores entre ellos el de Don Hernando de Ahumada hermano mayor de Santa Teresa de Jesús y todos sus descendientes. </span><span style="font-style: italic;">Con mi corto comentario quiero hacer énfasis en que esta es una población amante de la Virgen y admiradores de los hombres santos que alguna vez visitaron esta tierra como fue el caso de Don Manuel Ignacio Santacruz Loydi, y es por ello que en su pueblo de San Ignacio se le venera y muchos enfermos de cancer y de otras enfermedades acuden a buscar su sanación fisica y espiritual tocando la lápida donde se encuentra hasta nuestros días su restos mortales.</span> <span style="font-style: italic;">Independiente de que allí se encuentre su cuerpo en la Iglesia y en algunas casa del pueblo guarda sus casullas y demás vestimentas</span> <span style="font-style: italic;">que de alguna manera prácticamente tiende a desaparecer</span>".<span style="font-size: 100%;"> </span><br />
<span style="font-size: 100%;">El Sr. Medina Patiño asegura en el mencionado libro que un asistente del cura Santa Cruz, llamado Juan de Medellín, sirviéndose de unas tijeras cortó el dedo índice perteneciente a la mano derecha de Don Manuel mientras velaba su cadaver antes de ser sepultado, y lo guardó en un frasquito con sustancias conservantes. Medellín, diagnosticado con un cáncer estomacal logró superar la enfermedad mediante la ingesta por las mañanas de polvo procedente del dedo amputado -</span><span style="font-size: 100%;">que se procuraba raspándolo-</span><span style="font-size: 100%;"> diluido en un vaso de agua.</span><br />
<span style="font-size: 100%;"><span style="font-family: inherit;"><span style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 115%;">(105) Entrevista
publicada en su integridad -de la que nosotros hemos extraído únicamente las
preguntas y respuestas concernientes a Santa Cruz-, en “Biblioteca Popular
Carlista”/Septiembre de 1895, tomo III, págs. 100-102.</span></span></span></span> </span><br />
<span style="font-size: 100%;">(106) Francisco Apalategui Igarzabal, op. cit., tomo I, pág. 95.<br />
(107) Existe el precedente que durante la Primera Guerra Carlista, el general Cabrera mandase izar una bandera negra con dos tibias durante el sitio que soportó en Morella.</span><br />
(108) Xabier Azurmendi, op. cit., pág. 89.<br />
(109) Juan de Olazabal y Ramery, op. cit., pág. 95<br />
(110) Juan de Olazabal y Ramery, op. cit., 231.<br />
(111) Al morir en 1909 Carlos VII la colección de banderas de Loredán comienza un novelesco periplo, que es narrado por Manuel de Santa Cruz (seudónimo empleado por Alberto Ruiz de Galarreta) en su obra “Apuntes y Documentos para la Historia del Tradicionalismo Español 1939-1966”, Gráficas Gonther, Madrid, 1979, tomo 1, pág. 124-125: “<span style="font-style: italic;">Después de la Segunda Guerra Carlista esta bandera</span> [se refiere a la bandera “Generalísima”], <span style="font-size: 0pt;">bordada por Doña María Francisca de Braganza -primera esposa de Don Carlos V-, y principal enseña histórica carlista]</span><span style="font-style: italic;"> y otras famosas, como las del Cura Santa Cruz, fueron a parar al Palacio de Loredán, donde se conservaron dignamente. A la muerte de Don Carlos VII, su esposa, Doña Berta, tan despegada de las cosas del Carlismo, hallándose en dificultades económicas, las vendió a bajo precio a unos anticuarios parisinos. Inmediatamente antes de la guerra de 1936, un judío inglés llamado Midletton las adquirió para tenerlas a punto en sus pretensiones amorosas a una princesa de la estirpe carlista, pero ésta no le hizo el menor caso y se casó posteriormente con un diplomático italiano que fue embajador en Madrid.</span> <span style="font-style: italic;">Al empezar la Cruzada, Don Luis Arellano, abogado pamplonés de gran habilidad política, entró en contacto con el tal Midletton y le convenció para que regalara las banderas a la familia Baleztena y no a la Comunión Tradicionalista como inicialmente había pensado. A cambio, parece que se habló de gestionar para el inglés una valiosa condecoración española.</span> <span style="font-style: italic;">Pero al relatar éste asunto, de manera en todo coincidente con la narración de la Señorita Lola Baleztena, el Conde de Rodezno dice en sus memorias que la secreta intención de Midletton al regalar las banderas era buscar una eficaz representación a Don Nicolás Franco, para montar con él una operación de rescate del oro que los rojos habían sacado al extranjero. Pero ésta pretensión no tuvo más fortuna que la dirigida a la princesa carlista</span>".<br />
El autor de la anterior información cuando alude a “una princesa de la estirpe carlista”, se refiere a la Archiduquesa Doña Margarita de Habsburgo-Lorena y Borbón, nieta de S. M. Don Carlos VII, quién casó en 1937 con el marqués Francesco Taliani di Marchio, embajador de Italia en España.<br />
<a href="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SjSZZsuiLWI/AAAAAAAAAKA/98EIjYkTyP8/s1600-h/PERIODICO.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5347067324377738594" src="https://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SjSZZsuiLWI/AAAAAAAAAKA/98EIjYkTyP8/s320/PERIODICO.jpg" style="cursor: pointer; height: 194px; width: 121px;" /></a> <span style="font-size: 78%;">"Vanguardia Española", 19 de mayo de 1939 </span><br />
Profundizando en este mismo tema sobre el devenir de las banderas del Palacio de Loredán veamos lo que dejó consignado el conde de Melgar, secretario de Carlos VII, en su interesante obra "Veinte años con Don Carlos. Memorias de su Secretario el Conde de Melgar", Ed. Espasa-Calpe, S.A. Madrid, 1940, pág. 181: "<span style="font-style: italic;">Para alejar a su esposo no sólo de la familia, sino del partido, la segunda Duquesa de Madrid decidió, "para limpiar de basuras el Palacio de Loredan", destruir todo los archivos que piadosamente se conservaban en los desvanes y que abarcaban interesantísimas correspondencias de D. Carlos V, Carlos VI y Carlos VII. Hizo bajar las inmensas arcas que contenían las preciosas reliquias, entregando al fuego su contenido. Quince días, los últimos que yo pasé en Venecia, duró aquel áuto de fe. Tímidamente me decidí un día a observar a don Carlos si no sería conveniente que hiciéramos un expurgó él y yo para salvar lo que mereciera conservarse.</span> <span style="font-style: italic;">- Ya lo ha examinado todo María Berta- me contestó- ; dice que ahí no hay más que cuentas de la lavandera y de la cocinera.</span> <span style="font-style: italic;">Asi desapareció aquel tesoro.</span> <span style="font-style: italic;">Mucho me temo que hayan corrido suerte parecida los trofeos de la guerra que eran el orgullo del Palacio de Loredán.</span> <span style="font-style: italic;">Don Carlos dejó éste en su testamento a su viuda, diciendo que podía disponer de todo su contenido, excepto de los objetos del Cuarto de Banderas, los cuales le legaba solamente en usufructo con la obligación de pasar la propiedad a su hijo cuando ella muriese.</span> <span style="font-style: italic;">Habiendo doña María Berta vendido el Palacio de Loredán - en condiciones malísimas por cierto - ignoro dónde habrán ido a parar los gloriosos trofeos. Don Jaime ha escrito a Venecia varias veces para saberlo y la contestación ha sido siempre que la Princesa había depositado aquella herencia de gloria en un guardamuebles, de donde podrían ser retirados a su muerte</span>."<br />
Es cierto que al morir Don Carlos VII, dejó dispuesto en su testamento que sus bienes pasaran a su viuda Doña María Berta, a excepción de los objetos que contenía la “Sala de Banderas”, que únicamente le legaba en usufructo y que a su muerte debían pasar a Don Jaime de Borbón cuando ella falleciese. Doña Berta vendió el edificio y su contenido a la actriz de cine Lyda Borelli,"<i>la divina Borelli</i>" que casó con el conde Cini -la operación de compraventa se efectuó en la década de 1910, ya que Mynna, la primogénita del aristócrata y de la actriz nació en el palacio de Loredán en 1920-. Después la reina carlista marcharía a vivir a Viena, donde murió el 13 de enero de 1945. El conde de Melgar, sin embargo, se equivocó al pronosticar que Doña Berta hubiese sido capaz de haber mandado quemar las banderas.<br />
A continuación transcribimos parte del testamento vital de Don Carlos VII -en lo concerniente al legado de sus banderas-, otorgado en su palacio de Loredán, el 27 de abril de 1906 (texto extraído del diario "ABC" en su edición de 20 de noviembre de 1910): <span style="font-size: 100%; font-style: italic;">"A mi hijo entrego el estandarte real de mi abuelo Carlos V y las banderas gloriosas que salvé yo mismo, llevándolas á tierra extranjera, para que un día, triunfantes y hermosas, ondeen de nuevo bajo el viento de mi estimada patria. Estas reliquias no se las doy como trofeos de guerras, sino como símbolo de mi inquebrantable fidelidad y abnegación y como testimonio de nuestro brillante pasado y de nuestro hermoso porvenir... Mando á mi hijo que, después de muerta mi estimada esposa, doña María Berta, y sola guardadora de estas banderas mientras viva, se posesione de ellas y las considere el tesoro más grande de su herencia".</span><br />
Los hermanos Ignacio y Dolores Baleztena Ascárate crearon en 1940 -con el conjunto de banderas procedentes de Loredán que tan generosamente había cedido Mr. William Taylor Middleton, y otros fondos que habían podido reunir procedentes de diferentes Círculos Carlistas, familias de raigambre legitimista o de jefes militares que habían combatido en la Guerra Civil Española de 1936- el denominado "Museo de Recuerdos Históricos de Pamplona", ubicado en un caserón que otrora había albergado un seminario en la calle del Mercado, de la capital navarra.<br />
El devenir del malogrado Museo, que definitivamente cerró sus puertas en la década de 1960, es referido en parte por José Fermín Garralda Arizcun en su trabajo, hoy inédito, "<span style="font-style: italic;">El Carlismo en Navarra y Pamplona. 175 años de Historia y actualidad</span>", en los siguientes términos: "<span style="font-style: italic;">Los objetos entregados en depósito eran numerosos, pues ocupaban las cuatro plantas del Seminario de San Juan (que albergaban ocho salas, biblioteca y capilla) hasta que el edificio se declaró en semiruina. Luego el museo pudo trasladarse a la ciudadela, lo que no se hizo porque el Ayuntamiento de Pamplona incumplió el Decreto del 21-V-1964 (BOE nº 129, 29-V-1964). Ni el Ayuntamiento de Pamplona ni la Diputación de Navarra, se preocuparon de dicho museo, cuidado con esmero y el debido gasto por la familia Baleztena. En 1975 era depositaria la ilustre dama Dolores Baleztena. Tras una exposición celebrada en el Palacio de Valle-Santoro, en Sanguesa, del 19 de marzo al 5 de abril de 1976, y habiéndose depositado interinamente los objetos en casa de una tía de don Javier Mª Pascual, en 1977 estos fueron sustraidos por unos señores con una furgoneta bajo el pretexto de que aquello era patrimonio carlista, dejándolos en el desván del Círculo Carlista de Sanguesa. Hubo un juicio, que fue muy mal llevado por la parte perdedora, y los tribunales dieron la razón a los seguidores de don Carlos Hugo ("Diario de Navarra", 28-VIII-1985). Desde luego, esto no justificaba de manera alguna lo ocurrido anteriormente. Después este museo se llevó al Círculo de Tolosa (Guipúzcoa), situado en la Calle San Francisco nº 1". </span><br />
Los fondos expoliados a los que hace referencia Garralda -tras la exposición en Sanguesa organizada por los señores Javier Beunza y Juan Pedro Arraiza- no comprenden la totalidad del antiguo Museo de Recuerdos Históricos. Es cierto que se trataba de un conjunto de un inmenso valor histórico ya que incluía la bandera "Generalísima", el uniforme y espada de Carlos VII, entre otros -que el Partido Carlista ha cedido ahora en depósito al proyectado Museo del Carlismo de Estella-, pero sigue siendo fundamental el grupo de reliquias carlistas aún en poder de la familia Baleztena, -particularmente banderas, como la del Batallón de Guías del Rey o la del los Voluntarios Realistas de Navarra- y las custodiadas por el Museo de Tabar.<span style="font-style: italic;"> </span><br />
(112) Aparece incluida en el “Catálogo de Banderas del Museo de Recuerdos Históricos”, con el número 22, con la descripción: "<span style="font-style: italic;">Bandera del Cura Santa Cruz (1872-1876). De seda negra. Sirvió en Guipúzcoa para llevar a cabo el alzamiento de voluntarios realistas a las órdenes del cura D. Manuel Santa Cruz. En el anverso en letras rojas </span><span style="font-size: 78%;"><span style="font-style: italic;"><<</span></span><span style="font-style: italic;">Guerra sin Cuartel</span><span style="font-size: 78%;"><span style="font-style: italic;">>></span></span><span style="font-style: italic;">, y en el reverso, en rojo también </span><span style="font-size: 78%;"><span style="font-style: italic;"><<</span></span><span style="font-style: italic;">VICTORIA O MUERTE</span><span style="font-size: 78%;">>>"</span>. “Catálogo de banderas. Museo de Recuerdos Históricos. Pamplona. Número 1” Pamplona, Gráficas Bescansa, 1942. El lector fácilmente podrá observar que es errónea la datación de la bandera “1872-1876”, ya que la partida fue disuelta en 1873.<br />
(113) Reproducimos a continuación la breve descripción de la bandera que se hace en el folleto “Museo de Recuerdos Históricos de Pamplona”, de Dolores Baleztena, Temas Españoles nº 205, Ed. “Publicaciones Españolas". Madrid, 1955, pág.15: “<span style="font-style: italic;">Destaca en ella</span> [la sala del Cura Santa Cruz]<span style="font-style: italic;"> la bandera de su famosa partida con el desesperado lema escrito en rojo sobre fondo negro Victoria o Muerte. Diversas fotografías le reproducen de cura joven en Hernialde; de guerrillero rodeado de sus incondicionales <span style="font-size: 78%;"><<</span>guizones<span style="font-size: 78%;">>></span></span><span style="font-style: italic;">, y últimamente, ya anciano, de misionero jesuita en Colombia</span>”.<br />
(114) Bástenos para sostener que la Bandera de Santa Cruz despertaba gran interés entre los visitantes del antiguo Museo de Recuerdos Históricos esta noticia aparecida el 17-I-1954 en el diario "ABC" con ocasión de la Visita de la Sección Femenina al Museo:<br />
<a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SsKPdw1mdiI/AAAAAAAAAVw/HihtqmuyEok/s1600-h/ABC.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5387025845777233442" src="https://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SsKPdw1mdiI/AAAAAAAAAVw/HihtqmuyEok/s320/ABC.jpg" style="cursor: pointer; height: 196px; width: 148px;" /></a> <br />
(115) Xabier Azurmendi, op. cit., pág. 164.<br />
(116) Juan de Olazabal y Ramery, op. cit., pág. 95.<br />
(117) Juan de Olazabal y Ramery, op. cit., pág. 96.<br />
(118) Don Carlos se instala en 1882 en el palacio de Loredán, tras serle cedido por su madre Doña Beatriz de Austria-Este.<br />
(119) Julio de Urquijo, op. cit.,pág. 60-61.<br />
(120) “El Estandarte Real”, en su número correspondiente a diciembre de 1890, reseña la bandera de Santa Cruz en los siguientes términos: "<span style="font-style: italic;">En el centro, entre las dos puertas, bandera del 1er. Batallón del Maestrazgo; debajo, asomando y tapada por la anterior, la bandera negra de D. Manuel Santa Cruz, que le fue quitada por las fuerzas Reales al mando del Marqués de Valde-Espina, al declarársele rebelde</span>”. La publicación “El Estandarte Real: Revista político-militar ilustrada” de filiación carlista editó a instancias de Carlos VII una interesante serie de cuatro láminas dibujadas por el artista veneciano Luigi Gasparini reproduciendo cada uno de los lienzos de pared que integraban el “Cuarto de Banderas” del Palacio de Loredán, seguidas de una breve descripción de los objetos trazados. El primer número de “El Estandarte Real”, salió publicado en Barcelona el 1 de abril de 1889 bajo la dirección política de Francisco de P. Oller y la artística de Paciano Ross. De periodicidad mensual se publicaron 39 números, el último de los cuales correspondió a junio de 1892. Los precios de suscripción eran los siguientes: un año, 7,50 pesetas; seis meses, 4 pesetas; extranjero y ultramar un año, 12 pesetas.<br />
(121) Francisco de Melgar, conde de Melgar. "Pequeña Historia de las Guerras Carlistas". Editorial Gómez. Pamplona, 1958. Pág. 130 <br />
(122) General Luis Redondo y Comandante Juan de Zabala. "El Requeté. (La Tradición no muere)". Ed. AHR. Barcelona, 1957. Pág. 249.<br />
(123) Se tasó la bandera de la Partida del Cura Santa Cruz en 186.000 euros a efectos de seguro con la compañía "Zurich Seguros". <br />
(124) Figura realizada en plomo y tamaño de 6o mm. por el donostiarra Eduardo García Lope, pintor de soldados de plomo y miniaturas militares. El autor especifica en carta remitida a su adquiriente, Iñigo Pérez de Rada, la información siguiente: "<span style="font-style: italic;">La figura es una modificación hecha a partir de un soldado de las partidas carlistas. Tratándose de tropas irregulares, esto es de guerrilleros, no vestían uniforme sino ropa civil. El soldado original lleva un fusil al hombro, de modo que sustituí el fusil por el estandarte que fabriqué yo mismo con chapa de estaño para la tela y alambre grueso para los astiles que lo componen. He seguido rigurosamente el modelo original que puede verse en las fotografías</span> [publicadas en esta web]<span style="font-style: italic;">. En cuanto al dibujo, el texto, los colores y por supuesto las proporciones, he seguido también fielmente el original. Solamente existen dos modelos de esta figura que realicé en febrero de 2010</span>".Noticias Carlistashttp://www.blogger.com/profile/17158067576154888314noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-8455203955772524325.post-11541732555399384132011-05-27T01:56:00.000-07:002013-01-29T00:44:00.041-08:00Condecoraciones Carlistas y Liberales, 3ª Guerra carlista, 1872-1876<span style="font-style: italic;"><b style="background-color: #99ff99; color: black;"></b> Iñigo PÉREZ DE RADA y CAVANILLE</span>S<br />
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Una vez presentados varios elementos que componían el equipo empleado por la oficialidad legitimista en la última de las Guerras Carlistas, vamos a proseguir el empeño mostrando una serie de medallas utilizadas por el Ejército de Don Carlos VII y acuñadas como recompensa para los integrantes del mismo que se hicieron merecedores del honor de portarlas.<br />
Se procederá luego a mostrar el fondo de medallas liberales que fueron concedidas en su día al General de Brigada de Infantería Exmo. Sr. D. Fabriciano Menéndez Baizán y Morán de Labandera (1844-1931), quien sirvió como oficial de Infantería en esa guerra, así como la placa Gran Cruz de Honor y Mérito de la Cruz Roja concedida a su suegro, el marqués de Jaureguizar (1818-1885).<br />
También mostraremos otras condecoraciones del Ejército liberal cuyos poseedores primigenios hoy desafortunadamente permanecerán en el anonimato ya que desconocemos sus nombres, con el objeto de completar, lo máximo posible, este apartado de condecoraciones relativas a la 3ª Guerra Carlista.<br />
Todas las piezas son propiedad del Museo de Tabar (Navarra).<br />
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<span style="font-size: 130%;"><span style="font-style: italic; font-weight: bold;">CARLISTAS</span></span><br />
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<span style="font-size: 85%;"><span style="font-weight: bold;">MEDALLA DE BERGA<br />
</span></span><a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SiFyCzSnyRI/AAAAAAAAAIQ/yne6RsZFlKA/s1600-h/BERGA1.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5341676025491736850" src="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SiFyCzSnyRI/AAAAAAAAAIQ/yne6RsZFlKA/s320/BERGA1.jpg" style="cursor: pointer; height: 277px; width: 132px;" /></a> <a href="http://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SiFy7Jrkg2I/AAAAAAAAAIg/McyYW1lyM9E/s1600-h/BERGA2_editado-1.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5341676993574634338" src="http://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SiFy7Jrkg2I/AAAAAAAAAIg/McyYW1lyM9E/s320/BERGA2_editado-1.jpg" style="cursor: pointer; height: 277px; width: 138px;" /></a><br />
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Medalla, creada en categoría única de bronce, para honrar a la hueste carlista que intervino en la toma de la localidad barcelonesa de Berga en marzo de 1873.<br />
Es circular presentando en el anverso la imágen laureada del Rey legítimo Don Carlos VII de perfil, orlada por la inscripción: "BERGA 27 DE MARZO DE 1873". El reverso lo ocupan el escudo provincial de Barcelona y el legendario trilema carlista de "DIOS PATRIA Y REY"; pende de cinta de seda roja. Mide 3,5 cm de diámetro.<br />
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<br />
<span style="font-size: 85%;"><span style="font-weight: bold;">PASADOR CON LAS MEDALLAS DE MONTEJURRA, DE DISTINCIÓN DE DON CARLOS VII, Y SOMORROSTRO<br />
</span></span><a href="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sh_Y4EabRrI/AAAAAAAAAII/57w4hHhKNrg/s1600-h/PASADOR1_editado-1.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5341226140853552818" src="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sh_Y4EabRrI/AAAAAAAAAII/57w4hHhKNrg/s320/PASADOR1_editado-1.jpg" style="cursor: pointer; height: 284px; width: 355px;" /></a> <a href="http://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sh_YOpOg8MI/AAAAAAAAAIA/cFrdt1ZOdHI/s1600-h/PASADOR2.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5341225429181198530" src="http://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sh_YOpOg8MI/AAAAAAAAAIA/cFrdt1ZOdHI/s320/PASADOR2.jpg" style="cursor: pointer; height: 301px; width: 350px;" /></a><br />
<span style="font-size: 78%;">Pinche para aumentar las imágenes</span><br />
<br />
Pasador en oro de ley conteniendo las tres condecoraciones carlistas más emblemáticas de la 3ª Guerra en el campo legitimista: las de las batallas de Montejurra y Somorrostro y la de Distinción de Carlos VII.<br />
La MEDALLA DE MONTEJURRA fue creada por Real Decreto de 9 de noviembre de 1873 para recompensar a las fuerzas carlistas que intervinieron en las victorias de Montejurra y Monjardín. La procedencia del bronce de cada una de las medalas acuñadas procedente de un cañón tomado a los liberales. Tiene forma de Cruz de cuyos brazos superior -surmontada por corona Real y corona de laurel-, y laterales se lee el trilema carlista "DIOS PATRIA REY". El centro, de donde parten cuatro flores de lis, es circular y contiene la inscripción siguiente: "7, 8, 9, NOVIEMBRE 1873" orlado de la leyenda "PATROCINIO DE LA Sma. VIRGEN". Reverso liso. Cinta de seda roja. Mide 6 x 3,8 cm.<br />
<br />
<a href="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SiemB2dErtI/AAAAAAAAAJI/lAQJzHm5eSY/s1600-h/MONTEJURRA.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5343422033625919186" src="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SiemB2dErtI/AAAAAAAAAJI/lAQJzHm5eSY/s320/MONTEJURRA.jpg" style="cursor: pointer; height: 185px; width: 320px;" /></a> <span style="font-size: 78%;">Batalla de Montejurra</span>.<br />
<br />
La MEDALLA DE DISTINCIÓN DE DON CARLOS VII fue creada por Real Decreto de 9 de octubre de 1874 con el objeto de premiar a los que se prestasen "servicios especiales" a la causa encarnada por Don Carlos VII, en las categorías de Plata y Bronce, correspondiendo este ejemplar a la Primera categoría.<br />
El anverso es en forma de Cruz de brazos expandidos, respectivamente cada uno de ellos ocupados por la leyenda "DIOS" "PATRIA" "REY" "1874" y conectados entre sí mediante una corona de laurel. El centro circular lo ocupa la cifra Real "C7", alrededor de la cual se halla la inscripción: "RESTAURACION CATOLICO MONARQUICA". Su reverso está ocupado en el centro por el escudo Real rodeado de la leyenda: "CARLOS VII POR LA GRACIA DE DIOS REY DE LAS ESPAÑAS", mientras que repartidos en los brazos de la Cruz se lee: "VIRTUD" "TALENTO" "ABNEGACION" "LEALTAD". La pieza consta de corona Real articulada que contiene la anilla para ser suspendida por la cinta de seda con los colores nacionales.<br />
<br />
<a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Si-yvyyNQTI/AAAAAAAAAJ4/Ca354Gmdb-g/s1600-h/MEDALLA+CARLOS+VII_editado-1.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5345687816868020530" src="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Si-yvyyNQTI/AAAAAAAAAJ4/Ca354Gmdb-g/s320/MEDALLA+CARLOS+VII_editado-1.jpg" style="cursor: pointer; height: 266px; width: 178px;" /></a> <span style="font-size: 78%;">Medalla de Distinción de Carlos VII ("El Estandarte Real", noviembre de 1891).</span><br />
<br />
La MEDALLA DE SOMORROSTRO fue creada por Don Carlos VII el 31 de agosto de 1874 (1) con el fin de premiar a las tropas del Ejército del Norte que sostuvieron las batallas en torno a Bilbao durante el primer cuatrimestre de 1874. En categoría única de bronce, es circular con tres flores en los lados y parte inferior, presentando en su centro la efigie de perfil del Rey Carlos VII tocado con corona de laurel, alrededor del cual encontramos la inscripción, rodeada por corona de laurel: "A LA FE Y AL HEROISMO DEL EJERCITO REAL DEL NORTE". El reverso lo ocupa la leyenda: "BATALLAS DE VIZCAYA DE ENERO A MAYO DE 1874". La medalla está timbrada por corona Real y corona de laurel que es la que alberga la cinta de seda verde. Mide 5,5 x 4,2 cm.<br />
<br />
<a href="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SiemeL4R35I/AAAAAAAAAJQ/eF5RCZUtcCA/s1600-h/SOMORROSTRO.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5343422520413511570" src="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SiemeL4R35I/AAAAAAAAAJQ/eF5RCZUtcCA/s320/SOMORROSTRO.jpg" style="cursor: pointer; height: 175px; width: 320px;" /></a> <span style="font-size: 78%;">Episodio en la batalla de Somorrostro</span>.<br />
<br />
<span style="font-size: 85%;"><span style="font-weight: bold;"><br />
MEDALLA DE LA ORDEN DE LA CARIDAD<br />
</span></span><a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sh8biBSMHtI/AAAAAAAAAGw/yVZxiKtD6FY/s1600-h/MEDALLA1.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5341017954358927058" src="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sh8biBSMHtI/AAAAAAAAAGw/yVZxiKtD6FY/s320/MEDALLA1.jpg" style="cursor: pointer; height: 349px; width: 148px;" /></a> <a href="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sh8b2fVqZ6I/AAAAAAAAAG4/e2Es_VbSoYo/s1600-h/MEDALLA2_editado-2.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5341018306023942050" src="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sh8b2fVqZ6I/AAAAAAAAAG4/e2Es_VbSoYo/s320/MEDALLA2_editado-2.jpg" style="cursor: pointer; height: 179px; width: 130px;" /></a> <a href="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sh8vfIdZy9I/AAAAAAAAAHo/jhj-CCi13GU/s1600-h/FOTO.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5341039894977956818" src="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sh8vfIdZy9I/AAAAAAAAAHo/jhj-CCi13GU/s320/FOTO.jpg" style="cursor: pointer; height: 281px; width: 173px;" /></a> <span style="font-size: 78%;">SS.MM.</span> <span style="font-size: 78%;">Don Carlos VII y Dña. Margarita</span><br />
<br />
La Orden de la Caridad fue creada por S.M. Don Carlos VII por Real Decreto el 9 de octubre de 1874 (2) en honor a su esposa la Reina Doña Margarita de Borbón-Parma, conocida como el "Angel de la Caridad" por la enorme abnegación, sacrificio y virtudes que distinguieron y adornaron a tan excelente Dama durante toda su vida, especialmente durante el tiempo de guerra.<br />
A tal fin se recompensó con esta Orden a aquellas personas que singularísimamente se distinguieron en el auxilio de heridos y servicios asistenciales en hospitales de sangre, con las categorías de Oro, Plata y Bronce.<br />
La medalla es de bronce plateado y circular. El anverso presenta una Cruz de Malta de ocho puntas, centro con el Sagrado Corazón de Jesús orlado de la inscripción "LA CARIDAD", de donde parte una margarita (en clara alusión a la Reina) en cada uno de sus ángulos, sumando un total de cuatro. El reverso lo ocupan la inicial "M" rodeada de un ramillete de margaritas y el lema latino "QUIS NOS SEPARABIT . A CARITATE CHRISTI". Pende de una cinta de seda blanca con filetes de color morado. Mide 2,8 cm. de diámetro.<br />
Conserva este ejemplar su estuche original . El estuche está forrado en su exterior en papel morado, ostentando en su tapa la inicial en oro de la Reina Doña Margarita; el interior, guarnecido en terciopelo y seda verde, protege a la pieza.<br />
<br />
<a href="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sh8cQ9oaf6I/AAAAAAAAAHA/RmnQAcNrkho/s1600-h/MEDALLA3.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5341018760832253858" src="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sh8cQ9oaf6I/AAAAAAAAAHA/RmnQAcNrkho/s320/MEDALLA3.jpg" style="cursor: pointer; height: 320px; width: 158px;" /></a> <a href="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sh8ckGln57I/AAAAAAAAAHI/1mZMqIjrC_w/s1600-h/MEDALLA4.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5341019089653983154" src="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sh8ckGln57I/AAAAAAAAAHI/1mZMqIjrC_w/s320/MEDALLA4.jpg" style="cursor: pointer; height: 260px; width: 163px;" /></a> <a href="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sh8dBmGjcdI/AAAAAAAAAHY/mY8Bm3F-FP4/s1600-h/SELLO+LA+CARIDAD.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5341019596329808338" src="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sh8dBmGjcdI/AAAAAAAAAHY/mY8Bm3F-FP4/s320/SELLO+LA+CARIDAD.jpg" style="cursor: pointer; height: 96px; width: 145px;" /></a> <span style="font-size: 78%;">Sello de "La Caridad"</span><br />
<span style="font-size: 85%;"><span style="font-weight: bold;"><br />
<br />
MEDALLA DE HOMENAJE A LOS VETERANOS CARLISTAS</span></span><br />
<br />
<a href="http://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sh6r5Q8q_qI/AAAAAAAAAGg/kk89UAO1EtA/s1600-h/MEDALLA_editado-1.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5340895208398323362" src="http://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sh6r5Q8q_qI/AAAAAAAAAGg/kk89UAO1EtA/s320/MEDALLA_editado-1.jpg" style="cursor: pointer; height: 290px; width: 189px;" /></a> <a href="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sh6tgzhlu8I/AAAAAAAAAGo/ERj_MUAMMK0/s1600-h/MEDALLA2_editado-1.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5340896987206499266" src="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sh6tgzhlu8I/AAAAAAAAAGo/ERj_MUAMMK0/s320/MEDALLA2_editado-1.jpg" style="cursor: pointer; height: 194px; width: 140px;" /></a><br />
<br />
Acuñada en plata en 1908 para premiar la fidelidad de aquellos oficiales carlistas que sirvieron bajo las banderas del Rey Don Carlos VII en la 3ª Guerra Carlista, 1872-1876, con ocasión de la ceremonia que a tal efecto se realizó en el Palacio de Loredán (Venecia) para celebrar la festividad de San Carlos Borromeo, día de la Dinastía Carlista. Se realizó en plata (para oficiales) y bronce (para tropa).<br />
Es circular, figurando en el anverso la imágen en perfil del augusto Rey Carlos VII que porta las insignias de la Orden del Toisón de Oro, placa Gran Cruz de la Orden de Carlos III, y las medallas de campaña correspondientes a la acción de Montejurra y batalla de Somorrostro, que ya han sido presentadas aquí. El reverso está ocupado por la cifra Real correspondiente al monarca: "C7" timbrada de corona Real. El conjunto lo completan un pasador realizado también en plata con la inscripción "<span style="font-style: italic;">HOMENAGE A LOS VETERANOS CARLISTAS NOVIEMBRE 1908</span>" y cinta en seda roja. Está firmada por "Jauner", midiendo 3 cm. de diámetro.<br />
Este mismo ejemplar perteneciente al Museo de Tabar (Navarra) ha sido reproducido -sin cita de fuente- en la portada del libro editado por la Colección Luis Hernando de Larramendi "<span style="font-style: italic;">Un Corresponsal en España. 50 Crónicas de la Tercera Guerra Carlista</span>", de Enrique Roldán González (2009).<br />
<br />
<br />
<span style="font-size: 130%;"><span style="font-style: italic; font-weight: bold;">LIBERALES</span></span><br />
<br />
<br />
Extenso conjunto de condecoraciones que pertenecieron a Don Fabriciano Menéndez Baizán y Morán de Labandera (Gijón, 22-VIII-1844 / Madrid, 19-XII-1931). Combatió a los carlistas y las partidas que estos formaron en León y Palencia en los meses de julio y agosto de 1869, y ya en la 3ª Guerra Carlista se distinguió en la defensa de las localidades navarras de Arizala el 22 de junio de 1872, así como en los combates sostenidos en Ibiricu, el 29 de mayo de ese mismo año. Ascendió a capitán en atención a los méritos obtenidos en la acción de Velavieta el 9 de diciembre de 1874, y a comandante por la acción de San Pedro de Abanto los días 26 y 27 de mayo de 1874 contra los carlistas. Gracias a los méritos contraidos en el levantamiento del bloqueo de Pamplona en los meses de enero y febrero de 1875 se graduaría de teniente coronel. Coronel del Regimiento de León Nº 38 y General de Brigada por R.D. de 28 de diciembre de 1907. Gobernador Militar de Toledo y Gentilhombre de Alfonso XIII. Caso en primeras nupcias con la dama navarra Doña Mª de los Dolores de Calatayud e Izco (3).<br />
<br />
<a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqTuhyv4XtI/AAAAAAAAAQM/bwwxWPllU3M/s1600-h/LIBERAL4.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5378686119312907986" src="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqTuhyv4XtI/AAAAAAAAAQM/bwwxWPllU3M/s320/LIBERAL4.jpg" style="cursor: pointer; height: 260px; width: 157px;" /></a> <span style="font-size: 78%;">D. Fabriciano Menéndez Baizán, h. 1877</span><br />
<br />
<br />
<span style="font-size: 85%;"><span style="font-weight: bold;">PASADOR CON LAS ORDENES DEL MERITO MILITAR, BENEMERITO A LA PATRIA, SAN HERMENEGILDO Y CIVIL DE BENEFICIENCIA</span></span><br />
<br />
<a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqTqsrHdJMI/AAAAAAAAAPs/CXw8A0hSdG8/s1600-h/LIBERALES1.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5378681908196353218" src="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqTqsrHdJMI/AAAAAAAAAPs/CXw8A0hSdG8/s320/LIBERALES1.jpg" style="cursor: pointer; height: 208px; width: 375px;" /></a><br />
<br />
<a href="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqTroiDI8hI/AAAAAAAAAP0/Q0ERSBLD7wQ/s1600-h/LIBERAL1-REVERSO.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5378682936554484242" src="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqTroiDI8hI/AAAAAAAAAP0/Q0ERSBLD7wQ/s320/LIBERAL1-REVERSO.jpg" style="cursor: pointer; height: 216px; width: 376px;" /></a><br />
<br />
<span style="font-size: 100%;">El presente pasador -perteneciente a Fabriciano Menéndez Baizán- incluye, de izquierda a derecha, las Órdenes siguientes:</span> Cruz al Mérito Militar con distintivo Rojo obtenida por su distinguido comportamiento en las operaciones de Despeñaperros en diciembre de 1872; Cruz al Mérito Militar con distintivo Blanco; Medalla de Distinción de Benemérito a la Patria; Cruz de Caballero de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo; Cruz de Caballero de la Orden Civil de Beneficiencia; por último, una segunda Cruz al Mérito Militar con distintivo Blanco.<br />
<br />
<br />
<span style="font-size: 85%; font-weight: bold;">PASADORES CON LAS MEDALLAS DE DISTINCION DE ALFONSO XII, PALATINA DE LA REGENCIA DE DOÑA Mª CRISTINA, DEL CENTENARIO DE LOS SITIOS DE GERONA, DISTINCION DE LA DEFENSA DE BILBAO, DISTINCION DE ALFONSO XIII, DEL CENTENARIO DE LOS COMBATES DE PUENTE SAMPAYO, Y DE DISTINCION DE LA GUERRA CIVIL 1873-74</span><br />
<br />
<a href="http://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqTyh_Ci4vI/AAAAAAAAAQU/cltwpjSUjKk/s1600-h/LIBERALES3.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5378690520658928370" src="http://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqTyh_Ci4vI/AAAAAAAAAQU/cltwpjSUjKk/s320/LIBERALES3.jpg" style="cursor: pointer; height: 406px; width: 351px;" /></a><br />
<br />
<a href="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqT0bNQGQFI/AAAAAAAAAQc/AL-epiaRoao/s1600-h/LIBERALES3-REVERSO.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5378692603238039634" src="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqT0bNQGQFI/AAAAAAAAAQc/AL-epiaRoao/s320/LIBERALES3-REVERSO.jpg" style="cursor: pointer; height: 426px; width: 352px;" /></a><br />
<br />
Tres pasadores que pertenecieron a Don Fabriciano Menéndez Baizán. El primero -de diario-, con las cintas relativas a la Cruz al Mérito Militar con distintivo Rojo, Cruz de la Orden Civil de Beneficiencia, Cruz al Mérito Militar con distintivo Blanco y la de Benemérito a la Patria.<br />
En el segundo pasador sólo nos detendremos en aquellas medallas relativas a la 3ª Guerra Carlista, esto es a la primera comenzando por la izquierda que corresponde a la Medalla de Distinción de "Alfonso XII", en plata, con los pasadores de las acciones "MIRAVALES", "PAMPLONA", "ELCUETA" y "ORIA". La cuarta condecoración es la de Distinción de la Defensa de Bilbao -creada por Decreto de 10 de julio de 1874-, en bronce , cuyo anverso ostenta el escudo de la capital de Vizcaya (sustituidos los lobos del escudo bilbaíno por dos "burros") rodeado por el texto siguiente "AL EJERCITO LIBERTADOR Y DEFENSORES DE LA INVICTA BILBAO - 2 DE MAYO DE 1874", con los pasadores de "MUNECAS-CALDAMES", "ABANTO", "MONTANO" y "ONTON"; fue concedida tanto a las fuerzas liberales que soportaron el asedio carlista de Bilbao como a aquellos integrantes de las fuerzas que rompieron el sitio. Por último la séptima recompensa es la de Distinción de la Guerra Civil, 1873 y 1874, en plata, con los pasadores de "MURU", "LUMBIER" y "VELAVIETA". La Medalla de Distinción de la Guerra Civil fue creada por R.D. de 5 de junio de 1876 en categoría única de plata para recompensar a aquellos efectivos militares que intervinieron en el bando liberal en contra de los carlistas y de la insurrección cantonal, durante los años 1873 y 1874. Figura el busto de Alfonso de Borbón rodeado de la leyenda "ALFONSO XII A LOS EJERCITOS VENCEDORES DE LOS CARLISTAS Y DEFENSORES DEL ORDEN SOCIAL EN 1873 Y 1874". En el reverso figura la inscripción "VALOR DISCIPLINA LEALTAD" timbrada de corona Real, entre ramos de laurel; la cinta es roja con una lista amarilla en su centro.<br />
El tercer conjunto de condecoraciones repite las medallas y pasadores del anterior, exceptuando la de Defensa de Bilbao que esta vez si reproduce convenientemente los heráldicos lobos propios del escudo de la Muy Noble y Muy Leal e Invicta Villa de Bilbao.<br />
<br />
<br />
<span style="font-size: 85%;"><span style="font-weight: bold;">MEDALLA DE DISTINCION DEL VIAJE DE AMADEO I DE SABOYA A ESPAÑA<br />
</span></span><a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqVqEqr8asI/AAAAAAAAARk/wLSA2CS0KvY/s1600-h/AMADEOSABOYA.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5378821958374550210" src="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqVqEqr8asI/AAAAAAAAARk/wLSA2CS0KvY/s320/AMADEOSABOYA.jpg" style="cursor: pointer; height: 151px; width: 146px;" /></a> <a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqVq_u2s4_I/AAAAAAAAARs/OiZL4yrsEIU/s1600-h/AMADEOSABOYA-REVERSO.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5378822973105693682" src="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqVq_u2s4_I/AAAAAAAAARs/OiZL4yrsEIU/s320/AMADEOSABOYA-REVERSO.jpg" style="cursor: pointer; height: 151px; width: 147px;" /></a><br />
<br />
Circular, de plata, creada por R.O. de 11 de enero de 1871 para conmemorar el viaje a España de Amadeo de Saboya, para ocupar el Trono español. En el anverso figura el busto del rey intruso de perfil, orlado con la leyenda "AMADEO I REY DE ESPAÑA". El reverso ofrece las siluetas de los tres buques de la Armada española que lo escoltaron en su viaje, esto es las fragatas Numancia, Victoria y Villa de Madrid, y las inscripciones "A LA ESCUADRA DEL MEDITERRANEO" en su parte superior y la fecha "26 DE DICIEMBRE" en la inferior. La firma "G[regorio] Sellán".<br />
<span style="font-size: 85%;"><span style="font-weight: bold;"><br />
<br />
MEDALLA DE DISTINCION DE ALFONSO XII</span></span><br />
<br />
<a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqTsmmRZorI/AAAAAAAAAP8/oc3TRTPpRE8/s1600-h/LIBERAL2.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5378684002839929522" src="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqTsmmRZorI/AAAAAAAAAP8/oc3TRTPpRE8/s320/LIBERAL2.jpg" style="cursor: pointer; height: 261px; width: 128px;" /></a> <a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqTuBx4Eq4I/AAAAAAAAAQE/dk_93aWgw0I/s1600-h/LIBERAL2-REVERSO.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5378685569323019138" src="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqTuBx4Eq4I/AAAAAAAAAQE/dk_93aWgw0I/s320/LIBERAL2-REVERSO.jpg" style="cursor: pointer; height: 262px; width: 128px;" /></a><br />
<br />
Medalla de Distinción de "Alfonso XII". Esta misma condecoración ya la hemos visto en los ejemplares que pertenecieron a Menéndez Baizán, aunque este ejemplar presenta los pasadores de las acciones de "ORIA", "TREVIÑO" y "PAMPLONA".<br />
Creada por R.D. de 8 de septiembre de 1875 en categoría única de plata con el objeto de recompensar a los militares que intervinieron en el intervalo del 1 de enero de 1875 hasta la conclusión de la guerra.<br />
Es circular, en su anverso figura el busto del monarca y la inscripción "ALFONSO XII A LOS EJERCITOS EN OPERACIONES", mientras que el reverso lo ocupan una corona de laurel que alberga una corona Real y la leyenda "VALOR DISCIPLINA LEALTAD" (nótese la semejanza con el reverso de la Medalla de Distinción de la Guerra Civil, 1873-1874). Pende de cinta amarilla con listas rojas en sus extremos.<br />
<br />
<br />
<span style="font-size: 85%; font-weight: bold;">PASADOR CONTENIENDO ORDEN MILITAR CON DISTINTIVO ROJO Y MEDALLA DE DISTINCIÓN DE LOS DEFENSORES DE PUIGCERDA</span><br />
<br />
<a href="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqVf4nIfyUI/AAAAAAAAAQk/CIxOT88kx14/s1600-h/PUIGCERDA.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5378810756145858882" src="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqVf4nIfyUI/AAAAAAAAAQk/CIxOT88kx14/s320/PUIGCERDA.jpg" style="cursor: pointer; height: 248px; width: 200px;" /></a> <a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqVg8jeM8vI/AAAAAAAAAQs/gQjttK3VpTA/s1600-h/PUIGCERDA-REVERSO.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5378811923394261746" src="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqVg8jeM8vI/AAAAAAAAAQs/gQjttK3VpTA/s320/PUIGCERDA-REVERSO.jpg" style="cursor: pointer; height: 248px; width: 197px;" /></a><br />
<br />
La Orden del Mérito Militar se creó el 3 de agosto de 1864 con el objeto de recompensar servicios distinguidos del Ejército y la Armada, con distintivos Rojo para méritos en tiempos de guerra y distintivo Blanco para servicios especiales. El presente ejemplar lleva grabado bajo la corona la inscripción "PUIGCERDÁ 1874".<br />
La Medalla de Distinción de los Defensores de Puigcerdá fue instituida por Decreto de 8 de septiembre de 1874. Es de bronce, circular, presentando en su anverso el escudo de Puigcerdá y en su reverso la inscripción "A LOS DEFENSORES DE PUIGCERDA LA PATRIA AGRADECIDA - AGOSTO Y SEPTIEMBRE DE 1874". Pende de cinta con los colores nacionales. Firmada por "[Pablo] Vidal [García]".<br />
<br />
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<span style="font-size: 85%;"><span style="font-weight: bold;">PASADOR CON LAS MEDALLAS DE DISTINCION DEL VIAJE A ESPAÑA DE ALFONSO XII, DE MADRID A SUS COMBATIENTES Y DE DEFENSORES DE CERVERA</span></span><br />
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<a href="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqVjJeUqmVI/AAAAAAAAAQ0/zaoCKaC1TG0/s1600-h/PASADOR+DISTINCION.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5378814344373639506" src="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqVjJeUqmVI/AAAAAAAAAQ0/zaoCKaC1TG0/s320/PASADOR+DISTINCION.jpg" style="cursor: pointer; height: 225px; width: 276px;" /></a> <a href="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqVkcjBByzI/AAAAAAAAAQ8/d7qYbL6ZtBc/s1600-h/DISTINCION-REVERSO.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5378815771562593074" src="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqVkcjBByzI/AAAAAAAAAQ8/d7qYbL6ZtBc/s320/DISTINCION-REVERSO.jpg" style="cursor: pointer; height: 225px; width: 279px;" /></a><br />
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Primera por la izquierda, medalla acuñada para recompensar al personal que acompaño a D. Alfonso de Borbón en su viaje hasta España a bordo de la fragata Navas de Tolosa; circular, de bronce, presenta en su anverso el busto del monarca y la leyenda "ALFONSO XII REY DE ESPAÑA VUELTO A LA PATRIA MDCCCLXXV" y el reverso muestra una imagen del buque con la inscripción relativa al itinerario seguido "MARSELLA 7 DE ENERO - VALENCIA 11 DE ENERO -NAVAS DE TOLOSA". La cinta es bicolor, celeste y blanca. Lo firma "Esteban Lozano".<br />
A continuación encontramos la medalla ofrecida por la Diputación de Madrid a los naturales del municipio que participaron en la campaña contra los carlistas. En forma de escudete, de bronce, su anverso lo ocupa el busto del soberano de perfil y la inscripción "ALFONSO XII REY DE ESPAÑA"; reverso timbrado por el escudo de Madrid y la leyenda "LA PROVINCIA DE MADRID AGRADECIDA A SUS HIJOS", pendiente de una cinta morada, color de Madrid, con un aspa rojo bordado en su centro. Como la anterior, es obra de Esteban Lozano.<br />
Por último la Medalla de Distinción de los defensores de Cervera. Es ovalada, de bronce, figurando en el anverso el escudo de la localidad catalana orlado con la incripción "A LOS DEFENSORES DE LA FIDELISIMA Y HEROICA CIUDAD DE CERVERA - 16 DE FEBRERO 1875"<br />
<br />
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<span style="font-size: 85%;"><span style="font-weight: bold;">MEDALLA DE DISTINCION DE LOS DEFENSORES DE BILBAO</span></span><br />
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<a href="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqVlrPfB9oI/AAAAAAAAARE/TGIM1glrE-4/s1600-h/BILBAO.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5378817123529389698" src="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqVlrPfB9oI/AAAAAAAAARE/TGIM1glrE-4/s320/BILBAO.jpg" style="cursor: pointer; height: 231px; width: 105px;" /></a> <a href="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqVmhf8aooI/AAAAAAAAARM/3i_WlJ9unHI/s1600-h/BILBAO-REVERSO.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5378818055660544642" src="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqVmhf8aooI/AAAAAAAAARM/3i_WlJ9unHI/s320/BILBAO-REVERSO.jpg" style="cursor: pointer; height: 231px; width: 110px;" /></a> <a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SvcudfqTIoI/AAAAAAAAAZg/X5nObKJL0iI/s1600-h/bibao.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5401837362304197250" src="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SvcudfqTIoI/AAAAAAAAAZg/X5nObKJL0iI/s320/bibao.jpg" style="cursor: pointer; height: 178px; width: 135px;" /></a> <span style="font-size: 85%;">Monumento de Bilbao en memoria de sus Caídos.</span><br />
<br />
Acuñada para recompensar a aquellos que contribuyeron a sostener la defensa de Bilbao frente al sitio impuesto por los carlistas en 1874. Es circular, de bronce, figurando en su cara noble una bella alegoría formada por una imagen de matrona sedente representando a la Villa de Bilbao asistida en pleno cambo de batalla por el dios guerrero Marte y la leyenda "HONOR PATRIA Y LIBERTAD". El reverso lo ocupa la inscripción "BILBAO A SUS DEFENSORES - SITIO DE 1874" rodeada por una corona formada por ramos de roble y palma. Cinta blanca con un cuadrante rojo en su parte superior.<br />
<br />
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<span style="font-size: 85%;"><span style="font-weight: bold;">MEDALLA DE DISTINCION DE LOS DEFENSORES DE TERUEL</span></span><br />
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<a href="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqVnkLV7KLI/AAAAAAAAARU/j0s3iX2ZE8k/s1600-h/TERUEL.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5378819201181624498" src="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqVnkLV7KLI/AAAAAAAAARU/j0s3iX2ZE8k/s320/TERUEL.jpg" style="cursor: pointer; height: 143px; width: 139px;" /></a><a href="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqVoTzqA0xI/AAAAAAAAARc/fH2GCgDJ9ZA/s1600-h/TERUEL-REVERSO.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5378820019457151762" src="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SqVoTzqA0xI/AAAAAAAAARc/fH2GCgDJ9ZA/s320/TERUEL-REVERSO.jpg" style="cursor: pointer; height: 139px; width: 139px;" /></a><br />
<br />
Creada por Decreto de julio de 1874 en categoría única de bronce para recompensar a los defensores de Teruel frente al ataque carlista de julio de 1874.<br />
Es circular, figurando en su anverso el escudo de Teruel orlado de la inscrición "A LOS DEFENSORES DE TERUEL, LA PATRIA AGRADECIDA, 3 DE JULIO DE 1874". El reverso lo ocupa la leyenda "A LA MUY NOBLE, FIDELISIMA, VENCEDORA Y HEROICA CIUDAD DE TERUEL". Firmada por "G[regorio] S[ellán]".<br />
<br />
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<span style="font-size: 85%; font-weight: bold;">MEDALLA AL EJÉRCITO DEL NORTE</span><br />
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<a href="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SrwTGFq8DoI/AAAAAAAAAVY/zMrK1myIMp0/s1600-h/EJERCITONORTE1.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5385200249750687362" src="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SrwTGFq8DoI/AAAAAAAAAVY/zMrK1myIMp0/s320/EJERCITONORTE1.jpg" style="cursor: pointer; height: 150px; width: 150px;" /></a> <a href="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SrwThOek_sI/AAAAAAAAAVg/8Ut5Omk_vA8/s1600-h/EJERCITONORTE2.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5385200715971231426" src="http://3.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SrwThOek_sI/AAAAAAAAAVg/8Ut5Omk_vA8/s320/EJERCITONORTE2.jpg" style="cursor: pointer; height: 150px; width: 150px;" /></a><br />
<br />
Medalla de bronce acuñada para conmemorar la victoria de Alfonso XII sobre los carlistas y para rendir homenaje a las tropas del Norte que a ella contribuyeron. En el anverso aparece la imagen ecuestre de Don Alfonso victorioso sobre un amanecer en paisaje montañoso, sobre la que se lee el texto: "EJERCITO DEL NORTE"; en el exergo la fecha de acuñación: "OCTUBRE 1878" y el nombre del responsable de la acuñación: "CASTELLS". El reverso lo ocupa la cifra de Don Alfonso de Borbón, esto es una "A" en la que se entrelaza la cifra "12", entre corona formada por ramos de palma y olivo, y alrededor la leyenda: "APLICACION CONSTANCIA VALOR DISCIPLINA LEALTAD"; bajo el nudo de la corona el nombre del grabador "[PABLO] VIDAL GA[RCÍA], BARCELONA". Mide 7 cm.<br />
<br />
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<span style="font-size: 85%;"><span style="font-weight: bold;">GRAN CRUZ DE HONOR Y MÉRITO DE LA CRUZ ROJA</span></span><br />
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<a href="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sj7HmPfsC5I/AAAAAAAAALY/aJMx6zowGtU/s1600-h/CRUZ+ROJA1.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5349932867171126162" src="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sj7HmPfsC5I/AAAAAAAAALY/aJMx6zowGtU/s320/CRUZ+ROJA1.jpg" style="cursor: pointer; height: 246px; width: 232px;" /></a><br />
<br />
Gran Cruz de Honor y Mérito de la Cruz Roja, concedida en 1876 al marqués de Jaureguizar por su labor humanitaria durante la 3ª Guerra Carlista.<br />
El diseño de la condecoración consiste en un escudo central esmaltado en blanco conteniendo el emblema de la Cruz Roja con la inscripción en oro: "OB CIVES SERVATOS 1864 - 1876". Sobresaliendo al escudete aparece una cruz de Malta de ocho puntas en plata con sus brazos conectados por una corona esmaltada en verde formada por ramos de laurel y roble. El diseño nos recuerda irremediablemente a la de la Orden de San Fernando, en su categoría Laureada. Los materiales empleados son plata dorada, plata en su color y esmaltes; fabricada por Castells (Barcelona). Mide 6,8 x 6,6 cm. Fondos del Museo de Tabar.<br />
<br />
<a href="http://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sj7OWzFQsvI/AAAAAAAAALo/g6ZokNqZFcQ/s1600-h/LUMBIER.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5349940298427446002" src="http://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sj7OWzFQsvI/AAAAAAAAALo/g6ZokNqZFcQ/s320/LUMBIER.jpg" style="cursor: pointer; height: 220px; width: 254px;" /></a> <span style="font-size: 78%;">Acción de Lumbier</span>. <a href="http://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sj7WUustiOI/AAAAAAAAALw/_jQ0LkwmfZA/s1600-h/JAUREGUIZAR.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5349949058984020194" src="http://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sj7WUustiOI/AAAAAAAAALw/_jQ0LkwmfZA/s320/JAUREGUIZAR.jpg" style="cursor: pointer; height: 223px; width: 141px;" /></a><span style="font-size: 78%;">Marqués de jaureguizar.</span><br />
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Esta importante condecoración fue concedida a D. Alberto de Calatayud e Irigoyen (Tafalla, 7-VIII-1818 / Lumbier, 6-XII-1885), marqués de Jaureguizar, abogado, diputado foral de Navarra, alcalde de Lumbier, socio y delegado de la Cruz Roja en Navarra, en recompensa a su destacada labor humanitaria durante la 3ª Guerra Carlista, por haber habilitado como hospital de guerra un edificio de su propiedad, la casa palacio de Antillón, en Lumbier, y costeando de su propio peculio cuantioso material sanitario. El improvisado hospital se mostró decisivo a la hora de acoger a los numerosos miembros de ambos ejércitos que resultaron heridos a consecuencia de las batallas por el control de la villa de Lumbier (Navarra), acaecidas entre octubre y noviembre de 1875.<br />
<br />
<a href="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sj7XTe4TxXI/AAAAAAAAAL4/16PnlZMyfy8/s1600-h/CEDULA.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5349950137069454706" src="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Sj7XTe4TxXI/AAAAAAAAAL4/16PnlZMyfy8/s320/CEDULA.jpg" style="cursor: pointer; height: 179px; width: 260px;" /></a><span style="font-size: 78%;"><br />
Carta de Seguridad acreditativa de la pertenencia de<br />
D. Alberto de Calatayud a la </span><span style="font-size: 78%;">Cruz Roja, fechada en<br />
Pamplona el 1 de enero de 1873.</span><br />
<br />
<a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Szz3Uhqxt8I/AAAAAAAAAfI/ECM9umZt7vs/s1600-h/nicasio+landa.JPG"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5421479983454468034" src="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/Szz3Uhqxt8I/AAAAAAAAAfI/ECM9umZt7vs/s320/nicasio+landa.JPG" style="cursor: pointer; height: 220px; width: 269px;" /></a><br />
<span style="font-size: 78%;">Libro "El Derecho en la Guerra conforme á la Moral" (1867),<br />
dedicado por su autor, D. Nicasio Landa -Fundador de la<br />
Cruz Roja en España- al "<span style="font-style: italic;">Diputado de Navarra, Vocal del<br />
Comité de Socorro á</span><span style="font-style: italic;"> los Heridos de Guerra</span>,<span style="font-style: italic;"> en testimonio</span><br />
<span style="font-style: italic;">de alta estimación y sincero afecto</span>", D. Alberto de Calatayud".</span><br />
<br />
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<span style="font-size: 78%;"><span style="font-size: 100%;">NOTAS</span></span><br />
<span style="font-size: 78%;">(1) y (2) Datos amablemente ofrecidos por D. Antonio Prieto Barrio.</span><br />
<span style="font-size: 78%;">(3) Javier Pérez de <span style="background-color: white; color: black;">Rada</span> y Diaz-Rubín, marqués de Jaureguizar. "<span style="font-style: italic;">Nobiliario de Navarra. el Palacio de Cabo de Armería de Ripa: sus poseedores y Casas con ellos entroncados</span>". Fundación Jaureguizar. Madrid, 1999. Págs. 151-152</span>Noticias Carlistashttp://www.blogger.com/profile/17158067576154888314noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8455203955772524325.post-62578273686275238112011-05-20T01:24:00.006-07:002016-03-28T06:39:35.265-07:00Bandera de La Vendée, 1793Por Iñigo Pérez de Rada Cavanilles<br />
<br />
Bandera de La Vendée, 1793 <br />
<br />
<a href="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SlvFGiQl4gI/AAAAAAAAAOI/9aa1Cxx2EGA/s1600-h/BANDERA+VENDEE.jpg"><img alt="" border="0" height="567" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5358092897753620994" src="https://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SlvFGiQl4gI/AAAAAAAAAOI/9aa1Cxx2EGA/s640/BANDERA+VENDEE.jpg" width="640" /></a> <br />
<br />
La Revolución Francesa marcó un antes y un después en la Historia universal.<br />
Al grito de "<span style="font-style: italic;">Libertad, Igualdad y Fraternidad</span>" se cometieron los mayores excesos y crímenes perpetrados contra inocentes, a un nivel sólo comparable al alcanzado durante las persecuciones romanas contra los primeros cristianos, y las realizadas por los marxistas y otros regímenes totalitarios a lo largo del siglo XX.<br />
Enfrentados a los revolucionarios franceses de finales del siglo XVIII se encontraban los voluntarios vandeanos (1) quienes a modo de cruzados contra la impiedad y el regicidio con bravura y coraje supremos defendieron, enarbolándola, la enseña blanca de su Rey, batallando la subversiva tricolor, siendo por ello víctimas del "Primer Genocidio de la Historia Moderna":<br />
<span style="color: #330000; font-size: 100%; font-style: italic;">"Por medio de los decretos del<span style="font-weight: bold;"> </span> <b style="font-weight: normal;">2 de agosto</b> y del <b style="font-weight: normal;">1º de noviembre de 1793</b>, el gobierno revolucionario de la Convención, en su voluntad de <b style="font-weight: normal;">descristianización</b> del territorio, se lanza a la destrucción de la Vendea y del «exterminio» de la «raza rebelde», es decir los realistas y los católicos de dicha región del oeste de Francia que perdió en este genocidio a unos 350 000 habitantes. Los horrores de esta campaña son ilustrados por personajes abyectos como el general republicano <b style="font-weight: normal;">Louis Marie Turreau</b> (1756-1816), famoso organizador de las </span><span style="color: #330000; font-size: 100%; font-style: italic;">Columnas Infernales que masacraron a decenas de miles de vendeanos y asolaron toda la región sin escatimar bestias, campos y bosques. A principios de 1794, tras la debacle del ejército realista en el Loira, ya solo subsisten en la región bandas aisladas y siempre decrecientes de resistentes; las Columnas se encarnizan entonces con la población indefensa. Uno de los reportes del mando republicano nos informa que: «… Matamos a cerca de 2000 cada día... Mandé matar esta mañana a 53 mujeres, igual número de niños... Quemé todas las casas y degollé a todos los habitantes que encontré. Prefiero degollar para economizar mis municiones...». Sorprendentemente, este hombre enfermo atraviesa los gobiernos sucesivos hasta 1816 sin ser inculpado por sus crímenes, tras ser absuelto por unanimidad en un juicio en 1795. El senador estadounidense William Plummer nos dice de éste hombre de «grandes bigotes, cara roja feroz y ojos encendidos» que golpeaba a su mujer con un látigo, que «nunca </span><span style="color: #330000; font-size: 100%;">[había]</span><span style="color: #330000; font-size: 100%; font-style: italic;"> contemplado un rostro tan cruel y sanguinario». En 1814 se somete a Luis XVIII e, increíblemente, tras los Cien Días, ¡aparece en la lista real de beneficiarios de la Cruz de San Luis!"</span>. (2)<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-KpWUR_OO8eo/UqHWKQbiKsI/AAAAAAAAAI0/iXp3e9cYMuw/s1600/vendee1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-KpWUR_OO8eo/UqHWKQbiKsI/AAAAAAAAAI0/iXp3e9cYMuw/s320/vendee1.jpg" width="186" /></a></div>
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Piel humana curtida de un vandeano que se conserva en el Museo de Historia Natural de Nantes, Francia. <span class="text_exposed_show"> </span><br />
<span class="text_exposed_show">Los revolucionarios franceses juzgaron que la forma más
rápida y barata para la República de exterminar a los vandeanos era ahogarlos. Una vez muertos se llegó a emplear su grasa
para lubricar fusiles y con las pieles curtidas (como la de la foto) se
fabricaron botas para los soldados, si eran de hombre, y si de
mujer guantes para
los oficiales.</span><br />
<br />
El general revolucionario Westermann manifestó su satisfacción por haber cumplido uno de los mayores genocidios que conoce la Historia: "<i>¡La Vendée ya no existe, ciudadanos republicanos! Ha muerto bajo nuestra libre espada, con sus mujeres y niños. Acabo de enterrar a un pueblo entero en las ciénagas y en los bosques de Savenay. Ejecutando las órdenes que me habeis dado, he aplastado a los niños bajo los cascos de los caballos y masacrado a las mujeres, que así no parirán más bandoleros. no tengo que lamentar un sólo prisionero. Los he exterminado a todos</i>".<br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-r5D0topv-lk/ThbrYk4JjUI/AAAAAAAAAAw/nCR9K5j7poc/s1600/grabado+vendee.JPG" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="282" src="https://4.bp.blogspot.com/-r5D0topv-lk/ThbrYk4JjUI/AAAAAAAAAAw/nCR9K5j7poc/s400/grabado+vendee.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">"<i>La Messe dans les bois (Vendée 1794)". </i>Grabado francés del S. XIX </td></tr>
</tbody></table>
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Los combatientes de la Vendée perdieron en muchos casos vidas y haciendas enfrentándose a la Revolución, pero su firme fe en la Causa tradicionalista sería recogida en un inminente futuro por renovados contrarrevolucionarios defensores del Altar y el Trono: los carlistas españoles. <br />
<br />
<a href="http://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/TAfa0xjrdyI/AAAAAAAAAlE/8_D0ilNKHGI/s1600/SALON.JPG"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5478588071910536994" src="https://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/TAfa0xjrdyI/AAAAAAAAAlE/8_D0ilNKHGI/s320/SALON.JPG" style="cursor: pointer; height: 220px; width: 341px;" /></a> <span style="font-size: 85%;">Vista general del salón y detalle</span> <a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/TAfbWPiotJI/AAAAAAAAAlM/wmwsW7pRrig/s1600/SALON2.JPG"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5478588646894908562" src="https://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/TAfbWPiotJI/AAAAAAAAAlM/wmwsW7pRrig/s320/SALON2.JPG" style="cursor: pointer; height: 219px; width: 54px;" /></a> <br />
<br />
La bandera vandeana, "drapeau blanc", que ahora presentamos, testigo de muchas acciones nobles, la tuvo Don Carlos VII de Borbón expuesta en su palacio veneciano de Loredán -primeramente en su despacho y luego en la estancia denominada "Salón de Ollo y Zumalacárregui"-, como lo prueban la fotografía de este último aposento donde se aprecia la enseña emplazada en la esquina -junto a un retrato de Carlos V de Borbón-, y la noticia aparecida en el "Correo de Tortosa" (3) en su edición de 23 de mayo de 1892 que textualmente recoge la siguiente información:<br />
"<i>Un regalo de otro género se ha recibido también esta semana en el palacio Loredán.</i><br />
<i>Consiste en una hermosa bandera blanca, con las flores de lis bordadas en oro, así como el grito de "Vive le Roy", que el Conde Fernando de la Roche </i>(4) <i>ha ofrecido al Duque de Madrid.</i><br />
<i>El ilustre anciano legitimista la conservaba desde el reinado de Luis XVIII, y la ha enviado ahora, como recuerdo de familia, al primogénito de los Borbones.</i><br />
<i>Siendo ajena á nuestra patria y á la causa carlista, el Duque de Madrid, naturalmente, no la ha dado puesto entre los trofeos de nuestras guerras, colocándola en su despacho entre los retratos de Enrique IV y Luis XVI". </i>(5)<br />
A la muerte de Don Carlos (6) se hizo llevar esta bandera (7) -junto a otra rojigualda que probablemente estaba en el "Cuarto de Banderas"- desde Loredán hasta la Catedral de San Justo de Trieste para honrar el solemne sepelio del Monarca que tuvo lugar el 24 de julio de 1909, seis días después del óbito. Quedaban así representados mediante el despliegue de ambas enseñas -símbolos de inalterable Legitimidad- los derechos dinásticos que el augusto finado detentó sobre las Coronas de España y de Francia.<br />
"<i>En medio de la nave central </i>[de la Catedral de San Justo] <i>se levantaba</i> <i>un grandioso túmulo, de tres pisos, negro con franjas de oro. Alrededor</i> <i>diez grandes candelabros y ocho ciriales, de los cuales cuatro, en los ángulos, eran sostenidos por cuatro querubines de plata. A los dos lados del túmulo estaban dos banderas venidas del palacio Loredan, una con los colores de España, la otra blanca con los lises de oro </i>[...]<i> Mientras tanto sobre el féretro se coloca una corona real sobre una bandera española. Poco más allá, sobre una almohada de terciopelo carmesí, se han colocado las condecoraciones</i> <i>del difunto </i>[...]<i> El féretro fué llevado a brazos a la capilla, siendo seguido por don Jaime y el Infante don Alfonso. Colocado junto al hueco, el féretro recibió la última bendición, comenzando el descenso al fondo de la cripta. Retiráronse entonces la bandera francesa y la española, cubriendo el féretro con ptra gran bandera de colores rojo y gualda </i>[...]<i> Luego fué tapiada la cripta".</i> (8)<br />
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<a href="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SlvGFz3koEI/AAAAAAAAAOY/za-WAUGd8CI/s1600-h/BANDERA_VENDEE3.JPG"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5358093984812277826" src="https://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SlvGFz3koEI/AAAAAAAAAOY/za-WAUGd8CI/s320/BANDERA_VENDEE3.JPG" style="cursor: pointer; height: 187px; width: 251px;" /></a> <a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SlvFl3J1pXI/AAAAAAAAAOQ/fqNU-3JUbwg/s1600-h/BANDERA_VENDEE2.JPG"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5358093435938383218" src="https://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SlvFl3J1pXI/AAAAAAAAAOQ/fqNU-3JUbwg/s320/BANDERA_VENDEE2.JPG" style="cursor: pointer; height: 187px; width: 248px;" /></a> <br />
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Posteriormente ingresó en el Museo de Recuerdos Históricos de Pamplona (9) tal y como acredita una cartela adherida a su lienzo que reza "<span style="font-style: italic;">Bandera de los Legitimistas Vendeanos, traida a España y entregada a Carlos VII por unos voluntarios franceses. 1793</span>" (10). Su paso por el extinto Museo aparece recogido en la publicación "Museo Histórico de Pamplona" (11) -la autora, Dolores Baleztena Ascárate, ofrece una versión sobre la historia de la bandera un tanto fantástica, que no se ajusta a la realidad, ya que indudablemente desconocía lo publicado en el "Correo de Tortosa"- donde se desplegó con los mayores honores en la denominada "Sala de la Legitimidad":<br />
"<span style="font-style: italic;">En ella está expuesta</span> <span style="font-style: italic;">la bandera más antigua que se conserva en el museo. Blanca, con flores de lís y la inscripción </span><span style="font-size: 78%; font-style: italic;"><<</span><span style="font-style: italic;">VIVE LE ROI</span><span style="font-size: 78%; font-style: italic;">>></span><span style="font-style: italic;">. Perteneció a los chuanes de la Vendée. Al terminar la revolución en Francia quedó oculta en un castillo medio derruido. Un descendiente de aquellos valientes </span><span style="font-size: 78%; font-style: italic;"><<</span><span style="font-style: italic;">royalistes</span><span style="font-size: 78%; font-style: italic;">>></span><span style="font-style: italic;">, sintiendo correr por sus venas la sangre del abuelo legitimista, tomó la bandera, y con ella, en comunión de ideales, vino a alistarse en el ejército de Carlos VII. Los retratos de Larrochejaquelin Charreté </span>(12)<span style="font-style: italic;">, Catelineau </span>(13)<span style="font-style: italic;"> y otros </span><span style="font-size: 78%; font-style: italic;"><<</span><span style="font-style: italic;">geants</span><span style="font-size: 78%; font-style: italic;">>></span><span style="font-style: italic;"> de la <span style="background-color: white; color: black;">Vendee</span> rodean celosamente la enseña que defendieron en los campos vandeanos.</span> <br />
<span style="font-style: italic;">El conde de Chambord, Enrique V de Francia, no puede estar lejos de la bandera florliseada, que mantuvo enhiesta hasta morir, y allí en un grabado, lo vemos representado</span>". (14) <br />
Se trata esta singularísima bandera de la única, creemos, enseña histórica del campo vandeano que ha sobrevivido hasta nuestros días, lo que la hace particularmente valiosa para la Historia de Francia. (15) <br />
Está confeccionada en seda blanca -hoy oscurecida por acción del paso del tiempo- de formato cuadrado, midiendo 110 cm. por lado, llevando bordado en hilo de oro el lema: "VIVE LE ROI" -por Luis XVII- inscrito en corona de laurel, coronado por una Cruz también en oro con ráfagas y flor de lis; en cada uno de los vértices una corona de lis. Engalana la enseña un fleco en oro. El textil presenta un total de cuatro espacios de pérdida de tejido, que pudieron haber sido causados por efecto de la metralla o proyectiles. <br />
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<a href="http://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/S8sljHY2DxI/AAAAAAAAAjY/-p46o_zF-vY/s1600/BANDERA+VENDEE+6.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5461500258325761810" src="https://4.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/S8sljHY2DxI/AAAAAAAAAjY/-p46o_zF-vY/s320/BANDERA+VENDEE+6.jpg" style="cursor: pointer; height: 372px; width: 240px;" /></a> <span style="font-size: 85%;">Henri de La Rochejaquelein</span> <br />
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La marquesa de La Rochejaquelein dejo consignado en sus memorias la entrega de una bandera de similares características a ésta, que bien podría tratarse de la mencionada en el texto (las pequeñas discrepancias que pudieran darse podrían ser debidas al paso de los muchos años discurridos entre que la marquesa la encargó y cuando al fin redacta sus memorias, en el transcurso de los cuales pudo haber olvidado algún detalle): <br />
"<span style="font-style: italic;">El terror reinaba en la Vendée, pero el gran ejército estaba animado por la gloria de salvar al país. Yo había encargado hacer una bella bandera blanca para la tropa a sueldo que el señor de Lescure tenía que formar; encima había una gran cruz bordada de oro, con tres flores de lis y las siguientes palabras escritas con grandes letras de oro: ¡Viva el Rey! Se la mandé a Cholet, donde se estaba reuniendo la tropa. El párroco de Saint-Laud la bendijo a medianoche, mientras decía misa exhortando a los soldados con un estupendo discurso</span>". (16)<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-Ti6kvw64XFE/T0ShQ6yXpdI/AAAAAAAAABo/1R0bLoT_XFc/s1600/luis+XVII.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="https://3.bp.blogspot.com/-Ti6kvw64XFE/T0ShQ6yXpdI/AAAAAAAAABo/1R0bLoT_XFc/s400/luis+XVII.jpg" width="316" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Luis XVII de Francia</td><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br /></td><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br /></td><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br /></td><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br /></td><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br /></td></tr>
</tbody></table>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-s6XmxRP-6Pk/T0UOuNrJG6I/AAAAAAAAABw/92alzWkfNcY/s1600/Mausole_louis_XVII.JPG" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="https://2.bp.blogspot.com/-s6XmxRP-6Pk/T0UOuNrJG6I/AAAAAAAAABw/92alzWkfNcY/s400/Mausole_louis_XVII.JPG" width="212" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Corazón de Luis XVII en Saint-Denis</td></tr>
</tbody></table>
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El vexilólogo Luis Sorando escribió un artículo sobre la bandera que fue publicado por la revista "Banderas" (17) y que aportamos a continuación. Es interesante hacer notar que Sorando encontró la enseña en casa de Baleztena doblada en su tercio superior paralelo a la vaina -espacio reservado para albergar el asta-, con las flores de lís correspondientes a ambos vértices superiores desplazadas hasta la mitad del campo de la bandera -probablemente con el objeto de disimular la gran pérdida de textil que se encuentra en su cuadrante superior izquierdo-, por lo que el autor erróneamente dedujo en un momento que el anverso debía presentar un total de seis flores. Con el objeto de devolverla a su primitiva apariencia, se procedió a descoser las dos flores de lís mencionadas y restituirlas a su emplazamiento original, que por cierto conserva el sombreado de sus siluetas debido al paso del tiempo. Desgraciadamente a día de hoy, en 2010, se han perdido las dos corbatas mencionadas por Sorando en su artículo.<br />
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<a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SlvGZJaoPfI/AAAAAAAAAOg/WgZoEDGafF0/s1600-h/VENDEE1.JPG"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5358094317013974514" src="https://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SlvGZJaoPfI/AAAAAAAAAOg/WgZoEDGafF0/s320/VENDEE1.JPG" style="cursor: pointer; height: 413px; width: 284px;" /></a><a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SlvGnE8QJXI/AAAAAAAAAOo/VBJPN6hEzzY/s1600-h/VENDEE2.JPG"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5358094556330993010" src="https://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SlvGnE8QJXI/AAAAAAAAAOo/VBJPN6hEzzY/s320/VENDEE2.JPG" style="height: 411px; width: 285px;" /></a> <br />
<a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/SlvGnE8QJXI/AAAAAAAAAOo/VBJPN6hEzzY/s1600-h/VENDEE2.JPG"><br />
</a> <br />
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<span style="font-size: 85%;">NOTAS</span> <br />
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(1) <span style="font-size: small;">Una visión simplista y maniquea sobre lo que era la milicia vandeana nos la puede presentar como una turba improvisada y mal pertrechada de campesinos católicos enfervorizados, capitaneados por curas y nobles locales sin apenas experiencia o preparación militar. Preferimos la mirada de un conocedor del tema, quien ha dedicado años al estudio en torno a la Revolución Francesa, y que ha esbozado con destreza una acertada -a nuestro juicio- descripción de la hueste realista:</span><span style="font-size: small;"><i> </i></span><br />
<span style="font-size: small;"><i><<Cualquiera que viera avanzar a esa masa desordenada de entre cinco y quince mil hombres, según los lugares y momentos, la tomaría antes por una peregrinación que por un contingente militar. Sus principales estandartes contenían motivos religiosos, como la efigie de San Juan Bautista que acompañaba siempre a La Rochejaquelein con el lema <<Ecce Agnus Dei que tolli peccata mundi>>. Además , jefes y soldados llevaban rosarios de cuentas gruesas colgados del cuello y escapularios bien visibles del Sagrado Corazón, destinados a protegerles de las balas enemigas, prendidos del pecho con las iniciales de Jesús y María. Enseguida se distinguía también a los capellanes por la banda morada que cercaba sus sombreros.</i></span><br />
<span style="font-size: small;"><i><<Durante la marcha –recuerda un testigo presencial- las primeras filas rezaban el rosario y las otras repetían el recitado, y el sonido monótono de esta oración dicha a media voz formaba un sordo murmullo que tenía cierto parecido con el sonido de las olas cuando son agitadas por el viento>>. Antes de entrar en combate, el ejército al completo se persignaba de rodillas mientras los capellanes lo absolvían colectivamente de sus pecados. El brutal general republicano Jean-François Berruyer, encargado más delante de la represión de la revuelta, hará constar <<la dificultad de vencer a personas que no buscan otra cosa más que morir para ir al paraíso>>.</i></span><br />
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"> <i>Sólo después de ese primer impacto de fervor religioso se percibían los símbolos realistas, como banderas con las flores de lis, estandartes con vivas a <<Luis XVII>> o trozos de tela blanca que servían de improvisadas escarapelas realistas. Los jefes iban a caballo, con sus trabucos en bandolera, tocados con chambergos redondos de aparatosos penachos.” </i></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit;">Pedro J. Ramírez. “El Primer Naufragio. El golpe de Estado de Robespierre, Danton y Marat contra el primer parlamento elegido por sufragio universal masculino”. La Esfera de los Libros, S.L. Madrid, 2011. Págs. 485-486.</span></span><span style="font-family: inherit; font-size: small;"><i> </i></span><br />
(2) Instituto Napoleónico México-Francia. "La Reducción de la Chuanería o la Paz de los Bravos". http://inmf.org/cronicasCeIintro.htm<br />
(3) "Correo de Tortosa. Diario Católico-Monárquico, de Avisos y Noticias".<br />
Deseamos agradecer al investigador D. Antonio Prieto Barrio su gentileza al hacernos llegar copia escaneada de un ejemplar de dicho periódico incluyendo la noticia.<br />
(4) Conde Ferdinand de La Roche (Bruselas, 24/9/1817-Gratz, 24/12/1908). Fue hijo habido fuera del matrimonio de Su Alteza Real Don Carlos Fernando de Borbón, Duque de Berry y la dama belga Marie-Sophie de La Roche. Cuando hace entrega de la bandera a Carlos VII en 1892 ya había fallecido nueve años antes su hermanastro, el Conde de Chambord, Rey legítimo de Francia, quien por cierto renunció al Trono de Francia por no querer abrazar la bandera tricolor prefiriendo en su lugar la blanca tradicional borbónica o "drapeau blanc".<br />
Para los legitimistas franceses, tras la muerte de Chambord, Carlos VII de Borbón pasó a encarnar los derechos dinásticos de la Casa de Borbón también en Francia. Por esta misma razón a Don Carlos VII se le hizo depositario del corazón de Luis XVII de Francia. El conde de Marichalar encabezó en 1895 una comisión de legitimistas franceses que tenía por objeto entregar el corazón a Don Carlos en su residencia de Venecia ("El Baluarte. Periódico Tradicionalista", Nº 395/12 Julio de 1895).Estuvo el corazón de Luis XVII en el Loredán hasta que en fecha desconocida Don Carlos lo trasladó al castillo austriaco de Froshdorf. Desde 2004 el corazón del malogrado monarca galo descansa junto a los restos de sus padres los Reyes <span style="font-family: inherit;">Luis XVI y María Antonieta en la Basílica de Saint-Denis, en París.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">El conde de la Roche cultivaba con éxito el noble arte de la pintura, y había regalado al Infante Don Alfonso Carlos un cuadro representando la toma de Cuenca por los carlistas y en 1896 obsequió a Don Carlos con otro "<i>no menos notable que figura una batalla en el Norte. La obra del Conde de la Roche, además de su mérito artístico, aumenta los recuerdos de la guerra que se conservan en el Palacio Loredán, porque el autor ha pintado en el Estado Mayor del Rey los retratos de varios de sus compañeros de armas más queridos, como los generales elío, Marqués de Valde-Espina y Velasco, y los oficiales Don Juan Elío, Barón Carlos de Walterskiechen y los malogrados Ponce de León y Vizconde Javier de Barrante". </i>("El Baluarte. Periódico Tradicionalista", Nº 509/8 Abril de 1896). </span><span style="font-size: 11pt; line-height: 115%;"></span><br />
<span style="font-family: inherit;">(5) Es evidente que en algún momento</span> entre mayo de 1892 -cuando se recibe la bandera en Loredán- hasta el instante en que se realiza la fotografía -en fecha indeterminada, aunque tenemos la certeza que en 1907 fue publicada en el libro "Los Señores Duques de Madrid en el Palacio Loredán", (Fomento de la Prensa Tradicionalista de Barcelona. Establecimiento Gráfico Thomas, Barcelona)- fue trasladada la bandera desde su emplazamiento original, el despacho, hasta el "Salón Ollo y Zumalacárregui".<br />
(6) Repentinamente acaecída en el Hotel Excelsior de Varese, el día 18 de julio de 1909.<br />
(7) No tenemos constancia que en el palacio de Loredán existiese ninguna otra bandera francesa blanca y con flores de lis, por lo que creemos que necesariamente tuvo que ser esta la bandera elegida, máxime teniendo en consideración que había sido nada menos que el nieto del Rey Carlos X de Francia, el Conde de La Roche, quien había entregado diecisiete años antes la enseña a Don Carlos en su calidad de primogénito de los Borbón, con toda la carga simbólica que ello suponía.<br />
(8) Melchor Ferrer. "Historia del Tradicionalismo Español". Editorial Católica Española, S.A. Sevilla, 1959. Tomo XXVIII, págs. 327-330 <br />
(9) La bandera de la Vendée pertenecía a un extenso lote de banderas históricas procedentes del palacio de Loredán que habían sido donadas en 1939 por el filántropo estadounidense Mr. William T. Middleton.<br />
(10) Sabemos hoy que no es cierto lo que figura en la cartela: "<span style="font-style: italic;">Bandera de los Legitimistas Vendeanos, traida a España y entregada a Carlos VII por unos voluntarios franceses. 1793</span>". Nunca fue llevada a España por ningún "legitimista vendeano" ni estuvo en<i> "</i>castillo medio derruido" alguno, sino entregada en 1892 por el Conde Ferdinand de La Roche a Don Carlos en su residencia de Venecia. <br />
(11) Dolores Baleztena Ascárate. "Museo Histórico de Pamplona". Temas Españoles Nº 205. Publicaciones Españolas. Madrid, 1955. <br />
(12) La autora del texto, doña Dolores Baleztena, se refería a los jefes vandeanos Henri de La Rochejaquelein y François Athanase Charette de la Contrie. <br />
(13) Jacques Cathelineau.<br />
(14) Dolores Baleztena Ascárate. op., cit. pág. 16.<br />
(15) No nos debe confundir el testimonio del periodista José Ortega Munilla -padre de José Ortega y Gasset- visitante del palacio en 1888, que en un artículo aparecido en el diario "El Imparcial" -recogido por la publicación carlista "El Fuerista"- informa a sus lectores sobre varios aspectos y detalles descriptivos relativos al contenido de la egregia casa y de su morador, en el que hace mención expresa al "<i>pedazo de la primera bandera blanca alzada en la Vendee</i>" -copiamos a continuación un extracto de la crónica- y que no es otro que la bandera entera que aquí presentamos, que se encontraba doblada en su parte superior, confiriéndole aspecto de incompleta: <br />
"[...] <span style="font-style: italic;">En el despacho hay en dos cuadros dos pedazos del cable que llevaba el globo Ville de Lyon, en que D. Carlos hizo dos ascensiones aerostáticas, que recuerda con gusto, relatando las impresiones de infinita novedad que experimentó al sentirse flotando por los aires. <br />
De retratos hay una gran colección de retratos en todas las estancias de la casa. El de Aparisi Guijarro, que representa al ilustre político envuelto en una capa española, ocupa sitio preferente. También se ve en lugar de distinción el de Nocedal, pintado por Madrazo con pincel mojado en las tintas de Velázquez. Hay en otros sitios una copia del retrato de D. Carlos por Lonard y, retratos de los dos Dux de Loredan, de doña Blanca y doña Elvira, de la madre de don Carlos, y de D. Jaime, de Elío, de Carlos V y María Francisca, de Ollo y Zumalacárregui. <br />
Pequeños lienzos de Esteban representan episodios de las batallas de Dicastillo y Lácar, Somorrostro y Montejurra. Mézclanse allí los recuerdos de familia y las memorias de la guerra, lo coleccionado por el tourista y lo heredado por el príncipe; al lado de un pedazo de la primera bandera blanca alzada en la <span style="background-color: white; color: black;">Vendee</span> está la plancha de plata grabada en Tarin para conmemorar la entrada de Carlos Alberto; junto á un cuadrito en que se conservan crines del caballo de batalla de Carlos I de España y V de Alemania, vése un armario en que pulula un enjambre de figuritas indias fakires en extasis, mercaderes y soldados; cerca de un mueble de tocador de María Francisca está la mesa de D. Carlos, llena de carpetas, retratitos de familia y timbres de ágata y esmeraldas. En un salón se vé la piel de un leopardo matado por don Carlos en la India, y en otra estancia se ven agrupados regalos hechos por principales personas de Chile y la República Argentina </span>[...]<span style="font-style: italic;">". </span> <br />
"El Fuerista. Periódico Católico". San Sebastián, 24 de enero de 1888. <br />
(16) Marie-Louise-Victorire de Donnissan, marquesa de La Rochejaquelein. "Memorias de la Marquesa de La Rochejaquelein. La Revolución Francesa y las Guerras de la Vendée". Editorial Actas. Madrid, 1995. Pág. 184.<br />
(17) "Banderas", boletín de la Sociedad Española de Vexilología (SEV), Nº 38, correspondiente a marzo de 1991.Noticias Carlistashttp://www.blogger.com/profile/17158067576154888314noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8455203955772524325.post-33170014540025955302011-05-18T06:35:00.000-07:002013-02-26T15:17:15.491-08:00Marquesa de Jaureguizar<a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/TEHi-X91a7I/AAAAAAAAAnM/aycLqVfnfSg/s1600/MARQUESA+JAUREGUIZAR.JPG"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5494922581581851570" src="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/TEHi-X91a7I/AAAAAAAAAnM/aycLqVfnfSg/s320/MARQUESA+JAUREGUIZAR.JPG" style="height: 288px; width: 241px;" /></a> <br />
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Doña Mª de los Dolores Menéndez-Baizán y Calatayud,<b style="background-color: white; color: #444444;"> </b><span style="background-color: white; color: #444444;">marquesa</span><span style="background-color: white;"><span style="color: black;"> de </span></span><span style="background-color: white; color: black;">Jaureguiza</span><span style="background-color: white; color: black;">r</span>, natural de Lumbier (Navarra). Sufrió persecución y cautiverio por sus acendrados ideales carlistas durante la dominación socialista en Madrid, 1936-1939.<br />
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<a href="http://2.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/TEHi-X91a7I/AAAAAAAAAnM/aycLqVfnfSg/s1600/MARQUESA+JAUREGUIZAR.JPG"></a> <a href="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/TEHjOy6KftI/AAAAAAAAAnU/rkkIJ9f35w0/s1600/MARQUESA+JAUREGUIZAR+2.JPG"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5494922863692119762" src="http://1.bp.blogspot.com/_9y-KqwVm4No/TEHjOy6KftI/AAAAAAAAAnU/rkkIJ9f35w0/s320/MARQUESA+JAUREGUIZAR+2.JPG" style="cursor: pointer; height: 288px; width: 336px;" /></a><br />
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Arriba presentamos la fotos de la Medalla de Sufrimientos por la Patria y carnet de la "Hermandad de Cautivos por España" que pertenecieron a Doña María de los Dolores Menéndez-Baizán y Calatayud,<b style="background-color: white; color: black;"><span style="background-color: white;"> </span></b><span style="background-color: white; color: black;">marquesa</span><span style="background-color: white;"> de </span><span style="background-color: white; color: black;">Jaureguizar</span>, quien contando con una edad próxima a la senectud (1) sufrió persecución, registros domiciliarios y encarcelamiento donde estuvo a punto de ser incluida en varias "sacas" cuyo destino era un pelotón de fusilamiento rojo debido a sus arraigadas convicciones carlistas (2).<br />
Emitido por la Auditoría de Guerra del Ejército de Ocupación, con fecha de 5 de julio de 1939, se encuentra un documento que transcribimos:<br />
"<span style="font-style: italic;">Como encargado del Servicio de Información de esta Auditoría CERTIFICO: Que entre los documentos y efectos cogidos al ENEMIGO hay un Fichero de condenados por desafección al Régimen</span> [republicano] <span style="font-style: italic;">del que se entresaca una ficha, que copiada literalmente, dice así: "MENÉNDEZ-BAIZÁN DOLORES: Presa en S. Rafael. Naturaleza de las diligencias Desafección al Régimen. Incoación de las mismas el tres de Febrero de 1.937 con el Nº 4040. Remitidas con un folio al Juez Nº 8 el 3 de febrero de 1.937. Sentencia de 2 de Marzo de 1.937. Pérdida de derechos civiles y políticos por tres años y privación de cargo público, derechos pasivos, industria, etc. por tres años. Lo que para su constancia y efectos oportunos expido en Madrid a 5 de julio de 1.939. Año de la Victoria. El Encargado del Despacho</span> [rubricado].<br />
Juan Gómez Málaga, recoge en su libro "Estampas Trágicas de Madrid", página 163, que a dicha señora en su domicilio madrileño le fue incautada por una brigada integrada por elementos afines al Partido Socialista Obrero Español una considerable cantidad monetaria para la época: <br />
"<i>También agentes de esta brigada han practicado un registro en la calle de Arrieta 17, domicilio de Dolores Menéndez Baizán. Se encontraron billetes por valor de un millón de pesetas. Más tarde se realizó un segundo registro en el mismo domicilio, encontrándose copones, custodias, plata, bandejas, cubiertos, todo ello perteneciente al culto de la iglesia y que tiene extraordinario valor. También se encontraron ocultas en dicha casa a cuatro monjas</i>".<br />
Consecuente en su firme amor al carlismo, Doña Mª de los Dolores instituye un legado en su testamento -otorgado el 22 de julio de 1939 ante el notario de Madrid, D. Federico Fernández Ruiz- en beneficio de "<span style="font-style: italic;">los hijos de los Requetés de Lumbier y a sus descendientes, como recompensa de que sus padres con valor insuperable salvaron a España</span>".<br />
La medalla esta compuesta por un centro circular esmaltado en azul, donde se encuentra en castillo en oro orlado por la inscripción "SUFRIMIENTO POR LA PATRIA", inscrito entre cadenas de oro sobre fondo blanco y rodeándolo todo una corona de laurel dorada. La cinta es de seda azul, indicativa que su portadora sufrió prisión en zona roja (Decreto de 11 de marzo de 1941).<br />
El Carnet de la Hermandad de Cautivos por España del que era titular la <span style="background-color: white; color: black;">marquesa</span> de <span style="background-color: white; color: black;">Jaureguizar</span> está firmado por el Presidente del organismo, el marqués de la Valdavia. <br />
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NOTAS<br />
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(1) Dña. Mª Dolores Menéndez-Baizán y Calatayud<b style="background-color: white; color: black;"><span style="background-color: white;"></span></b><span style="background-color: white; color: black;"></span><span style="background-color: white; color: black;"></span>, nació en Lumbier el día 7 de Julio de 1878. Falleció soltera y sin descendencia en su palacio de Lumbier el 18 de noviembre de 1956.<br />
(2) Entre los mayores contribuyentes de Lumbier se encontraron siempre destacados carlistas: D. Santos Ladrón de Cegama, D. Ignacio Ureta Zabala -de los marqueses de San Millán- y la <span style="background-color: white; color: black;">marquesa</span> de <span style="background-color: white; color: black;">Jaureguizar</span> son algunos ejemplos de ello. Nos extraña sobremanera lo leído en el libro "Requetés. De las trincheras al olvido", de Pablo Larraz Andía, la siguiente afirmación: "<span style="font-style: italic;">No he visto ningún carlista rico en Lumbier, los ricos eran todos liberales y alguno nacionalista</span>".Noticias Carlistashttp://www.blogger.com/profile/17158067576154888314noreply@blogger.com1